ORGULLO VIEJA: NO SOMOS NI QUEREMOS QUE NOS TRATEN COMO NIÑAS

Con su decálogo y obra de teatro ‘Orgullo Vieja’ piden, a través del humor, «justicia y dignidad»

«Ser vieja es un gran momento para hacer cosas nuevas», aseguran las integrantes del grupo Orgullo Vieja, formado por ocho mujeres sevillanas de entre 65 y 97 años que reivindican, a través del humor, «justicia y dignidad» para todas las personas mayores que, como ellas, son tratadas muchas veces como niños sin ser escuchados.

El 1 de marzo estrenaron en el Teatro Alameda de Sevilla su obra, que lleva el mismo título, de la que surgirá una película sobre ese mismo espectáculo. Orgullo Vieja es también un decálogo en la que estas mujeres señalan una serie de condiciones para poder vivir dignamente, como han explicado en la presentación de la obra a diferentes medios.

«Estamos a punto de empezar una aventura de las grandes, ser monologuistas y cumplir nuestro sueño», explican en sus redes sociales, donde explican que «las mujeres de nuestra generación hemos sufrido mucho», por lo que «ahora nos toca ser felices. Tenemos toda la vida por delante».

Estas mujeres del sevillano barrio de Triana, donde ya han tenido la oportunidad de actuar para sus vecinos y vecinas, aseguran que este decálogo que han creado empieza en Sevilla, pero tienen intención que llegue «a todas las viejas» de España y el mundo. «Queremos que lo escuchen los medios, los políticos y todos».

Algunas de las cosas que reivindican con más fuerza con él es «que tengamos justicia, dignidad y que no nos pongan límites», explicaba Catalina, de 69 años, una de las integrantes del grupo, según recoge Europa Press.

Reclaman a su vez «que no seamos ni nos traten como niñas, que tengamos una paga digna, y muchas cosas más que incluso al hablarlas, me emociona, porque estas mujeres luchadoras, fuertes, capaces, una con 97 años que nos dice que tiremos para adelante… Eso es para quitarse el sombrero y decirle a los políticos que piensen en nosotros, que queremos pensiones dignas, sitios de recreo donde nos puedan acoger bien y no nos tengamos que reunir con las amigas en un centro de salud porque resulta que no hay un sitio para hacerlo», reclamaba.

Este grupo de mujeres también ha hablado de las dificultades que encuentran a la hora de hacer algo tan sencillo, aparentemente, como comprar ropa. «No queremos que nos manden solo a los viajes del Imserso, porque nosotros no somos dependientes. Nosotras ya quisiéramos ser dependientes, pero de Zara, para que nos pusiera ropa chula para viejas o calzados adecuados», pedía, explicando que «cuando vamos a ponernos algo, resulta que no nos entran los zapatos porque todas tenemos plantillas».

Son muchas cosas las que, en definitiva, reivindica este grupo de mujeres, que quieren dejar claro que, incluso a los 96 años, tienen «ilusiones y sueños». «Si yo con mi edad puedo conseguirlo, ustedes también pueden», asegura.

Marta Bonillo – 65 y mas