Son muchas las ciudades españolas que merecen ser visitadas, una de ellas es Toledo, “Patrimonio de la Humanidad” su historia, gastronomía y belleza lo atestiguan y recomiendan.
Me pide Mercedes que os escriba sobre Toledo, No es fácil hacer un artículo breve sobre esta ciudad, sobre todo si quien lo hace es un enamorado de Toledo, sus tradiciones y no domina el arte de la escritura.
Como decía, la historia de esta ciudad es muy larga, desde el poblado del Cerro del Bu de época del Bronce aquí habitaron durante siglos Iberos, romanos, visigodos, árabes, judíos y desde la reconquista en 1085 por Alfonso VI vuelve a ser cristiana; conviviendo durante siglos las tres religiones monoteístas (musulmanes, judíos y cristianos ) razón por la que se denomina a Toledo como la ciudad de las tres culturas, si bien es cierto que esta convivencia no estuvo exenta de rencillas y disputas como aseguran muchos historiadores. Aun podemos visitar los barrios donde Vivian bastante bien definidos.
Todas estas civilizaciones, pueblos y culturas han dejado su impronta en multitud de vestigios, edificaciones y monumentos; son innumerables las murallas, puertas de la ciudad, restos romanos y visigodos, los puentes sobre el Tajo, el castillo San Servando, mezquitas árabes, sinagogas judías y templos cristianos como iglesias mudéjares, conventos, Monasterio San Juan de los Reyes (gótico isabelino) o nuestra magnifica Catedral de Santa María, también de estilo gótico.
No faltan museos como el de Santa Cruz, el del Greco o el de los Concilios (visigodo) o el del Ejército en el impresionante Alcázar, entre otros muchos.
Pero la ciudad es un museo en sí misma, es imprescindible caminar por sus calles y callejuelas viendo sus rincones pintorescos, adarves, cobertizos, casas palaciegas y patios típicos toledanos, portadas de conventos, …. Estas zonas son poco visitadas por turistas pudiendo admirarlo con tranquilidad y disfrutar de un refrigerio en uno de nuestros bares o restaurantes, y como no de un buen y típico mazapán.
Sería imperdonable visitar Toledo y no subir a la Ermita de la Virgen del Valle o al parador nacional, además de un enclave precioso podemos admirar una vista espectacular; abajo el rio Tajo con sus dos puentes medievales que abraza la ciudad en un meandro casi interminable, Toledo se eleva como si de un Nacimiento (Belén) se tratara, el seminario casas, tejados y diversas edificaciones van dando cabida a las torres de iglesias y conventos, del precioso S. Juan de los Reyes, de la impresionante Catedral o el imponente Alcázar que se perfilan queriendo alcanzar el cielo; rodeado de montes con sus típicos cigarrales y el castillo de S. Servando que contemplan tan bella estampa. Suele compararse con Jerusalén por aquello de las 7 colinas
Aconsejo visitar la Basílica del Stmo. Cristo de la Vega, fuera de la muralla, junto al Tajo, cerca del circo romano, es de estilo mudéjar construida por Alfonso X el sabio en el siglo XIII, en el interior una imagen de Cristo muy querido por los toledanos, con un brazo desclavado por un juramento según la leyenda de “A buen juez mejor testigo” de J. Zorrilla. Enfrente el monumento al Sagrado Corazón de Jesús (1930), de estilo neo mudéjar.
Otro apelativo que recibe Toledo es “Ciudad Imperial”, porque en el siglo XVI en el reinado del emperador Carlos I fue capital hasta que Felipe II la trasladó a Valladolid; También es importante destacar que en tiempo visigodos aquí se celebraron los concilios de Toledo, fundamentales en la historia política y religiosa de España, aquí Recaredo, Rey visigodo, en el siglo VI se convirtió al Cristianismo.
Toda esta mezcla de historia, civilizaciones y culturas han dado lugar a decenas de leyendas (Muchas con base histórica) con temáticas diferentes y diversas, de amores y desamores, traiciones, milagros, duelos, apariciones, de misterio, mitológicas, etc., la mayoría anónimas y otras de Bécquer o Zorrilla, por ejemplo.
Por Toledo han pasado todo tipo de personajes: Reyes, Santos, nobles, escritores, pintores, constructores, artesanos, traductores de todas las culturas que han dado carácter a esta ciudad.
La mejor época para visitarnos es primavera u otoño, por el clima, ya que el invierno es muy frío y el verano muy caluroso aunque hay menos turismo y es más cómoda la visita.
Nuestra Semana Santa, de Interés Turístico Internacional, es muy recomendable, suelen ser procesiones recogidas, en ocasiones viacrucis, aunque en los últimos años han surgido cofradías de carácter andaluz que dan diversidad y vistosidad. El marco donde se desarrollan las procesiones (Callejuelas estrechas, cobertizos…) es incomparable. Es tradición el Viernes Santo por la mañana visitar los monumentos de Conventos e Iglesias.
Nuestra semana grande gira entorno a la Solemnidad del Santísimo Corpus Christi, merece la pena venir a Toledo en estos días. La ciudad está engalanada, sobre todo el recorrido de la procesión, con multitud de ornamentos florales, guirnaldas, pendones, tapices (algunos del siglo XVI – XVII) y todo tipo de adornos. Es típico visitar los patios toledanos adornados. La procesión ¡Es un espectáculo! El Señor, bajo palio todo el trayecto, recorre las calles del casco histórico en la magnífica Custodia de Arfe. Es muy emocionante, sobretodo, si contemplas la entrada en la Catedral.
Nuestros patronos son S. Ildefonso, Santa Leocadia y la Virgen del Sagrario el 15 de agosto.
En los últimos años, ha abierto Puy Du Fou, parque temático a pocos kilómetros de Toledo, que recrea monumentos de la Ciudad y su historia, con espectáculos variados, algunos del siglo de oro. El espectáculo nocturno es extraordinario (doy fe). La visita a este parque es muy aconsejable según las opiniones de los visitantes. Esto hace que la asistencia de turismo a nuestra ciudad haya aumentado en gran medida por lo que os recomiendo venir en día de diario, que nosotros, jubilados, podemos hacerlo.
En Toledo hay multitud de bares y restaurantes donde degustar tapas y todo tipo de viandas, la especialidad la perdiz y las carcamusas, sin olvidar la trucha, el cordero o el cochinillo. Dulces como el mazapán (de origen árabe) o las toledanas es imprescindible probarlos.
Espero haber sido lo suficientemente elocuente para que vengáis a esta joya mundialmente conocida. No os arrepentiréis.
José Antonio Vaquerizo.
