LA EXPOSICIÓN A LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE ESTÁ VINCULADA A UN MAYOR NÚMERO DE INFARTOS

Un equipo de investigadores de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) ha descubierto que la exposición a la contaminación del aire está relacionado con el aumento del número de infartos, así como un incremento de la mortalidad por esta causa.

El estudio, publicado en la Revista Española de Cardiología, ha mostrado como el riesgo de muerte aumenta un 14 por ciento tras ingresar en el hospital por un infarto, todo ello tras analizar datos de contaminación atmosférica, temperatura y humedad obtenidos de las bases de datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y de la información sobre ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio y sobre mortalidad hospitalaria del Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), cedido por el Ministerio de Sanidad.

Más contaminación, más infartos

«Nuestros resultados resaltan que concentraciones de PM2.5 superiores a 10 microgramos por metro cúbico en los tres días previos al ingreso se asocian con un incremento significativo en los ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio. Esto son 22 infartos más por cada 1.000 ingresos», ha afirmado la especialista en Cardiología e investigadora Raquel Campuzano, primera firmante del estudio junto con Julio Núñez Villota.

Tras ello, ha explicado que las concentraciones superiores a 25 microgramos por metro cúbico se asocian con un riesgo incrementado de muerte durante el ingreso por infarto, unos hallazgos que pueden contribuir a implementar estrategias de prevención y políticas públicas más efectivas contra la contaminación atmosférica.

Este fenómeno supone un factor de riesgo «emergente y significativo» para las enfermedades cardiovasculares, y es que las partículas de la materia en suspensión en el aire (PM2.5 y PM10) son productos contaminantes con alto impacto medioambiental que, cuanto menor es su tamaño, más dañinas para la salud pueden resultar.

«Sabemos que estas partículas pueden provocar inflamación en el cuerpo, alterar el funcionamiento de los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de coágulos. Estos efectos están directamente relacionados con el avance de la aterosclerosis (el endurecimiento y estrechamiento de las arterias) y con la rotura de las placas que se forman en ellas, lo que puede desencadenar eventos graves como un infarto», ha expresado el investigador Jordi Bañeras, otro de los autores del estudio.

Un estudio pionero en España

Los investigadores han subrayado que se trata de la primera vez que se analizan estos datos en todo un país, y es que se han asociado con 122 hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) con estaciones de mediciones ambientales ubicadas en un radio de 10 kilómetros mediante coordenadas geográficas, y han incluido a 115.071 pacientes mayores de 18 años con diagnóstico de infarto agudo de miocardio entre 2016 y 2021.

El estudio también ha contado con una beca de investigación no condicionada de Sanitas y con el apoyo técnico y metodológico de la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS).

La contaminación ambiental está ganando cada vez más atención en el ámbito de la Cardiología debido a la cada vez mayor evidencia de su vínculo con las enfermedades cardiovasculares, motivo por el que el próximo Congreso Europeo de Cardiología, que tendrá lugar en Madrid entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre, incluirá hasta 16 sesiones o ponencias al respecto.

Sobre el autor:

Cerlesky Pérez

EL IPC PONE EN JAQUE EL PODER ADQUISITIVO DE LOS PENSIONISTAS, CON PRECIOS EL 2,7% MÁS CAROS

El dato de inflación de agosto confirma que el encarecimiento de los precios de la cesta de la compra está poniendo en jaque el poder adquisitivo de los pensionistas, reactivando la alarma de nuevos apuros para millones de hogares.

Y es que el alza del IPC en el octavo mes del año supone ya el 2,7% en tasa anual, según ha avanzado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que la subida general aplicada a las pensiones es del 2,8% desde enero. Es decir, prácticamente, lo comido por lo servido, como reza el dicho popular

Otros dos factores de preocupación para el bolsillo de los jubilados son, por una parte, que la inflación se halla en su nivel más alto desde febrero de este año, y, por otra, que la tasa subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) ha vuelto a subir, hasta el 2,4%. Este indicador es clave, pues detecta la persistencia (o no) de tensiones inflacionistas asentadas en la economía de un país.

De hecho, UGT ya avisa de la tendencia al alza del IPC subyacente, que con el 2,4% interanual en agosto, marca su valor más alto desde abril. «El repunte de la inflación en los últimos meses la ha alejado el objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo, con una tasa subyacente que, eliminando los elementos más volátiles, muestra una tendencia moderadamente creciente. A este contexto hay que sumarle el posible impacto negativo de los aranceles impuestos por Trump y la persistencia de las tensiones geopolíticas a nivel mundial», pone de relieve el sindicato.

UGT considera que las empresas siguen teniendo capacidad para rebajar temporalmente la presión sobre los precios, y alerta de que los precios de la vivienda superan los niveles de la burbuja de 2008 en varias comunidades autónomas.

Con carácter general, todos los pensionistas de la Seguridad Social han visto subir su nómina un 2,8% desde el 1 de enero de 2025, tanto los titulares de pensiones contributivas como los funcionarios de Clases Pasivas, lo que se ha traducido en unos 600 euros/año más para la paga media de jubilación.

Este incremento, decidido por el Gobierno en virtud de la Ley 21/2021, debería servir para proteger a los pensionistas frente a las subidas de precios de los alimentos y las facturas del hogar, pero la marcha de la inflación hasta agosto muestra que el encarecimiento de la cesta de la compra es ya casi lo mismo que han subido sus pagas, y amenaza con hacerles otro roto en el bolsillo.

 Según denuncian los movimientos y plataformas de jubilados, la merma del poder adquisitivo es un hecho, porque la inflación no es cosa de unos meses, sino que ha azotado a los ciudadanos desde 2022. Alertan asimismo de que el riesgo de penuria debido a esta acelerada carestía es severo para millones de jubilados, muy vulnerables económicamente, por el hecho de que la inmensa mayoría solo dispone de la pensión para vivir, y más de la mitad cobra menos, o en torno a 1.000 euros mensuales, sobre todo, mujeres de edad avanzada.

Y, según la Encuesta de Hábitos de Compra y Consumo de 2024, casi 4 de cada 10 consumidores se sienten vulnerables en materia de alimentación. Además, el 81% ha modificado sus hábitos de compra, en busca de precios más competitivos y un mejor aprovechamiento de los alimentos.

Naranjas, peras y huevos por las nubes

El agujero en el bolsillo de los jubilados lo provocan sobre todo los alimentos, que en julio (último mes disponible en el INE) aumentaron en conjunto el 2,7% respecto al año pasado, aunque con productos básicos cuyo precio el mes pasado era hasta el 18% más elevado, como es el caso de los huevos, según datos oficiales.

Y en agosto el encarecimiento continúa, según constata un informe de la organización de consumidores Facua: señala que las naranjas, peras y cebollas son los tres alimentos que estuvieron afectados por la rebaja del IVA que más han elevado su precio en los grandes supermercados en agosto. Su estudio analiza la evolución de los precios entre principios de julio y mediados de agosto de 2025 en ocho cadenas en una serie de productos básicos.

Más en detalle, detecta que la malla de naranjas de cuatro kilos ha experimentado de media un incremento de precio del 8,8% en los supermercados. A su vez, las peras conferencia se han encarecido de media un 4,3% en las últimas semanas, mientras que las cebollas cuestan en agosto una media de 3% más.

Según Facua, otros productos de primera necesidad, como la leche entera, también registran sustanciales alzas de precios: un 2,9% más de media. En agosto también aumentó el precio de las manzanas golden, que cuestan un 2,6% más.

La ola de calor que ha vivido España en agosto va a pasar factura al bolsillo. Con temperaturas por encima de los 40 °C en diferentes provincias, la demanda eléctrica se ha disparado más de un tercio frente al año anterior.

Fuentes de la industria y de las asociaciones de consumidores calculan que la factura de la luz subirá unos 18 euros por el uso del aire acondicionado en agosto, ya que otros electrodomésticos se pueden programar para las horas donde la electricidad sea más barata, pero el aire acondicionado o los ventiladores hay que utilizarlos cuando hace calor, con independencia del precio de la luz en ese momento.

Este hecho puntual de la ola de calor en agosto hace otro roto al poder adquisitivo de millones de ciudadanos, y en especial afecta a los jubilados con pagas mínimas o muy bajas, para quienes cualquier extra en el presupuesto mensual representa un serio apuro económico.

Sobre el autor: Pepa Montero para 65 y Mas

EL SANTO DE LA SEMANA: SAN JUAN CRISÓSTOMO

Juan fue un as de la palabra desde muchacho. El famoso rector Libonio, su maestro, que veía en el joven a su natural sucesor, sintió mucho cuando aquel alumno prometedor prefirió la fe a la atractiva retórica. “¡Si los cristianos no me lo hubieran robado!”, exclamará. En efecto, Juan sí fue “robado” por la atracción que sentía por las palabras sagradas, que estudia con atención en el círculo de Diodoro, futuro obispo de Tarso. San Pablo es uno de sus preferidos, al que le dedicará mucho en pensamientos y páginas. Pero toda la Biblia, con sus enseñanzas, deja una huella profunda en aquel joven de Antioquía que se prepara para convertirse en una espada de doble filo en el oriente cristiano del siglo V, precisamente por aquel talento de decir las cosas sabiendo que lo dice bien.

El espíritu no el vientre

El obispo Fabiano lo ordenó sacerdote pero Juan, desde los años del diaconato, demuestra rotundamente que su capacidad de hablar a la gente de las Escrituras es fuera de lo común. Antes de esta fase, el joven también hace la experiencia eremítica – seis años en el desierto, los últimos dos en una caverna – y esto consolida en él un carácter de sobriedad que confiere ulterior fuerza a sus palabras que sacuden siempre por su franqueza. Predica el amor concreto a los hermanos más pobres, insta a los monjes a realizar obras de caridad y a desprenderse del dinero; impulsa a los laicos a evitar la telaraña de la corrupción. En suma, más espacio al espíritu y menos a la carne. Juan es un moralista, en el sentido positivo del término, para una época en la que extraer de los dichos bíblicos normas de comportamiento coherentes con la vida de un bautizado era el camino que se recorría con frecuencia.

Patriarca incómodo

Cuando tenía alrededor de 50 años, en el 397, da el gran salto. Juan está en Constantinopla para suceder al Patriarca Nectario. Cambia el papel: gran visibilidad y cercanía a la corte. El único que no cambia es Juan. El fustigador de la corrupción – que en los palacios del poder bizantino pulula – es fiel a su estilo. La gente lo ama por eso, tal como lo testimonian sus contemporáneos. Los que comienzan a detestarlo cada vez más abiertamente son la nobleza y el clero, apegados a sus privilegios y de aquel hombre que, en lugar de alinearse a los modos del círculo del que ha entrado a formar parte, reciben frases que no hacen descuentos. Indolencia y vicios, sobre todo por parte de quien viste una túnica, son los blancos preferidos. Y a las palabras siguen los hechos. Muchos presbíteros son removidos por indignidad, incluido el obispo de Éfeso. Para muchos es demasiado. Y contra un hombre que en el fondo es más ingenuo que astuto, parte la lista de intrigas.

“Boca de oro”

Capitanea la fronda contra Juan el Patriarca de Alejandría, Teófilo, y la emperatriz Eudoxia. En su ausencia convocan un sínodo que obliga a Juan al exilio. Corre el año 403, pero el alejamiento dura poco. Por aclamación popular, Juan regresa a Constantinopla y sus adversarios vuelen a lanzar el desafío. El 9 de junio del 404 una nueva condena lo aleja del centro del Imperio. El antiguo eremita encuentra una soledad forzada. Juan “boca de oro”, tal como será apodado tiempo después, muere en el año 407, en Comana Pontica, durante uno de los tantos traslados que debía realizar. Su sabiduría permanece intacta a lo largo de los siglos, corroborada por centenares de escritos de un hombre y un sacerdote convencido de que “en todas las cosas” deba darse “gloria a Dios”.

Fuente: Vatican News

BUSCAR AL CULPABLE O AYUDAR A LA VICTIMA

No se trata necesariamente de una alternativa. Se puede buscar al culpable y, al mismo tiempo, ayudar a la víctima. Incluso, la búsqueda del culpable puede redundar en bien de la víctima, si esta búsqueda conduce a evitar nuevos males. Pero, a veces, da la impresión de que nuestros políticos ponen el acento en la búsqueda del culpable. Más aún, buscan un culpable para evitar así responsabilidades propias. Cuando ocurre una catástrofe que perjudica a los ciudadanos, lo habitual es que el gobierno local dé la culpa al nacional, el gobierno nacional devuelva las culpas al local o quizás diga que la empresa que tenía encomendada la seguridad no ha cumplido; por su parte la empresa devuelve las culpas al gobierno porque en sus presupuestos no tiene en cuenta la mejora de las infraestructuras. El culpable siempre es “el otro”.

Ocurre lo mismo con los inmigrantes recogidos en malas pateras en el mar mediterráneo. Nadie asume responsabilidades y todos transmiten las culpas a otros. O con los niños y mujeres maltratados por el clero (0,2%) y por el no clero (99,7%). Está bien señalar culpables, pero, sobre todo cuando los culpables ya no pueden responder (bien porque han fallecido o el delito ha prescrito), lo importante sería echar una mano a los dañados. Algo similar cabe decir a propósito de la crítica a determinadas leyes permisivas (del aborto, por ejemplo). No basta con condenarlas. Habrá que presionar para que otras leyes sociales (ayuda a mujeres solteras embarazadas, facilidades para la adopción) sirvan de contrapunto a estas leyes permisivas.

Sea quien sea el culpable, lo cierto es que ahí están los muertos, los heridos y los náufragos. Habrá que ayudarles. El Occidente cristiano se ha mostrado muy preocupado por la culpabilidad. Nuestro sistema judicial y nuestra moral, sin olvidar nuestras películas y novelas policíacas, se han regido por la búsqueda del culpable. Jesús no busca culpables ante el mal, entre otras cosas porque con eso no se resuelve el verdadero pro­blema y hasta se corre el riesgo de situarse al margen del problema. Jesús se preocupa de las víctimas. El verdadero responsable, o sea, el que responde del mal, no es el culpable, ni el acusador, sino el que se acerca al herido (como resulta claro en la parábola del buen samaritano).

Martín Gelabert – Blog Nihil Obstat

CATEQUESIS PAPA LEON XIV JESUCRISTO, NUESTRA ESPERANZA. III. LA PASCUA DE JESÚS. 4. LA ENTREGA. «¿A QUIÉN BUSCAN?» (JN 18,4)

Hoy nos detenemos en una escena que marca el inicio de la pasión de Jesús: el momento de su detención en el huerto de los Olivos. El evangelista Juan, con su habitual profundidad, no nos presenta a un Jesús asustado, que huye o se esconde. Al contrario, nos muestra a un hombre libre, que se adelanta y toma la palabra, afrontando con valentía la hora en la que puede manifestarse la luz del amor más grande.

«Jesús, sabiendo todo lo que le iba a suceder, se adelantó y les dijo: “¿A quién buscan?”» (Jn 18,4). Jesús lo sabe. Sin embargo, decide no retroceder. Se entrega. No por debilidad, sino por amor. Un amor tan pleno, tan maduro, que no teme el rechazo. Jesús no es capturado: se deja capturar. No es víctima de un arresto, sino autor de un don. En este gesto se encarna una esperanza de salvación para nuestra humanidad: saber que, incluso en la hora más oscura, se puede seguir siendo libre para amar hasta el final.

Cuando Jesús responde «Soy yo», los soldados caen al suelo. Se trata de un pasaje misterioso, ya que esta expresión, en la revelación bíblica, evoca el nombre mismo de Dios: «Yo soy». Jesús revela que la presencia de Dios se manifiesta precisamente allí donde la humanidad experimenta la injusticia, el miedo y la soledad. Precisamente allí, la luz verdadera está dispuesta a brillar sin temor a ser abrumada por el avance de las tinieblas.

En plena noche, cuando todo parece derrumbarse, Jesús muestra que la esperanza cristiana no es evasión, sino decisión. Esta actitud es fruto de una profunda oración en la que no se pide a Dios que nos libre del sufrimiento, sino que nos dé la fuerza para perseverar en el amor, conscientes de que la vida ofrecida libremente por amor nadie nos la puede quitar.

«Si me buscan a mí, dejen que estos se vayan» (Jn 18,8). En el momento de su detención, Jesús no se preocupa por salvarse a sí mismo: solo desea que sus amigos puedan irse libres. Esto demuestra que su sacrificio es un verdadero acto de amor. Jesús se deja capturar y encarcelar por los guardias solo para poder dejar en libertad a sus discípulos.

Jesús vivió cada día de su vida como preparación para este momento dramático y sublime. Por eso, cuando llega, tiene la fuerza de no buscar una vía de escape. Su corazón sabe bien que perder la vida por amor no es un fracaso, sino que posee una misteriosa fecundidad. Como el grano de trigo que, al caer en tierra, no permanece solo, sino que muere y da fruto.

También Jesús se siente turbado ante un camino que parece conducir solo a la muerte y al fin. Pero está igualmente convencido de que solo una vida perdida por amor, al final, se reencuentra. En esto consiste la verdadera esperanza: no en tratar de evitar el dolor, sino en creer que, incluso en el corazón de los sufrimientos más injustos, se esconde la semilla de una nueva vida.

¿Y nosotros? Cuántas veces defendemos nuestra vida, nuestros proyectos, nuestras seguridades, sin darnos cuenta de que, al hacerlo, nos quedamos solos. La lógica del Evangelio es diferente: solo lo que se da florece, solo el amor que se vuelve gratuito puede devolver la confianza incluso allí donde todo parece perdido.

El Evangelio de Marcos también nos habla de un joven que, cuando Jesús es arrestado, huye desnudo (Mc 14,51). Es una imagen enigmática, pero profundamente evocadora. También nosotros, en nuestro intento de seguir a Jesús, vivimos momentos en los que nos vemos sorprendidos y quedamos despojados de nuestras certezas. Son los momentos más difíciles, en los que nos sentimos tentados de abandonar el camino del Evangelio porque el amor nos parece un viaje imposible. Sin embargo, será precisamente un joven, al final del Evangelio, quien anunciará la resurrección a las mujeres, ya no desnudo, sino vestido con una túnica blanca.

Esta es la esperanza de nuestra fe: nuestros pecados y nuestras vacilaciones no impiden que Dios nos perdone y nos devuelva el deseo de retomar nuestro seguimiento, para hacernos capaces de dar la vida por los demás.

Queridos hermanos y hermanas, aprendamos también nosotros a entregarnos a la buena voluntad del Padre, dejando que nuestra vida sea una respuesta al bien recibido. En la vida no es necesario tenerlo todo bajo control. Basta con elegir cada día amar con libertad. Esta es la verdadera esperanza: saber que, incluso en la oscuridad de la prueba, el amor de Dios nos sostiene y hace madurar en nosotros el fruto de la vida eterna.

CATEQUESIS PAPA LEON XIV. JESUCRISTO, NUESTRA ESPERANZA. III. LA PASCUA DE JESÚS. 3. EL PERDÓN. «LOS AMÓ HASTA EL FINAL» (JN 13,2)

Hoy nos detenemos en uno de los gestos más conmovedores y luminosos del Evangelio: el momento en que Jesús, durante la última cena, ofrece el bocado a aquel que está a punto de traicionarlo. No es solo un gesto de compartir, es mucho más: es el último intento del amor por no rendirse.

San Juan, con su profunda sensibilidad espiritual, nos cuenta así ese instante: «Durante la cena, cuando el diablo ya había puesto en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de traicionarlo […] Jesús, sabiendo que había llegado su hora […] los amó hasta el final» (Jn 13,1-2). Amar hasta el final: esta es la clave para comprender el corazón de Cristo. Un amor que no se detiene ante el rechazo, la decepción, ni siquiera la ingratitud.

Jesús conoce la hora, pero no la sufre: la elige. Es Él quien reconoce el momento en que su amor tendrá que pasar por la herida más dolorosa, la de la traición. Y en lugar de retirarse, acusar, defenderse… sigue amando: lava los pies, moja el pan y lo ofrece.

«Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato»(Jn 13,26). Con este gesto sencillo y humilde, Jesús lleva adelante y a fondo su amor. No porque ignore lo que está sucediendo, sino precisamente porque lo ve con claridad. Ha comprendido que la libertad del otro, incluso cuando se extravía en el mal, todavía puede alcanzarse con la luz de un gesto manso. Porque sabe que el verdadero perdón no espera el arrepentimiento, sino que se ofrece primero, como un don gratuito, incluso antes de ser acogido.

Judas, por desgracia, no lo comprende. Después de dar el bocado —dice el Evangelio— «Satanás entró en él» (v. 27). Este pasaje nos impacta: es como si el mal, hasta ese momento oculto, se manifestara después de que el amor mostrara su rostro más desarmado. Y precisamente por eso, hermanos y hermanas, ese bocado es nuestra salvación: porque nos dice que Dios lo hace todo, absolutamente todo, para llegar a nosotros, incluso en el momento en que lo rechazamos.

Es aquí donde el perdón se revela en toda su potencia y manifiesta el rostro concreto de la esperanza. No es olvido, no es debilidad. Es la capacidad de dejar libre al otro, amándolo hasta el final. El amor de Jesús no niega la verdad del dolor, pero no permite que el mal sea la última palabra. Este es el misterio que Jesús realiza por nosotros, en el que también nosotros, a veces, estamos llamados a participar.

Cuántas relaciones se rompen, cuántas historias se complican, cuántas palabras no dichas quedan en el aire. Sin embargo, el Evangelio nos muestra que siempre hay una manera de seguir amando, incluso cuando todo parece irremediablemente comprometido. Perdonar no significa negar el mal, sino impedir que genere más mal. No es decir que no haya pasado nada, sino hacer todo lo posible para que no sea el rencor el que decida el futuro.

Cuando Judas sale de la habitación, «era de noche» (v. 30). Pero inmediatamente después, Jesús dice: «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado» (v. 31). La noche sigue ahí, pero una luz ya ha comenzado a brillar. Y brilla porque Cristo permanece fiel hasta el final, y así su amor es más fuerte que el odio.

Queridos hermanos y hermanas, nosotros también vivimos noches dolorosas y agotadoras. Noches del alma, noches de decepción, noches en las que alguien nos ha herido o traicionado. En esos momentos, la tentación es cerrarnos, protegernos, devolver el golpe. Pero el Señor nos muestra que hay esperanza, que siempre hay otro camino. Nos enseña que se puede ofrecer un bocado incluso a quien nos da la espalda. Que se puede responder con el silencio de la confianza. Y que se puede seguir adelante con dignidad, sin renunciar al amor.

Hoy pedimos la gracia de saber perdonar, incluso cuando no nos sentimos comprendidos, incluso cuando nos sentimos abandonados. Porque es precisamente en esos momentos cuando el amor puede alcanzar su cima. Como nos enseña Jesús, amar significa dejar al otro libre —incluso para traicionar— sin dejar nunca de creer que incluso esa libertad, herida y perdida, puede ser arrancada del engaño de las tinieblas y devuelta a la luz del bien.

Cuando la luz del perdón logra filtrarse entre las grietas más profundas del corazón, comprendemos que nunca es inútil. Aunque el otro no lo acoja, aunque parezca vano, el perdón libera a quien lo ofrece: disuelve el resentimiento, devuelve la paz, nos devuelve a nosotros mismos.

Jesús, con el sencillo gesto de ofrecer el pan, muestra que toda traición puede convertirse en una oportunidad de salvación, si se elige como espacio para un amor más grande. No cede ante el mal, sino que lo vence con el bien, impidiendo que apague lo que hay de más verdadero en nosotros: la capacidad de amar.

Fuente: The Holy See

LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ

El 13 de septiembre del año 335 se dedicó en Jerusalén la iglesia de la Resurrección y del Martyrium. Al día siguiente, en una solemne ceremonia, se expuso la cruz que la emperatriz Helena había encontrado el 14 de septiembre de 320. En el año 614, Cosroe II, rey de los persas, declara la guerra al imperio bizantino. Tras ocupar Jerusalén, se llevó, entre sus tesoros, la Cruz de Jesús. El emperador Heraclio propuso la paz a Cosroe, pero éste rechazó la oferta. Ante la negativa, Heraclio le hizo la guerra, y en el año 627 venció la batalla de Nínive. Tras la caída de Cosroe, Heraclio exigió a su sucesor la devolución de la Cruz, que regresó así a Jerusalén. En este día no se exalta la crueldad de la Cruz, sino el Amor que Dios manifestó a los hombres al aceptar morir en la Cruz: «Aunque era Dios, Cristo se humilló haciéndose siervo. Esta es la gloria de la Cruz de Jesús» (Papa Francisco).

Del Evangelio según san Juan

«Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él» (Jn 3-13-17).

Confiar en Dios

“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”, escribió Benedicto XVI en su Encíclica Deus Caritas est. El Evangelio que la liturgia nos ofrece en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz muestra que Dios quiere construir una relación de amor con cada persona: se ofrece en su Hijo Jesús, elevado en la Cruz.

Levantar los ojos hacia Dios sugiere una verdad importante: estamos invitados a relacionarnos con Él. Hay que dejar de encerrarse en uno mismo alimentando inútiles sentimientos de culpa y olvidando que «si el corazón nos condena, Dios es más grande que nuestro corazón» (1 Jn 3,19). Hemos de levantar la mirada hacia las estrellas (cfr. Abraham y la promesa de una gran descendencia, Gn 15, 5), aprendiendo a poner todas las preocupaciones en manos de Dios.

Asombro y gratitud

Levantar la mirada no debe suscitar miedo sino gratitud, porque la Cruz es la medida del amor con que Dios ama a sus hijos. Es la Misericordia de Dios la que -como en el caso de Nicodemo- ilumina las noches de la vida y permite continuar el camino.

Ante la Cruz no hay neutralidad

Ante la Cruz de Jesús no se puede permanecer neutral: o con Él o contra Él. Es una elección que debe hacerse antes de cualquier acción, porque el obrar del cristiano no es otra cosa que el testimonio de lo mucho que Dios nos ha amado, hasta el punto de entregar a su Hijo Jesús.

Oraciones

Dios altísimo y glorioso,

Ilumina las tinieblas de mi corazón.

Y dame fe recta,

esperanza cierta y caridad perfecta,

sabiduría y conocimiento, oh Señor,

Para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento. Amén.

(Oración de San Francisco ante el Crucifijo de San Damián)

Te adoramos,

Señor Jesucristo,

aquí y en todas tus iglesias

que hay en todo el mundo

y te bendecimos,

porque por tu santa cruz

has redimido el mundo.

(San Francisco de Asís)

Fuente: Vatican News

MARISA GARCÍA-MERITA: «LOS JÓVENES CONSTRUYEN UNA SOCIEDAD QUE NO ES PARA CUANDO ELLOS SEAN MAYORES»

Marisa García-Merita ha sido nombrada recientemente presidenta del Consejo Valenciano de Personas Mayores, un órgano consultivo y asesor de la Generalitat Valenciana adscrito a la Consejería de Bienestar Social. Psicóloga, Catedrática emérita de la Universidad de Valencia, ha ocupado algunos puestos de importante responsabilidad política, como directora general de Servicios Sociales, se trata de la primera mujer en ocupar este puesto.

Hemos hablado con ella del papel del Consejo Valenciano de Personas Mayores sobre el papel de este organismo en la lucha contra el edadismo, sus áreas de actuación y los retos que se ha marcado para los próximos seis años.

PREGUNTA.- ¿Qué es el Consejo Valenciano de Personas Mayores?

RESPUESTA.- El Consejo se creó por ley hace ya 20 años aproximadamente, es un organismo colegiado que se renueva cada seis años, para desligarlo del ciclo político. Está compuesto por 22 vocales en total que vienen de todas las entidades importantes que representan a la personas mayores, desde residencias privadas, sindicatos con agrupaciones de mayores, la Federación Valenciana de Municipios, usuarios de residencias. Cuatro son elegidos por la Consellería de Asuntos Sociales.

P.- Se trata de conseguir una representatividad muy amplia, desde todos los ámbitos

R.-Así es, entidades, fundaciones, federaciones, asociaciones, etc, que sean representativas de los mayores en la Comunidad Valenciana

P.- ¿Qué hace y qué objetivos tiene?

R.- Se crea con el objetivo de asesorar al Gobierno valenciano, a la Dirección General de Mayores, principalmente, pero no sólo a este organismo, puesto que los asuntos que atañen a los mayores son transversales, por ejemplo, habrá ámbitos en los que el asesoramiento sea a Sanidad… en fin, en todo lo que tenga que ver con los mayores, sea del ámbito que sea.

También es un órgano consultivo, cuando va a salir una norma, un decreto o una ley, nos convocan, nos consultan y nos hacen partícipes. Esa es la función, digamos, más oficial.

P.- ¿Hay otras funciones… digamos, menos oficiales?

R.- Sí, nosotros por nuestra cuenta también encargamos estudios, y trabajamos por hacernos visibles, a los mayores. Queremos ser como los oídos y la voz de los mayores, porque las personas mayores, en muchas ocasiones, no tienen la capacidad para dirigirse directamente a un conveler, pero nosotros sí. Por eso nosotros estamos vigilantes de muchas situaciones… con las administraciones, pero también con las empresas, como el caso de Carlos San Juan y la banca. Nosotros también nos dirigimos a las empresas. Por eso decía que queremos ser la voz y los oídos de los mayores, y darles asesoramiento, porque hay cosas que parecen muy insignificantes, pero para algunas personas son importantes, cómo pedir una ayuda, cómo calarse con ya página web…

P.- Llevas poco tiempo al frente de este organismo. ¿Cómo lo asumes, qué objetivos te has marcado?

R.- Si, llevo poco tiempo. Por supuesto tengo ideas nuevas, y una de las cosas que pretendo es, quizá estar en menos sitios pero ser más eficaces. Es que creo que incluso mucha gente no sabe de la existencia de este Consejo Valenciano de Personas Mayores, me he dado cuente de que incluso entre las consellerías, hay gente que no conoce el organismo.

Y, oye, que yo soy nueva, pero el organismo no, que tiene 20 años, no puede ser que se nos conozca. Así que quiero llevar el Consejo a diferentes lugares, presentarnos, para que se nos conozca.

P.- El colectivo al que representáis no es nada desdeñable, ¿a cuántas personas representáis?

R.- Efectivamente, por eso tienen que escucharnos, tienen que escuchar la voz de los mayores, a fin de cuentas representamos a más o menos un millón de personas en la Comunidad Valenciana, y eso es mucho.

Ahora tenemos prevista una una entrevista que le hemos pedido al conseller de sanidad. Queremos proponerle que el cribado de las personas mayores se alargue. Es decir, no puede ser que las mamografías a partir de los 60 años ya no se hagan. En toda Europa se hacen, por lo menos hasta los 70, a veces más.

P.- Representáis a un colectivo numeroso… y cada día lo será más

R.- Así es. Fíjate, es una especie de contrasentido que le veo yo a la a la sociedad. Todo el mundo sabe lo que es el edadismo, la brecha digital, que hay marginación, cosificación, infantilización… Pero yo creo que no nos paramos a reflexionar en que los jóvenes están construyendo una sociedad que no es para cuando ellos sean mayores, es como si ellos no fuesen a ser mayores. Y no se dan cuenta de que llegarán, que también ellos se convertirán en mayores.

P.- ¿Echas en falta un entorno más amigable para los mayores?

R.- Lo lógico sería crear una sociedad que fuese amable con todos sus ciudadanos y que tuviese en cuenta, por supuesto, a todos, y también a los mayores, que es a lo que van a ser todas las personas, si llegan. Y creo que todavía no hay conciencia de eso. No creo que esto ocurra con mala intención, no tienen mala intención los jóvenes, no tienen mala intención las empresas, pero no tienen en cuenta a los mayores ni sus valores. Si los valores de los mayores no tienen sentido, la sociedad se dirige al sinsentido, ¿no?.

P.- Pues cambiar eso… si que es una labor titánica

R.- Si, aunque se poco a poco, queremos ir creando conciencia, también entre la gente mayor, porque a veces se produce una automarginación. Muchas personas mayores incluso se sienten culpables por estar vivas, porque son una carga para sus hijos, porque se sienten una molestia…

P.- Hay personas que sufren porque se sienten inútiles, ¿verdad?

R.- Si, pero fíjate. Las cosas son útiles o inútiles, pero las personas no son cosas, no son utensilios. Las personas lo que tienen es dignidad. Desgraciadamente estamos en una sociedad muy utilitarista.

P.- Hemos hablado del papel del Consejo… como órgano consultivo. Pero la pregunta es, ¿os hacen caso? ¿Os sentís escuchados?

R.- A ver, yo llevo poco tiempo, pero tengo la sensación de que muy escuchados, muy escuchados, no. Creo que nosotros, por nuestra parte, nos tenemos que hacer escuchar más, darnos a conocer más. Tengo la sensación de que piensan que somos un organismo que reúne a las personas mayores, pero no creen que que se muy interesante lo que podamos aportar. Con la salvedad de nuestra Consellería, que sí nos valora muy bien.

La experiencia acumulada a través de los años sí que sirve, y mucho. Sobre todo cuando llega de personas que todas venimos de áreas específicas… en mi caso, por ejemplo, soy catedrática emérita de psicología, he sido directora general de servicios sociales. Es decir que cuando damos opiniones no son ocurrencias. Cada vocal tiene una especialización en un área determinada.

P.- ¿Qué papel ha jugado el Consejo Valenciano de Personas Mayores tras la DANA? Supongo que este asunto os habrá ocupado de forma especial, por la situación en que dejó la catástrofe a muchas personas mayores.

R.- Si, si, claro, hemos estado muy volcados y lo seguimos estando. Dejamos pasar un tiempo prudencial, pero enseguida tuvimos reuniones con las autoridades encargadas de la reconstrucción para llevarles nuestras sugerencias. Una de ellas, por ejemplo, fue la petición de dar prioridad a la reparación de ascensores, pero con urgencia, evitando burocracias que alarguen los procesos, porque hay personas mayores que sin ascensor no pueden moverse de su casa, y no podemos permitir que la gente sufra por la burocracia. Pedimos que se fijara un listado prioritario de ascensores, y arreglar allí donde haya una persona discapacitada, o una persona mayor con movilidad reducida.

Las situaciones de desesperanza desencadenan depresiones muy severas. Yo lo he visto como psicóloga, cuando una persona evalúa qué no tiene ninguna opción, ninguna posibilidad de solucionar un tema vital, se abandona, se deja morir.

Gracias a que somos un organismo independiente, este tipo de cosas, tenemos la opción de decir las cosas molesten a quien molesten.

P.- Tenéis muchos asuntos que abordar, muchos frentes abiertos… edadismo, brecha digital, soledad no deseada, dependencia, cuidados. Personalmente, ¿qué es lo que a tí más te preocupa?

R.- Pues mira, me preocupa muy especialmente la brecha digital, esos adelantos tecnológicos que dejan a muchas personas mayores inutilizadas. Ya no hablo de la inteligencia artificial, hablo de cosas más básicas y simples, como que haya cosas y gestiones que ya solo se puedan hacer a través de internet. Es gravísimo. Dile a muchas personas mayores que para pedir la ayuda a la dependencia entren en internet, requieren certificado, o autenticación vía SMS, pinchar en se cuántos links… y quizá no tiene siquiera ordenador.

Por eso hace poco, cuando lanzaron la idea de hacer un carné de identidad digital dije que esto ya no se podía consentir. Eso de llevar el carnet dentro del teléfono, nada. Ahora los teléfonos son complicadísimos… yo, que no tengo problemas con la tecnología creo que no le debo sacar ni el 50% de las posibilidades, porque la mayoría de las cosas no se usarlas.

P.- La brecha digital no solo excluye a quienes no tienen habilidades digitales, también a quienes tienen menos recursos. Con pensiones mínimas, es difícil acceder a la tecnología, los dispositivos, fibra en casa…

R.- Fíjate, ahí, incluso afecta a los viajes del IMSERSO. Tienen plazas limitadas, y lo suyo sería que tuvieran prioridad quienes tengan menos recursos. Pues no, consiguen plaza quienes tienen más recursos porque son quienes o bien contratan a un gestor, o quienes tienen ordenador o smartphone que pueden estar a las doce de la noche, cuando se abre el plazo, reservando el destino que quieren.

P.-Por no dar una visión extremadamente negativa o pesimista, busquemos datos que inviten al optimismo. ¿En qué aspectos relacionados con los mayores estamos hoy mejor que ayer?¿En qué puntos hemos mejorado?

R.- Evidentemente estamos muchísimo mejor que hace años. Hemos mejorado, por ejemplo, en la calidad de las residencias, hemos pasado de los asilos a residencias de calidad en las que se atiende bien a las personas. Hacen falta cosas, y mejorar aspectos, desde luego que sí, el avance es enorme. Y luego también han mejorado los servicios para retrasar ese paso a la residencia, en los centros de día, en las ayudas a domicilio. Porque una persona, cuanto más tarde en entrar en una residencia, mejor.

Antes existían los hogares del jubilado, donde se bailaba o se jugaba al mus, ahora hay centros para mayores fabulosos donde se trabaja la calidad de vida, el estilo de vida saludable, con programas muy interesantes, con cursos  de todo tipo y con una parte asistencial también muy completa.

Insisto en que faltan muchas cosas, hacen falta más recursos, pero las mejoras son innegables.

P.- Te he leído decir que en las residencias hay que fomentar el buen trato a los mayores, y a los trabajadores, ¿a qué te refieres?

R.- Cuando digo buen trato a los mayores, no me refiero a que no haya maltrato a las personas. Eso, por descontado. Me refiero a que los profesionales tengan una formación específica para tratar a personas mayores, para comunicarse bien con ellos, aunque sufran alguna demencia, para no infantilizarles… en detalles tan sencillos como no mover o manipular a una persona que va en silla de ruedas sin antes decirle que la vas a mover. Esto hay residencias que lo están incorporando y lo están haciendo muy bien.

Y luego hay que pensar en los trabajadores, yo muchas veces digo que son héroes porque es un trabajo duro, física y emocionalmente, y muchas veces están sobrecargados porque falta gente. Es imprescindible que los salarios mejoren y que se equiparen sus condiciones con las que tendrían si trabajan en sanidad, es la manera de retenerles.

Beatriz Torija para 65 y mas

JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y DE LOS MAYORES 2025 EN BURGOS

El pasado domingo día 27, y siguiendo las directrices de nuestro Vicario de pastoral, desde el Secretariado para la Pastoral de las Personas Mayores, se prepararon y realizaron los actos para la celebración del 5º día de los Abuelos y Mayores.

 Se prepararon dos actos, uno en la Parroquia de La Anunciación de la Santísima Virgen en Burgos capital, organizado por el secretariado diocesano para la pastoral con las personas mayores y el otro en la Parroquia de San Facundo y San Primitivo en Las Quintanillas, organizado por el Programa de Mayores de Cáritas diocesana.

Esta fiesta instituida por el papa Francisco, ha sido convocada por el papa León XIV este año bajo el lema “Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza” 

La celebración de la Eucaristía en Burgos la celebramos solemnemente en la misa de parroquial de la una, presidida por el párroco Don Jesús. La iglesia a rebosar de fieles, con los laterales y el claustro a rebosar

Iniciamos la ceremonia con una monición de entrada que nos recordó, que nos habíamos reunido para celebrar el día del Señor, el cual nos enseñaba a orar y a hacerlo con insistencia y que orar es mirar a nuestro Dios con amor y agradecimiento. También a reconocer que los abuelos y personas mayores nos han enseñado las mejores lecciones de la vida y pedirle al Señor que les bendiga y guarde en estos años apacibles de la ancianidad.

En la homilía, Don Jesús, destaco y desarrolló varios de los puntos tratados por el Papa León en su mensaje y resalto la gran labor que está haciendo el grupo de Vida Ascendente en referencia a los consejos y directrices que nos da el papa en su mensaje. Hizo una invitación especial a los mayores, y a los no tan mayores, para conocer el movimiento basado en tres pilares: Espiritualidad, Apostolado y Amistad que se desarrollan plenamente en sus reuniones semanales.

En el ofertorio se ofrecieron junto con el pan y el vino, el cartel de la Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores, dando gracias al Papa León por su precioso mensaje; una cesta de cerezas en las que estaban representados los trabajos y alegrías de nuestra vida y por último un centro de flores que simbolizan lo vello y bonito de la vida.

En la postcomunión, rezamos la oración compuesta por el Papa León para este día y que junto al mensaje del Papa habíamos preparado en un libreto que dimos a la entrada, junto con un marcapáginas que había preparado la responsable de Cáritas.

Al finalizar la Eucaristía, en el claustro, un profesor de música nos deleitó con un recital de música de nuestra juventud, tocada con un acordeón mientras degustábamos las cerezas ofrecidas. Incluso hubo parejas que se animaron a bailar.

En Miranda de Ebro, los grupos de Vida Ascendente, también animaron y celebraron la jornada de los Mayores con una Eucaristía.

Al final todo resultó muy entrañable.

Amelia Díez Reoyo

Presidente de Burgos

PLAN RUT: DE LA INCERTIDUMBRE A FICHAR DE GOLPE A 60 VOLUNTARIOS

El Plan Rut es una de las iniciativas de mayor crecimiento para visitar ancianos en residencias. Tras extenderse rápidamente por la diócesis de Getafe, ahora se prepara para llegar a la archidiócesis de Madrid

Mientras Álvaro Medina se dirigía al local de Parla en el que había convocado a los potenciales y aún desconocidos voluntarios de su iniciativa, en 2024, «iba con incertidumbre y me decía: “Señor, si no viene nadie, dime que eche redes en otro sitio”». Nada más lejos de la realidad, el lugar elegido «se llenó». Él y otros organizadores ofrecieron a los curiosos unos cursos de formación, «60 personas se inscribieron y nació el Plan Rut», como ya anunció Alfa y Omega. Su objetivo: «Formar una nueva familia para acompañar» a los usuarios de residencias a los que nadie visitaba nunca jamás. «Eran personas que habían perdido ese círculo familiar porque sus parientes habían muerto, vivían lejos o directamente los habían aparcado allí», recuerda con crudeza.

Este vecino de Parla nos cuenta que decidió el nombre del proyecto gracias a la carta que el Papa Francisco escribió para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores del año pasado. Estaba centrada en el libro de Rut, quien se empeñó en no dejar sola a la anciana Noemí después de que enviudara. Así, decidió que Plan Rut era un título con fuerza y diseñó una estrategia junto a la Delegación Diocesana de Pastoral de los Mayores de la diócesis de Getafe.

En medio año se han extendido rápidamente por tres residencias de Parla, una de ellas dependiente de la Comunidad de Madrid, lo que les abrió la puerta al resto de la región. «La acogida ha sido fascinante», añade Medina. Para el curso que viene aspiran a implantarse en Aranjuez, Valdemoro, Getafe, Alcorcón y San Martín de Valdeiglesias. Y en la archidiócesis de Madrid, pues Medina está participando en las reuniones de su Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores.

Medina reivindica que «los ancianos son nuestros hermanos mayores y están viviendo una soledad lamentable, que no es culpa de las residencias» pero necesita igualmente una solución. Su aportación es que «dos voluntarios visitan a cada usuario». Van en parejas para que, en el caso de que le surja algún imprevisto a alguno de sus miembros, «nunca se interrumpa esa relación semanal».

El Plan Rut ni es de evangelización ni se exigen convicciones religiosas a sus participantes, pero «sí es verdad que nace del espíritu cristiano y ese ánimo que nos lleva a abrazar a quien está en necesidad». También tienen un encuentro mensual «en el que hablar, preguntar y manifestar sus inquietudes» para que los voluntarios se aligeren entre sí las cargas que a veces implica cuidar. Y, aunque Medina está jubilado, reivindica que «aquí hay mucha sensibilidad por los mayores y hay gente de todas las edades, desde los 20 hasta los 70 años».

Trabajo transversal

Alberto Guirao, consiliario de Vida Ascendente de Madrid, considera esta iniciativa «muy importante porque hay personas que no reciben a nadie y así pueden crear lazos de afectividad». Y revela que, con una inspiración similar, desde sus comunidades se están expandiendo con éxito por numerosas residencias, lo que «es muy interesante porque algunas no tienen capellán y así» quienes viven en ellas «pueden reunirse con un grupo que los ayuda a acercarse a Dios». El grueso son usuarios del propio centro, pero en ocasiones se incorporan visitantes. Entre estas residencias y las parroquias de Madrid, durante este año Vida Ascendente ha visto nacer 14 nuevos grupos.

Por su parte, María Bazal, delegada de Familia y Vida de la archidiócesis madrileña, recalca que «es muy de agradecer el espacio conjunto de trabajo que se ha formado» a raíz del relanzamiento de la Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores. «El año pasado el cardenal Cobo ya nos pidió trabajar de manera transversal entre delegaciones», explica. En cuanto a la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores del próximo domingo, adelanta que entre los participantes en la catedral de la Almudena habrá también ancianos de las residencias  de las hermanitas de los Pobres de Doctor Esquerdo, de las hermanitas de los Ancianos Desamparados de Carabanchel y de la Fundación Residencia Santa Lucía, que gestiona Cáritas.

Rodrigo Moreno Quicios 26 de Julio de 2025

Para Alfa y Omega