PLAN RUT: DE LA INCERTIDUMBRE A FICHAR DE GOLPE A 60 VOLUNTARIOS

El Plan Rut es una de las iniciativas de mayor crecimiento para visitar ancianos en residencias. Tras extenderse rápidamente por la diócesis de Getafe, ahora se prepara para llegar a la archidiócesis de Madrid

Mientras Álvaro Medina se dirigía al local de Parla en el que había convocado a los potenciales y aún desconocidos voluntarios de su iniciativa, en 2024, «iba con incertidumbre y me decía: “Señor, si no viene nadie, dime que eche redes en otro sitio”». Nada más lejos de la realidad, el lugar elegido «se llenó». Él y otros organizadores ofrecieron a los curiosos unos cursos de formación, «60 personas se inscribieron y nació el Plan Rut», como ya anunció Alfa y Omega. Su objetivo: «Formar una nueva familia para acompañar» a los usuarios de residencias a los que nadie visitaba nunca jamás. «Eran personas que habían perdido ese círculo familiar porque sus parientes habían muerto, vivían lejos o directamente los habían aparcado allí», recuerda con crudeza.

Este vecino de Parla nos cuenta que decidió el nombre del proyecto gracias a la carta que el Papa Francisco escribió para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores del año pasado. Estaba centrada en el libro de Rut, quien se empeñó en no dejar sola a la anciana Noemí después de que enviudara. Así, decidió que Plan Rut era un título con fuerza y diseñó una estrategia junto a la Delegación Diocesana de Pastoral de los Mayores de la diócesis de Getafe.

En medio año se han extendido rápidamente por tres residencias de Parla, una de ellas dependiente de la Comunidad de Madrid, lo que les abrió la puerta al resto de la región. «La acogida ha sido fascinante», añade Medina. Para el curso que viene aspiran a implantarse en Aranjuez, Valdemoro, Getafe, Alcorcón y San Martín de Valdeiglesias. Y en la archidiócesis de Madrid, pues Medina está participando en las reuniones de su Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores.

Medina reivindica que «los ancianos son nuestros hermanos mayores y están viviendo una soledad lamentable, que no es culpa de las residencias» pero necesita igualmente una solución. Su aportación es que «dos voluntarios visitan a cada usuario». Van en parejas para que, en el caso de que le surja algún imprevisto a alguno de sus miembros, «nunca se interrumpa esa relación semanal».

El Plan Rut ni es de evangelización ni se exigen convicciones religiosas a sus participantes, pero «sí es verdad que nace del espíritu cristiano y ese ánimo que nos lleva a abrazar a quien está en necesidad». También tienen un encuentro mensual «en el que hablar, preguntar y manifestar sus inquietudes» para que los voluntarios se aligeren entre sí las cargas que a veces implica cuidar. Y, aunque Medina está jubilado, reivindica que «aquí hay mucha sensibilidad por los mayores y hay gente de todas las edades, desde los 20 hasta los 70 años».

Trabajo transversal

Alberto Guirao, consiliario de Vida Ascendente de Madrid, considera esta iniciativa «muy importante porque hay personas que no reciben a nadie y así pueden crear lazos de afectividad». Y revela que, con una inspiración similar, desde sus comunidades se están expandiendo con éxito por numerosas residencias, lo que «es muy interesante porque algunas no tienen capellán y así» quienes viven en ellas «pueden reunirse con un grupo que los ayuda a acercarse a Dios». El grueso son usuarios del propio centro, pero en ocasiones se incorporan visitantes. Entre estas residencias y las parroquias de Madrid, durante este año Vida Ascendente ha visto nacer 14 nuevos grupos.

Por su parte, María Bazal, delegada de Familia y Vida de la archidiócesis madrileña, recalca que «es muy de agradecer el espacio conjunto de trabajo que se ha formado» a raíz del relanzamiento de la Comisión Diocesana de la Pastoral con las Personas Mayores. «El año pasado el cardenal Cobo ya nos pidió trabajar de manera transversal entre delegaciones», explica. En cuanto a la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores del próximo domingo, adelanta que entre los participantes en la catedral de la Almudena habrá también ancianos de las residencias  de las hermanitas de los Pobres de Doctor Esquerdo, de las hermanitas de los Ancianos Desamparados de Carabanchel y de la Fundación Residencia Santa Lucía, que gestiona Cáritas.

Rodrigo Moreno Quicios 26 de Julio de 2025

Para Alfa y Omega