EL SANTO DE LA SEMANA SANTA CATALINA DE SIENA

Santa Catalina fue laica dominica. A pesar de su poca preparación se involucró en la convulsa política de su época y el servició a los más necesitados. Mística y Doctora de la Iglesia.

 

 

 

Síntesis biográfica

1347 Nacimiento

Catalina nace en Siena el 25 de marzo de 1347. Es la penúltima de veinticinco hijos. Hija de Jacobo Benincasa y Lapa Piacenti.

1353 Visión de Jesucristo

A la edad de seis años, tiene una visión de Jesucristo que le marca toda la vida.

1363 Laica dominica

Teniendo dieciséis años, se hace parte de la Hermandad de Penitentes de Santo Domingo.

1372 Impulsa al Papa a volver a Roma

Apasionada por la Iglesia, impulsa al Papa Gregorio XI retorne a Roma.

Catalina de Siena 1378 Paz entre Roma y Florencia

1378 Paz entre Roma y Florencia

Una vez establecido el Papa en Roma, impulsa la paz entre florentinos y Roma. Una paz anhelada se acuerda bajo su mediación.

1380 Transito al Padre

Entregada en todo momento a Dios, muere el 29 de abril de 1380 a los 33 años.

1461 Canonización

El día 29 de junio de 1461 es canonizada por el Papa Pío II

1970 Doctora de la Iglesia

El Papa Pablo VI la proclama Doctora de la Iglesia el 4 de octubre de 1970.

1999 Copatrona de Europa

San Juan Pablo II le proclama como Copatrona de Europa

Joven, sin preparación académica y mujer: poco significaba alguien con estas características en la Europa del siglo XIV. Pero, Dios, que tiene una especial preferencia por lo pequeño y vulnerable, hizo de Catalina de Siena una ejemplar predicadora del Evangelio.

 Desde los 6 años quiso consagrarse totalmente al Señor. Tras la muerte de su hermana en 1362, decidió no contraer matrimonio y ser laica dominica, que en la época eran conocidas como «Hermanas de la Penitencia de santo Domingo». En 1370 vivió la «muerte mística»: pidió a Cristo que le cambiara el corazón. Desde entonces, su intensa vida de oración se juntó con la atención a los pobres y enfermos.

Reconocida como maestra espiritual, se formó un grupo de discípulos en torno a Catalina. A partir de 1372 fue mediadora en los conflictos civiles y eclesiales en la península italiana. Empezó una amplia producción epistolar. En 1374 fue convocada al Capítulo General de la Orden de Predicadores y se le asignó a fray Raimundo de Capua como acompañante espiritual.

Ante el creciente conflicto entre el Papa y las ciudades italianas, Catalina se sumergió en la política. Viajó a Aviñón e instó a Gregorio IX a regresar a Roma. Gracias a su labor, el Papa regresó en enero de 1377.

La influencia política y religiosa de Catalina creció significativamente. Profesó un profundo amor por la Iglesia. Se sintió llamada por Dios a denunciar la corrupción y promover una vida apostólica y evangélica. Sufrió al ver la consumación del cisma de occidente tras la muerte de Gregorio IX en 1378.

A pesar de su escasa formación intelectual se sumergió en las profundidades de la mística cristiana. Fue una apasionada predicadora de la cruz. Su libro Diálogo refleja su espiritualidad. Murió el 29 de abril de 1380.

¿Qué nos puede decir hoy?

Catalina nos recuerda que la vida política no debe estar divorciada de la fe. Respetando la justa separación de lo civil y religioso, los laicos cristianos están llamados a participar en el desarrollo histórica de la sociedad sin renunciar a su condición de creyentes y seguidores de Jesús.