Días antes de comenzar la Semana Santa, el pasado día 5 de abril, nuestra querida Carmen García González, a los 106 años, ha partido a la casa del Padre. Fue miembro fundador del grupo de Vida Ascendente en nuestra parroquia de la Anunciación de la Santísima Virgen.
Junto con Carmen del Rincón, Marcelina, Carmen García Ruiz, Constancia, Román, Viviana, Milagros, Patrocinio, María Soledad García, Esther, Anastasia y Valeriano, formaron el primer grupo de Vida Ascendente en nuestra parroquia. Hoy la mayoría de ellos ya están en compañía del Padre, pero dejaron su impronta y buen hacer en nuestro movimiento en la parroquia. Dejaron y dejan un grupo fuerte y con buenas raíces que han hecho que el grupo siga siendo uno de los más numerosos de la ciudad.
Carmen, con su carácter y buen hacer, con su gran espiritualidad supo contribuir al engrandecimiento del movimiento en aquellos primeros momentos. Este buen hacer y su ejemplo son la causa que, con la ayuda del Señor, se haya asentado el movimiento en nuestra parroquia y cada día tenga más fuerza. Hoy por hoy y pese a que cada día nos vamos haciendo más mayores, con su intercesión desde el cielo, Vida Ascendente parroquial goza de una excelente salud.
En los momentos de tertulia, nos recordaba a todos los arzobispos y personas ilustres que había conocido y nos hablaba de los momentos duros y difíciles que le habían tocado sufrir; la dureza de la guerra y de la posguerra con la falta de alimentos, etc. Fue una persona con la que daba gusto estar por las enseñanzas y apoyo que transmitía; tenía una mente lúcida que conservó hasta el último momento.
Carmen y sus compañeros supieron reflejar y enseñar con su ejemplo a la comunidad parroquial nuestro lema de Espiritualidad, Apostolado y Amistad.
Carmen ha sido y será una piedra fundamental en los cimientos de vida Ascendente en Burgos, un ejemplo a seguir por todos nosotros por su gran Espiritualidad y su capacidad para hacer Apostolado en nuestra parroquia. Logró formar un gran grupo unido por la Amistad que supieron compartir entre ellos y que hoy, en nuestro grupo, procuramos conservar siguiendo su ejemplo.
Que descanse en paz.
Amelia Diez Reoyo
Presidenta diocesana de Vida Ascendente de Burgos.
