‘FELIPE’, EL ROBOT QUE CUIDA A LOS MAYORES EN SUS CASAS

La Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga (UMA) se han unido para desarrollar un proyecto que aplicará las nuevas tecnologías a los cuidados domiciliarios. En concreto, el Plan Más Cerca, que cuenta con una inversión de casi 2,3 millones de euros, procedentes de los fondos europeos, está pensado para «conseguir que los mayores que deseen seguir viviendo en sus hogares en lugar de ingresar en una residencia puedan hacerlo, pero con los apoyos y cuidados que precisen».

Así lo explicaban el rector de la UMA (@universidadmalaga), José Ángel Narváez, y la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta, Loles López Gabarro en la presentación del proyecto que tuvo lugar en Málaga el pasado jueves 12 de enero y que recoge la universidad en una nota. El objetivo principal es desarrollar un programa de innovación tecnológica y social de cuidados domiciliarios para aquellas personas que se encuentren en situación de especial vulnerabilidad y que necesiten cuidados específicos para mejorar su autonomía personal.

«El fin último es que las personas sean más felices, y si los mayores se sientan más cómodos en su entorno, donde han desarrollado su modo de vida, procuraremos que permanezcan en él, pero con sus necesidades cubiertas», comentaba la consejera. «No hay mejor manera de invertir el dinero que mejorar la vida de los demás, y este plan, basado en la innovación y la tecnología, está encaminado precisamente a eso», añadía.

Por su parte, el rector señalaba que para la UMA «este proyecto es una oportunidad de poner nuestras capacidades tecnológicas y de formación en las ciencias sociales al servicio de la sociedad, ya que la universidad no solo es una institución que forma profesionales, sino que también moldea ciudadanos y además sirve para el desarrollo social».

De esta forma, considera que este proyecto «es un ejemplo de lo que nosotros queremos ser como universidad pública: una universidad capaz de aportar soluciones a los problemas de las personas que conforman la sociedad que nos rodea a través de la investigación y la transferencia de resultados».

Un robot como cuidador

Con este plan se busca «replantear el actual modelo de atención y cuidados domiciliarios», de forma que la persona y sus necesidades «específicas y cambiantes» estén en el centro. «Para eso hay que definir fórmulas flexibles e integrales, y diseñar los acompañamientos necesarios que las hagan efectivas. También se busca incorporar la dimensión tecnológica en el hogar, como componente esencial que complemente los servicios y prestaciones tradicionales», señalan.

En este sentido, destaca Felipe, el robot blanco y de casi un metro y medio de altura que forma parte de este proyecto, creado por el departamento de Tecnología Electrónica de la Universidad de Málaga. Se pretende que este robot asistente sea un cuidador más con diversas funcionalidades, como recordar cumpleaños o plantear actividades en su pantalla táctil, según recogía La Opinión de Málaga.

«El convenio se fundamenta en la complementariedad de lo tecnológico y lo social», explicaba el rector en la presentación, destacando la importancia de este tipo de proyectos vinculados a las ciencias sociales y destinados a la transformación social basada en las tecnologías.

En definitiva, el objetivo es «propiciar un modelo innovador de atención a las personas para favorecer su permanencia en el hogar, con fórmulas flexibles e integrales en cuanto a la aportación de los diversos servicios y prestaciones que se puedan necesitar en cada momento y con acompañamiento profesional para que sea más efectivo», señalan desde la universidad. Así como «innovar, integrar y desarrollar tecnologías que se muestren eficaces para complementar estos cuidados y prestaciones».

El Plan Más cerca realizará una versión beta en los propios domicilios con personas concretas para analizar sus necesidades y el efecto de estos servicios y prestaciones para que permanezcan en el hogar, para lo cual se elaborará un plan de apoyo personalizado. Para ello se seleccionarán 15 personas reconocidas como dependientes y que se encuentren viviendo en su domicilio con apoyos familiares o no profesionales. El proyecto se desarrollará en tres fases: estudio e investigación, implantación y desarrollo y, finalmente, seguimiento y evaluación.

Leído en 65 y más por Marta Bonillo