SER DIGNO Y VIVIR INDIGNAMENTE

De la intrínseca dignidad de cada persona emanan unos derechos inalienables que cada cual ha de exigir que le sean respetados. Pero, a su vez, cada persona debe respetar los derechos de los demás.

La dignidad, además de ser una cualidad intrínseca a toda persona, es también una llamada, una exigencia para que todas las actitudes fundamentales del ser humano estén marcadas por esta cualidad que le define: puesto que soy digno no debo comportarme indignamente, sino en coherencia con lo que soy. Se comprende así que la primera acepción que el diccionario da a la palabra dignidad sea la de seriedad y decoro en la manera de comportarse. En nuestro caso, la seriedad y el decoro son constitutivos de la persona humana.

Si queremos simplemente ser humanos es necesario que nos respetemos a nosotros mismos y nos respetemos unos a otros, por encima de cualquier diferencia. El ser humano debe esforzarse por vivir a la altura de su dignidad.

Se comprende entonces en qué sentido el pecado puede herir y ensombrecer la dignidad humana. Porque, aunque la libertad sea un signo eminente de la imagen de Dios y pertenece intrínsecamente a la dignidad humana, puede usarse también en contra de esa misma dignidad. Por eso la libertad humana necesita a su vez ser liberada: «para la libertad nos ha liberado Cristo» (Gal 5, 1). Una libertad, no para servir a la carne, sino para servirnos unos a otros por el amor (Gal 5,13).

Incluso los seres más perversos conservan su dignidad. La dignidad es algo propio y constitutivo de cada persona y nadie puede perderla. Pero la persona puede comportarse indignamente. Cuando eso ocurre vive en contradicción consigo misma, en contradicción con lo que ella es. Por eso, necesita ser sanada y reorientada.

Los humanos somos frágiles. Corremos el peligro de caer y de deshumanizarnos. Pero nuestra grandeza está en que somos capaces de levantarnos, de corregirnos, de volver al buen camino. La razón nos está llamando continuamente a ser razonables, la humanidad nos llama a ser humanos, la bondad que habita en el fondo de nuestro corazón nos llama continuamente a ser buenos y respetuosos con los demás. El Evangelio de Cristo refuerza todas esas tendencias humanas al bien y a la bondad y nos llama a comportarnos simplemente como lo que somos: seres hechos para la convivencia, el encuentro, la buena relación. Seres hechos para el amor.

Martín Gelabert. Blog Nihil Obstat

CONGRESO MARIOLÓGICO Y DE PRIMER ANUNCIO EN ELCHE

Entre los días 21 y 23 de febrero en la Diócesis de Orihuela-Alicante ha tenido lugar un Evento muy especial, el Congreso Mariológico y de Primer Anuncio, bajo el lema Elche,  Entre el Cielo y la Tierra, 2670 congresistas hemos tenido la oportunidad, a través de las ponencias, talleres y encuentros de descubrir en María la ventana que Dios ha abierto al mundo para dirigirnos el mensaje de la salvación. Baste comprobar lo que acontece en los santuarios marianos, los cuales se han convertido en un escenario de primer anuncio para los alejados de la fe, además de consolidación en la fe para los que ya son creyentes.

Para quienes no lo conozcan Elche es una ciudad que posee tres patrimonios de la humanidad, el Palmeral, el Misteri d’Elx y el Museo de Pusol, es una ciudad con un fervor popular exquisito hacia la Mare de Deu de la Asumpció, dogma de cuya proclamación  se cumplen 75 años en este 2025, Año jubilar en la Basílica de Santa María.

La inauguración corrió a cargo del Nuncio de su Santidad D. Bernardito Cleofas Auzá, que nos acompañó hasta la noche del sábado.

El programa preparado por la Diócesis era muy interesante y los ponentes de primera línea, Monseñor Munilla, nuestro Obispo Diocesano, Monseñor Argüello, Presidente de la Conferencia Episcopal,  Monseñor Conesa, ilicitano de nacimiento y Obispo de Solsona y  Nuria Calduch, Secretaria de la Pontificia Comisión Bíblica

Las ponencias: Primer anuncio en la experiencia de María, “María, esperanza de la humanidad a la luz del Misteri d’Elx”,  “Mirada bíblica sobre María y la esperanza de la humanidad” y “El contexto social actual y los desafíos de la Iglesia”, nos fueron conduciendo a lo largo del fin de semana a un conocimiento mejor y más profundo de nuestra Madre.

Hubo talleres según las distintas prioridades pastorales:

D. Siro López: «Espacios que acogen, educan y evangelizan»

Familia – D. Juan Manuel Cotello: “Bajo el manto de María: la familia camino de fe y de acogida”

SEMA – Dña. Milagrosa González Rodríguez: “Escucha, levántate, estoy aquí, soy tu Madre”

Parroquias en Primer anuncio – D. Tote Barrera – Rvdo. D. David Homedes – Rvdo. D. Gonzalo Pérez-Boccherini Stampa – Rvdo. D. Francisco Manuel Murillo Roldán- Rvdo. D. Javier García

Familia – D. Higinio Marín. «La familia y la verdad del hombre»

Auroros – Rvdo. D. Domingo García Guillén

Ha habido tiempo de oración ante el Santísimo, un hermoso concierto de Kayros, tiempo de reconciliación con el Padre, de Celebrar la Eucaristía con unas liturgias muy cuidadas y con las inestimables voces de la Escolanía de la Capella del Misteri y del Coro Diocesano, y de consagrar la Diócesis al Inmaculado Corazón de María.

Intercalando momentos de fervor popular como la Romería de la venida de la Virgen desde la Parroquia de San Juan Bautista hasta la Basílica de Santa María, un gran Concierto a cargo de la Capella del Misteri d’Elx, y una preciosa ofrenda floral con muchas ilicitanas portando sus mejores galas regionales.

Ha sido una gran ocasión para el encuentro con los hermanos.

Ana María Marqués Rada. Presidente Diocesana

LOS SANTOS DE LA SEMANA: EMETERIO Y CELEDONIO DE CALAHORRA

En Calahorra, en la Hispania Tarraconense, santos Emeterio y Celedonio, los cuales, estando cumpliendo la milicia en los campamentos junto a León, en la provincia de Galicia, por confesar el nombre de Cristo al inicio de la persecución fueron conducidos a Calahorra y allí coronados con el martirio († c. s. IV).

En verso recogió por escrito los relatos de su muerte el poeta hispano Prudencio.

Calahorra (La Rioja, España) está unida a estos soldados por el hecho de su martirio y quizás también por ser el lugar de su nacimiento. Otros señalan a León como cuna por los libros de rezos leoneses -antifonarios, leccionarios y breviarios del siglo XIII- al interpretar «ex legione» como lugar de su proveniencia, cuando parece ser que la frase latina es mejor referida a la Legión Gemina Pia Felix a la que pertenecieron y que estuvo acampada cerca de la antigua Lancia, hoy León, según se encuentra en el documento histórico denominado «Actas de Tréveris» del siglo VII.

En la parte alta de Calahorra está la iglesia del Salvador -probablemente en testimonio perpetuante del hecho martirial- por donde antes estuvo un convento franciscano y antes aún la primitiva catedral visigótica que debió construirse, según la costumbre de la época, junto a la residencia real, para defensa ante posibles invasiones y que fue destruida por los musulmanes en la invasión del 923, según consta en el códice primero del archivo catedralicio.

No se conocen las circunstancias del martirio de estos santos; no las refiere Prudencio. ¡Qué pena que el emperador Diocleciano ordenara quemar los códices antiguos y expurgar los escritos de su tiempo! Con ello intentó, por lo que nos refiere Eusebio, que no quedara constancia ni sirviera como propaganda de los mártires y evitar que se extendiera el incendio.

Tampoco hay en el relato nombres que faciliten una aproximación. ¿Fue al comienzo del siglo IV en la persecución de Diocleciano? Parece mejor inclinarse con La Fuente por la mitad del siglo III, en la de Valeriano, contando con que algún otro retrotrae la historia hasta el siglo II.

Cierto es que Prudencio nació hacia el 350, deja escrita en su verso la historia antes del 401, cuando se marcha a Italia, hablando de ella como de suceso muy remoto y no debe referirse con esto al tiempo de Daciano (a. 304) porque esta época ya fue conocida por los padres del poeta. Es bueno además no perder de vista que el narrador antiguo no es tan exacto en la datación de los hechos como la actual crítica, siendo frecuente toparse con anacronismos poco respetuosos con la historia.

El caso es que Emeterio y Celedonio -hermanos de sangre según algunos relatores- que fueron honrados con la condecoración romana de origen galo llamada torques por los méritos al valor, al arrojo guerrero y disciplina marcial, ahora se ven en la disyuntiva de elegir entre la apostasía de la fe o el abandono de la profesión militar.

Así son de cambiantes los galardones de los hombres. Por su disposición sincera a dar la vida por Jesucristo, primero sufren prisión larga hasta el punto de crecerles el cabello. En la soledad y retiro obligados bien pudieron ayudarse entre ellos, glosando la frase del Evangelio, que era el momento de «dar a Dios lo que es de Dios» después de haberle ya dado al César lo que le pertenecía. Su reciedumbre castrense les ha preparado para resistir los razonamientos, promesas fáciles, amenazas y tormentos. En el arenal del río Cidacos se fija el lugar y momento del ajusticiamiento. Cuenta el relato que los que presencian el martirio ven, asombrados, cómo suben al cielo el anillo de Emeterio y el pañuelo de Celedonio como señal de su triunfo señero.

Muy pronto el pueblo calagurritano comenzó a dar culto a los mártires. Sus restos se llevaron a la catedral del Salvador; con el tiempo, las iglesias de Vizcaya y Guipúzcoa con otras hispanas y medio día de Francia dispusieron de preciosas reliquias. Junto al arenal que recogió la sangre vertida se levanta la catedral que guarda sus cuerpos.

Hoy Emeterio y Celedonio, los santos cantados por su paisano Prudencio, y recordados por sus compatriotas Isidoro y Eulogio son los patronos de Calahorra que los tiene por hermanos o de sangre o -lo que es mayor vínculo- de patria, de ideal, de profesión, de fe, de martirio y de gloria.

«GRAND PIANO», METÁFORA DE UNA SOCIEDAD ECONOMICISTA

Los pianos de cola tienen una tapa superior que se puede abrir, de manera que los sonidos producidos por las cuerdas salen al exterior sin barreras de ningún tipo. Podríamos decir que los pianos de cola tienen una especie de apéndice, unido a su cuerpo principal, como lo tienen también los vestidos de novia. Digo esto porque la manera inglesa de denominar al piano de cola podría ser una buena metáfora de uno de los paradigmas condicionantes de la moderna sociedad. En efecto, mientras en la mayoría de los idiomas (francés: piano à queue, italiano: picaforte a coda, portugués: piano de cauda, catalán: piano de cua, alemán: konzertflügel) este piano se califica como de cola, en inglés se llama “grand piano”.

A este respecto, Byung Chul Han ha notado que “los ingleses no perciben la bella forma arqueada del piano de cola sino solo su tamaño”. Para comentar a continuación: “en su esencia, este idioma es una lengua económica. Por eso en nuestro mundo, atravesado de arriba abajo por la economización, todos hablamos exclusivamente inglés. Ahora entenderán porque amo tanto el idioma alemán. No es una lengua económica, sino plenamente poética”. Evidentemente, las lenguas no son ni económicas ni poéticas, pero es posible atribuir determinados estereotipos a algunas lenguas: la filosofía al griego, la teología al latín y la economía al inglés. En nuestro mundo el inglés se ha convertido en la lengua franca porque es aquella en la que se hacen los grandes negocios y en la que se entienden todos los que manejan el dinero.

Aunque nuestro Papa Francisco también sabe utilizar buenas imágenes, cuando se refiere a las tendencias del mundo actual que obstaculizan seriamente el desarrollo de la fraternidad universal no se anda con rodeos. Según el Papa, todas estas tendencias contrarias a la fra­ternidad pueden resumirse en una palabra estrechamente relacionada con una ideología: individualismo, resultado de una mentalidad económica liberal, que conduce a pensar sólo en los propios intereses y utilizar a los demás en mi propio provecho. El individualismo “no nos hace mas libres, ni más iguales, ni más hermanos”, y es “el virus más difícil de vencer”.

La economía, que rige la política del mundo moderno, está fundamentada en esta ideología individualista: todo se orienta al propio provecho, solo importan las ganancias. Todo tiene un precio, el precio es el baremo de lo que vale y de lo que no vale. También las personas tienen un precio. Por eso hay personas “descartadas, inútiles”, porque no valen nada, ya no sirven, no son productivas, son un estorbo para la economía. Y eso hasta el punto de que como resulta menos gravoso económicamente matar a algunos enfermos que cuidarlos y mantenerlos en vida, hay legislaciones que favorecen la muerte de esos enfermos costosos y nada rentables. La salud tiene un precio muy alto. Y el suicidio uno muy bajo. He leído que el coste de las drogas necesarias para practicar una eutanasia o suicidio asistido a un paciente es el orden de los 35-40 dólares, mientras que el coste promedio de los cuidados paliativos hasta el final de la vida se sitúa entre los 35.000-40.000 dólares.

Martín Gelabert. Blog Nihil Obstat

LA FIESTA DE LOS CUARENTA DÍAS

En latín cuaresma se dice “quadragésima”, o sea, los cuarenta días que preceden a la Pascua. Si fuera legítimo traducir “quadragesima” por cuarentena, bien podríamos decir que vamos a comenzar la fiesta de los cuarenta días, o la fiesta de la cuarentena.

El término cuarentena se hizo popular durante el tiempo de pandemia, para describir el aislamiento de las personas. En cuaresma no se trata de ningún aislamiento. Todo lo contrario, se trata de salir al encuentro del Señor glorioso, que resucita de entre los muertos. Por eso he calificado la cuaresma de fiesta de los cuarenta días. Esperar el acontecimiento decisivo de la salvación sólo puede hacerse en un clima de fiesta.

El miércoles de ceniza quiere llamar nuestra atención, despertarnos para que percibamos lo que, desgraciadamente, pasamos por alto con demasiada frecuencia, a saber, la presencia salvífica del Dios vivo en nuestras vivas. Abramos, pues, nuestros oídos y nuestro corazón, para que esa llamada de Dios llegue al centro de nuestro corazón y nos ayude a recorrer el camino que lleva a la Pascua.

El rito de la ceniza deberíamos interpretarlo en clave de vida. Cierto, una de las fórmulas de la imposición repite las palabras que, según el libro del Génesis, Dios dijo al ser humano después de pecar: “recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. No hay que olvidar que este polvo se convirtió en ser humano cuando Dios insufló en sus narices (pues aquel polvo tenía una capacidad receptiva) el aliento de la vida y, al hacerlo, convirtió ese polvo en su propia imagen. Por tanto, el ser humano, más que del polvo procede de Dios, para volver a Dios y no al polvo. Es un polvo llamado a la eternidad, polvo lleno de espíritu y amado. Y cuando Dios ama, ama para siempre.

El polvo recuerda la condición frágil del ser humano. Pero esta fragilidad encuentra en Dios su fuerza. La cuaresma nos recuerda donde está nuestra fuerza. Si nos encerramos en nosotros mismos no somos nada. Si nos abrimos al Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos (Rm 8,11), y es capaz de entrar en lo más profundo de nuestra vida, lo somos todo. Y si nos abrimos a ese Espíritu, necesariamente nos abrimos a los hermanos. Ese es el sentido positivo del ayuno cuaresmal: ayuno solidario con aquellos que no tienen para comer. El ayuno que comparte comida con el necesitado es el único agradable a Dios.

Martin Gelabert – Blog Nihil Obstat

MENSAJE DE PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2025

La Santa Sede ha hecho público, el 25 de febrero, su mensaje para la Cuaresma 2025, titulado “Caminemos juntos en la esperanza”. Este tiempo litúrgico comenzará el próximo 5 de marzo, Miércoles de Ceniza.

El Papa reflexiona sobre el “caminar juntos”, planteando tres llamados a la conversión: como peregrinos, en la sinodalidad, y la esperanza.

Texto íntegro:

Caminemos juntos en la esperanza

Queridos hermanos y hermanas:

Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuaresma, en la fe y en la esperanza. La Iglesia, madre y maestra, nos invita a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: «La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?» ( 1 Co 15,54-55). Jesucristo, muerto y resucitado es, en efecto, el centro de nuestra fe y el garante de nuestra esperanza en la gran promesa del Padre: la vida eterna, que ya realizó en Él, su Hijo amado (cf. Jn 10,28; 17,3) [1].

En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones sobre lo que significa caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.

Antes que nada, caminar. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel. No podemos recordar el éxodo bíblico sin pensar en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor para ellos y sus seres queridos.

Surge aquí una primera llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante.

En segundo lugar, hagamos este viaje juntos. La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales [2]. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos [3]. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3,26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.

En esta cuaresma, Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Preguntémonos ante el Señor si somos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios; si tenemos una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que se acercan a nosotros y a cuantos están lejos; si hacemos que la gente se sienta parte de la comunidad o si la marginamos [4]. Esta es una segunda llamada: la conversión a la sinodalidad.

En tercer lugar, recorramos este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo [5], sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el Papa Benedicto XVI en la Encíclica Spe salvi, «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” ( Rm 8,38-39)» [6]. Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado [7], y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.

Esta es, por tanto, la tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?

Hermanas y hermanos, gracias al amor de Dios en Jesucristo estamos protegidos por la esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5). La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme [8]. En ella la Iglesia suplica para que «todos se salven» ( 1 Tm 2,4) y espera estar un día en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo. Así se expresaba santa Teresa de Jesús: «Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo» ( Exclamaciones del alma a Dios, 15, 3) [9].

Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe en el camino cuaresmal.

Roma, San Juan de Letrán, 6 de febrero de 2025, memoria de los santos Pablo Miki y compañeros, mártires.

Fuente: Conferencia Episcopal Española

JUBILEO 2025: PEREGRINOS DE LA ESPERANZA

Día 6 –  jueves. MADRID  – ROMA

Llegamos a Roma dejando detrás el ritmo de vida que dificulta el desarrollo de nuestra espiritualidad y oculta la Luz del Amor, y la LLama de Amor  Viva que ilumina y purifica nuestro Ser. Vamos con alegría y Esperanza de conseguir la pureza del alma, por la Indulgencia Plenaria que se nos concede al pasar por la Puerta Santa. Misa en la Basílica de San Sebastián Extramuros; visitamos las Catacumbas donde nos encontramos con la historia de los primeros cristianos perseguidos y refugiados, y rememoramos el inicio de la historia viva de Amor, Perdón y Redención. Punto de partida de nuestra Peregrinación, después comida. Por la tarde paseamos por el Coliseo y los Foros Imperiales. Alojamiento y cena.

7 de Febrero – Viernes. ROMA.

Después del desayuno, traslado al Castillo de Sant Angelo, desde allí, salimos en procesión con la Cruz Jubilar,  pasando por la Puerta Santa hasta el Altar de La Confesión, rezo del Credo y oración por las intenciones del Santo Padre. Foto, tras terminar el Jubileo, y comida. Después visitamos la Plaza de España, la Fontana de Trevi, Plaza Navona. Misa en San Salvatore in Lauro, donde se conservan reliquias de San Pío de Pieltrecina y La Virgen de Loreto.

8 de febrero – Sábado. Roma.

Después del desayuno, nos trasladamos a la Basílica de San Juan de Letrán. Visitamos la Escalera Santa, y el Sancta  Sanctorum. A continuación, la Basílica de Santa María La Mayor donde oímos Misa. Y tarde de lluvia que disfrutamos también, con tiempo libre. Cena.

9 de Febrero – Domingo . Roma-Madrid.

Desayuno, Rezo del Rosario en la Plaza de San Pedro (completamente llena ), repique de campanas y Eucaristía presidida  por el Papa con motivo del Jubileo de  las Fuerzas Armadas, Policía,  y Cuerpos de Seguridad de todo el mundo, entre éllos, nuestra Guardia Civil. Emotiva y feliz imagen “desfilando” ante el Papa,  y no en cuarteles ó desfiles con carácter militar. Nota triste , la enfermedad del Papa que no pudo terminar la homilía, aunque sí estuvo en toda la  celebración y en el rezo del Ángelus.

Rezamos por su pronta recuperación.

Comida y visita a la Basílica de San Pablo Extramuros . Aeropuerto de Roma, destino Madrid.

Nos sentimos Antorchas de Luz y Misioneros de Amor y Esperanza, dispuestos a abrazar las cruces del mundo que en el logo del Jubileo se alarga,  para transformarse en ancla.

Ascensión Berrío –Madrid.

SANTOS PATRONOS EN SEVILLA

El pasado día 3 de febrero, nuestra Diócesis, celebró el día de nuestros Patronos, Simeón y Ana, en la PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE GRACIA DE LA LOCALIDAD DE CAMAS (SEVILLA).

            En primer lugar, tuvo lugar una charla a cargo del Párroco de la citada parroquia, DON PEDRO JOSÉ RODRÍGUEZ MOLINA, que disertó sobre el AÑO JUBILAR que la Iglesia está celebrando en el presente año, nos animó a todos a celebrarlo cristianamente y que dentro de nuestras limitaciones podamos y como dice nuestro guion, seguir dando fruto.

            A continuación, celebramos la EUCARISTIA, efectuada por nuestro Consiliario DON MANUEL MARTINEZ ALAMINOS, y concelebrada por los párrocos de los grupos de San Gonzalo; Nuestra Señora del Mar; Santa María de Gracia y Santa María La Blanca.

            En la homilía, nuestro Consiliario, exaltó a todos los asistentes para que sigamos aumentando nuestra fe y que Vida Ascendente siga creciendo en nuestra Diócesis y llevar la ilusión a todos los mayores que necesita de amor y amistad.

            Por último, nos trasladamos a la Casa Hermandad de la Virgen del Rocío de Camas (Sevilla), gentilmente cedida para este Evento y, agradecer a nuestra monitora Dolores Sivianes por su gran labor. Disfrutamos de un almuerzo lleno de amor y confraternidad.

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SANTOS PATRONOS EN SEGOVIA

Febrero, mes en el que celebramos la fiesta de nuestro Santos Patronos: Simeón y Ana. Son para nosotros dos modelos de ancianos a los que imitar.

Además de reunirnos a celebrar la fiesta, dedicamos un tiempo a pensar, lo que son ellos, para todos los que formamos este movimiento de Vida Ascendente.

El Papa Francisco nos saluda y nos dice que no sólo somos destinatarios del anuncio del mensaje evangélico, sino también, anunciadores de nuestro Bautismo.

Cada día podemos vivir como testigos del Señor, en nuestras familias, parroquias, en los ambientes que frecuentamos, haciendo conocer a Cristo y su evangelio.

El día 3 de febrero, celebramos en  Segovia a nuestro Patronos, pero este año 2025, de una manera especial.

A las 5.30 de la tarde, celebramos una Eucaristía, presidida por el Vicario General, D. Ángel Galindo.

A continuación, cuando nos disponíamos a tomar un chocolate con bizcochos, 61 mujeres del movimiento, el Vicario General, nos sorprendió con la visita del nuevo Obispo de Segovia, D. JESUS VIDAL, que tomó posesión, el día 18 de enero de 2025.

Allí compartió con nosotras el chocolate y su compañía, para la sorpresa de todos asistentes.

Gracias

Un abrazo

Pilar Presidenta de Segovia

SANTOS PATRONOS EN LUGO

En Lugo el día 3 celebramos la festividad de nuestros Santos Patronos en la Parroquia de San Francisco Javier. Nuestro Obispo don Alfonso estuvo acompañado en la Eucaristía por don Jesús Aira, párroco de San Fco. Javier y por nuestro consiliario y párroco de Santiago La Nova, don Daniel Gil.

En su homilía Mons. Alfonso Carrasco resaltó la importancia que tiene la Palabra de Dios dentro del Movimiento. «La Palabra de Dios se entiende sólo con Jesús, de no ser así es muy difícil entenderla.

No es el mundo quien debe gobernar el corazón del hombre, si tenemos la luz de Cristo, podemos iluminar el mundo. La escucha de la Palabra de Dios nos ayuda a vivir tranquilos, fuertes y felices. Tiene la capacidad de hacer cosas más allá de nuestras fuerzas. Valoremos el testimonio mutuo, sobre todo cuidemos las palabras, procuremos hacer el bien con  ellas».

Nos invitó a confiar en Dios todos los días, pues en Vida Ascendente tenemos esa conciencia, cuidar el cariño y el cuidado mutuo, recordando lo que dice el Apóstol Pedro en una de sus cartas: la caridad nos viene de Jesús.

Al finalizar la Eucaristía el Sr. Obispo saludó y felicitó a las más longevas del grupo: Angelita, Irene y Marina y entre los aplausos y cariño de todos les hizo entrega de una caja de bombones a cada una.

A continuación y como ya es tradición en esta celebración, fuimos a comer el cocido.

Echamos de menos a los que no pudieron asistir por distintos motivos, pero fue un día lleno de alegría y esperanza para todos.