SARA, LA ‘INFLUENCER’ DE 91 AÑOS QUE VISIBILIZA EL PÁRKINSON EN LAS REDES

 A pesar de su enfermedad, quiere mostrar que «si se quiere, se puede»

 «Ahora o nunca», este es el lema de Sara Blanco, una influencer de 91 años que, a pesar del párkinson que padece, lucha cada día por seguir trabajando y cumpliendo sus sueños. De hecho, uno de ellos es el que está viviendo actualmente con el gran éxito que ha conseguido con su cuenta de Instagram (@sara_is_in_the_kitchen), en la que no solo visibiliza su enfermedad, sino que también muestra su pasión por la moda y la cocina.

Esta cuenta, con la que ha conseguido superar los 170.000 seguidores, nació en medio de la pandemia, según cuenta Sara a 65YMÁS, en concreto en Malibú (Los Ángeles), donde se mudó para vivir con sus hijas. Fue una amiga íntima de sus hijas quien la animó a probar con las redes sociales. «Me lo propusieron y dije: adelante. Yo me atrevo con todo», cuenta.

Así, comenzó compartiendo sus intereses. «Por la mañana me dedicaba a la cocina, que la hacíamos a nivel internacional, porque allí tuve muchos seguidores, y por la tarde me centraba en el estilismo. Así estuve año y medio, hasta que regresé a España, donde he continuado con ello», explica.

Sara nació en Valladolid, aunque ahora vive en Marbella, y en su camino consiguió una gran popularidad en Estados Unidos, donde incluso llegó a ser la imagen de la Asociación Nacional del Parkinson de Estados Unidos, una fama que creció con los seguidores que consiguió después en España, hasta convertirse en uno de los rostros más populares entre los influencers sénior.

Su cabello de color azul y su sonrisa la caracterizan en cada nueva publicación, y aunque Sara asegura que cuando empezó esta aventura no esperaba tener tanta repercusión, afirma que «es algo que ya nacía en mí, que tenía dentro», por lo que lo está viviendo «con una tranquilidad y un entusiasmo grandísimo, porque son sueños que se cumplen». «Desde niña he soñado con grandes cosas, y ahora lo he conseguido. Estoy viviendo una etapa maravillosa de mi vida que a cualquiera se la podría recetar», añade.

Tal y como cuenta, el párkinson lleva acompañándola desde hace 40 años, «pero nunca me ha doblegado, aunque ya está bastante avanzado y me impide muchas cosas». Aun así, Sara vive con normalidad con su enfermedad, levantándose por las mañanas como «una persona más» y enfrentándose a la vida. «Trabajo, sueño, persigo nuevos proyectos y lucho con todo», asegura.

«Nunca me he sentido mayor»

La creciente presencia de las personas mayores en las redes sociales es prácticamente indiscutible, Sara es un buen ejemplo de ello, sin embargo, lamenta que haya muchos mayores como ella, «no viejos, sino personas mayores que se sienten jóvenes», a los que la sociedad quiere esconder, o que ellos mismos terminan escondiéndose.

«Yo nunca me he sentido mayor, siempre he creído ser joven. No hay que esconderse, no cuando son cuatro días los que vivimos, así que vamos a vivirlos de la mejor manera posible, que nos han dado esta vida para soñar y disfrutarla», alienta. «Que ayuden, que salgan a la calle, que hagan de todo. Así lo estoy manifestando yo, a pesar de mi enfermedad, muestro que si se quiere, se puede».

En su caso, asegura que abrir esta cuenta «ha sido un sueño» para ella, y además le ha ayudado mucha en su vida personal. «Ha cambiado mi vida, ha dado un giro de 180 grados», asegura. Y es que son muchas las personas que le escriben «mensajes maravillosos, con un aprecio increíble, diciendo que quieren hacerlo como yo, que quieren anteponerse a sus problemas».

A todos ellos responde que lo más importante, en el caso de los jóvenes, es que «estudien, que no se dejen manejar por nadie, que sean ellos mismos, y que trabajen, que hay que sembrar para recoger cosecha». También les anima a «que sueñen y que no nos digan cuánto tenemos que vivir, que miren un poco hacia nosotros, que pueden confiar en nosotros si quieren». Mientras que a sus seguidores más mayores les pide que «no dejen de vivir, que salgan a la calle y aprovechen la vida, que es maravillosa. Así que no se dejen engañar ni entorpecer y disfruten lo que tienen».

Con todo, Sara quiere transmitir un mensaje muy claro, y es que «lo que vivamos, vamos a vivirlo con calidad de vida, no ahogándonos en el sufrimiento, porque esta enfermedad es muy canalla, te deprime toda porque te va degenerando. Pero yo en la cama es donde peor lo paso», asegura.

Mostrar la realidad de una persona que «es real»

La moda y la cocina no son las únicas pasiones de Sara, sino que también está entregada a muchos otros proyectos, como la elaboración de un libro de recetas de cocina mediterránea y castellana, «y más cosas relacionadas con el estilismo, lo que haga falta».

Pero estos no son los únicos objetivos de Sara. Su hija Beatriz, actual productora de cine, explica que lo que su madre quiere también es «que las marcas saquen y plasmen la realidad, porque las cremas y la moda que te venden es irreal muchas veces. ¿Cómo van a vender una crema antiarrugas para pieles de 60 o 70 años cuando sacan a una chica que tiene la piel de manzana?».

«Las marcas tienen que contar con gente como Sara, para plasmar la realidad, porque no podemos vivir en una sociedad engañosa, ni las marcas pueden vender falsas realidades. Por eso creo que Sara es una persona increíble, que no se doblega ante nada y que es capaz de mostrar la realidad de una persona que es real», señala.

Lo mismo ocurre en el mundo de la moda, añade Beatriz. «Sara es capaz de irse a las tiendas y atreverse con todo, pero es que por qué no se va a poder atrever. ¿La moda quién la dicta, quién te dice que eres demasiado joven o mayor? A ella le encantan los colores, y los colores, como dice ella, son para utilizarlos». Así lo confirma Sara, quien señala que la edad no tiene nada que ver con «el sentir de cada persona».

María Bonillo, 65 y más