LA VIRGEN DEL ROSARIO: SANTO DOMINGO BUSCA LAS OVEJAS PERDIDAS

La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como consecuencia, para los albingenses, todo lo material es malo. El cuerpo es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por consiguiente, Jesús no es Dios.

También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También habían factores políticos envueltos.

Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.

La Virgen acude en ayuda de Santo Domingo de Guzmán

La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito por que muchos albingenses volvieron a la fe católica.

Lamentablemente la situación entre albingences y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.

Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.

Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano:

1.-Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.

 2.-Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.

 3.-El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.

 4.-El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.

 5.-El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.

 6.-El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.

 7.-Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.

 8.-Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.

 9.-Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.

 10.-Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.

 11.-Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.

 12.-Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.

 13.-He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.

 14.-Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.

 15.- La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.

Europa y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción. Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero, humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los musulmanes se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán. Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos, Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se comienza a propagar en el nuevo continente!.

La batalla de Lepanto

En la época del Papa Pío V (1566 – 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero se le hizo poco caso. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en tamaño. Se jugaba el todo por el todo. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el santo rosario con devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

En Roma, el Papa se hallaban recitando el rosario en tanto se había logrado la decisiva y milagrosa victoria para los cristianos. El poder de los turcos en el mar se había disuelto para siempre. El Papa salió de su capilla y, guiado por una inspiración, anunció con mucha calma que la Santísima Virgen había otorgado la victoria. Semanas mas tarde llegó el mensaje de la victoria de parte de Don Juan, quién. desde un principio, le atribuyó el triunfo de su flota a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de «Auxilio de los Cristianos». Más adelante, el Papa Gregorio III cambió la fiesta a la Nuestra Señora del Rosario.

Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad toda Europa se hacia muy vulnerable. El emperador puso su esperanza en Nuestra Señora del Rosario. Hubo gran lucha y derramamiento de sangre y la ciudad parecía perdida. El alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, conduciendo un ejército de rescate, derrotó a los turcos.

La batalla de Temevar

Los turcos padecieron otra gran derrota en manos del Príncipe Eugenio de Saboya, comandante de los ejércitos cristianos, en Temesvar (en la Rumania moderna), el 5 de agosto de 1716, en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.

Excelencia del Rosario

A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.

Dijo Nuestro Señor: «Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18:20). El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia.

El Papa dominico, San Pío V (1566 – 1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo rosario. Muchos Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han propagado con profunda convicción y confianza.

Su Santidad León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de «Reina del Santísimo Rosario» en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de «El Papa del Rosario»

Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario.

Su Santidad Juan Pablo II nos insistía en el rezo del Santo Rosario. Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la fe. Nada mas importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez mas por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo.

Un gran apóstol del rosario en familia es el Padre Patrick Peyton, quién llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College, Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de gracias a María Santísima por la restauración de su salud. De una forma maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema: «La familia que reza unida, permanece unida».

Recomendado por la Virgen en diversas apariciones

A la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de «La Señora del Rosario».

 Fuente: Corazones.org

SAVONAROLA: LOS HOMBRES TE CREEN RÍGIDO Y SEVERO

Sigo ofreciendo algún fragmento de la meditación de Jerónimo Savonarola a la que me referí en un post anterior. Por una parte, el dominico afirma que pecar es amar a la criatura por sí misma. Por otra, crítica a los hombres que creen en un Dios rígido y severo, quizás para justificar de esta forma su severidad, olvidando eso de que con la medida con que juzguemos a los demás seremos juzgados nosotros:

“Contra Ti sólo he pecado, precisamente porque me has mandado que te ame a Ti por Ti mismo y que refiera a Ti el amor de las criaturas y yo he amado más a la criatura que a Ti, al amarla por sí misma. ¿Qué es pecar sino amar a la criatura por sí misma? ¿Y qué es esto sino obrar contra Ti? El que ama a la criatura por sí misma, convierte a la criatura en su Dios. Por eso yo he pecado contra Ti, porque he convertido en mi dios a la Criatura…

¿Lejos de tu espíritu, adónde iré? ¿Adónde huiré de tu rostro? ¿Qué haré? ¿Adónde volverme? ¿Qué defensor encontraré? ¿A quién puedo suplicar sino a Ti, Dios mío? ¿Quién tan bueno? ¿Quién tan piadoso? ¿Quién tan misericordioso como el que salva incomprensiblemente por su piedad a todas las criaturas? Tener piedad y perdonar, es propio de Ti, que manifiestas todo tu poder perdonando y teniendo misericordia. Confieso, Señor, que he pecado contra Ti y he hecho el mal delante de Ti. Ten piedad de mí y manifiesta en mí tu omnipotencia para que se cumplan tus palabras. Tú has dicho: ‘no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a la penitencia’. Justifícame, Señor por tus palabras, llámame, recíbeme, dame obrar frutos dignos de penitencia: por eso has sido crucificado, por eso has sido muerto y sepultado”.

Refiriéndose a sí mismo dice: “Muchos dicen: Dios lo ha abandonado”. Y añade, dirigiéndose a Dios: “Vence, Señor, a los que hablan así de Ti, no me abandones nunca. Dame tu misericordia, tu salvación y ya están vencidos… Dicen que no tendrás piedad de mí, que me arrojarás de tu presencia, que no me acogerás nunca. Así te juzgan los hombres, así hablan de Ti los hombres; éstos son sus juicios. Pero Tú, piadoso, Tú, misericordioso, ten piedad de mí y vence sus juicios: muestra en mí tu misericordia, alabada sea tu piedad. Haz de mí uno de los vasos de tu misericordia… Los hombres te creen rígido y severo: véncelos con tu piedad y tu dulzura para que aprendan ellos a tener piedad de los pecadores y se encaminen los que delinquen a la penitencia, viendo en mí tu piedad y tu misericordia”.

Martin Gelabert. Blog Nihil Obstat

INAUGURACIÓN CURSO 2024-2025 DIÓCESIS DE ALCALÁ

El día 20 de septiembre nuestro Movimiento de la diócesis de Alcalá de Henares inauguró el curso 2024-2025.

El marco fue el Monasterio de San Bernardo, conocido popularmente como de las Bernardas, con la asistencia de un nutrido número de miembros, para dar gracias a Dios por este nuevo curso que comenzamos, con la mirada puesta en la esperanza para robustecer nuestra fe y nuestra caridad, llevando a los demás este mensaje.

Nos acompañó en el acto nuestro Presidente Nacional Don Jaime Tamarit.

Presidió la Eucaristía el Consiliario General Don Ignacio Figueroa Seco, también Rector de dicha Iglesia.

La Homilía estuvo centrada en la esperanza y con referencia al jubileo 2025, que bajo el lema” Peregrinos de la Esperanza” ha convocado el Papa Francisco.

Somos peregrinos de esperanza porque tendemos a un futuro mejor y nos comprometemos a construirlo a lo largo de un caminar para descubrir el amor de Dios, que se nos va haciendo presente.

Seguimos nuestra peregrinación en este curso y siempre para un futuro mejor.

La virtud de la esperanza es hermosa y nos da fuerza para caminar en la vida.

Finalizó el acto con la foto de grupo, intercambio de saludos y con ilusión y optimismo iniciamos este nuevo curso en cada uno de los grupos.

INICIO DE CURSO EN JAÉN

En torno a unas 120 personas de toda la Diócesis, miembros y amigos de Vida Ascendente, nos hemos reunido para la Apertura del Curso pastoral en la parroquia de Cristo Rey de Jaén, el 19 de septiembre.

Como otros años, el acto comenzó con la acogida en el Templo para, a continuación, celebrar la Santa Misa, presidida por nuestro consiliario diocesano, D. Facundo López Sanjuán, Delegado para la Pastoral del Mayor y concelebrada por D. Ángel Sánchez y por D. Antonio Lozano, consiliarios de los grupos de Andújar y Los Villares de Jaén.

La Misa ha sido una profunda acción de gracias a Dios por todas sus bendiciones y un empujón en la puesta en marcha de los grupos para afrontar este año con nuevos retos y proyectos.

Tras la celebración de la Santa Misa, hemos tenido la Asamblea de apertura del curso, donde la Presidenta, María Dolores Núñez, dando las gracias a todos los asistentes por su constancia y su presencia, y agradeciendo la presencia de los grupos nuevos que el año pasado se fundaron, ha comunicado a todos el itinerario y los proyectos que se ha marcado la Comisión Diocesana para este curso como reforzar algunos grupos de nuestra Diócesis; la creación de grupos nuevos;  hacer presente los grupos de Vida Ascendente y la presencia de la Pastoral del Mayor en las residencias de ancianos; y presentar el movimiento a los sacerdotes que no conocen el movimiento. También se ha presentado la Peregrinación para ganar el jubileo en Roma que se llevara a cabo desde la Delegación de la pastoral del Mayor en los días 30, 31, 1 y 2 de junio. Aquellos que no puedan acudir a Roma podrán ganar el jubileo en nuestra Diócesis el 12 de junio en la Catedral de Jaén.

También, ha animado a todos a que participemos en las Jornadas de formación que se llevarán a cabo en Málaga y Guadix.

Seguidamente, el Consiliario ha presentado, como en años anteriores, el material con el que van a trabajar los grupos en su reuniones parroquiales y se ha procedido al reparto de los guiones que desde la Comisión nacional nos mandan, este año el guion lleva por título «La hora de los mayores».

Desde la Comisión Diocesana damos las gracias a todos los asistentes por haber acudido, y por la ilusión y el trabajo que se pone en todos los más de cincuenta grupos repartidos por toda la Diócesis.

✍Comisión Diocesana de Vida Ascendente

EL PODER TRANSFORMADOR DEL SANTO ROSARIO: UN CAMINO DE GRACIA Y REDENCIÓN BAJO EL MANTO DE MARÍA SANTÍSIMA

Hoy, segundo día de la novena a la advocación mariana como Nuestra Señora del Rosario, Patrona de mi localidad natal Guardamar del Segura y Patrona de mi localidad de residencia, Rafal, ambas localidades de la provincia de Alicante, deseo participaros el siguiente texto en referencia a lo que significa en nuestras vidas la práctica del rezo del santo rosario y lo hago en primera persona, ya que relato todos los beneficios que he ido obteniendo a lo largo de los años pasados y a partir de que adopté la práctica de este rezo y que espero

En la intimidad del rezo del Santo Rosario, hay un misterio profundo, una fuerza que nos envuelve y nos guía hacia la paz, la sanación y la transformación interior. Puedo decir con absoluta certeza que desde el momento en que adopté esta práctica diaria, bajo la tierna mirada de la Virgen Santísima del Rosario y María Auxiliadora, mi vida cambió de manera inimaginable. No soy la misma persona; he sido renovado, no solo en el espíritu, sino también en cuerpo y alma. España, tierra bendecida bajo el manto protector de María, sabe bien que no en vano la llaman «Tierra de María», porque aquí sentimos de manera viva la presencia de la Madre de Dios, la madre de Cristo, que nos toma de la mano y nos conduce al encuentro pleno con su Hijo.

El rezo diario del Santo Rosario no es simplemente una repetición de oraciones. Es un diálogo profundo con el cielo, una escuela de santidad, una meditación sobre los misterios de la vida de Cristo y de su Madre. Cada Ave María es una rosa que ofrendamos a nuestra Reina, y a su vez, ella nos cubre con su manto lleno de gracia y protección. Me he dado cuenta, al sumergirme en esta práctica, que la Virgen María, bajo sus múltiples advocaciones, especialmente como Nuestra Señora del Rosario y María Auxiliadora, siempre está presente para llevar nuestras peticiones al corazón de su Hijo.

Los beneficios espirituales: Una transformación del alma

El Santo Rosario no es solo un ejercicio de devoción; es una fuente viva de gracias que transforma nuestra alma. Cada día que lo rezo, siento que mi espíritu se va fortaleciendo, que las sombras que me rodean se disipan y que una luz interior crece en mí. El Rosario me enseña a contemplar la vida de Cristo desde los ojos de María, a ver el mundo con una mirada llena de compasión, misericordia y esperanza. Mi relación con Dios se ha hecho más íntima, más real, más tangible.

En cada misterio, ya sea gozoso, doloroso, luminoso o glorioso, descubro una nueva lección para mi vida espiritual. A través de esta práctica, he aprendido a confiar más profundamente en la voluntad divina, a aceptar con serenidad las pruebas de la vida, sabiendo que siempre están acompañadas por el consuelo de nuestra Madre celestial. En María, encuentro la intercesión perfecta, el refugio seguro que nunca me falla.

Los beneficios para el cuerpo: Sanación y paz

Pero el Rosario no solo cura el alma. He experimentado, en carne propia, los beneficios físicos que esta oración puede traer. En los momentos de mayor ansiedad, estrés o enfermedad, cuando he sentido que mi cuerpo no podía más, el Rosario ha sido mi medicina. Hay un poder sanador en esta oración que es difícil de explicar con palabras. Es como si, al pronunciar cada Ave María, una paz descendiera sobre mi cuerpo, relajando cada músculo, calmando cada nervio, restaurando mi energía.

Muchas personas han encontrado alivio físico a través de la práctica del Santo Rosario, especialmente cuando lo rezan con fe y devoción. He conocido testimonios de sanaciones milagrosas, de personas que, enfrentadas a enfermedades graves, han experimentado una mejoría inexplicable después de haber confiado su salud a la intercesión de la Virgen. Yo mismo he sentido esa protección, ese consuelo físico y emocional que solo María puede ofrecer.

La vida bajo el amparo de María: Una transformación completa

Cuando tomamos la decisión de consagrarnos a la Virgen del Rosario, nuestras vidas comienzan a transformarse. María no nos deja igual. Ella nos toma de la mano, como una madre amorosa, y nos guía paso a paso hacia la plenitud de la vida en Cristo. Bajo su manto, aprendemos a vivir con humildad, con pureza de corazón, con una alegría que nace de saber que estamos protegidos por su amor incondicional.

Aquellas personas que han adoptado la práctica del Rosario diario comienzan a experimentar una serie de bendiciones que no pueden ser atribuidas al azar. La paz interior que inunda sus corazones es solo el principio. Comienzan a tomar decisiones más sabias, a enfrentar las dificultades con mayor fortaleza, a perdonar con más facilidad, a amar sin reservas. La Virgen transforma nuestras relaciones, nuestros trabajos, nuestros problemas, porque cuando la tenemos a ella como intercesora, todo lo que hacemos está impregnado de su amor y su luz.

La vida de aquellos que rezan el Rosario con devoción está marcada por una serie de frutos espirituales y temporales. Se fortalece la fe, se agudiza la esperanza y se enciende el fuego del amor hacia Dios y el prójimo. Además, María Auxiliadora, como su nombre lo indica, siempre está dispuesta a socorrernos en nuestras necesidades más urgentes. Su intercesión maternal nos abre puertas que parecían cerradas, nos ofrece soluciones a problemas que parecían irresolubles, y nos llena de una paz que supera todo entendimiento.

Testimonio de transformación: Un cuerpo y un alma renovados

Yo soy testigo directo de todos estos beneficios. Antes de integrar el rezo del Santo Rosario en mi vida diaria, había una inquietud en mi corazón, una especie de vacío que ninguna otra actividad podía llenar. Sin embargo, al comenzar esta práctica con humildad y constancia, todo en mí comenzó a cambiar. Mi fe se profundizó, mis relaciones se sanaron, mi perspectiva sobre la vida se iluminó con una nueva esperanza.

No solo experimenté cambios a nivel espiritual, sino también físico. Mis noches de insomnio y ansiedad comenzaron a desvanecerse; mi cuerpo, antes cansado y abatido, recuperó una vitalidad que creía perdida. No digo que el Rosario sea una fórmula mágica, pero ciertamente es un camino de gracia que, cuando se recorre con fe, tiene el poder de transformar cada aspecto de nuestra existencia.

Conclusión: Un llamado a la devoción diaria

Invito a todos aquellos que aún no han descubierto los tesoros del Santo Rosario a que comiencen hoy mismo esta práctica bendita. Bajo la advocación de la Virgen Santísima del Rosario y María Auxiliadora, descubrirán un refugio seguro, una escuela de santidad, y una fuente inagotable de paz y gracia. Nuestras vidas cambian cuando hacemos de María nuestra Madre y Guía, y ella nos conduce, sin duda alguna, hacia el Corazón Sagrado de Jesús.

Que en cada rincón de esta Tierra de María, como lo es España, se siga propagando la devoción a la Virgen del Rosario. Que cada día, más almas encuentren en el rezo del Rosario el camino hacia la santidad, la paz interior y la transformación completa de sus vidas.

Paz y amor. Bendiciones.

Que la Virgen María en sus advocaciones como Virgen María Auxiliadora y como Nuestra Señora del Rosario, os proteja en todo momento.

Texto de Ramón Soler Andréu

Foto de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Rafal (Alicante)..

Realizado en el día de hoy por mí,  Ramón Soler Andréu.

EL VIDEO DEL PAPA

El Video del Papa es una iniciativa oficial de alcance global que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre. Es desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración).

La Red Mundial de Oración del Papa es una Obra Pontificia, que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. Estos desafíos se presentan en forma de intenciones de oración confiados por el Papa a toda la Iglesia. Su misión se inscribe en la dinámica del Corazón de Jesús, una misión de compasión por el mundo. Fue fundada en 1844 como Apostolado de la Oración. Está presente en 89 países y la integran más de 22 millones de católicos. Incluye su rama de jóvenes, el MEJ – Movimiento Eucarístico Juvenil. En diciembre 2020 el Papa constituyó esta obra pontificia como fundación vaticana y aprobó sus nuevos estatutos. Su Director Internacional es el P. Frédéric Fornos, SJ. Más información en: oraciondelpapa.va

El proyecto cuenta con el apoyo de Vatican Media.

En Octubre está dedicado  a la misión compartida

En el siguiente enlace podéis ver el video completo

https://youtu.be/OcG9q_lcsQc?si=zuBfXq1l3u-BL-D10

 

INTENCIONES DE ORACIÓN

“El Papa Francisco confía cada mes a su Red Mundial de Oración, intenciones de oración que expresan sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la misión de la Iglesia”, afirma el sitio web de la iniciativa.

“Su intención de oración mensual es una convocatoria mundial para transformar nuestra plegaria en «gestos concretos», es una brújula para una misión de compasión por el mundo”, agrega.

Este mes de Octubre oramos POR UNA MISIÓN COMPARTIDA

Oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos.

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su 121º reunión, que tuvo lugar del 17 al 21 de abril de 2023, las intenciones de la CEE para el año 2024 por las que reza la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración).

Octubre: Por los agentes de pastoral laicos, por el fomento de los ministerios laicales en la Iglesia y por su compromiso en la vida pública.

EL SANTO DE LA SEMANA: SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS

Memoria de los santos Ángeles Custodios, que llamados ante todo a contemplar en la gloria el rostro del Señor, han recibido también una función en favor de los hombres, de modo que, con su presencia invisible pero solícita, los asistan y aconsejen. Fiesta patronal de los cuerpos de la Policía.

«Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, sé que te hayas a mi lado, escuchas mis oraciones, y cuentas todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho, tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo escuche, tu mensaje y que lo viva, que vaya siempre contigo, hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía».

Así de hermosa es la poesía con que dan comienzo las laudes de este día. En ella ya se encuentra sintetizada la espiritualidad y sentido de esta fiesta.

La existencia de los ángeles está fuera de duda y siempre la Iglesia los veneró y difundió su culto. San Gregorio Magno llega a decir esta hipérbole: «En casi todas las páginas de las Sagradas Escrituras está contenida la existencia de los Ángeles». El Antiguo Testamento habla repetidas veces de su acción prodigiosa en favor de los hombres: Un ángel avisa a Lot del peligro que corre Sodoma y el castigo que va a recibir esta ciudad. Un ángel conforta a la criada de Abrahán, Agar, cuando es despedida y camina por el desierto. Un ángel socorre al Profeta San Elías y le alimenta con pan y agua fresca por dos veces cuando huye de la persecución de la reina Jezabel. Un ángel acompaña y colma de gracia al joven Tobías y a su padre y demás familiares. Casi todo el libro de Tobías está en torno al arcángel San Rafael. También en el Nuevo Testamento aparece el ángel liberando a Pedro de las cadenas y abriéndole la puerta de la cárcel…

En las vidas de los Santos, tanto antiguos, como Santa Inés, tanto de la Edad Media, como San Francisco de Asís, y, modernos, como Santa Micaela del Smo. Sacramento, Santa Gema Galgani y San Francisco de Sales… la presencia del Ángel de su Guarda en sus vidas es como algo inseparable. Mucho lo vivió también el Beato Manuel Domingo y Sol.

Desde que tenemos uso de razón en nuestros hogares cristianos se nos infunde la devoción al Ángel de nuestra Guarda y se nos recomienda que no demos oído al ángel malo que nos instigará al pecado y que tratemos de oír siempre al Ángel bueno que nos inspirará lo que hemos de hacer y hemos de evitar.

Es doctrina comúnmente admitida que, al nacer, el Señor ya nos señala un ángel para nuestra custodia y que cada familia, cada pueblo, cada nación tienen su propio ángel. El sabio Orígenes ya decía algo parecido en el siglo III: «Sí, cada uno de nosotros tenemos un ángel que nos dirige, nos acompaña, nos gobierna, nos amonesta y presenta a Dios nuestras plegarias y buenas obras».

Santo Tomás de Aquino dividió los Coros angélicos en nueve categorías diferentes: «Los Serafines, Querubines y Tronos, forman la augusta corte de la Santísima Trinidad; las Dominaciones presiden el gobierno del Universo; las Virtudes, la fijeza de las leyes naturales; las Potestades refrenan el poder de los demonios; los Principados tienen bajo su amparo a los reinos y naciones; lo Arcángeles defienden a las comunidades menores, y los Ángeles guardan a cada uno de los hombres».

Los mismos Salmos hablan con frecuencia de los Ángeles. Jesucristo se refirió en varias ocasiones a la misión de estos Espíritus purísimos. San Agustín afirmaba en su tiempo que «el Ángel de la Guarda nos ama como a hermanos y está con una santa impaciencia por vernos ocupar en el cielo aquellas sillas de que se hicieron indignos los ángeles rebeldes». ¿Qué hacer nosotros por el Ángel, ya que tanto hace él por nosotros? Dice el Éxodo: «Respétale y escucha su voz… Si oyes su voz y ejecutas cuanto te ordene, seré enemigo de tus enemigos».

(Fuente: magnificat.ca)

LO QUE NO SE SABE DE LA INQUEBRANTABLE FE (CATÓLICA) DE TOLKIEN: UNA LUZ SOBRE SU VIDA ESPIRITUAL

Tolkien fue bautizado en la infancia como anglicano en Sudáfrica, pero tras la muerte de su padre y la conversión de su madre al catolicismo, fue confirmado como católico a la edad de 11 años

El reconocido autor de El Señor de los Anillos, JRR Tolkien, siempre afirmó ser un «devoto católico romano», según un artículo reciente del Padre Michael Ward publicado en Catholic Herald y que aborda la fe de Tolkien. Sin embargo, a pesar de esta afirmación, se ha escrito poco sobre la fe que definió y guió la vida de Tolkien.

En el artículo «La historia no contada de la fe de Tolkien«, el Padre Ward aborda esta deficiencia en la literatura biográfica de Tolkien, destacando cómo su fe católica influyó en su vida y en su obra. Una fe que pone de relieve la asociación de creciente creación Asociación Tolkien Católica de España.

Holly Ordway, colega y amiga del Padre Ward, ha escrito un nuevo libro titulado La fe de Tolkien: una biografía espiritual que examina detalladamente la fe de Tolkien, destacando su devoción por el catolicismo y cómo esta devoción afectó tanto su vida personal como su escritura.

Tolkien fue bautizado en la infancia como anglicano en Bloemfontein, Sudáfrica, pero tras la muerte de su padre y la conversión de su madre al catolicismo, fue confirmado como católico a la edad de 11 años. Cuando su madre Mabel falleció un año después, el sacerdote oratoriano, padre Francis Morgan, se convirtió en su tutor y su segundo padre. Desde ese momento, Tolkien se convirtió en acólito y desarrolló una profunda devoción por la Eucaristía, a la que llamaba “la única cosa grande para amar en la tierra”.

Priscilla, la hija de Tolkien, describió a su padre como «un cristiano devoto» que «se preocupaba profundamente por su fe religiosa». Sin embargo, la vida cristiana de Tolkien ha sido a menudo ignorada o minimizada en las biografías existentes. Por ejemplo, la biografía de Humphrey Carpenter de 1977 retrató la fe de Tolkien como un mero reemplazo emocional para su madre fallecida, mientras que la biografía de Raymond Edwards de 2014 relegó su catolicismo a un apéndice.

LA FE DE TOLKIEN

Tolkien es un autor católico, pero no se suele poner de relieve su fe

El libro de Ordway, sin embargo, trata de rectificar estos errores, proporcionando un tratamiento detallado y factual de la vida de Tolkien desde una perspectiva religiosa. No solo expone la profunda devoción de Tolkien por su fe, sino también cómo su fe influyó en su escritura. Por ejemplo, su famoso monograma JRRT en realidad contiene una «P» oculta en honor a su santo de confirmación, San Felipe Neri, fundador de los oratorianos.

Tolkien también heredó de San Felipe Neri un amor por la humildad, algo que se refleja en sus personajes hobbits, a quienes consideraba dignos de «ennoblecimiento» y más dignos de elogio que los «profesionales». Además, el autor tenía una «devoción especial» por la Inmaculada Concepción y sentía afinidad por Santa Bernadette Soubirous, a quien describía como «esa hija de la Gracia».

Hacia el final de su vida, Tolkien lidió con los cambios litúrgicos del Concilio Vaticano II. A pesar de su angustia privada, permaneció leal a la Iglesia, insistiendo en que «no hay nada que hacer sino orar, por la Iglesia, el Vicario de Cristo, y por nosotros mismos; y mientras tanto ejercitar la virtud de la lealtad».

Esta revelación de la fe de Tolkien nos proporciona una nueva perspectiva sobre uno de los autores más influyentes del siglo pasado, demostrando cómo su fe católica fue no solo una parte integral de su vida personal, sino también de su proceso creativo.

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¿DESESPERAR? ¡NUNCA!

Jeronimo Savonarola fue un gran predicador dominico que terminó ajusticiado por clamar con fuerza contra los pecados de la Iglesia y de los políticos. Prescindo de detalles sobre su vida y me limito a recordar que, el 23 de mayo de 1498, un patíbulo alzado en la plaza de la Señoría de Florencia puso fin a su agitada vida. Su muerte fu precedida de cárcel y tormentos. En el oscuro calabozo de la prisión escribió la última meditación de su vida. Puede encontrarse en un libro editado por la editorial Patmos en 1951, bajo el título: J. Savonarola, Última meditación. El prólogo y la traducción es de Antonio Fontán.

Condenado por la justicia de los hombres y perdido sin remedio, descubrió la Misericordia y la Esperanza. Así comienza su última meditación: “¿Qué haré, pues? ¿Desesperar? Nunca. Dios es misericordioso”. Y tras esta reflexión siguen estas palabras llenas de teología y espiritualidad:

“Oh Dios, que habitas en la luz inaccesible, Dios escondido, a quien no pueden ver los ojos corporales, a quien no puede comprender la inteligencia creada ni explicar la lengua de los hombres ni de los ángeles. A Ti, Dios incomprensible te busco, a Ti, Dios inefable, te invoco seas lo que seas, Tú que estás en todas partes. Sé que Tú eres la suprema realidad, si es que eres una realidad y no más bien la causa de todas las realidades; si se puede decir que eres causa, porque no encuentro un nombre con que poder nombrar a tu inefable majestad…

He aquí, oh Dios Misericordia, he aquí, delante de Ti a la miseria. ¿Qué harás tú, Misericordia? Harás tu obra. ¿Acaso puedes prescindir de tu naturaleza? ¿Y cuál es tu obra? Destruir la miseria, socorrer a los hombres miserables. Ten, pues, piedad de mí, oh Dios. Dios Misericordia, destruye mi miseria; destruye mis pecados, que son mi mayor miseria. Socórreme a mí, miserable, muestra en mí tu obra, ejerce en mí tu poder. Un abismo invoca a otro abismo. El abismo de la miseria invoca al abismo de la misericordia. El abismo de los pecados invoca al abismo de las gracias. El abismo de la misericordia es mayor que el abismo de la miseria. Que un abismo absorba a otro abismo. Que el abismo de la misericordia absorba al abismo de la miseria.

Ten piedad de mí, Dios, según tu gran misericordia. No según la misericordia humana que es pequeña, sino según la tuya que es grande, que es inmensa, que es incomprensible, que excede inmensamente a todos los pecados. Según aquella gran Misericordia tuya, con que amaste al mundo hasta darle tu Hijo Unigénito. ¿Qué mayor misericordia puede haber? ¿Qué mayor caridad? ¿Quién puede desesperar, quién no tendrá confianza?”

Martín Gelabert. Blog Nihil Obstat