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Movimiento Laical de Jubilados y Mayores
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En este artículo podéis acceder al Acta del Referendum del Pleno para la elección del Presidente General de Vida Ascendente. La Comisión Permanente de Vida Ascendente se reunió el día 16 de diciembre de 2020.
También puedes ver al video de la reunión de la Comisión Permanente en el siguiente enlace :
Queridos amigos de VAI, hola y bienvenidos a esta última cita del año 2020…
Es un año muy especial que está llegando a su fin, un año marcado por el luto, el dolor, el miedo, la angustia, las dificultades de todo tipo, todas cosas engendradas por una epidemia que ha puesto patas arriba al mundo y a nuestras vidas personales.
Salgamos de nuestros tormentos y penas, para comprometernos con fervor y ardor en el camino del Adviento, como nos invita la meditación del Padre Pecqueux propuesta en la apertura de este boletín.
Salgamos de nuestros tormentos y penas… En esta meditación, leeréis que «la aventura cristiana es en sí misma un desconfinamiento permanente…» ¿No es éste el sentido de nuestro compromiso con VA: ir a los ancianos, satisfacer sus necesidades, dar testimonio a ellos del amor de Cristo. Basándose en su experiencia en Santo Domingo, donde llevan a cabo o han cumplido su misión, tres personalidades dominicanas, el Padre Frankelo, la Hermana Nayda y Mons. Grullón, hablaron en una conferencia virtual sobre la espiritualidad de los ancianos, organizada por Venezuela: presentamos lo esencial de sus intervenciones. Esta es una oportunidad para que continuemos nuestro proyecto de presentación de VA en el mundo y para hablar con vosotros sobre VA Santo Domingo. Gracias a la hermana Lucía, responsable de VA por su información de último minuto.
Salgamos de nuestros tormentos y penas… Esta es la pregunta que planteó el jesuita Bruno Regent: «A pesar de las pruebas de la vida cotidiana, ¿cómo hago para ser un vivo?»
Mirar, vigilar, afirmar su confianza, maravillarse… para que Dios que viene en nuestro mundo en Navidad, nos encuentre vivos y bien.
Esto es lo que, para este tiempo de Adviento, os deseo a vosotros, que leeréis esta carta; transmitid este deseo y mi cordial saludo a los miembros de VA de su país.
La Presidenta
Monique Bodhuin
Con san Marcos abrimos un nuevo año litúrgico. Marcos, el evangelista de lo universal, es el que pone en la boca del extranjero el reconocimiento de Jesús y expresa el acto de fe de los paganos. Con él, la apertura al mundo revela la libertad del Evangelio.
¡Qué aventura que buscar la apertura para nosotros que hemos vivido este año en un encierro cargado de apremios, preocupaciones, sufrimiento y muerte! ¿Estamos listos a velar para asegurarnos de que cometemos un futuro, proyectos y escribimos el nuevo acto de una nueva tierra?
En el corazón de la pandemia, podríamos decir que nada será como solía ser. Pero, ¿medimos que la aventura cristiana es en sí misma un desconfinado permanente que da sentido a nuestras dudas, que acoge todas las preguntas y especialmente las del sentido de la vida para habitar nuestra fe y hacerla irradiar?
¡Si, creemos pero aumenta, Señor, en nosotros la fe! Observar se convierte en una actitud dinámica ya que el maestro se ha ido y ha dado todo el poder a sus siervos. La encarnación no es una palabra vacía, no es un acontecimiento del pasado, es la irrupción de Dios en nuestro mundo para que los hombres tomen el camino de la paz, de la misericordia, del compartir y de la bienvenida al extranjero. ¡Velar es todo un programa y no tenemos demasiadas de estas cuatro semanas para ser parte del trabajo de encarnación! ¡La Navidad está a este precio!
Padre Pierre-Yves Pecqueux, eudista
Comentario del domingo, 29 de noviembre de 2020
Extracto de Prions en Église
Obispo de San Juan de la Maguana (República Dominicana)
Conferencia sobre la Espiritualidad del Adulto Mayor, Venezuela
Antes de mi hablaron el padre Ramón Emilio y Sor Nayda, el primero exponiendo la doctrina y la segunda contándonos su experiencia. Yo os hablaré también de mi experiencia.
Comienzo diciéndoos que soy un pichón que está aprendiendo a volar a sus 78 años. Aunque estoy jubilado y soy obispo emérito en funciones, me preparo. Aunque entro en otra etapa de la vida, la misión es la misma desde el nacimiento hasta la muerte: evangelizar. Esa es mi vida.
Ahora bien, ¿Qué es evangelizar? Evangelizar es hacer el bien, es servir. Cuando María visitó a su prima Isabel, el saludo de María llenó a Isabel de Espíritu Santo. En las bodas de Caná, María atenta a la necesidad del prójimo acudió al que podía resolver y dijo a los criados: “Haced lo que Él os diga.”
Evangelizar ya con el trabajo, como Jesús de niño, en el taller de carpintero de su padre San José. Evangelizar haciendo el bien. Si no puedo hacer lo mismo que hacía en mi juventud, haré otras cosas, pero continuaré con la misma misión: Evangelizar, hacer el bien. Mi espiritualidad tiene sus cimientos en el bautismo: Renuncia a Satanás, ama a Dios y mejora el mundo. Pon en práctica los valores del Reino, haz todo con Amor, sencillez y honradez.
Tengo 78 años y sigo con mi compromiso: rechazar el mal y hacer el bien. Podré tener 90, 100, 105 años y continuaré con la misma misión, con el mismo compromiso.
Hay tres actitudes para llevar a cabo la obra evangelizadora:
¿Cómo me mantengo activo?
Nunca digo que estoy cansado. Esa palabra no está en mi lenguaje. Soy un atleta corredor de fondo que nunca dice que está cansado, siempre estoy en forma. Los adultos mayores debemos estar siempre en forma y contagiar el espíritu activo: Si queremos … ¡podemos!
Soy como un repollo con muchas capas de hojas: Las hojas externas duras y algo picadas, han vivido muchos años y provienen de la niñez, pero ya no soy un niño. Debajo aparecen las capas de hojas de la adolescencia y la juventud. Aparecen luego las hojas de la capa de la edad adulta en que desempeñé mi misión como hombre casado o sacerdote activo. Aparto esas hojas y me quedo con el cogollo tierno y activo, ese yo activo y soñador que nadie me puede quitar, mi yo íntimo y activo que nadie me puede quitar, mi yo que está pensando siempre.
¿Cómo me mantengo productivo?
Ya he producido mucho, con mi mochila he caminado mucho, he llegado a más de 160 comunidades. Ha habido un cambio, la gente se ha bautizado y tiene una fe más dinámica. Cuando me haga viejecito tengo que producir cambio, yo mismo debo ser productivo, no decirle a otro lo que debe que hacer. Con la edad debo cambiar de producción, para eso pienso y mi pensamiento es activo: Amo, si amo sirvo y si sirvo, sirvo, no he nacido para ser servido. El que no sirve para servir, no sirve para vivir.
Todos los años nos visita un padre americano acompañado de un grupo de adultos mayores. Vienen a recolectar, vienen a servir. Hacen voluntariado y construyen. Los mayores debemos practicar el voluntariado introduciéndonos allá donde se pueda practicar el bien: Escuelas, Residencias, Asistencia, etc. Servir siempre con los cinco sentidos: Leer, Oír, Orar.
La oración es activa. En ocasiones, cuando una obra se nos quedaba a medias, oramos. El Señor vino en nuestra ayuda y pudimos terminar. Aunque esté tullido en una cama, puedo orar, siempre puedo ser activo.
¿Cómo me mantengo participativo?
La respuesta es: no siendo posesivo, no queriendo mandar. Dejando hacer y sabiendo valorar. Participa valorando a los demás, valora todo lo positivo de la persona que está a tu lado.
Cuando me nombraron obispo a los 50 años, al obispo emérito, que tenía 80 años, le hice saber que la Iglesia éramos los dos, que éramos una yunta que araba junta.
Se adulto mayor siendo activo, productivo y participativo. Haz sentir al otro que es partícipe de una obra que emprendéis juntos.
Monseñor José Grullón
Obispo de San Juan de la Maguana
“Nicodemo le dijo a Jesús ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?” (Jn 3, 4)
1.- Visión integral del hombre: El ser humano vive una triple dimensión
1º.- La relación consigo mismo: Vivir los valores, la autenticidad, la autoestima, la identidad personal, la libertad, la dignidad y la alegría de vivir.
2º.- La dimensión social: La vida comunitaria de convivir con los demás, la comunicación, el servicio a los otros, el trabajo, el cumplimiento del deber, la solidaridad, la conciencia moral….
3º, – La orientación hacia Dios: Buscar relacionarse con lo trascendente, con un ser superior. Esto ayuda a comprometerse con lo social, apostólico y la justicia.
2.- Dimensión trascendente de la persona. – El hombre es por vocación un ser trascendente y se interroga por el destino último de su vida haciéndose muchas preguntas sobre su existencia.
Así mismo la persona mayor es portadora de nobles ideales, de aspiraciones sublimes. Busca vivir el encuentro con Dios y a medida que pasan los años se va acercando a ese encuentro con lo trascendente
3.- El verdadero sentido de la espiritualidad. – La espiritualidad da sentido a la existencia, le permite comprender su destino. El adulto mayor tiene una conexión espiritual y religiosa que otros grupos de mayor edad. Conforme se avanza en edad se conecta más con la espiritualidad y religiosidad. La espiritualidad.es un conjunto de aspiraciones, convicciones, valores y creencias. Y dentro de ella está la espiritualidad religiosa, en la que radican principios, valores y la relación con lo trascendente.
La espiritualidad religiosa ayuda a que el mayor tenga sentido de pertenencia a un grupo, practique sus ritos y códigos morales, participe en su fe, y contribuya a aumentar su esperanza de vida, a responder al proceso de morir, a una fe profunda y práctica de la religiosidad que da sentido y satisfacción vital, brinda soporte a la enfermedad, y ayuda a vivir de mejor modo la vida. La vida adquiere mayor significado cuando nos comunicamos con lo trascendente y la ancianidad es una etapa propicia para el diálogo profundo y sencillo con Dios.
Los caminos más propicios de acceso a lo espiritual son: El diálogo para facilitar la liberación y el crecimiento personal y espiritual a imagen y semejanza de Dios. La entrega al servicio de los demás,
4.- Concepción cristiana de la ancianidad. – La ancianidad es la antesala del Reino. La vida es un cirio que se va gastando, pero la vida cristiana es un crecimiento continuo, siendo también un proceso biológico, las únicas interrupciones son el pecado y la infidelidad a Dios. En la vejez el Espíritu Santo está terminando su trabajo, para el encuentro con Cristo. La ancianidad es tiempo lleno de vitalidad, de crecimiento y de plenitud, en la que hay tiempo para hablar con Dios, sin prisas y sin palabras. Es tiempo de encuentro con Dios, consigo mismo y con los demás, debiéndose encontrar con Dios a través del necesitado
Los mayores en condiciones de vulnerabilidad o enfermedad requieren de una asistencia en el campo espiritual, siendo de mucha ayuda, la cercanía y la oración, teniendo necesidad de:
En la vida espiritual debe: revestirse de los sentimientos y ejemplo de Cristo. Ser como el buen samaritano. Buscar el encuentro personal con Cristo y practicar la misericordia
Ramón Del Rosario (Frankelo)
La hermana de la Congregación de las Hermanas Hijas de la Alta Gracia nos cuenta su experiencia en las residencias de ancianos de Santo Domingo:
Comienzo destacando la diferencia entre una persona anciana que ha llevado una vida espiritual sólida frente a otra que ha llevado una vida de ignorancia espiritual. La primera cuando llega a la residencia es bondadosa, paciente y vive con esperanza. La segunda llega con tristeza, decepción, se encuentra desorientada, añora el pasado y se aísla, haciendo eterna su soledad.
Muchos ancianos que nos llegan son de familias pobres, analfabetos que en su juventud solo se preocuparon de trabajar y no formaron un hogar estable. ¿Cómo hablar de Dios a estas personas? – Primero, mostrar el amor de Dios es escucharlos y acompañarlos, y luego puedes hablarles de Dios. Primero descubres su historia y desde allí los llevas por el camino del encuentro con Dios.
Llegar a la vejez tiene su complicación, pero también tiene su riqueza. Se puede vivir como una gracia y no como una enfermedad o un final. El paso de la juventud a la madurez y luego a la vejez puede doler si no estás preparado para ella, porque la juventud está sobrevalorada. Las arrugas que van apareciendo en el rostro no deben ser vistas como índice del final. Ese rostro expresa el final de un largo camino, es memoria de momentos buenos y malos. Nos debe llenar de orgullo mientras recorremos el largo camino de nuestra vida.
Debemos mirar los cambios en nuestro cuerpo no como una fealdad, sino como un proceso. La oportunidad que Dios nos ha dado de alcanzar esa edad. Debemos contemplar la vida como algo breve, que es más bello cuando se acepta serenamente. Una puesta de sol es tan hermosa como un amanecer. Al llegar a la senectud debemos mirar la vida con gratitud, sin añoranza.
La madurez ayuda a mirar la vida sin el ímpetu de la juventud, no hay que tenerle miedo, es una época para soñar despierto. Nos dice el capítulo XX de los Proverbios, verso 29: “La fuerza es el orgullo de los jóvenes, las canas el honor de los viejos” En este sentido nos dice el Papa San Juan Pablo II: La vejez es la coronación de los escalones de la vida, en ella se cosechan los frutos de lo aprendido y de lo experimentado, los frutos de lo sufrido y de lo soportado. Es la parte final de una gran sinfonía, cuya armonía concede sabiduría. Es sabiduría, pero hay que saberla entender.
Quien tiene una fuerte experiencia espiritual está satisfecho con la vida y se adapta a lo que le ha tocado vivir. He visto que la fe ayuda a superar las limitaciones de la enfermedad y el abandono por parte de la familia. La persona que ora tiene estilos de vida más saludables y es menos propensa a la depresión, no tiene temor a la muerte.
La vida espiritual en el adulto mayor puede dejar de ser saludable cuando se centra en los sentimientos de culpa. Es la contraparte dolorosa de la espiritualidad. En esta situación necesita especialmente la persona mayor apoyo y comprensión para evitar la depresión que acerca a la muerte con sentimientos de culpa.
Para concluir, una vida espiritual ayuda a ver la vejez de manera positiva. Esto ayuda a:
Para lograr esto debemos creer que nunca es tarde para seguir alcanzando metas, para ello debemos fomentar actitudes como:
Hermana Nayda Núñez
El movimiento nació en la Arquidiócesis de Santo Domingo en 2007. Hoy cuenta con 114 miembros activos en 8 equipos que se reúnen cada semana según un programa establecido según la realidad de cada uno y que se refiere a los pilares de la asociación para ayudar a sus miembros (Vivir fraternalmente, profundizando su fe y vida espiritual, traduciendo en actos concretos su compromiso cristiano en la sociedad y en la Iglesia).
Actividades, qué estamos realizando en pandemia:
Formamos diferentes grupos de 10 personas, por Meet, para rezar el rosario, leer la palabra de Dios, contar experiencias y formación con los folletos propios de vida ascendente. Nos comunicamos siempre, para saber, cómo están de salud. Impartimos orientaciones personal y en grupos. Ahora en navidad, no vamos a tener la cena, vamos a tener un operativo, por las casas de ellos. Le vamos a llevar alimentos y cubrir otras necesidades.
Situada en el centro del archipiélago caribeño, la República Dominicana comparte su territorio con el país vecino de Haití que se encuentra al oeste de la isla. Los cambios demográficos, sociales, económicos, tecnológicos, climáticos y políticos son un desafío importante, ya que traen incertidumbre, desigualdad, aislamiento y discriminación, especialmente para las poblaciones que, como los ancianos, son vulnerables, en países que, como la República Dominicana, no tienen leyes ni acciones efectivas para proteger a esta población.
En las últimas décadas la República Dominicana ha experimentado un cambio radical. Ha pasado de ser predominantemente rural a una población urbana que, al 75%, vive marginada, en condiciones que no favorecen una calidad de vida personal. Las personas mayores, en estas circunstancias, también se han trasladado a una ciudad donde ya no existen las relaciones amistosas y la comunicación que caracterizaron la vida rural. Los adultos mayores a menudo caen en depresión, aislamiento, sin poder tomar decisiones personales porque su situación depende de las condiciones de vida en su nuevo entorno.
La casa «María Alta Gracia» de la Arquidiócesis de Santo Domingo acogió en noviembre de 2018 el encuentro internacional de VAI, que se celebra cada cuatro años. La cálida bienvenida de los miembros del movimiento dominicano, su amabilidad, sus sonrisas y su amistad fueron un momento de gracia para todos los participantes de todos los continentes y les dejaron hermosos recuerdos.
Monika Ptak – Sor Lucía Reyes
En el siguiente enlace tenéis disponible el vídeo del retiro navideño dirigido por el Padre José Ignacio Figueroa, Consiliario General de Vida Ascendente, que tuvo lugar el pasado 14 de diciembre.
1.- El Congreso de los Diputados está a punto de culminar la aprobación de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia. La tramitación se ha realizado de manera sospechosamente acelerada, en tiempo de pandemia y estado de alarma, sin escucha ni diálogo público.
El hecho es especialmente grave, pues instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infringida; y también de la profesión médica, «llamada en lo posible a curar o al menos a aliviar, en cualquier caso a consolar, y nunca a provocar intencionadamente la muerte». Es una propuesta que hace juego con la visión antropológica y cultural de los sistemas de poder dominantes en el mundo.
2.- La Congregación para la Doctrina de la Fe, con la aprobación expresa del papa Francisco publicó la Carta Samaritanus bonus sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida. Este texto ilumina la reflexión y el juicio moral sobre este tipo de legislaciones. También la Conferencia Episcopal Española, con el documento Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida, ofrece unas pautas clarificadoras sobre la cuestión.
3.- Urgimos a la promoción de los cuidados paliativos, que ayudan a vivir la enfermedad grave sin dolor y al acompañamiento integral, por tanto también espiritual, a los enfermos y a sus familias. Este cuidado integral alivia el dolor, consuela y ofrece la esperanza que surge de la fe y da sentido a toda la vida humana, incluso en el sufrimiento y la vulnerabilidad.
4.- La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de la vida y ha suscitado solicitud por los cuidados, al mismo tiempo que indignación por el descarte en la atención a personas mayores. Ha crecido la conciencia de que acabar con la vida no puede ser la solución para abordar un problema humano. Hemos agradecido el trabajo de los sanitarios y el valor de nuestra sanidad pública, reclamando incluso su mejora y mayor atención presupuestaria. La muerte provocada no puede ser un atajo que nos permita ahorrar recursos humanos y económicos en los cuidados paliativos y el acompañamiento integral. Por el contrario, frente a la muerte como solución, es preciso invertir en los cuidados y cercanía que todos necesitamos en la etapa final de esta vida. Esta es la verdadera compasión.
5.- La experiencia de los pocos países donde se ha legalizado nos dice que la eutanasia incita a la muerte a los más débiles. Al otorgar este supuesto derecho, la persona, que se experimenta como una carga para la familia y un peso social, se siente condicionada a pedir la muerte cuando una ley la presiona en esa dirección. La falta de cuidados paliativos es también una expresión de desigualdad social. Muchas personas mueren sin poder recibir estos cuidados y sólo cuentan con ellos quienes pueden pagarlos.
6.- Con el Papa decimos: «La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza». Invitamos a responder a esta llamada con la oración, el cuidado y el testimonio público que favorezcan un compromiso personal e institucional a favor de la vida, los cuidados y una genuina buena muerte en compañía y esperanza.
7.- Pedimos a cuantos tienen responsabilidad en la toma de estas graves decisiones que actúen en conciencia, según verdad y justicia.
8.- Por ello, convocamos a los católicos españoles a una Jornada de ayuno y oración el próximo miércoles 16 de diciembre, para pedir al Señor que inspire leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana. Invitamos a cuantas personas e instituciones quieran unirse a esta iniciativa.
Nos acogemos a Santa María, Madre de la Vida y Salud de los enfermos y a la intercesión de San José, patrono de la buena muerte, en su año jubilar.
Madrid 11 de diciembre de 2020
A vosotros que vivís en otras latitudes, ya sean soleadas, lluviosas, frías o grises como aquí, en este rincón de Francia desde donde escribo, dirijo mi cálido saludo.
Vivimos en los tiempos difíciles de hoy que se asemejan, en muchos sentidos, a otros tiempos de este año 2020; siempre nos estamos enfrentando al Covid-19, carga de muerte y enfermedad, con la prueba que esto supone, de tristeza, de preocupación, y hasta miedo; Siento que me estoy repitiendo… Pero la muerte de un ser querido, la enfermedad de un ser querido siguen siendo hechos singulares, cada vez de una manera nueva, palabras de apoyo, compasión y oración: este es el mensaje que les dirijo.
Otros hechos también vienen, de manera recurrente, para alterar nuestra vida diaria; pasado el movimiento de asombro y pánico que despiertan los atentados, adhirámonos a una exigencia ineludible de fraternidad: el análisis del obispo Maupu de la encíclica Fratelli tutti nos muestra algunas dimensiones; el texto del Padre Roman también nos invita a practicar la apertura y el diálogo, a actuar por el bien común: es esta hermandad construida a lo largo de los días lo que nos permitirá luchar contra el fanatismo. El texto de la Presidenta va en esa dirección.
A pesar de las dificultades del momento, VA debe continuar su camino: descubriréis el Movimiento Canadiense de habla francesa, descubriréis cómo trabaja el Movimiento Español para responder a las propuestas del Congreso de Roma.
Con mis amistades.
La Presidenta.
Monique Bodhuin
Le recordamos la dirección de correo: ccl@vmi-vai-lai.org
«La globalización puede acercarnos, pero no nos hace hermanos». La fraternidad universal no es una realidad fácil de establecer. Con su tentación de crear una «cultura de muros», el mundo de hoy está dando la espalda a los grandes valores fraternales.
Ante esta observación, la continua preocupación del Papa Francisco es proponer «caminos de esperanza». Habló de fraternidad frente a las más diversas audiencias, en entrevistas en Roma y durante sus viajes por todo el mundo: reunió estas intervenciones en una encíclica, Fratelli tutti, integrándolas, escribe, «en el marco más amplio y sistemáticamente organizado de una enseñanza sobre la fraternidad».
Esta nueva encíclica se presenta como una encíclica social: se involucra en el campo político, por ejemplo para hablar de inmigración, del populismo o de la pena de muerte. El título está tomado de una expresión de San Francisco de Asís. E incluso, no sólo el título: son todas las palabras las que están inspiradas en San Francisco. Otras dos personas también inspiraron estas páginas: el gran Iman Ahmad Al-Tayyeb a quien el Papa conoció en Abu Dabi en febrero de 2019; su declaración conjunta se cita en la conclusión de la encíclica; la otra persona es el beato Carlos de Foucauld que quería ser el «hermano universal».
En ocho capítulos, la encíclica no pretende retomar la doctrina cristiana sobre el amor fraterno, sino presentarnos la dimensión universal de este amor. A lo largo de estos ocho puntos de vista sobre la dimensión universal, el Papa nos recuerda constantemente la dignidad de cada persona y subraya la preocupación de los pobres. Los temas discutidos son diversos: globalización, pandemias, migraciones y fronteras, diálogo social, guerra, pena de muerte, religiones y violencia. Cada tema discutido da lugar a un pequeño tratado real.
No cabe duda aquí de resumir esta encíclica: nos interesa leerla tomándonos el tiempo. No es difícil: el tono es a menudo el de la conversación a la que el Papa Francisco nos ha acostumbrado.
Como se trata de presentarlo a los miembros de este movimiento internacional que es VAI, propongo detenerme en el cuarto capítulo titulado «Un corazón abierto al mundo», que trata, desde la migración, el encuentro entre personas marcadas por diferentes culturas. “Las culturas diversas, que han gestado su riqueza a lo largo de siglos, deben ser preservadas para no empobrecer este mundo. Esto sin dejar de estimularlas para que pueda brotar algo nuevo de sí mismas en el encuentro con otras realidades.” (134) El Papa nos invita a “pensar no sólo como país, sino también como familia humana” (141). “Porque al enriquecerse con elementos de otros lugares, una cultura viva no realiza una copia o una mera repetición, sino que «integra las novedades “a su modo”. Esto provoca el nacimiento de una nueva Síntesis que finalmente beneficia a todos.” (148). “Los otros son constitutivamente necesarios para la construcción de una vida plena. La conciencia del límite o de la parcialidad, lejos de ser una amenaza, se vuelve la clave desde la que soñar y elaborar un proyecto común.” (150). El diálogo con personas de otra cultura brinda la oportunidad de enriquecerse y renovarse, por lo que no debe asustarse.
El octavo capítulo, titulado «Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo», resuena de manera especial hoy. La violencia se alimenta de interpretaciones erróneas de textos religiosos, así como de «políticas de hambre, pobreza, injusticia, opresión, arrogancia». No encuentra su base en las convicciones religiosas fundamentales. Por lo tanto, se nos invita a
volver a nuestras fuentes para reenfocarnos en lo esencial: la adoración y el amor al prójimo (281-283).
Gracias al Papa Francisco. Incluso cuando se da cuenta y lamenta que “hemos perdido el gusto de la fraternidad”, nos ayuda a redescubrir “el proyecto mismo de fraternidad inscrito en la vocación de la familia humana”.
Padre François Maupu
Francia, Afganistán, Austria, Mozambique… los países magullados en las últimas semanas por ataques. ¿Quiénes son las víctimas? En Francia, un maestro, personas dentro de una iglesia, estudiantes en Afganistán, en Austria, los transeúntes cerca de una sinagoga, hombres y adolescentes de Mozambique que participaban en una ceremonia de iniciación.
Mis primeros pensamientos están con las familias de las víctimas, sus seres queridos y sus amigos. En nombre de VAI y en mi propio nombre, les aseguro nuestra sincera compasión; compartimos su dolorosa tristeza y oramos por ellos.
El contexto de estos ataques es muy diferente de un país a otro, pero todos son perpetrados por fanáticos que dedican la religión en nombre del cual matan para afirmar una ideología oscurantista.
Más allá de la ira y la revuelta suscitada por la monstruosidad de los actos, más allá de la emoción indescriptible que despierta en nuestros corazones, recuperemos nuestra mente:
negarnos a dejarnos guiar por el camino del odio.
Frente a este abismo de violencia sólo hay una respuesta: «reaccionar al mal con el bien» palabras que tomo prestadas de un mensaje del Papa en estas trágicas circunstancias; Ser un pacificador conociendose, hablando, encontrando oportunidades para actuar juntos, abriéndose a la tolerancia y el respeto por los demás; «La libertad es un derecho, la fraternidad es un deber»: cumplamos con este deber haciendo de la fraternidad una experiencia cotidiana: así es como seguiremos con nuestros pasos los pasos de Cristo.
Monique Bodhuin
El terrorismo abunda en todo el mundo; las iglesias mismas no son respetadas por los asesinos. El padre Roman nos ayuda a dar un paso atrás y dar un aspecto cristiano a estos tristes acontecimientos.
Con profunda tristeza nos hemos enterado de los ataques terroristas que han tenido lugar en las últimas semanas en Niza (Francia) y Viena (Austria). Nuestro dolor es tanto mayor cuanto que estos horribles actos de violencia han afectado, entre otros, a personas comprometidas con la religión que trabajan diariamente en una comunidad parroquial. Inmediatamente después de estos dramáticos acontecimientos, habló la jerarquía de la Iglesia. El obispo André Marceau, de Niza, instó a los fieles a la conversión personal y al perdón. Monseñor Jean-Louis Balsa (de la Diócesis de Viviers), nativo de la Diócesis de Niza, pidió en uno de los periódicos locales que el ataque en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción de Niza no se asociara únicamente con la confrontación religiosa entre el Islam y el cristianismo. Subrayó que los actos terroristas son más bien una expresión de un choque entre seguidores del islamismo radical y la cultura secularizada del mundo moderno. Por último, el cardenal de Viena, Monseñor Christophe Schonborn, en un servicio de oración en la catedral de San Esteban, invitó a todas las personas de buena voluntad a hacer gestos de solidaridad.
No cabe duda de que el terrorismo que amenaza, hiere y mata indiscriminadamente, genera miedo, pánico y pesimismo. Además, está en profunda contradicción con la justicia y el amor entre los hombres (cf. Catecismo de la Iglesia católica, 2297). Entonces, ¿cómo deben responder los cristianos a los actos de violencia que a menudo les afectan directamente? El Papa Francisco, en la encíclica Fratelli tutti, recientemente publicada, nos invita a «descubrir espacios donde podamos discutir y actuar juntos por el bien común y la promoción de los más pobres». También recuerda que se invita a los fieles de la Iglesia católica a volver a sus raíces para centrarse en lo esencial: » la adoración a Dios y el amor al prójimo, de manera que algunos aspectos de nuestras doctrinas, fuera de su contexto, no terminen alimentando formas de desprecio, odio, xenofobia, negación del otro. La verdad es que la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas fundamentales sino en sus deformaciones. «(Fratelli tutti, 282)
Si nos fijamos en la actitud personal del corazón hacia otra persona, tenéis que prestar atención a otros dos temas. En primer lugar, siguiendo el pensamiento del Santo Padre, al evaluar la situación actual en el mundo, debemos recordar las complejas causas del terrorismo, incluidas las malas políticas de los Estados»vinculados al hambre, la pobreza, la injusticia, la opresión y la arrogancia» (Fratelli tutti, 283). Y, como discípulos del Evangelio de Cristo, recordemos que a lo largo de los siglos, «la sangre de los mártires se ha convertido en la semilla de los cristianos»(Santo Tertuliano).
Padre Roman Chromy
Asesor espiritual para la coordinación de VAI en Europa
El aumento de la esperanza de vida y la mayor calidad de vida durante más años provoca que cada vez haya más mayores y más sanos durante más tiempo. Se ha pasado de un 16% a un 30% de mayores en menos de 50 años. Esto supone retos de carácter económico, sanitario —véase lo que ha pasado con la crisis sanitaria del COVID-19—, social, y eclesial.
La respuesta de la iglesia
El mismo San Juan Pablo II, al dirigirse a unos ocho mil mayores recibidos en audiencia el 23 de marzo de 1984, ya decía: «No os dejéis sorprender por la tentación de la soledad interior … Tenéis todavía una misión por cumplir, una contribución para dar».
Francisco, mediante el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, contra la «cultura del descarte», se propone: «Considerar a la gran población de personas mayores como parte activa del pueblo de Dios y no sólo como objeto de atención caritativa».
Desde la humildad…
A la luz de todo esto, desde el Movimiento de Jubilados y Mayores «Vida Ascendente» acudimos a nuestros Obispos diocesanos para ANIMARLES A CREAR UN DEPARTAMENTO DE PASTORAL DEL MAYOR en cada diócesis de España y para que busquen la complicidad de su presbiterio para sacar adelante esta misión.
Es urgente aunar esfuerzos para crear este servicio diocesano a los mayores compete exclusivamente a los obispos, a cuya disposición nos ponemos como fieles miembros de la Iglesia y como Movimiento «Vida Ascendente».
Contenido de una delegación de pastoral del mayor
Resumen por Jaime Tamarit. Vida Ascendente España
La historia de La Vie Montante (LVM) en Canadá de habla francesa comenzó en 1971, 10 años después del nacimiento de Vie Montante (Vida Ascendente) en Francia. No fue hasta 1990 que el movimiento se conoció en el Canadá de habla inglesa.
El 5 de noviembre de 1971, alentado por el obispo Gérard-Marie Coderre, obispo de St-Jean- sur-Richelieu (ahora St-Jean-Longueuil), Honoré Beauchamp, asistido por George s Henri Ste- Marie, a cargo de la promoción y Aimé Boucher, tesorero, dirigió la reunión fundacional del movimiento. La primera reunión parroquial de LVM tuvo lugar el día 8 de diciembre en St- Antoine de Longueuil.
En abril de 1972, el Sr. Ste-Marie participó en el Congreso Internacional en Poissy (Francia) durante el cual buscó la ayuda de Vie Montante Francia. A partir de noviembre de 1972 LVM se desarrolló en otras diócesis. Hay reuniones en East Angus, en la diócesis de Sherbrooke, en Chandler (Gaspé). En St- Hyacinth, el movimiento se organiza a nivel de la diócesis gracias a su Consejero Espiritual, el Obispo Euchère Martel P.D.
El Padre Francois Sailler, omi, «misionero delegado» de Vie Montante Francia llega a Canadá en apoyo a George-Henri Ste-Marie para trabajar en la expansión del movimiento.
La Vie Montante Nationale hoy en Canadá de habla francesa
La Vie Montante está presente en 23 diócesis, el número de grupos ha disminuido significativamente en los últimos dos años debido a la falta de sucesión, y aún más durante la pandemia. Algunos de nuestros miembros son muy viejos, están en hogares de ancianos. Salen menos y la contención no hace las cosas más fáciles. En algunos pueblos o ciudades, no hay lugar para celebrar nuestras reuniones y respetar las instrucciones.
Los sacerdotes son menos numerosos, hay grupos que no se renuevan se y esperan a ver qué sucederá con el COVID-19. Cuando repasé la historia del movimiento y vi la velocidad con la cual que había crecido en ese momento, debo decir que ¡envidio a los fundadores y colaboradores de 1971-1972!
¡Felicitaciones! ¡Toda nuestra gratitud a Vie Montante Francia por su ayuda!
Marielle Lord
Presidente LVM Canadá
Queridos todos;
En este enlace podréis visualizar el vídeo de la videoconferencia Internacional sobre la espiritualidad del adulto Mayor en Latinoamérica (Venezuela):
Aparte del obispo de San Juan de la Maguana, Monseñor José Grullón y el padre Ricardo Guillén, participan también Sor Nayda y el Padre Frankelo, amigos con los que nos encontramos en el congreso de Roma y en el encuentro de Santo Domingo.
Todos aman y son enormemente activos en Vida Ascendente. MonseñorJosé Grullón y el padre Frankelo dirigen una fantástica universidad en Maguana. Son dignos de admiración
Un cálido saludo a ustedes, lectores de esta carta, pero también, más allá del pequeño círculo de suscriptores, a todos ustedes, miembros de VAI y amigos lejanos.
Ha pasado un mes desde nuestra cita previa… pero la situación de salud sigue siendo preocupante. El virus sigue ahí, al acecho, dispuesto a aprovechar un momento de baja para asaltarnos. Se requiere una vigilancia rigurosa.
Que estas pocas líneas también os den el valor de afrontar las dificultades, de apoyar a los que os rodean, que son particularmente vulnerables.
A pesar del virus, debemos seguir viviendo, para elegir la vida
Escojamos la vida, negándonos a ceder al miedo, para «encontrar el sueño, la esperanza y la alegría de encontrarnos», para reiniciar en confianza nuestras actividades en marcha, como nos invita José Ignacio Figueroa, consiliario nacional de VA España.
Escojamos la vida con Susana, Coordinadora continental de América Latina, que recuerda a los miembros de América del Sur la necesidad de celebrar el 1 de Octubre en todo el mundo, día dedicado a los ancianos; con Barthélémy Mopiti Unkende, Presidente de Vida Ascendente en la Republica Democrática de Congo y Orlando Ceceres, Presidente de Vida Ascendente Perú, que han tomado iniciativas para celebrar este día. Este acontecimiento, que puede permitirnos estar asociados con grupos no confesionales que también cuidan a los ancianos, nos hace visibles como cristianos.
Sí, demos testimonio de la vida en nuestro movimiento: con esta carta, lanzamos una serie que les hará descubrir, en la medida de lo posible, los movimientos que componen VAI; comenzamos con España, su historia y el relato que José María Castaño, secretario nacional, nos dio sobre cómo se vivió la pandemia en su país.
Aquellos que ayudaron a alimentar el contenido de este boletín, se les agradece enormemente.
En la esperanza que debe habitar todo cristiano, oremos el uno por el otro…
La Presidenta
Monique Bodhuin
El domingo 4 de octubre se publicó la encíclica del Papa Francisco sobre la fraternidad, que es también una acusación contra los grandes males que asolan, según él, el mundo actual. Pronto tendremos la oportunidad de hacernos eco de este texto.
El año 1979, Juan Antonio Castañeda, sacerdote de Ciudad Real, que había conocido Vie Montante en Francia, creó el primer grupo en su parroquia. Pero la fecha clave de comienzo de Vida Ascendente en España fue el año 1979, cuando dos señoras madrileñas con el P. Vicente Lores, Operario Diocesano, lo conocieron en unas Jornadas de Espiritualidad de la Tercera Edad, donde el P. Dierykx, Consejero Espiritual de Vie Montante, dio una conferencia sobre el Movimiento, que les entusiasmó, lo que fue confirmado al asistir, invitadas, en Estrasburgo a un Congreso de Vie Montante (MCR).
La Comisión Episcopal de Apostolado Seglar les encargó su promoción en España, y tras un tiempo de amplia difusión, en noviembre de 1986, la Conferencia Episcopal, erige el Movimiento de Apostolado Seglar de Jubilados y Mayores, como Asociación Publica de Fieles y aprueba sus Estatutos.
Poco a poco el Movimiento se implanta en todas las diócesis españolas (69), contando con el apoyo de sus Obispos diocesanos y muchos párrocos, en cuyas parroquias se reúnen habitualmente los grupos: semanal (62%), quincenal (20%) o mensualmente (18%), llegando a superar los 1.800 grupos y los 25.000 miembros, aunque en los últimos tiempos se han visto reducidos a 1.550 y 17.500 respectivamente.
En los grupos se viven los principios básicos de Vida Ascendente: Amistad fraterna, compartiendo alegrías y tristezas, satisfacciones y dificultades ayudándose mutuamente. Espiritualidad, profundizando en la fe y creciendo en la oración, formación y seguimiento de Cristo, poniendo en común las enseñanzas y experiencias de las lecturas dominicales y guiones que anualmente se publican. Apostolado que realizan en sus familias y relaciones sociales y de manera especial en las propias parroquias: catequesis, liturgia, caritas, visita a enfermos etc…
En muchas diócesis se realiza una acción de acompañamiento a los mayores en las Residencias e incluso atienden a grupos de Vida Ascendente que se crean.
Vida Ascendente, como único Movimiento Eclesial, participa en aquellos organismos y actividades de Apostolado Seglar: Foros de Laicos, Jornadas, Congresos…y organizó en paralelo al Congreso de Familia en Valencia el año 2006 un Congreso de Mayores con gran participación y contenido.
Desde sus orígenes ha sentido la preocupación que manifestaba el papa Juan Pablo II cuando decía el año 1982 en Valencia (España), “Es necesario que se desarrolle en la Iglesia una pastoral para le tercera edad, en la que se insista en el papel creativo de la misma.” y el Consejo Pontificio de Laicos publicó, en el año 1998, un documento “La dignidad del mayor y su misión en la Iglesia y en el mundo” en la que insistía sobre ella y daba unas orientaciones para su desarrollo.
Con este fin, y considerando su necesidad e importancia, Vida Ascendente trabajó y lo propuso, en distintas ocasiones, a la Conferencia Episcopal, pero que no ha encontrado eco. Grande fue nuestra alegría cuando el Dicasterio de Laicos, Familia y Vida convocó el Congreso Internacional de la pastoral de la persona mayor, celebrado en Roma los días 29 a 31 de enero pasado con gran éxito de asistencia y contenido, y al que asistieron 70 miembros de Vida Ascendente de España, y que ha dado lugar a que la Conferencia Episcopal Española haya tomado con gran interés y cuenta con Vida Ascendente para su desarrollo.
España, también, ha contribuido con desplazamientos, de diversas personas a América Latina y medios materiales, a implantar Vida Ascendente en algunos de aquellos países, y siempre está dispuesta a contribuir en bien del Movimiento y de las personas mayores.
Jose María Castaño
Secretario General de Vida Ascendente España
En América del Sur:
Así presentó Susanna, coordinadora para América Latina el día 1 de octubre:
» Queridos amigos integrantes de Vida Ascendente
En noviembre de 2018, hace casi dos años atrás en Santo Domingo, República Dominicana dentro del desarrollo de la 9° ASAMBLEA INTERNACIONAL del Movimiento, se instituía el 1° de octubre, Día Internacional del Movimiento de Vida Ascendente.
Esta propuesta fue elevada por el Presidente de la Comisión Nacional de Perú, don Orlando Cáceres, y después de la votación de todos los participantes de dicha Asamblea, se eligió esta fecha, donde cada uno de los integrantes de este Movimiento, nos sentimos identificados en el mundo entero.
¡Este es un hermoso día para celebrar!!!!! donde cada país tiene la libertad de hacerlo con las costumbres, tradiciones y folclore que a cada Pueblo lo caracteriza. Lamentablemente este año no lo vamos a poder festejar como a nosotros nos gusta.
Todos sabemos que estamos viviendo un tiempo totalmente atípico, no solo en nuestros países, sino en el mundo entero, debido al Covid 19, virus que azota la tierra y que nos impide reunirnos, especialmente a nosotros los Adultos Mayores, porque somos los que más riesgos corremos de contagiarnos. Tampoco se nos permite celebrar como a nosotros nos gusta, con música, cantos, bailes y abrazos. Sinceramente creo que es esto lo que más extrañamos entre nosotros, ese fuerte abrazo que nos dábamos cada vez que nos veíamos.
Sin embargo, Dios no nos abandona y nos permite estar unidos lo mismo, a lo largo y ancho de nuestra querida América latina de una manera diferente, más espiritual, por medio de la oración y la Santa Eucaristía.
Yo los aliento a seguir adelante y a no perder las esperanzas, buscando siempre la forma de continuar con nuestro accionar apostólico por medio de las redes sociales que nos ofrece hoy, la nueva tecnología.
Bueno queridos todos, por último decirles que no debemos perder la confianza, debemos mantenernos unidos al Señor como la “Vid al Sarmiento”, sabiendo que hay un Dios entre nosotros que nos cuida, nos ama y nos protege. Les envío un fuerte abrazo a la distancia, que el Señor los colme de bendiciones, dándole las gracias por la salud que tenemos y que nos permite seguir de pie. ¡Muchas felicidades y muy feliz día de VIDA ASCENDENTE!!!!!!
Con el cariño de siempre
Susana (Coordinadora de VAI para América Latina)
Juntos, en este día del 1° de octubre, con otras organizaciones no confesionales que cuidan a los ancianos, Fortalecidos por nuestra especificidad espiritual, podemos hacer que las personas comprendan la dignidad sagrada de cualquier persona más o menos anciana, envejecida, dependiente, hasta su último aliento de vida.
Estamos llamados a trabajar juntos, unidos en un movimiento, VAI, que no es una asociación como cualquier otra, ya que es en el nombre de Cristo que estamos unidos; comprometerse con VAI, da una responsabilidad apasionante, es estar convencidos de que somos un todo cuya cohesión y unidad provienen del sentido de una misión a cumplir: esta misión es dar testimonio del amor de Cristo a todos los que encontramos, es dar testimonio del amor de Cristo mediante gestos muy concretos con los ancianos, a quienes la sociedad a veces olvida o margina.
Sé que Perú está particularmente afectado por la pandemia de Covid-19 y que todos ustedes están pasando por momentos difíciles, especialmente la personas vulnerables y aisladas. Me uno a vuestra preocupación y dolor; pero no debemos ceder al desaliento o a la angustia.
Que este día sea una oportunidad para testimoniar la esperanza que debe habitar a los miembros de VAI: harán un gran servicio a los que se encuentran, invitándolos a ver cómo actúa Dios, para salir de situaciones aparentemente sin salida. La esperanza cristiana nos enseña a lidiar con el enigma de nuestra vida con la convicción de que «Dios ya se ha arriesgado en este camino».
(Resumen preparado por Monika Ptak)
El 1 de octubre se celebró una misa de acción de gracias en la Iglesia de San José en Kinshasa: extractos adjuntos del discurso pronunciado por el presidente Barthélemy MOPITI UNKENDE y algunas fotos que ilustran el evento.
En nombre de la Federación Nacional de Ancianos y de la Tercera Edad, de la que es miembro EL VMRDC, Barthélemy agradeció al párroco de San José su aceptación de celebrar esta Misa de acción de gracias y al Director del Centro Diocesano Pastoral por su ayuda. Continúa: «Las personas mayores cristianas envían sus oraciones a Dios por mantenerlas vivas hasta el día de hoy…
El Papa Francisco, que sigue preocupándose por nuestro futuro, nos dice que si en algún tiempo los ancianos pudieran poblar un pequeño estado, hoy podrían poblar un continente entero». Estas palabras fueron hechas «en su discurso del 31 de enero de 2020 a los delegados reunidos en Roma para el congreso «la riqueza de los años» en el que participé. El Santo Padre nos alienta y promete acompañarnos con sus oraciones. Nos pide, «por favor», que oremos por él también».
RECOMENZAR EN CONFIANZA
Tras meses de confinamiento y de no poder compartir nuestra vida con las personas que nos importan, tras una Cuaresma sin encuentros, una Semana Santa sin pasos, una Pascua sin aleluyas y un final de curso sin curso y sin final, por fin llegó el verano. Un tiempo de reencuentros, una oportunidad de recuperar los paseos y los viajes —no sin limitaciones— y una época propicia para compartir con los nuestros momentos en los que evocar esos fantasmas que nos atenazaron como un mal sueño que todos deseamos haya quedado definitivamente en el pasado.
Algunos nubarrones quedan en el azul cielo del verano, dudas y miedos que no acaban de disiparse:
¿podremos reunirnos con normalidad este nuevo curso que se nos presenta?;
¿nos dejarán volvernos a encontrar con los que tanto hemos añorado durante el aislamiento —aun sabiendo que a muchos sólo volveremos a encontrarles en el cielo, porque el virus se los ha llevado—?; ¿cómo será esa «nueva normalidad» en nuestro querido movimiento de «Vida Ascendente» ?; ¿qué pasará si hay rebrotes de la enfermedad este otoño?
Demasiadas cosas nos ocupan, nos preocupan y nos quitan la serenidad que creíamos haber alcanzado con el paso de los años.
«No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma» (Mt 10, 28).
Tenemos la sensación de que todo el mundo se ha preocupado tanto de los mayores, de que no se infectaran, de que se aislasen y no entrasen en contacto con nada que puede vulnerar su salud, que corremos el peligro de vivir lo que algunos técnicos han denominado el «síndrome de la cabaña»: «Yo era de salir poco, solo a la compra, a misa y a «vida ascendente », pero ahora ya no salgo para nada, mis hijos o mis nietos me traen lo que necesito y me lo dejan en la puerta, la misa la veo en la tele y mi relación con mis amigos del movimiento la mantengo por medio del móvil». ¿A que nos suena?
Tenemos que agradecer mucho, muchísimo a quienes se han ocupado de que estemos bien y por eso nos han protegido tanto, pero el miedo a lo que pueda venir no nos debe paralizar.
Tenemos que recuperar la ilusión, la esperanza y la alegría de encontrarnos.
Lo haremos con todas las medidas necesarias, con mascarillas, guardando distancias y al aire libre si es necesario y posible, pero tenemos que hacer un inicio de curso por todo lo alto, con las celebraciones que no pudimos hacer para acabar el anterior, con la alegría del reencuentro con los hermanos y sabiendo que donde dos o tres estamos reunidos en su nombre, allí está Él en medio…
Es verdad que quizás no sea prudente todavía hacer grandes concentraciones interdiocesanas, pero como consiliario general estoy dispuesto a acudir allá donde me llaméis para seguir animando, acompañando y formando a todos los queridos amigos de «Vida Ascendente», si no engrandes grupos, en pequeñas comunidades, como hacían los apóstoles con las primeras comunidades cristianas.
Tres frases que debemos grabarnos para comenzar un nuevo curso: nadie sin esperanza, nadie sin ilusión, nadie solo…
Mucho ánimo, que Jesús sigue cuidando de nosotros.
Jose Ignacio Figueroa
Consiliario General
Amigos de África, amigos de América del Sur y Canadá, amigos de Asia y Australia, amigos de Europa, saludos calurosos en mi propio nombre y en nombre de los miembros del Comité Ejecutivo.
En un momento en que la pandemia sigue enfureciendo, aunque en diversos grados en diferentes países, la vida sigue siendo complicada. Cuéntanos qué dificultades enfrentan las personas mayores que encuentran, cómo VAI responde a sus necesidades de todo tipo y les ayuda a superar esta tribulación y sus consecuencias (aumento de la soledad, enfermedad, duelo).
En la apertura de este boletín, leerá un texto de meditación: presenta el folleto utilizado por los miembros francófonos de Bélgica y Suiza para sus reuniones. Haciéndose eco de esta meditación, un texto de una hermana que trabaja en una institución que acoge lo más viejo: el respeto por las personas la benevolencia hacia ellas, ¿no es una forma de escuchar?
A pesar del covid-19, la vida continúa, como muestra la carta de Abraham Lee; que se le agradezca calurosamente su envío.
Que esta carta sea también una oportunidad para que rinda homenaje a los miembros del Comité Ejecutivo que, a pesar de las limitaciones de la epidemia, han seguido asumiendo sus responsabilidades, trabajando regularmente desde marzo, mediante videoconferencia; el boletín 80 es una prueba de esto; en este sentido, leerán la carta de agradecimiento que nos ha enviado el Director del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.
Muchas gracias a Susana que recuerda la importancia del 1 de octubre; celebremos este día con hermosas iniciativas que mostrarán una renovada atención a nuestros mayores; en este período de crisis de salud marcado por riesgos que los ponen en primera línea y preocupaciones que tal vez les resulte difícil superar, la necesitan más que nunca; y para mostrar esta atención, les recuerdo la campaña iniciada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida «los ancianos son sus abuelos» (adjunto, de nuevo).
Háganos saber sus acciones: con la ayuda del Espíritu Santo, abramos nuestros corazones, inventemos, creamos, actuemos, con la voluntad de dar días felices, a través de los cuales podremos dar gracias.
La Presidenta
Monique Bodhuin
Le recordamos la dirección de correo: ccl@vmi-vai-lai.org
«Escucha, Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor» (Deuteronomio 6,4) Es a través de estas palabras que el creyente israelita expresa su fe. En el Nuevo Testamento, Jesús toma este texto en la forma: «Amarás al Señor tu Dios» y lo vincula al Levítico «Amarás al prójimo como a ti mismo» (Levítico 19:18). Esta confesión de fe determina los ejes centrales de la vida espiritual: escuchar, amar y transmitir. podríamos decir: ver, juzgar y actuar.
Entre los cinco sentidos, el oído es el que permite la percepción de los sonidos: escuchar el llanto de los niños o el sonido de las máquinas no requiere mucha atención. Escuchar es un enfoque más exigente y puede significar entender, descubrir, observar. Admirar un paisaje es escuchar a la naturaleza. Tomar al amigo en apuros en sus brazos es un gesto de escucha. La persona sorda o con discapacidad auditiva, leyendo en los labios, se pone en una actitud de escucha.
Nuestra inteligencia y habilidades no son suficientes para juzgar o entender a una persona. La escucha cristiana y la acogida son benevolentes y pasan por el corazón. Se podría parafrasear al Principito y decir: «Sólo escuchamos con el corazón, lo esencial es inaudible para el oído».
En las Escrituras, la actitud materna de Dios hacia los hombres se caracteriza por su capacidad de escuchar. La imagen de la primera página ilustra perfectamente el tema de este año «Escucha». Con la mano levantada al oído, san Benito nos enseña que escuchar a Dios, a los demás y a uno mismo hace crecer el amor en el mundo. Nos permite aportar nuestra piedra a la construcción del Reino donde todos serán amados por lo que son.
¡Que descubramos en todos nuestros hermanos y hermanas la presencia de Dios!
Francis Zufferey, para el equipo belga-suizo de Vida Ascendente
(Francis Zufferey es el Asesor Espiritual de la Suiza francófona)
La hermana Vincent es una de las hermanas de Jeanne-Antide Thouret, cuyo santo patrón es San Vicente de Paúl; la congregación, emanación de las Hijas de la Caridad fue fundada en Besançon en 1799 por Jeanne-Antide después de la dispersión de las Hijas de la Caridad por los revolucionarios; su misión: enseñar, ayudar a los pobres, cuidar a los enfermos, de ahí su presencia en EHPAD como en el establecimiento Notre Dame des Cèdres mencionado por la hermana.
Que tu mirada sea la mirada de Dios: Busca la belleza para maravillarme con ella
Que vuestra mirada sea la mirada de Dios; Está buscando que los pequeños sean su grandeza.
Que vuestra mirada sea la mirada de Dios: Busca a los heridos para ser su salvación.
Didier Rimaud.
Para Jesús, los demás, sean cuales sean, sean cuales sean sus acciones, su reputación, su enfermedad, siempre son amados por DIOS.
Cardenal Decourtray
Hija de Santa Juana Antide, con mis hermanas, con otras, trato de vivir de su carisma: amar y servir a los pobres, dejarme evangelizar por ellos!!
Puedo decirle que cuanto más avance en esta casa, menos entiendo la enfermedad: ver a personas que conocíamos y no reconocerlas, ¡qué dura realidad! Pero lo que se profundiza en mí es la profunda convicción de que sólo el Amor ayuda a estas personas: el amor recibido y dado, el amor dentro de la pareja, la amistad entre los residentes. ¡¡Verdad en la relación!!
Las personas son sensibles al respeto por su actitud, su comportamiento, sus convicciones. Cuando una persona llega a nuestra casa, muy desorientada y nos dice una y otra vez durante todo el día el nombre de su pueblo, a dónde ir, el personal le escribe el nombre de su pueblo en un papel, ella lo guarda muy bien porque es para ella una seguridad. Continúa así durante una quincena al cabo de la cual puedo encontrarme con ella, diciéndome, tranquila, con alegría, y levantando los brazos: «Vivo de nuevo»
Un caballero, mueve constantemente las sillas, las butacas, todo el mundo le deja hacerlo y pone las cosas de nuevo en su lugar sin decirle nada, que necesita gastar su energía!!
Es común que una persona se acueste en la cama de otra; amablemente el personal o yo, lo lleva a su habitación y por lo general todo va bien.
A veces, uno u otro residente no quiere ir al comedor para comer; El personal luego viene a servirlo donde está, por lo que se alimenta solo mientras que si lo obligamos a pasar al comedor, no comería nada.
Invitamos a las personas que deseen venir a rezar el rosario cada mañana. Están los habituales, pero nada es sistemático, un día es sí, un día es no, respetamos sus deseos.
Un día una hermana residente me dijo: «Estoy perdiendo la memoria, no sé nada» Es verdad, olvidas muchas cosas pero no importa, así que responde: «Sí, un día un predicador dijo en un retiro: lo que es importante es hoy, es el momento presente».
El día del 15 de agosto hacemos un tiempo de oración y en algún momento invito a los residentes a expresar su razón de acción de gracias. Para mi sorpresa muchos se expresan y de una manera muy profunda: hay un caballero muy cansado que no siempre parece en sintonía con nosotros, veo sus ojos brillar, me acerco a él y le pregunto lo que quiere decir, difícil pero con convicción, dice «para mi esposa», ella recorría 80 km todos los días para venir a verlo.
Varias familias sufrían de la condición de sus padres: juntos pensamos en cómo ayudar a que esto sucediera.
«Cuando se fortalezcan amistades entre residentes, gracias por decir que la amistad, el amor son más fuerte que la enfermedad».
«Cuando uno de los nuestros se una a la Casa del Padre, gracias por decir que la vida es más fuerte que la muerte. Nuestra casa es una gran familia donde nos ayudamos mutuamente en tiempos difíciles. »
Para concluir cito a Xavier Thevenot» «El sufrimiento no agrada a Dios, lo que agrada al Creador es que el hombre se humanice a sí mismo. Y humanizar el sufrimiento es tratar de reconectar con los demás y con el Padre el vínculo que ha roto el dolor. Lo que redime no es el sufrimiento en sí, sino el intento de salir de uno mismo en medio de la prueba. Sólo una cálida presencia de personas sanas, atentas a lo que atraviesan los enfermos, puede permitir esta humanización del sufrimiento.»
No debemos creer que todo es perfecto en Nuestra Señora de los Cedros (Notre Dame des Cèdres), pero me complace ser testigo de cómo los residentes son respetados. Con vosotros doy gracias al Señor por esta obra de humanización.
Testimonio de Hermana Vincent
En estos tiempos de pandemia, el Coordinador de Asia nos envía este mensaje:
Queridos hermanos y hermanas,
Espero que todos estén sanos y confiados en estos tiempos en los que la pandemia está arrasando. Nos da una buena oportunidad de reflexionar sobre nuestras vidas. Dios debe tener un mensaje importante que revelarnos.
El COVID-19 nos recuerda que el mundo es pequeño, que todos estamos conectados, debemos cuidarnos y ayudarnos, todos debemos cooperar para enfrentar un destino común.
Este tipo de situación ha sucedido a menudo a lo largo de la historia y podría volver a suceder, si no aprendemos de ella: ¿cómo vivimos en armonía con la creación de Dios?
Tenemos que pensarlo.
La Biblia nos dice que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo y que debemos cuidarlos bien. Podemos aprovechar esta oportunidad para cultivar un estilo de vida saludable, esto puede fortalecer nuestra inmunidad.
Dios los ama a ustedes y a su familia, ¡la paz sea con todos ustedes! Muy cordialmente,
Abraham Lee Coordinador para Asia
El 1 de octubre una fecha que no se puede olvidar para Vida Ascendente Internacional
Esto es lo que Susana ha pedido a todos los presidentes de los movimientos de la Coordinación para América del Sur.
Con la esperanza de que el mensaje encuentre a todos los miembros sanos, recuerda esta importante fecha para todos nosotros, inscrita en las agendas para que cada país lo celebre, según sus costumbres y tradiciones.
«Ciertamente este año no podremos celebrar físicamente», añade, «pero definitivamente podremos reunirnos y compartir de una manera virtual.
Susanna Zonni
Coordinador de América del Sur
Monseñor Bruno-Marie Duffé, director del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, nos agradece calurosamente por enviar el boletín 80, la calidad del trabajo realizado y nos invita a continuar la reflexión.
Su referencia al discurso del santo padre en el Premio Carlomagno en mayo de 2016 muestra que la noción de «transfusión de memoria» es de hecho una preocupación constante para el Papa. Mons. B- M Duffé dijo en su carta de agradecimiento a VAI:
« La ˮ transfusión de la memoria” pasa necesariamente a través de nuestros ancianos que han vivido alegrías y tragedias a lo largo de la historia, las han madurado y meditado en sus corazones, adquiriendo así la sabiduría y la visión necesarias para construir una sociedad con altos valores humanistas.
Su lugar en la sociedad es esencial. No se puede reducir a la gestión, y mucho menos a la marginación. Pero la “transfusión ˮ ene que hacerse. Se trata de forjar la relación, de abrirse a la transmisión, escuchando y acogiendo la riqueza que llevan para que seamos capaces cada vez de más humanidad. Este es el reto de construir una sociedad que responda a la plenitud humana y a la que la Iglesia se esfuerza por contribuir.
Al reiterarle mi gratitud por enviar este trabajo y agradecerle la misión de Vida Ascendente Internacional con nuestros mayores, le pido que reciba, querida señora, la expresión de mis sentimientos de respeto y de mi oración a Cristo de compasión y ternura.»
Es posible superar el aislamiento de las personas mayores, incluso observando rigurosamente las normas sanitarias en relación al Covid-19.
La pandemia ha afectado en modo particularmente duro a las personas mayores y ha interrumpido los ya débiles lazos entre las generaciones, pero respetar el distanciamiento no quiere decir aceptar un destino de soledad y abandono.
Por ello, a raíz de las palabras que el papa Francisco pronunció después del Ángelus, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida lanza la campaña “Cada anciano es tu abuelo” para invitar a los jóvenes de todo el mundo a hacer un gesto de ternura hacia las personas mayores que se sienten solas, porque “¡cada persona mayor sola es tu abuelo y tu abuela y te necesita!”
En estos meses, muchas conferencias episcopales, asociaciones y fieles, con “la fantasía del amor”, han encontrado el modo de llevar a las personas mayores solas la cercanía de las comunidades eclesiales. Hemos recibido noticias de llamadas por teléfono, por internet, a través de las redes sociales – incluso serenatas a los huéspedes de las casas de reposo – realizadas por los jóvenes para interrumpir la soledad de tantas personas obligadas por la pandemia a permanecer en sus casas o encerradas dentro de las estructuras residenciales.
En esta fase de la campaña, y respetando las normas de salud en vigor en los distintos países, se invita a llegar virtualmente a las personas mayores más solas del propio barrio o de la parroquia y enviarles un abrazo, como ha dicho el Papa, a través de una llamada por teléfono, una videollamada o el envío de una imagen. Siempre que sea posible – o cuando la emergencia sanitaria lo permita – invitamos a los jóvenes a concretar aún más el abrazo, yendo a visitar personalmente a las personas mayores.
La campaña está asociada con el hashtag #sendyourhug para difundir la iniciativa. Los posts más significativos se divulgarán en las redes sociales del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida @laityfamilylife.
Nuestra esperanza es que, también desde esta campaña, se pueda cumplir el deseo del papa Francisco, que escribió: “Esto es lo que yo quisiera: un mundo que viva un nuevo abrazo entre los jóvenes y las personas mayores (Introducción al libro «La sabiduría del tiempo»)”.
En la memoria de santos Joaquín y Ana, los “abuelos” de Jesús, quisiera invitar a los jóvenes a realizar un gesto de ternura hacia los ancianos, sobre todo a los que están más solos, en las casas y en las residencias, los que desde hace muchos meses no ven a sus seres queridos.
¡Queridos jóvenes, cada uno de estos ancianos es vuestro abuelo! ¡No les dejéis solos! Usad la fantasía del amor, haced llamadas, videollamadas, enviad mensajes, escuchadles y, donde sea posible respetando las normas sanitarias, id a visitarlos. Enviadles un abrazo. Ellos son vuestras raíces.
Un árbol separado de las raíces no crece, no da flores ni frutos. Por esto es importante la unión y la conexión con vuestras raíces. “Lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado”, dice un poeta de mi patria. Por esto os invito a dar un aplauso grande a nuestros abuelos, ¡todos!
P. Alexandre Awi Mello. I. Sch.
Secretario
Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida 27 de julio de 2020