Mucho nos bombardea la televisión y la prensa con la guerra de Ucrania, con los rusos y con los muertos. También cuando un sacerdote o un religioso cuando hace algo que no es debido pero que poco nos informan de los que están dando la vida y se han quedado voluntariamente para acompañar al pueblo, para consolar y dar de comer.
¿A que no has visto esto en ningún noticiario?
Más de 6.000 sacerdotes, religiosos y religiosas se han quedado en Ucrania para dar refugio, comida, curar heridos, sostener espiritualmente y administrar Sacramentos.
Algunas personas han ido a bautizarse antes de ir a la guerra y hacer su primera Comunión.
Miles han ido a refugiarse a los terrenos de los seminarios de dos ciudades; la Iglesia los acoge y les da de comer, sitio para dormir y asearse y apoyo espiritual.
Un proyectil alcanzó la residencia del obispo de Járkov pero nadie resulto herido y siguen allí preparando comidas para llevar a dos estaciones de metro cercanas.
En la diócesis de Kiev, la capital, los supermercados están vacíos; falta pan y agua; el obispo auxiliar se encarga de enviar lo necesario e, incluso ayuda a cargar los vehículos con los que se distribuyen.
En un seminario se ha acogido a mujeres y niños, unos 160; y dos colegios católicos se han convertido en dormitorios. Los seminaristas y voluntarios los atienden.
Si no lo entiendo mal, esto es dar la vida.
No se abre ningún telediario con estas noticias pero está bien conocerlas y apoyarlas con nuestra oración y nuestro compromiso allí donde estemos.
La iglesia está viva y acompaña acoge y da la vida en todo momento.
Donde sufre un hermano que yo no sufra…
Mercedes Montoya Díaz