PRIMEROS PASOS DEL SANTO PADRE: REGINA COELI

Nos parece interesante seguir los primeros pasos del Santo Padre os reproducimos en este boletín algunas de sus intervenciones.

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!

Considero un don de Dios el hecho de que el primer domingo de mi servicio como Obispo de Roma sea el del Buen Pastor, el cuarto del tiempo de Pascua. En este domingo, en la misa, siempre se proclama la lectura del capítulo décimo del Evangelio de Juan, en la que Jesús se revela como el verdadero Pastor, que conoce, ama y da la vida por sus ovejas.

En este domingo, desde hace sesenta y dos años, se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Y, además, Roma acoge hoy el Jubileo de las Bandas musicales y de los Espectáculos populares. Saludo con afecto a todos los peregrinos y les doy las gracias porque con su música y sus representaciones alegran la fiesta, la fiesta de Cristo Buen Pastor: sí, es Él quien guía a la Iglesia mediante su Espíritu Santo.

Jesús en el Evangelio afirma que conoce a sus ovejas, y que ellas escuchan su voz y le siguen (cf. Jn 10,27). En efecto, como enseña el Papa san Gregorio Magno, las personas “corresponden al amor de quien les ama” (cf. Homilía 14,3).

Hoy pues, hermanos y hermanas, tengo la alegría de rezar con ustedes y con todo el Pueblo de Dios por las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa. ¡La Iglesia los necesita! Y es importante que los jóvenes encuentren en nuestras comunidades: acogida, escucha, estímulo en su camino vocacional, y que puedan contar con modelos creíbles de entrega generosa a Dios y a sus hermanos.

Hagamos nuestra la invitación que el Papa Francisco nos dejó en su Mensaje para esta Jornada en la que nos pedía acoger y acompañar a los jóvenes. Roguemos al Padre celestial el ser, los unos para los otros, cada uno según su estado, pastores “según su corazón” (cf. Jr 3,15), capaces de ayudarnos mutuamente a caminar en el amor y en la verdad. Y a los jóvenes les digo: “¡No tengan miedo! ¡Acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor!”

La Virgen María, cuya vida fue toda una respuesta a la llamada del Señor, nos acompañe siempre en el seguimiento de Jesús.

_______________________

Después del Regina Coeli

Hermanos y hermanas:

La gran tragedia de la Segunda Guerra Mundial, terminó hace 80 años, el 8 de mayo, después de haber causado 60 millones de víctimas. En el dramático escenario actual de una tercera guerra mundial por partes, como afirmó el Papa Francisco en más de una ocasión, también yo me dirijo a los grandes del mundo, repitiendo el llamamiento siempre actual: “¡Nunca más la guerra!”

Llevo en mi corazón los sufrimientos del amado pueblo ucraniano. Se haga lo posible para alcanzar cuanto antes un paz auténtica, justa y duradera. Sean liberados todos los prisioneros y los niños puedan regresar con sus familias.

Me entristece profundamente lo que sucede en la Franja de Gaza. ¡Cese inmediatamente el fuego! Se preste ayuda humanitaria a la exhausta población civil y se liberen a todos los rehenes.

He acogido con satisfacción el anuncio del alto el fuego entre India y Pakistán, y deseo que a través de las próximas negociaciones se pueda alcanzar pronto un acuerdo duradero.

¡Pero cuántos otros conflictos hay en el mundo! Encomiendo a la Reina de la paz este sentido llamamiento para que sea Ella quien se lo presente al Señor Jesús para obtener el milagro de la paz.

Y ahora os saludo con afecto a todos vosotros, romanos y peregrinos de varios países. Saludo a los miembros de la British and Foreign Bible Society, el grupo de médicos de Granada (España), los fieles de Malta, Panamá, Dallas (Texas), Valladolid, Torrelodones (Madrid), Montesilvano y Cinisi (Palermo).

Saludo a los participantes en la manifestación “Elegimos la vida” y a los jóvenes de la Fraternidad Santa María Inmaculada y San Francisco de Asís de Reggio Emilia.

Hoy en Italia y en otros países se celebra la fiesta de la madre. Mando un afectuoso saludo a todas las madres, con una oración por ellas y por las que están ya en el Cielo.

¡Feliz día a todas las madres!

¡Gracias a todos vosotros! ¡Feliz domingo a todos!

Fuente: The Holy See

RESURRECCIÓN: VIDA ANTES DE LA MUERTE

La resurrección de Cristo no es un acontecimiento que le afecta a él solo. La resurrección de Cristo tiene repercusiones en todos aquellos que viven unidos a Cristo, pues Cristo ha resucitado como el primero de una larga lista de hermanos. Afirmar que Cristo ha resucitado va indisolublemente unido a afirmar que nosotros esperamos resucitar con él. “Viendo a Cristo resucitado, que es nuestra cabeza, esperamos que también nosotros resucitaremos”, escribió Tomás de Aquino (Suma, III, 53,1). Esta es la gran esperanza cristiana y, sin esta esperanza, todo el cristianismo se derrumba: “si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los hombres más dignos de compasión!” (1 Co 15,19). Nuestra esperanza está en que el mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también vida a nuestros cuerpos mortales (Rm 8,11).

Pero hay que añadir algo más a propósito de la esperanza cristiana. Pues hoy mucha gente, religiosa y no religiosa, y más aún la que vive en situaciones de opresión y dificultad, se pregunta: ¿habrá vida antes de la muerte? Vida, sí, porque hay situaciones en las que uno exclama espontáneamente: ¡esto no es vida! Por eso importa dejar claro que también la esperanza cristiana ilumina la cuestión de la vida antes de la muerte. Si la resurrección de Cristo es el signo más claro de que su camino conduce a la vida verdadera y de que Dios aprueba esta vida, porque una vida como la de Jesús es la que de verdad tiene futuro, entonces la resurrección de Cristo es una llamada a vivir como él vivió, a vivir con sus mismos sentimientos y actitudes, porque si así lo hacemos también nuestra vida culminará en la vida verdadera. Si en la resurrección de Cristo, Dios acoge una vida como la de Jesús, es de esperar que, si vivimos una vida como la suya, también Dios acogerá nuestra vida.

 La fe en la resurrección implica, pues, la lucha diaria contra la muerte. No se da solo la muerte al final de la vida, sino también la muerte de seres humanos en medio de la vida. Del mismo modo podemos decir: no hay solo una vida tras la muerte, sino también una vida antes de la muerte. Decir que Cristo ha resucitado es construir la paz con toda nuestra vida, hacer de las espadas, arados. De este modo la esperanza en la resurrección no desempeña un papel falsamente consolador, sino críticamente liberador. Resucitar aquí y ahora significa que no nos matemos unos a otros en la guerra; que no nos matemos con palabras de incomprensión, odios y prejuicios; que sembremos vida, viviendo unos para otros. La dosis de protesta contra la muerte, que late en la esperanza de la resurrección se hace patente en un poema del escritor y sacerdote suizo Kurt Martí (citado por H. Küng, ¿Vida eterna?, Cristiandad, Madrid, 1983, 198):

Qué bien para ciertos señores

que todo la muerte saldase,

el señorío a los dueños,

la servidumbre a los siervos

confirmados para siempre.

 qué bien para ciertos señores

que en rico sepulcro privado

siguiesen señores por siempre

y sus siervos como siervos

en baratas tumbas de serie;

Mas una resurrección llega

de otra muy de otra suerte,

resurrección, pronunciamiento

de Dios contra los señores

y el señor de todos ellos: la muerte.

Martín Gelabert – Blog Nihil Obstat

LAS CUIDADORAS NO PROFESIONALES SE REBELAN CONTRA SU INVISIBILIDAD: «SOMOS MÁS DE 5 MILLONES»

Indispensables, pero invisibles. Así se sienten las cuidadoras principales. Este colectivo, formado mayoritariamente por mujeres –más de cinco millones en España–, denuncia que su trabajo está poco reconocido por la sociedad y la administración, pese a ser un pilar fundamental para el sostenimiento del Estado del Bienestar.

Y es que, aunque se dedican desinteresadamente a atender las necesidades de las personas dependientes –jóvenes y mayores–, con las implicaciones que esto tiene para sus vidas profesionales y personales, no cuentan con las facilidades necesarias por parte del Estado para hacerlo en buenas condiciones.

Esta fue una de las principales conclusiones de la jornada celebrada en el Senado ‘Sin nosotras no hay cuidados’, organizada el pasado viernes 28 de marzo por el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (@CEDDD_), que reunió a expertas en la materia, cuidadoras principales y representantes institucionales, académicos y de la sociedad civil.

Las ponentes allí reunidas coincidieron en criticar la escasa importancia que se da desde las instituciones a la labor de este colectivo, tampoco en el anteproyecto de Ley de Dependencia, donde, aseguraron, se reconoce unos derechos muy genéricos que son una “loa al sol”.

Por ello, recordaron que es inviable pretender prescindir del cuidador familiar, puesto que, para garantizar el servicio que prestan los 7 días de la semana, las 24 horas del día, serían necesarios al menos cuatro trabajadores y faltaría algo imprescindible: «el amor».

VISIBILIZAR A ESTE COLECTIVO

Es por esa razón que varias de las ponentes reclamaron que se considere a este colectivo como «profesional», para que pueda tener una retribución acorde a todo lo que aporta a la sociedad. En ese sentido, Mar Ugarte, vicepresidenta del CEDDD, encargada de inaugurar el acto, afirmó que es esencial reconocer a este grupo de la población, formado mayoritariamente por mujeres y criticó que su labor no tenga reconocimiento social ni por parte del Estado. «Son ellas las que realmente sostienen el sistema público de cuidados”, afirmó. Una opinión que compartió Ana Lancho, vicepresidenta segunda de esta organización, que clausuró la jornada. «No podemos permitir que quienes cuidan sigan siendo invisibles», señaló. «Tenemos que plantearnos, como sociedad, si estamos haciendo todo lo posible por reconocer a estas mujeres cuidadoras principales», comentó por su parte la senadora de España por UPN, Maria Caballero, también presente en el acto.

A continuación, Mariana de Ugarte, divulgadora, escritora y cuidadora principal, contó su experiencia con dos hijos en situación de dependencia y relató cómo tuvo que adaptarse para poder atenderles, adquiriendo todo tipo de nuevas herramientas. “No he recibido una formación académica, pero no se encontrarán a nadie más profesional», señaló. Eso sí, De Ugarte criticó que las ayudas de la administración «son escasas», lamentó que «no nos cuida nadie» y denunció la falta de medidas para garantizar la conciliación, puesto que “no todo el mundo puede renunciar a un trabajo remunerado, pero tampoco a esta responsabilidad”.

«SI TODAS DEJÁRAMOS DE CUIDAR, EL SISTEMA COLAPSARÍA»

Tras estas intervenciones, tuvo lugar una mesa redonda que reunió a cuidadoras principales y expertas en diferentes ámbitos, como el derecho, la sociología o la psicología. Teresa Torres, presidenta de la Asociación Española de Patologías Mitocondriales, explicó que atiende a su hijo de 26 años y que ha aprendido a «convivir con el dolor y la incertidumbre», pero también «con la esperanza». «Es un trabajo que sostiene vidas, familias y parte del sistema sanitario y social”, señaló. “Nos enfrentamos a una sobrecarga física y mental», sostuvo y reclamó un reconocimiento legal y económico de su rol, así como un acceso a una cotización digna y a ayudas y servicios «reales». “Es importante que se nos reconozca como cuidadoras profesionales”, afirmó.

Por su parte, Silvina Funes, socióloga y portavoz de la Plataforma de Cuidadoras Principales, denunció que, mayoritariamente, el peso de esta labor recaiga sobre las mujeres, no tanto por voluntad propia, sino por razones externas –acuerdo familiar, imposición, sentido del deber…–. «Los hombres participan menos en el cuidado, asumiendo roles secundarios o se desentienden”, lamentó. Y advirtió que se puede estar dando una explotación silenciosa que lleva al «aislamiento» y a la «sobrecarga» de las mujeres. «Si todas dejáramos de cuidar, el sistema colapsaría”, avisó. “Somos nosotras las que hacemos sostenible el Estado del Bienestar”, aseguró. Por esta razón, pidió una retribución justa y valorar temas como la jubilación anticipada o que se garanticen unas pensiones dignas.

La intervención de Carmen Casanova Álvarez, abogada experta en discapacidad y cuidadora principal, se centró, entre otros asuntos, en el aumento de las personas que forman parte de la «generación sándwich» –cuidan de hijos y de los padres–, con el progresivo envejecimiento de la población y el aumento de las necesidades. Además, la letrada criticó el anteproyecto de Ley de Dependencia que “aumenta la declaración de derechos sobre el papel, pero no el presupuesto” y reclamó un «Pacto de Estado» en esta materia. “Construyamos un mundo en el que los cuidados no se sustenten en el sacrificio de nadie, sino en el esfuerzo de todos”, señaló.

«NO PUEDES ENFERMAR, PORQUE ES POSIBLE QUE NADIE PUEDA RELEVARTE»

Otro de los asuntos abordados durante el acto fue el impacto en la salud mental del cuidado. Sobre este tema habló Vanesa Pérez Padilla, psicóloga, divulgadora y cuidadora principal, quien recordó «que el amor no lo puede todo» y que esta labor tiene impacto en quienes la desempeñan. “No puedes enfermar, porque es posible que nadie pueda relevarte”, recordó. “La salud se resiente con los cuidados prolongados”, comentó. Y en esos momentos de más debilidad, indicó, se produce la culpa y el cansancio, así como síntomas recurrentes como la ansiedad, la depresión y los sentimientos como la soledad no deseada, más, cuando la sociedad y la administración, dejan de lado a estas personas.

Una opinión que compartió Yolanda de la Viuda, presidenta Asociación de Ayuda a la Dependencia y Enfermedades Raras de Castilla y León, quien destacó el gran impacto que se produce, al vivir «alerta» en todo momento, y reclamó una retribución por dicha labor. “Somos la mano de obra barata del Gobierno”, indicó. “Se necesitaría para suplirlos a 4 profesionales y faltaría amor”, sostuvo.

Finalmente, Macarena Fernández Puente, divulgadora sobre dependencia, habló de su experiencia con su hijo Bruno y destacó la importancia de apoyar a quienes cuidan, una vez fallece un ser querido, como desgraciadamente ocurrió en su caso. De esta manera, además del vacío que se queda, denunció que existen dificultades para reincorporarse al mercado laboral y no hay «respuestas rápidas antes estas situaciones». “Nos hemos sentido muy solos”, lamentó.

EL SANTO DE LA SEMANA: SAN PASCUAL BAILÓN

San Pascual nació en Torre Hermosa, en las fronteras de Castilla y Aragón, el día de Pentecostés de 1540, fin de la Pascua. Sus padres fueron campesinos.

El Martirologio Romano nos dice que San Pascual Bailón fue un hombre de vida austera y de maravillosa inocencia. La santa Sede lo proclamó Patrono de los Congresos Eucarísticos y de las Cofradías del Santísimo Sacramento.

Desde los 7 años hasta los 24, por 17 años fue pastor de ovejas. Después, alrededor de los 28 será hermano religioso, franciscano.

Su más grande amor durante toda la vida fue la Sagrada Eucaristía. Decía el dueño de la finca en el cual trabajaba como pastor, que el mejor regalo que le podía ofrecer al Niño Pascual era permitirle asistir algún día entre semana a la Santa Misa. Desde los campos donde cuidaba las ovejas de su amo, alcanzaba a ver la torre del pueblo y de vez en cuando se arrodillaba a adorar el Santísimo Sacramento, desde esas lejanías. En esos tiempos se acostumbraba que al elevar la Hostia el sacerdote en la Misa, se diera un toque de campanas. Cuando el pastorcito Pascual oía la campana, se arrodillaba allá en su campo, mirando hacia el templo y adoraba a Jesucristo presente en la Santa Hostia.

Un día otros pastores le oyeron gritar: «¡Ahí viene!, ¡allí está!». Y cayó de rodillas. Después dijo que había visto a Jesús presente en la Santa Hostia.

De niño siendo pastor, ya hacía mortificaciones. Por ejemplo andar descalzo por caminos llenos de piedras y espinas. Y cuando alguna de las ovejas se pasaba al potrero del vecino, le pagaba al otro el pasto que la oveja se había comido con el escaso sueldo que le pagaban.

A los 24 años pidió ser admitido como hermano religioso entre los franciscanos. Al principio le negaron la aceptación por su poca instrucción, pues apenas había aprendido a leer. Y el único libro que leía era el devocionario, el cual llevaba siempre mientras pastoreaba sus ovejas y allí le encantaba leer especialmente las oraciones a Jesús Sacramentado y a la Sma. Virgen.

Como religioso franciscano sus oficios fueron siempre los más humildes: portero, cocinero, mandadero, barrendero. Pero su gran especialidad fue siempre un amor inmenso a Jesús en la Santa Hostia, en la Eucaristía. Durante el día, cualquier rato que tuviera libre lo empleaba para estarse en la capilla, de rodillas con los brazos en cruz adorando a Jesús Sacramentado. Por las noches pasaba horas y horas ante el Santísimo Sacramento. Cuando los demás se iban a dormir, él se quedaba rezando ante el altar. Y por la madrugada, varias horas antes de que los demás religiosos llegaran a la capilla a orar, ya estaba allí el hermano Pascual adorando a Nuestro Señor.

Pascual compuso varias oraciones muy hermosas al Santísimo Sacramento y el sabio Arzobispo San Luis de Rivera al leerlas exclamó admirado: «Estas almas sencillas sí que se ganan los mejores puestos en el cielo. Nuestras sabidurías humanas valen poco si se comparan con la sabiduría divina que Dios concede a los humildes».

Sus superiores lo enviaron a Francia a llevar un mensaje. Tenía que atravesar caminos llenos de protestantes. Un día un hereje le preguntó: «¿Dónde está Dios?». Y él respondió: «Dios está en el cielo», y el otro se fue. Pero enseguida el santo fraile se puso a pensar: «¡Oh, me perdí la ocasión de haber muerto mártir por Nuestro Señor! Si le hubiera dicho que Dios está en la Santa Hostia en la Eucaristía me habrían matado y sería mártir. Pero no fui digno de ese honor». Llegado a Francia, descalzo, con una túnica vieja y remendada, lo rodeó un grupo de protestantes y lo desafiaron a que les probara que Jesús sí está en la Eucaristía. Y Pascual que no había hecho estudios y apenas si sabía leer y escribir, habló de tal manera bien de la presencia de Jesús en la Eucaristía, que los demás no fueron capaces de contestarle. Lo único que hicieron fue apedrearlo.

Hablaba poco, pero cuando se trataba de la Sagrada Eucaristía, entonces sí se sentía inspirado por el Espíritu Santo y hablaba muy hermosamente. Siempre estaba alegre, pero nunca se sentía tan contento como cuando ayudaba a Misa o cuando podía estarse un rato orando ante el Sagrario del altar.

Pascual murió en la fiesta de Pentecostés de 1592, el 17 de mayo (la Iglesia celebra tres pascuas: Pascua de Navidad, Pascua de Resurrección y Pascua de Pentecostés. Pascua significa: paso de la esclavitud a la libertad). Y parece que el regalo de Pentecostés que el Espíritu Santo le concedió fue su inmenso y constante amor por Jesús en la Eucaristía.

Cuando estaba moribundo, en aquel día de Pentecostés, oyó una campana y preguntó: «¿De qué se trata?». «Es que están en la elevación en la Santa Misa». «¡Ah que hermoso momento!», y quedó muerto plácidamente.

Después durante su funeral, tenían el ataúd descubierto, y en el momento de la elevación de la Santa Hostia en la misa, los presentes vieron con admiración que abría y cerraba por dos veces sus ojos. Hasta su cadáver quería adorar a Cristo en la Eucaristía. Los que lo querían ver eran tantos, que su cadáver lo tuvieron expuesto a la veneración del público por tres días seguidos.

Fue declarado santo en 1690.

Fuente Santopedia

EL APAGÓN EN LA CIUDAD DE BURGOS

¿Cómo hemos vivido el apagón que nos ha dejado a oscuras durante seis horas en un bloque de vecinos de siete alturas?

Afortunadamente, no se ha quedado nadie atrapada en el ascensor en nuestro edificio, pero si personas mayores y con muchas dificultades de movimientos fuera de sus domicilios y sin poder volver a su casa por sus propios medios.

Cuando he llegado a casa, me he encontrado a dos de mis vecinas mayores en el portal. Estas vecinas no salen casi nunca de casa, pero hoy, que casualidad, habían ido al médico y se encontraban en el portal, sentadas en las escaleras, esperando a ver si volvía la luz para poder coger el ascensor y subir a casa. Estaban angustiadas y asustadas, sin poder llegar a casa y sin poder ponerse en contacto con sus hijos al no funcionar, tampoco, los teléfonos. Nuestro portal, incluso en verano, es frio y no se podían quedar allí hasta que volviera la luz, así que ni corta ni perezosa, soy sanitaria, después de tranquilizarlas, las he animado a subir por las escaleras poco a poco, ayudándolas y cargando con ellas hasta que hemos llegado a su casa, primero una y después la otra.

Nos ha costado, pero en cada descansillo hemos hecho ejercicios de relajación y respiración para que se recuperaran del esfuerzo. Las vecinas nos han estado dando ánimos ya que no nos podían echar una mano por que la escalera no es muy ancha y no podíamos pasar a la vez nada más que las dos.

No hay mal que por bien no venga, hemos vuelto a sentir el cariño y la solidaridad que siempre a existido en nuestra comunidad y que últimamente, desde la pandemia, se había perdido un poco. Los vecinos estaban pendientes de estas personas que podían estar en dificultades por si podían ayudarles y solucionar sus problemas.

El abrazo, con todo su cariño, ha sido lo mejor del esfuerzo realizado para conseguir la meta y que mis vecinas mayores estuvieran en la seguridad de sus casas.

Teníamos previsto, esa tarde, la misa funeral por el Papa Francisco en la Catedral. Don Mario, nuestro arzobispo, nos dijo que con luz o sin luz, se haría el funeral. Gracias a Dios, diez minutos antes de empezar el oficio religioso, volvió la electricidad y pudimos realizarlo sin más problemas. Acudimos muchos burgaleses a rezar por nuestro Papa Francisco. Presidió nuestro arzobispo Don Mario acompañado por Don Fidel Herráez, nuestro arzobispo emérito y Don Ramón del Hoyo, obispo emérito de Jaén. Asistieron todas las fuerzas vivas de la ciudad. Todo un éxito de público. Don Mario, en la homilía, nos hizo un recorrido por la vida del Papa y su gran labor en la Iglesia de la Misericordia. Burgos una vez más, dio la respuesta que se merecía nuestro querido Papa Francisco y acudió a la llamada de nuestro arzobispo.

Amelia Díez Reoyo

Directora del Secretariado para la Pastoral del Mayor

Presidenta de V.A. de Burgos

MES DE MAYO, CON M DE MARIA, MODELO, MAESTRA Y MADRE

Tradicionalmente, en el mundo católico, el mes de mayo es un mes dedicado a María. María es un nombre de origen hebreo que significa “excelsa” o “elegida de Dios”. Por tanto, es un nombre muy adecuado para designar a aquella que fue elegida por Dios para ser la madre de su Hijo. Por este motivo “todas las generaciones la llaman bienaventurada” (Lc 1,48).

Por otra parte, María es buen modelo de vida cristiana. El Concilio Vaticano II la califica de “excelso Modelo” de la Iglesia, “modelo de todas las virtudes para toda la comunidad de los elegidos”. En efecto, ella “en cierto modo reúne en sí y refleja las exigencias más radicales de la fe…, progresando continuamente en la fe, la esperanza y el amor y buscando y obedeciendo la voluntad de Dios en todo” (Lumen Gentium, 65).

Precisamente porque es un buen modelo también puede ser calificada de maestra de vida cristiana y maestra de humanidad. Las buenas y los buenos maestros no son simplemente los que se limitan a ofrecer datos y conocimientos, sino los que son ejemplos de vida para sus alumnos. El Vaticano II, citando a San Ambrosio dice que la vida de María “es enseñanza para todos” (Perfectae caritatis, 25). Si su vida es enseñanza, tiene que ser necesariamente maestra. Sin duda, su magisterio comenzó en la educación de su hijo, como hacen todas las madres de la tierra: ellas son las primeras que enseñan a sus hijos y esta enseñanza marca para siempre sus vidas. Pero más que María como educadora del niño Jesús, ahora quiero notar el papel de María como educadora de la Iglesia, en línea con lo que afirma el Vaticano II: María “coopera en la educación de los creyentes” (Lumen Gentium, 63). María es una buena maestra porque no enseña “desde fuera”, sin implicarse en su enseñanza. Ella realiza en su vida aquello a lo que invita. Si enseña a cumplir la voluntad de Jesús es porque ella es la primera discípula y la primera convertida.

Además de Maestra, María también es Madre, no solo de Cristo, sino de todos los fieles cristianos. Al finalizar el Concilio Pablo VI pronunció un importante discurso, en el que proclamó a María madre de la Iglesia: “Proclamamos a María santísima madre de la Iglesia, es decir, madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este grandísimo título”. Pablo VI dice que este título encuentra “su justificación en la dignidad misma de la madre del Verbo encarnado”. Esta maternidad del Verbo encarnado se extiende a la Iglesia, pues María es “madre de aquel, que desde el primer instante de su encarnación en su seno virginal se constituyó en cabeza de su cuerpo místico, que es la Iglesia. María, pues, como madre de Cristo, es madre también de los fieles y de todos los pastores; es decir, de la Iglesia”.

Martín Gelabert – Blog Nihil Obstat

HABEMUS PAPAM

En la tarde del jueves día 8, saltaba la noticia,  el Cardenal Francis Robert Prevost, estadounidense. 69 años. De la  Orden de San Agustín (O.S.A.) que ha tenido una destacada trayectoria en la Iglesia Católica,  ha sido elegido Papa con el nombre de León XIV.  Es el primer pontífice nacido en Estados Unidos,

Formación y vocación religiosa

Prevost ingresó al noviciado de los agustinos en 1977 y profesó sus votos solemnes en 1981.  Obtuvo una licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Villanova en 1977 y una maestría en Teología en la Catholic Theological Union de Chicago.  Posteriormente, completó estudios de licenciatura y doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma  .

Servicio misionero en Perú

Entre 1985 y 1998, Prevost sirvió como misionero en Perú, desempeñándose como párroco, profesor de seminario, vicario judicial y formador en la Prelatura de Chulucanas y en Trujillo.  Durante este tiempo, se naturalizó como ciudadano peruano  .

Liderazgo en la Orden de San Agustín

En 2001, fue elegido Prior General de la Orden de San Agustín, cargo que ocupó hasta 2013.  Su elección fue una de las más rápidas en la historia de la orden, siendo reelegido para un segundo mandato en 2007  .

Episcopado y servicio en la Curia Romana

En 2014, el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo en Perú, y en 2015 fue nombrado obispo de esa diócesis.  En enero de 2023, fue designado Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina  .

Cardenalato y elección como Papa

El 30 de septiembre de 2023, fue creado cardenal por el Papa Francisco.  El 8 de mayo de 2025, fue elegido Papa durante el cónclave, adoptando el nombre de León XIV, siendo el primer estadounidense en ocupar el papado  .

La elección de León XIV marca un hito en la historia de la Iglesia Católica, reflejando su experiencia misionera, liderazgo en la vida religiosa y compromiso con la reforma eclesial.

Discurso inaugural del Papa León XIV

8 de mayo de 2025 – Plaza de San Pedro

 “La paz sea con todos vosotros, hermanos y hermanas carísimos.”

Este es el primer saludo del Cristo Resucitado, el Buen Pastor, que ha dado la vida por el rebaño de Dios.

También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas, donde quiera que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra.

La paz esté con ustedes.

Esta es la paz del Cristo Resucitado, una paz desarmada y desarmante, y también perseverante, que proviene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente.

Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco, que bendecía a Roma.

El Papa que bendecía a Roma daba también su bendición al mundo entero, aquella mañana del Día de Pascua.

Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: que Dios nos quiere mucho. Dios ama a todos, y el mal no prevalecerá.

Estamos todos en las manos de Dios.

Por lo tanto, sin miedo, unidos. Mano de la mano, con Dios entre nosotros, vayamos adelante.

Seamos discípulos de Cristo. Cristo nos precede. El mundo necesita de su luz.

La humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada.

Ayudémonos también los unos a los otros a construir puentes:

con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo, siempre en paz.

Gracias al Papa Francisco.

Quisiera agradecer también a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio y para ser misioneros.

Soy un hijo de san Agustín, agustino, que ha dicho: “soy cristiano, y para ustedes, obispo”.

En este sentido, podemos todos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.

A la Iglesia de Roma, un saludo especial.

Tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos, a todos aquellos que tienen necesidad de nuestra caridad, de nuestra presencia, de diálogo y de amor.

(En español)

A todos ustedes, hermanos y hermanas, de Roma, de Italia y de todo el mundo:

Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que siempre busca estar cerca de quienes sufren.

Hoy, día de la Virgen de Pompeya, nuestra Madre María quiere caminar siempre con nosotros, estar cerca de nosotros, ayudarnos con su intercesión y su amor.

Ahora, quisiera rezar junto con ustedes.

Recemos juntos por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz en el mundo, y pidamos esta gracia especial de María, nuestra Madre.

Haciendo Click en el enlace puedes acceder a la primera Homilía del Santo Padre León XIV en la misa del 9 de Mayo en la Casa de Santa Marta:

 

CREAN UNA CÁTEDRA DE PSICOGERIATRÍA PARA HACER FRENTE A LOS RETOS DE SALUD MENTAL EN MAYORES

La Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Fundació Hospitalàries han presentado la Cátedra de Psicogeriatría UAB-Fundació Hospitalàries, con la que buscan «dar respuesta a los retos de salud mental de las personas mayores, en un contexto de crecimiento exponencial de la población de edad avanzada y de las necesidades de atención en esta área de la salud».

La creación de esta Cátedra, impulsada por el Departamento de Psiquiatría y Medicina de la UAB y por los centros de Cataluña de la Fundación Hospitalarias, surge de «la necesidad urgente de ofrecer una atención de calidad a las personas mayores con un trastorno mental, las cuales cuentan con recursos asistenciales insuficientes y poco integrados, y con escasez de investigación en este sector de población», explican en un comunicado.

Cabe destacar que solo la Universidad de Murcia cuenta con una cátedra similar, por lo que es una iniciativa «pionera».

De esta forma, se pretende «generar conocimiento experto en Psicogeriatría», impulsando actividades de investigación, formación, colaboración científica, desarrollo y difusión en este ámbito, explican, como el desarrollo de programas de investigación orientados a la salud mental de las personas mayores o la realización de actividades culturales y formativas para difundir los avances en investigación y formación.

Esta cátedra, que también supone «un paso adelante en el cambio de modelo hacia una atención integrada social y sanitaria», estará dirigida por el doctor Manel Sánchez, responsable del Área de Gestión del Conocimiento de la Fundació Hospitalàries Martorell, coordinador de la Unidad de Psiquiatría Geriátrica de este centro y director del máster en Psicogeriatría de la UAB.

«La puesta en marcha de esta cátedra es una oportunidad única para reconocer la labor realizada durante muchos años desde la actual Fundació Hospitalàries Martorell, antiguo Hospital Sagrat Cor, en favor de la asistencia y la docencia en psiquiatría geriátrica, y para contribuir desde el ámbito académico a hacer crecer el conocimiento clínico y la evidencia científica en un área de la salud mental que no ha dejado de crecer y que ocupa cada vez un espacio más importante en la asistencia del día a día», destaca.

Por su parte, el profesor Antoni Bulbena, catedrático emérito del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal y miembro del patronato de la Fundación Hospitalarias, e impulsor de la Cátedra, explica que «el volumen de personas de más de 65 años que padecen un trastorno mental representa un espacio muy grande que todavía hoy no está cubierto; por ello, desde la Universidad, buscamos una institución que fuera referente formativo y asistencial en este ámbito».

Y añade que «con la puesta en marcha de esta Cátedra, también pretendemos impulsar la creación, tan necesaria, de la especialidad de psiquiatría geriátrica».

Sobre el autor: María Bonillo

TOLEDO BIEN MERECE UNA VISITA

Son muchas las ciudades españolas que merecen ser visitadas, una de ellas es Toledo, “Patrimonio de la Humanidad” su historia, gastronomía y belleza lo atestiguan y recomiendan.

Me pide Mercedes que os escriba sobre Toledo, No es fácil hacer un artículo breve sobre esta ciudad, sobre todo si quien lo hace es un enamorado de Toledo,  sus tradiciones y no domina el arte de la escritura.

Como decía,  la historia de esta ciudad es muy larga, desde el poblado del Cerro del Bu de época del Bronce aquí habitaron durante siglos Iberos, romanos, visigodos, árabes, judíos y desde la reconquista en 1085 por Alfonso VI vuelve a ser cristiana; conviviendo durante siglos las tres religiones monoteístas (musulmanes, judíos y cristianos ) razón por la que se denomina a Toledo como la ciudad de las tres culturas, si bien es cierto que esta convivencia no estuvo exenta de rencillas y disputas como aseguran muchos historiadores. Aun podemos visitar los barrios donde Vivian bastante bien definidos.

Todas estas civilizaciones, pueblos y culturas han dejado su impronta en multitud de vestigios, edificaciones y monumentos; son innumerables las murallas, puertas de la ciudad, restos romanos y visigodos, los puentes sobre el Tajo, el castillo San Servando, mezquitas árabes, sinagogas judías y templos cristianos como iglesias mudéjares, conventos, Monasterio San Juan de los Reyes (gótico isabelino)  o nuestra magnifica Catedral de Santa María, también de estilo gótico.

No faltan museos como el de Santa Cruz, el del Greco o el de los Concilios (visigodo) o el del Ejército en el impresionante Alcázar, entre otros muchos.

Pero la ciudad es un museo en sí misma, es imprescindible caminar por sus calles y callejuelas viendo sus rincones pintorescos, adarves, cobertizos, casas palaciegas y patios típicos toledanos, portadas de conventos,  …. Estas zonas son poco visitadas por turistas pudiendo admirarlo con tranquilidad y disfrutar de un refrigerio en uno de nuestros bares o restaurantes, y como no de un buen y típico mazapán.

Sería imperdonable visitar Toledo y no subir a la Ermita de la Virgen del Valle o al parador nacional, además de un enclave precioso podemos admirar una vista espectacular; abajo el rio Tajo con sus dos puentes medievales que abraza la ciudad en un meandro casi interminable, Toledo se eleva como si de un Nacimiento (Belén) se tratara, el seminario casas,  tejados y diversas edificaciones van dando cabida a las torres de iglesias y conventos, del precioso S. Juan de los Reyes, de la impresionante Catedral o el imponente Alcázar que se perfilan queriendo alcanzar el cielo; rodeado de montes con sus típicos cigarrales y el castillo de S. Servando que contemplan tan bella estampa. Suele compararse con Jerusalén por aquello de las  7 colinas

Aconsejo visitar la Basílica del Stmo. Cristo de la Vega, fuera de la muralla, junto al Tajo, cerca del circo romano, es de estilo mudéjar construida por Alfonso X el sabio en el siglo XIII, en el interior una imagen de Cristo muy querido por los toledanos, con un brazo desclavado por un juramento según la leyenda de “A buen juez mejor testigo” de J. Zorrilla.  Enfrente el monumento al Sagrado Corazón de Jesús (1930),  de estilo neo mudéjar.

Otro apelativo que recibe Toledo es “Ciudad Imperial”, porque en el siglo XVI en el reinado del emperador Carlos I fue capital hasta que Felipe II la trasladó a Valladolid; También es importante destacar que en tiempo visigodos aquí se celebraron los concilios de Toledo, fundamentales en la historia política y religiosa de España, aquí Recaredo, Rey visigodo,  en el siglo VI se convirtió al Cristianismo.

Toda esta mezcla de historia, civilizaciones y culturas han dado lugar a decenas de leyendas (Muchas con base histórica) con temáticas diferentes y diversas, de amores y desamores, traiciones, milagros, duelos, apariciones, de misterio, mitológicas, etc., la mayoría anónimas y otras de Bécquer o Zorrilla, por ejemplo.

Por Toledo han pasado todo tipo de personajes: Reyes, Santos, nobles, escritores, pintores, constructores, artesanos, traductores de todas las culturas que han dado carácter a esta ciudad.

La mejor época para visitarnos es primavera u otoño, por el clima, ya que el invierno es muy frío y el verano muy caluroso aunque hay menos turismo y es más cómoda la visita.

Nuestra Semana Santa, de Interés Turístico Internacional, es muy recomendable, suelen ser procesiones recogidas,  en ocasiones viacrucis, aunque en los últimos años han surgido cofradías de carácter andaluz que dan diversidad y vistosidad. El marco donde se desarrollan las procesiones (Callejuelas estrechas, cobertizos…) es incomparable. Es tradición el Viernes Santo por la mañana visitar los monumentos de Conventos e Iglesias.

Nuestra semana grande gira entorno a la Solemnidad del Santísimo Corpus Christi, merece la pena venir a Toledo en estos días. La ciudad está engalanada, sobre todo el recorrido de la procesión, con multitud de ornamentos florales, guirnaldas, pendones, tapices (algunos del siglo XVI – XVII) y todo tipo de adornos. Es típico visitar los patios toledanos adornados. La procesión ¡Es un espectáculo! El Señor, bajo palio todo el trayecto, recorre las calles del casco histórico en la magnífica Custodia de Arfe. Es muy emocionante, sobretodo, si contemplas la entrada en la Catedral.

Nuestros patronos son S. Ildefonso, Santa Leocadia y la Virgen del Sagrario el 15 de agosto.

En los últimos años, ha abierto  Puy Du Fou, parque temático a pocos kilómetros de Toledo, que recrea monumentos de la Ciudad y su historia, con espectáculos variados, algunos del siglo de oro. El espectáculo nocturno es extraordinario (doy fe). La visita a este parque es  muy aconsejable según las opiniones de los visitantes. Esto hace que la asistencia de turismo  a nuestra ciudad haya aumentado en gran medida por lo que os recomiendo venir en día de diario, que nosotros, jubilados, podemos hacerlo.

En Toledo hay multitud de bares y restaurantes donde degustar tapas y todo tipo de viandas, la especialidad la perdiz y las carcamusas, sin olvidar la trucha, el cordero o el cochinillo. Dulces como el mazapán (de origen árabe) o las toledanas es imprescindible probarlos.

Espero haber sido lo suficientemente elocuente para que vengáis a esta joya mundialmente conocida. No os arrepentiréis.

José Antonio Vaquerizo.

HOMILIA COMPLETA DEL CARDENAL RE EN EL FUNERAL DE FRANCISCO

En esta majestuosa plaza de San Pedro, en la que el Papa Francisco ha celebrado tantas veces  la Eucaristía y presidido grandes encuentros a lo largo de estos 12 años, estamos reunidos en oración  en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe, que nos  asegura que la existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre, en una vida de  felicidad que no conocerá el ocaso.

En nombre del Colegio de Cardenales agradezco cordialmente a todos por su presencia. Con  gran intensidad de sentimiento dirijo un respetuoso saludo y un profundo agradecimiento a los Jefes  de Estado, Jefes de Gobierno y Delegaciones oficiales venidas de numerosos países para expresar  afecto, veneración y estima hacia el Papa que nos ha dejado.

La masiva manifestación de afecto y participación que hemos visto en estos días, después de  su paso de esta tierra a la eternidad, nos muestra cuánto ha tocado mentes y corazones el intenso  pontificado del Papa Francisco.

Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado  domingo, solemnidad de Pascua, cuando el Papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud,  quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro y luego bajó a esta plaza  para saludar desde el papamóvil descubierto a toda la gran multitud reunida para la Misa de Pascua.

Con nuestra oración queremos ahora confiar el alma del amado Pontífice a Dios, para que le  conceda la felicidad eterna en el horizonte luminoso y glorioso de su inmenso amor. Nos ilumina y guía la página del Evangelio, en la cual resonó la misma voz de Cristo que  interpelaba al primero de los Apóstoles: “Pedro, ¿me amas más que estos?”. Y la respuesta de Pedro  fue inmediata y sincera: “Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero”. Y Jesús le confió la gran  misión: “Apacienta mis ovejas” (cf. Jn 21,16-17). Será esta la tarea constante de Pedro y de sus  sucesores, un servicio de amor a imagen de Cristo, Señor y Maestro, que «no vino para ser servido,  sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud» (Mc10,45).

A pesar de su fragilidad y sufrimiento final, el Papa Francisco eligió recorrer este camino de  entrega hasta el último día de su vida terrenal. Siguió las huellas de su Señor, el buen Pastor, que amó  a sus ovejas hasta dar por ellas su propia vida. Y lo hizo con fuerza y serenidad, cercano a su rebaño,  la Iglesia de Dios, recordando la frase de Jesús citada por el Apóstol Pablo: «La felicidad está más en  dar que en recibir» (Hch 20,35)

Cuando el Cardenal Bergoglio, el 13 de marzo de 2013, fue elegido por el Cónclave para  suceder al Papa Benedicto XVI, llevaba sobre sus hombros años de vida religiosa en la Compañía de  Jesús y, sobre todo, estaba enriquecido por la experiencia de 21 años de ministerio pastoral en la  Arquidiócesis de Buenos Aires, primero como Auxiliar, luego como Coadjutor y después,  especialmente, como Arzobispo.

La decisión de tomar por nombre Francisco pareció de inmediato una elección programática  y de estilo con la que quiso proyectar su Pontificado, buscando inspirarse en el espíritu de san  Francisco de Asís.

Conservó su temperamento y su forma de guía pastoral, y dio de inmediato la impronta de su  fuerte personalidad en el gobierno de la Iglesia, estableciendo un contacto directo con las personas y  con los pueblos, deseoso de estar cerca de todos, con especial atención hacia las personas en  dificultad, entregándose sin medida, en particular por los últimos de la tierra, los marginados. Fue un  Papa en medio de la gente con el corazón abierto hacia todos. Además, fue un Papa atento a lo nuevo  que surgía en la sociedad y a lo que el Espíritu Santo suscitaba en la Iglesia.

Con el vocabulario que le era característico y su lenguaje rico en imágenes y metáforas,  siempre buscó iluminar con la sabiduría del Evangelio los problemas de nuestro tiempo, ofreciendo  una respuesta a la luz de la fe y animando a vivir como cristianos los desafíos y contradicciones de  estos años de cambio, que él solía calificar como “cambio de época”.

Tenía gran espontaneidad y una manera informal de dirigirse a todos, incluso a las personas  alejadas de la Iglesia.

Lleno de calidez humana y profundamente sensible a los dramas actuales, el Papa Francisco  realmente compartió las preocupaciones, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo de  globalización, buscando consolar y alentar con un mensaje capaz de llegar al corazón de las personas  de forma directa e inmediata.

Su carisma de acogida y escucha, unido a un modo de actuar propio de la sensibilidad de hoy,  tocó los corazones, tratando de despertar las fuerzas morales y espirituales.

El primado de la evangelización fue la guía de su Pontificado, difundiendo con una clara  impronta misionera la alegría del Evangelio, que fue el título de su primera Exhortación apostólica  Evangelii gaudium. Una alegría que llena de confianza y esperanza el corazón de todos los que se  confían a Dios.

El hilo conductor de su misión fue también la convicción de que la Iglesia es una casa para  todos; una casa de puertas siempre abiertas. Recurrió varias veces a la imagen de la Iglesia como  “hospital de campaña” después de una batalla con muchos heridos; una Iglesia determinada y deseosa  de hacerse cargo de los problemas de las personas y los grandes males que desgarran el mundo  contemporáneo; una Iglesia capaz de inclinarse ante cada persona, más allá de todo credo o condición,  sanando sus heridas.

Innumerables son sus gestos y exhortaciones a favor de los refugiados y desplazados. También  fue constante su insistencia en actuar a favor de los pobres.

Es significativo que el primer viaje del Papa Francisco fuera a Lampedusa, isla símbolo del  drama de la emigración con miles de personas ahogadas en el mar. En la misma línea fue también el  viaje a Lesbos, junto con el Patriarca Ecuménico y el Arzobispo de Atenas, así como la celebración  de una Misa en la frontera entre México y Estados Unidos, con ocasión de su viaje a México.

De sus 47 agotadores Viajes Apostólicos quedará especialmente en la historia el de Irak en  2021, realizado desafiando todo riesgo. Esa difícil Visita Apostólica fue un bálsamo sobre las heridas  abiertas de la población iraquí, que tanto había sufrido por la obra inhumana del ISIS. Fue también  un viaje importante para el diálogo interreligioso, otra dimensión relevante de su labor pastoral. Con  la Visita Apostólica de 2024 a cuatro países de Asia-Oceanía, el Papa alcanzó “la periferia más  periférica del mundo”.

El Papa Francisco siempre puso en el centro el Evangelio de la misericordia, resaltando  constantemente que Dios no se cansa de perdonarnos: Él perdona siempre, cualquiera sea la situación  de quien pide perdón y vuelve al buen camino.

Quiso el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, destacando que la misericordia es “es el  corazón del Evangelio”.

Misericordia y alegría del Evangelio son dos conceptos clave del Papa Francisco. En contraste con lo que definió como “la cultura del descarte”, habló de la cultura del  encuentro y de la solidaridad. El tema de la fraternidad atravesó todo su Pontificado con tonos  vibrantes. En la Carta encíclica Fratelli tutti quiso hacer renacer una aspiración mundial a la  fraternidad, porque todos somos hijos del mismo Padre que está en los cielos. Con fuerza recordó a  menudo que todos pertenecemos a la misma familia humana.

En 2019, durante su viaje a los Emiratos Árabes Unidos, el Papa Francisco firmó un  documento sobre la “Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común”, recordando  la común paternidad de Dios.

Dirigiéndose a los hombres y mujeres de todo el mundo, con la Carta encíclica Laudato si’ llamó la atención sobre los deberes y la corresponsabilidad respecto a la casa común. “Nadie se salva  solo”.

Frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables  muertos y destrucciones, el Papa Francisco elevó incesantemente su voz implorando la paz e  invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar soluciones posibles, porque la guerra  —decía— no es más que muerte de personas, destrucción de casas, hospitales y escuelas. La guerra  siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica.

“Construir puentes y no muros” es una exhortación que repitió muchas veces y su servicio a  la fe como sucesor del Apóstol Pedro estuvo siempre unido al servicio al hombre en todas sus  dimensiones.

En unión espiritual con toda la cristiandad, estamos aquí numerosos para rezar por el Papa  Francisco, para que Dios lo acoja en la inmensidad de su amor.

El Papa Francisco solía concluir sus discursos y encuentros diciendo: “No se olviden de rezar  por mí”.

Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo  bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero, como hiciste el pasado domingo  desde el balcón de esta Basílica en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios, pero idealmente  también con la humanidad que busca la verdad con corazón sincero y mantiene en alto la antorcha de  la esperanza.