LA SANTA DE LA SEMANA: SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

Santa Margarita María nació el 25 de julio de 1647, en Janots, Borgoña. Fue la quinta de 7 hijos de un notario acomodado.

A los cuatro años Margarita hizo una promesa al Señor. Sintiéndose inspirada rezó: «O Dios Mío, os consagro mi pureza y hago voto de perpetua castidad.»  Aunque ella misma confesó más tarde que no entendía lo que significaba las palabras «voto» o «castidad.»

Cuando tenía 8 años, murió su padre. Ingresaron a la niña en la escuela de las Clarisas Pobres de Charolles. Desde el primer momento, se sintió atraída por la vida de las religiosas en quienes la piedad de Margarita produjo tan buena impresión, que le permitieron hacer la Primera Comunión a los 9 años, lo cual no se acostumbraba en aquella época. Dos años después, Margarita contrajo una dolorosa enfermedad reumática que la obligó a guardar cama hasta los 15 años. Por este motivo tuvo que regresar a su casa.

Hija de la Virgen María

Ya de regreso, Margarita, que estaba muy enferma, y sin tener un remedio seguro, buscó alivio en la Virgen Santísima. Le hizo una promesa de que si Ella le devolvía la salud se haría una de sus hijas. Apenas hizo la promesa, recobró la salud. Dice Sta. Margarita: «Recibí la salud, y una nueva protección de esta Señora la cual se declaró dueña de mi Corazón, que mirándome como suya, me gobernaba como consagrada a Ella, me reprendía mis faltas y me enseñaba a hacer la voluntad de Dios.»

Además de la salud, esta promesa logró en Margarita un profundo sentido de unión con la Virgen, quién, desde ese momento, empezó a dirigir toda su vida. Pero no sin dificultades. «Apenas comencé a gozar de plena salud», recordará mas tarde Margarita, » me fui tras la vanidad y afecto de las criaturas, halagándome que la condescendiente ternura que por mi sentían mi madre y mis hermanos me dejara en libertad para algunas ligeras diversiones y para consagrar a ellas todo el tiempo que deseara…»

La Virgen la reprende severamente cuando la veía dispuesta a sucumbir en la terrible lucha que sostenía en su interior. Estando en una ocasión rezando el rosario sentada, se le presentó la Virgen ante ella y le dijo «Hija mía, me admiro de que me sirvas con tanta negligencia.» Y causaron tal impresión estas palabras en la vida de Margarita, que le sirvieron de aviso para toda su vida.

Pero la Virgen es también ternura y consuelo. Un día le dijo a Margarita: «Nada temas; tu serás mi verdadera hija, y yo seré siempre tu buena Madre.

Santa Margarita María hizo voto a la Virgen de ayunar todos los sábados y de rezar el oficio de su Inmaculada Concepción. Viendo su deseo de radical entrega, La Santisima Virgen le ayuda a alcanzar su meta.

El Santísimo Sacramento

Las cosas en la casa de Margarita no iban muy bien. Desde la muerte de su padre, se había instalado en su casa dos parientes y una de las hermanas de su papá, quienes habían relegado a segundo término a la mamá de Margarita y habían tomado en sus manos el gobierno de la casa. Y así no tenían autoridad alguna, ni Margarita ni su mamá en la casa. Era una guerra continua ya que todo estaba bajo llave, de tal modo, que ellas no podían hacer nada sin el permiso de sus parientes.

Margarita entonces empezó a dirigir todos sus afectos, su dicha y su consolación en el Santísimo Sacramento del altar. Pero ni siquiera esto le fue posible libremente, ya que la Iglesia de su pueblo quedaba a gran distancia y Margarita no podía salir de la casa sin el permiso de sus familiares.  En repetidas ocasiones un familiar le daba permiso y otro se lo negaba.

Pero si Margarita sufría por su situación, era mas todavía el sufrimiento que le causaba al ver la condición de su madre. Ella, enferma con una erisipela en su cabeza que le producía una hinchazón e inflamación muy peligrosas, se veía continuamente cerca de la muerte. Y por cuanto mas rogaba Margarita a sus parientes para que ayudasen a su mamá, ellos, sin mucho interés, buscaron tan solo un cirujano que la vio una sola vez. Este después de hacerla sangrar por un rato, les dijo a todos que solo un milagro podría salvar a la mamá de Margarita. Viendo el descuido hacia su madre en medio de su estado crítico, Margarita, en su angustia, acudió al mismo Señor. Y en oración le pidió que El mismo fuese el remedio para su pobre madre y que le enseñase a ella, qué tenia que hacer.

Pronto se haría imperiosa la necesidad de esa fortaleza especial que pedía. En cuanto regresó a la casa, encontró que estaba reventada la mejilla de su mamá con una llaga casi tan ancha como la palma de una mano, y de ella salía un hedor insoportable. Venciendo su natural repugnancia a las heridas, Margarita curaba todos los días la llaga de su mamá, teniendo varias veces que cortar mucha de su carne podrida. Durante todo el tiempo de la enfermedad, Margarita apenas dormía y comía muy escasamente. Pero no dejaba de dirigirse al Señor y le decía con frecuencia, «Mi Soberano Maestro, si Vos no lo quisieras, no sucedería esto, pero os doy gracias de haberlo permitido para hacerme semejante a Vos.»

Y así iba creciendo en Margarita un gran amor a la oración y al Santísimo Sacramento. Ella se lamentaba, pues sentía que no sabía como orar, y fue el mismo Señor quien le enseñaba. El la movía a arrodillarse ante El y pedirle perdón por todas sus ofensas y después de adorarlo, era el mismo Señor quien se le presentaba en El misterio que El quería que ella meditase. Y consumido en El, crecía en ella el deseo de solo amarlo cada vez mas.

Cuando su madre y sus parientes empezaron a hablarle de matrimonio, la joven Margarita no podía sino sentir temor, pues no quería en nada ir en contra de aquel voto de entrega exclusiva a Dios que una vez había pronunciado. Pero era grande la presión ya que no le faltaban pretendientes que querían empujarle a perder su castidad. Por otro lado, su madre le insistía. Llorando ella le decía a Margarita que no tenía mas esperanzas para salir de la miseria en que se hallaban mas que en el matrimonio de Margarita, teniendo el consuelo de poder retirarse con ella tan pronto como estuviera colocada en el mundo. Todo esto fue muy duro para Margarita, quien sufría horriblemente. El demonio la tentaba continuamente, diciéndole que si ella se hacía religiosa, esta pena mataría a su mamá. Mas por otra parte la llamada de Margarita a ser religiosa y el horror a la impureza no cesaban de influenciarle y tenía, por gracia de Dios, continuamente delante de sus ojos, su voto, al que sentía que si llegase a faltar, sería castigada con horribles tormentos.

Pero, la ternura hacia su madre comenzó a sobreponerse con la idea de que, siendo aún niña cuando hizo el voto, y no comprendiendo lo que era, bien podría obtener dispensas. Comenzó pues Margarita a mirar al mundo y a arreglarse para ser del agrado de los que la buscaban. Procuraba divertirse lo mas que podía. Pero durante todo el tiempo en que estaba en estos juegos y pasatiempos, continuamente el Señor la llamaba a su Corazón. Cuando por fin ella se apartaba un poco para recogerse, el Señor le hacía severas reprensiones ante las cuales sufría horriblemente. Dice Sta. Margarita: «Me lanzaba Jesús flechas tan ardientes, que traspasaban mi corazón y lo consumían dejándome como transida de dolor. Pasando esto, volvía a mis resistencias y vanidades»

En una ocasión Jesús le dijo: «Te he elegido por esposa y nos prometimos fidelidad cuando hiciste el voto de castidad. Soy yo quien te motivo a hacerlo, antes de que el mundo tuviera parte en tu corazón… Y después te confié al cuidado de mi Santa Madre, para que te formase según mis designios.

Finalmente el Divino Maestro se le aparece todo desfigurado, cual estaba en Su flagelación y le dice: «¿Y bien querrás gozar de este placer?- Yo no gocé jamás de ninguno, y me entregué a todo género de amarguras por tu amor y por ganar tu corazón- Querrás ahora disputármelo?». Comprendió ella que era su vanidad la que había reducido al Señor a tal estado.  Que estaba ella perdiendo un tiempo tan precioso, del cual se le perdería una cuenta rigurosa a la hora de su muerte. Y con esta gracia extraordinaria, revivió en ella el deseo de la vida religiosa con tal ardor, que resolvió abrazarla a costa de cualquier sacrificio, aunque pasarían cinco años antes de poder realizarlo.

INGRESO EN EL CONVENTO DE LA VISITACIÓN

Cuando sus parientes por fin se dieron cuenta de la firmeza de Margarita, la enviaron a la casa de unos de sus tíos que tenían una hija religiosa de la Orden de las Ursulinas. Pero Margarita no sentía que era ahí donde el Señor la quería y además sentía en su corazón una voz que le decía, «No es ahí donde te quiero, sino en Santa María.» Una vez, viendo ella un cuadro de San Francisco de Sales, le pareció que le dirigía una mirada tan paternalmente amorosa, llamándola a ser su hija. Sintió que debía ella ser de la orden que este santo había fundado junto con Santa Juana de Chantal: las Visitandinas. Además, sentía mucha atracción hacia esta orden porque llevaba el nombre de María Santísima: Las Visitantinas, en honor al misterio de la Visitación.

Después de mucha dificultades en convencer a sus parientes de que ella quería entrar en el convento de la Visitación, por fin logró Margarita lo que tanto deseaba, y eligió a Paray. En cuanto entró al locutorio del convento de Paray, oyó en su corazón un voz:, «Aquí es donde te quiero.» Su hermano le regaló la dote y Margarita ingresó en el Convento de la Visitación de Paray-le-Monial el 20 de junio de 1671.

Transcurridos dos meses de postulantado, tomó el santo hábito el 25 de agosto de 1671. Dijo entonces: «Mi divino Maestro me dio a entender que estábamos en días de nuestros desposorios, los cuales le daban un nuevo imperio sobre mi; en seguida me dio a conocer que, a imitación de los amantes apasionados, no me daría a gustar, durante este tiempo, sino lo que había de mas dulce en la suavidad de las caricias de su amor».

La joven novicia se mostró humilde, obediente, sencilla y franca en el noviciado. Según el testimonio de una de sus connovicias, edificó a toda la comunidad «por su caridad para con sus hermanas, a las que jamás dijo una sola palabra que pudiese molestarles, y por la paciencia con que soportó las duras reprimendas y humillaciones a las que fue sometida con frecuencia». En efecto, el noviciado de la santa no fue fácil. Por ejemplo, por mas que le pidiese su superiora, le era imposible a Margarita practicar la meditación discursiva. Ella cuenta, «Por mas esfuerzos que hacía yo por practicar el método que me enseñaban, acababa siempre por volver al método de mi Divino Maestro, aunque no quisiese.» Este le causaba mucho dolor ya que su mayor deseo era de obedecer a su Superiora.

También hubo otra situación que fue causa de gran abnegación para Margarita. Se trata de una natural repugnancia que tenía toda la familia de Margarita hacia el queso. Era tanta la aversión que tenían al queso, que el hermano de Margarita le pidió expresamente a las hermanas que no le obligasen a Margarita jamás el tener que comerlo. Pero ya en el convento, se dio todo lo opuesto. Margarita, por obediencia tenía que comer queso. Al principio no podía por las nauseas que le daban y salía corriendo. Pero le suplicaba a su Señor que le ayudase ya que ella no quería ser diferente de las demás en nada. Con gran esfuerzo de su parte, Margarita logró comer queso. Cosa que ofreció como sacrificio por mas de diez años.

Otra dificultad para Margarita fue el hecho de su propia vida tan sobrenatural. Pues sus superiores le indicaban que esas formas de espiritualidad no iban con el espíritu de la Visitación. Miraban con recelo sus experiencias como sujetas a la ilusión y al engaño. Y así dudaban sus superioras el permitir que Margarita hiciese sus votos de profesión y le mandaron que le pidiese al Señor que la hiciese útil a la santa religión por la práctica exacta de todas las observancias. Esto Margarita lo llevó al Señor y el le respondió:

«Di a tu Superiora que te haré más útil a la religión de lo que ella piensa; pero de una manera que aún no es conocida sino por Mi. Y en adelante adaptaré mis gracias al espíritu de la regla, a la voluntad de tus superioras y a tu debilidad, de suerte que has de tener por sospechoso cuanto te separe de la práctica exacta de la regla, la cual quiero que prefieras a todo. Además, me contento de que antepongas a la mía, la voluntad de tus superiores, cuando te prohíben ejecutar lo que te hubiere mandado. Déjales hacer cuanto quisieren de ti: Yo sabré hallar el medio de cumplir mis designios, aun por vías que parezcan opuestas y contrarias. No me reservo sino el dirigir tu interior y especialmente tu corazón, pues habiendo establecido en él, el imperio de mi puro amor, jamás le cederé a ningún otro.»

El Señor no enseñó que la voluntad divina se pueda relegar a favor de la autoridad humana.  Mas bien el Señor enseñó a Margarita que la obediencia a sus superioras es, en efecto, el medio mas seguro para acatar Su divina voluntad. Ya que aun siendo sus superioras limitadas,  la obediencia lograría que la voluntad divina triunfe a pesar de todo.  El Señor promete que si ella obedece a sus superioras… «yo sabré hallar el medio de cumplir mis designios»

La Madre Superiora quedó contenta con la respuesta del Señor recibida por Margarita y a esta se le abren las puertas para hacer su voto de profesión el 6 de noviembre, de 1672. El Señor por su parte cumplió plenamente su promesa, pues El se encargó de trabajar fuertemente en purificar y transformar su corazón en un corazón semejante al suyo.

El sacerdote al celebrar su profesión dijo: «Jesucristo te iluminará. Ve delante por las sendas del justo, como la aurora resplandeciente…!»

Escribió Santa Margarita ese día por la tarde: «Yo vil y miserable criatura, prometo a mi Dios someterme y sacrificarme a todo lo que pida de mi; inmolando mi corazón al cumplimiento de todo lo que sea de su agrado, sin reserva de otro interés mas que de su mayor Gloria y puro amor, al cual consagro y entrego todo mi ser y todos mis momentos.

TRES ARMAS PARA LA LUCHA

Margarita recibió del Señor tres armas necesarias en la lucha que debía emprender para lograr la purificación y transformación.

La primera arma: Una conciencia delicada y un profundo odio y dolor ante la mas pequeña falta.

Una vez le dijo el Señor cuando había Margarita cometido una falta:

«Sabed que soy un Maestro santo, y enseño la santidad. Soy puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en mi presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura. Pues no puedo sufrir el menor desvío, y te daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a ser tu Maestro para enseñarte y formarte en mi manera y según mis designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus infidelidades.»

Y así confiesa Margarita que nada era mas doloroso para ella que ver a Jesús incomodado contra ella, aunque fuese de forma muy poca. Y en comparación a este dolor, nada le parecía los demás dolores, correcciones y mortificaciones y por tanto, acudía inmediatamente a pedir penitencia a su superiora cuando cometía una falta, pues sabía que Jesús solo se contentaba con las penitencias impuestas por la obediencia.

Esta arma se fundamenta en su gran deseo de amar.

La segunda arma: La santa obediencia.

Lo que más severamente le reprendía Jesús a Margarita eran sus faltas en la obediencia, ya sea a sus superiores o a su regla. La menor réplica a los superiores con señales de incomodidad o repugnancia le es insoportable al Señor en un alma religiosa. Una vez corrigiéndola le decía:

«Te engañas creyendo que puedes agradarme con esa clase de acciones y mortificaciones en las cuales la voluntad propia, hecha ya su elección, más bien que someterse, consigue doblegar la voluntad de las superioras. ¡Oh! yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría mas verla gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia.»

La tercera arma: Su Santa Cruz.

La Cruz es el mas precioso de todos sus regalos. Un día después que ella recibió la comunión, se hizo presente ante los ojos de ella una gran cruz, cuya extremidad no podía ver; estaba la cruz toda cubierta de flores. Y el Señor le dijo:

«He ahí el lecho de mis castas esposas, donde te haré gustar las delicias de mi amor; poco a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de mi amor para soportar el sufrimiento.»

Era de esta forma intensa y purificadora que el Señor obraba sus designios en el corazón de Margarita. El, para desatar cada vez mas de su alma el afecto a las cosas de esta tierra y sobre todo a si misma, quiso permitir que viniesen sobre ella continuas humillaciones y desprecios. Pero no dejaba por ello el Señor de suplirle todas la gracias necesarias.

En otra ocasión le dijo el Señor: «Has de querer como si no quisieras, debiendo ser tus delicias agradarme a mí. No debes buscar nada fuera de mí pues de lo contrario injuriarías a mi poder y me ofenderías gravemente, ya que yo quiero ser solo todo para ti.»

Al día siguiente de su profesión destinaron a Margarita a la enfermería, como auxiliar de la enfermera, Sor Catalina Marest, excelente religiosa, aunque de temperamento activo, diligente y eficiente. Margarita en cambio era callada, lenta y juiciosa. Recordándose ella después de su paso por la enfermería, escribía: «Solo Dios sabe lo que tuve que sufrir allí.» Y no eran exageradas sus palabras pues había recibido un sin numero de insultos y desengaños durante ese tiempo.

Jesús le comunicó una parte de sus terribles angustias en Getsemaní y la quiere víctima inmolada. Ella le dice a Jesús: «Nada quiero sino tu Amor y tu Cruz, y esto me basta para ser Buena Religiosa, que es lo que deseo.»

REVELACIONES DEL CORAZÓN DE JESÚS

El profundo significado del corazón está revelado en la Biblia extensivamente.

Ver también: «corazones» en el Catecismo.

Primera revelación

El 27 de diciembre de 1673, día de San Juan el Apóstol, Margarita María, que tenía solo 14 meses de profesa y 26 años de edad, estaba como de costumbre arrodillada ante el Señor en el Santísimo Sacramento expuesto en la capilla. Era el momento de la primera gran revelación del Señor. Ella lo cuenta así:

«Estando yo delante del Santísimo Sacramento me encontré toda penetrada por Su divina presencia. El Señor me hizo reposar por muy largo tiempo sobre su pecho divino, en el cual me descubrió todas las maravillas de su amor y los secretos inexplicables de su Corazón Sagrado.

El me dijo:

«Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en el las llamas de su ardiente caridad, es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo  los cuales contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, a fin de que sea todo obra mía.»

«Luego,» continúa Margarita, «me pidió el corazón, el cual yo le suplicaba tomara y lo cual hizo, poniéndome entonces en el suyo adorable, desde el cual me lo hizo ver como un pequeño átomo que se consumía en el horno encendido del suyo, de donde lo sacó como llama encendida en forma de corazón, poniéndolo a continuación en el lugar de donde lo había tomado, diciéndome al propio tiempo: «He ahí, mi bien amada, una preciosa prenda de mi amor, que encierra en tu costado una chispa de sus mas vivas llamas, para que te sirva de corazón y te consumas hasta el último instante y cuyo ardor no se extinguirá ni enfriará. De tal forma te marcaré con la Sangre de mi Cruz, que te reportará más humillaciones que consuelos. Y como prueba de que la gracia que te acabo de conceder no es nada imaginario, aunque he cerrado la llaga de tu costado, te quedará para siempre su dolor y, si hasta el presente solo has tomado el nombre de esclava mía, ahora te doy el de discípula muy amada de mi Sagrado Corazón.»

Después de este favor tan grande, Margarita quedó por muchos días como abrasada toda y embriagada y tan fuera de si que podía hablar y comer solamente haciéndose una gran violencia. Ni siquiera podía compartir lo sucedido con su superiora lo cual tenia gran deseo de hacer. Tampoco podía dormir, pues la llaga, cuyo dolor le era tan grato, engendraba en ella tan vivos ardores, que la consumía y la abrasaba toda.

A partir de la primera revelación, Margarita sufriría todos los primeros viernes de mes una reproducción de la misteriosa llaga del costado, cosa que le sucedería hasta su muerte. Estos eran los momentos particularmente elegidos por el Señor para manifestarle lo que quería de ella y para descubrirle los secretos de su amable Corazón.

Entre estas visitas le decía el Señor, «Busco una víctima para mi Corazón, que quiera sacrificarse como hostia de inmolación en el cumplimiento de mis designios.» En su gran humildad, Margarita le presentó varias almas que, según ella corresponderían más fielmente. Pero el Señor le respondió que era ella a quien había escogido. Esto no era sino ocasión de confusión para Margarita pues su temor era que llegasen a atribuir a ella las gracias que del Señor recibía.

Segunda revelación

Unos dos o tres meses después de la primera aparición, se produjo la segunda gran revelación. Escribe Margarita:

«El divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, mas brillante que el sol, y  transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de una corona de espinas y significando las punzadas producidas por nuestros pecados, y una cruz en la parte superior…

…la cual significaba que, desde los primeros instantes de su Encarnación, es decir, desde que se formó el Sagrado Corazón, quedó plantado en el la cruz, quedando lleno, desde el primer momento, de todas las amarguras que debían producirle las humillaciones, la pobreza, el dolor, y el menosprecio que su Sagrada Humanidad iba a sufrir durante todo el curso de su vida y en Su Santa Pasión.»

«Me hizo ver, » continúa Margarita, «que el ardiente deseo que tenía de ser amado por los hombres y apartarlos del camino de la perdición, en el que los precipita Satanás en gran número, le había hecho formar el designio de manifestar su Corazón a los hombres, con todos los tesoros de amor, de misericordia, de gracias, de santificación, y de salvación que contiene, a fin de que cuantos quieran rendirle y procurarle todo el amor, el honor y la gloria que puedan, queden enriquecidos abundante y profusamente con los divinos tesoros del Corazón de Dios, cuya fuente es, al que se ha de honrar bajo la figura de su Corazón de carne, cuya imagen quería ver expuesta y llevada por mi sobre el corazón, para grabar en el, su amor y llenarlo de los dones de que está repleto, y para destruir en él todos los movimientos desordenados. Que esparciría sus gracias y bendiciones por dondequiera que estuviere expuesta su santa imagen para tributarle honores, y que tal bendición sería como un último esfuerzo de su amor, deseoso de favorecer a los hombres en estos últimos siglos de la Redención amorosa, a fin de apartarlos del imperio de Satanás, al que pretende arruinar, para ponernos en la dulce libertad del imperio de su amor, que quiere restablecer en el corazón de todos los que se decidan a abrazar esta devoción.»

En esta segunda gran revelación, Nuestro Señor empezó a descubrir sus intenciones y formular sus promesas. La imagen del Sagrado Corazón de Cristo es el símbolo de su ardiente amor hacia nosotros, el cual había entregado sin condiciones,  y el Señor quería que esta imagen se expusiese en las casas o llevarse sobre el pecho en forma de Medalla, ofreciendo así promesas de gracias y bendiciones a quienes lo veneraban. Pero por el momento Margarita no podía decir nada de lo que había visto pues no había llegado la hora. Estas revelaciones tendrían que pasar primero por muchos exámenes y sufrir mucha oposición. Y aún había mucho más que Jesús quiera revelar.

Tercera revelación

En lo que probablemente era el primer viernes de junio de 1674, fiesta de Corpus Christi, tuvo Margarita la tercera gran revelación.

Una vez entre otras, escribe Sta. Margarita, «que se hallaba expuesto el Santísimo Sacramento, después de sentirme retirada en mi interior por un recogimiento extraordinario de todos mis sentidos y potencias, Jesucristo mi Amado se presentó delante de mi todo resplandeciente de Gloria, con sus cinco llagas brillantes, como cinco soles y despidiendo de su sagrada humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió su amante y amable Corazón.»

Entonces Jesús le explicó las maravillas de su puro amor y hasta que exceso había llegado su amor para con los hombres de quienes no recibía sino ingratitudes. Esta aparición es mas brillante que las demás. Amante apasionado, se queja del desamor de los suyos y así divino mendigo, nos tiende la mano el Señor para solicitar nuestro amor.

Le dirige las siguientes peticiones:

º Comulgarás tantas veces cuanto la obediencia quiera permitírmelo

º Jueves a viernes haré que participes de aquella mortal tristeza que Yo quise sentir en el huerto de los olivos; tristeza que te reducirá a una especie de agonía mas difícil de sufrir que la muerte.

º Por acompañarme en la humilde oración que hice entonces a mi Padre en medio de todas mis congojas, te levantaré de once a doce de la noche para postrarte durante una hora conmigo; el rostro en el suelo, tanto para calmar la cólera divina, pidiendo misericordia para los pecadores, como para suavizar, en cierto modo, la amargura que sentí al ser abandonado por mis apóstoles, obligándome a echarles en cara el no haber podido velar una hora conmigo…

«Una vez, estando expuesto el Santísimo Sacramento, se presentó Jesucristo resplandeciente de gloria, con sus cinco llagas que se presentaban como otro tanto soles, saliendo llamaradas de todas partes de Su Sagrada Humanidad, pero sobre todo de su adorable pecho que, parecía un horno encendido. Habiéndose abierto, me descubrió su amabilísimo y amante Corazón, que era el vivo manantial de las llamas. Entonces fue cuando me descubrió las inexplicables maravillas de su puro amor con que había amado hasta el exceso a los hombres, recibiendo solamente de ellos ingratitudes y desconocimiento.

«Eso,» le dice Jesús a Margarita, «fue lo que más me dolió de todo cuanto sufrí en mi Pasión, mientras que si me correspondiesen con algo de amor, tendría por poco todo lo que hice por ellos y, de poder ser, aún habría querido hacer más. Mas sólo frialdades y desaires tienen para todo mi afán en procurarles el bien. Al menos dame tú el gusto de suplir su ingratitud de todo cuanto te sea dado conforme a tus posibilidades.»

Ante estas palabras, Margarita solo podía expresarle al Señor su impotencia, Él le replicó: «Toma, ahí tienes con qué suplir cuanto te falte.» Y del Corazón abierto de Jesús, salió una llamarada tan ardiente que pensó que la iba a consumir, pues quedó muy penetrada y no podía ella aguantarlo, por lo que le pidió que tuviese compasión de su debilidad. El le respondió:

«Yo seré tu fortaleza, nada temas, solo has de estar atenta a mi voz y a lo que exija de ti con el fin de prepararte para la realización de mis designios.»

Entonces el Señor le describió a Margarita exactamente de que forma se iba a realizar la práctica de la devoción a Su Corazón, junto con su propósito, que era la reparación. Finalmente, Jesús mismo le avisa sobre las tentaciones que el demonio levantará para hacerla caer.

«Primeramente me recibirás en el Santísimo Sacramento tanto como la obediencia tenga a bien permitírtelo; algunas mortificaciones y humillaciones por ello habrán de producirse y que recibirás como gajes de mi amor. Comulgarás, además, todos los primeros viernes de mes, y en la noche del jueves al viernes, te haré participe de la mortal tristeza que quise sentir en el huerto de los Olivos, cuya tristeza te reducirá, sin que logres comprenderlo, a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte. Para acompañarme en la humilde plegaria que elevé entonces a mi Padre, en medio de todas tus angustias, te levantarás entre las once y las doce de la noche para postrarte conmigo durante una hora, con la cara en el suelo, tanto para apaciguar la cólera divina, pidiendo por los pecadores, como para endulzar de algún modo la amargura que sentía por el abandono de mis apóstoles, lo cual me llevó a reprocharles que no habían podido velar una hora conmigo. Durante esa hora harás lo que te diga. Pero, oye hija mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás está rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno sobre los obedientes.»

AGUDAS PRUEBAS

Después de la aparición, Margarita sintiéndose que estaba ella fuera de si, y no sabiendo donde estaba, le faltaron las fuerzas y cayó desmayada. Sus hermanas, viéndola en tal aspecto, la levantaron y la cargaron donde la Madre Superiora. Ella viendo que Margarita no podía hablar, ni aun sostenerse, arrodillada ante sus pies, la mortificó y la humilló con todas sus fuerzas. Y cuando Margarita le respondió a su pregunta de lo sucedido, contándole todo cuanto había pasado, recargó sobre ella nuevas humillaciones y no le concedió nada de cuanto decía que el Señor le mandaba hacer, mas bien lo acogió con despreció.

El fuego que devoraba a Margarita por dentro a causa de las revelaciones, le ocasionó una fiebre continua. Ante esta misteriosa enfermedad, la Madre Superiora no podía sino sentir miedo y por tanto le dijo a Margarita: «Pida a Dios su curación, de esta forma sabré si todo viene del Espíritu del Señor.»

Margarita, obedeciendo a esta orden, le expuso todo cuanto le pedía su Superiora al Señor, el cual no tardó en recobrarle por completo su salud por las manos de la Virgen Santísima. Y así consiguió Margarita el poder cumplir lo que Dios le pedía.

Pero viendo la Madre Superiora que continuaban las visiones, y no sabiendo que más hacer para asegurarse de su veracidad, decide consultar a los teólogos. Ella creyó que debía obligarla a romper el profundo silencio que hasta entonces había observado, con el fin de hablar del asunto con personas de doctrina. Compareció pues Margarita ante estos personajes, y haciéndose gran violencia para sobrepasar su extremada timidez, les contó todo lo sucedido. Más Dios permitió que algunos de los consultados no conocieran la verdad de las revelaciones. Condenaron el gran atractivo que tenía Margarita por la oración y la tildaron de visionaria, prohibiéndole detenerse en sus inspiraciones. Hasta uno de ellos llegó a aconsejar: «procuren que esta hija se alimente bastante y todo irá mejor.»

«Se me empezó a decir,» cuenta Margarita, «que el diablo era el autor de cuanto sucedía en mi, y que me perdería si no ponía muy en guardia en contra de sus engaños e ilusiones.»

Para Margarita esto fue motivo de gran sufrimiento. No por razón del rechazo o porque pensaban mal de ella, sino por el conflicto interno que le causaba.  Llegó a pensar que ella estaba en el error pero por mas que trataba de resistir las atracciones de Dios no lo lograba. Se sentía profundamente abandonada, puesto que se le aseguraba que no la guiaba el Espíritu de Dios, y sin embargo, no lo podía resistir.

Cada vez era mayor la oposición aun dentro del convento contra Margarita. Había significativos movimientos de cabeza, miradas reprobatorias y muecas. Algunas pensaban que una visionaria venía a ser como la personificación de todo un escuadrón de demonios, un peligro evidente y una gran amenaza para todas. Llegó hasta tal punto que las hermanas empezaban a rociarla con agua bendita cuando pasaba.

TRIUNFO

El Señor le había prometido a Margarita que su obra triunfaría a pesar de todos los obstáculos. Esta promesa empezó a cumplirse cuando, a primeros días de febrero de 1675, le envío al jesuita Padre Claudio Colombiere. En cuanto este santo sacerdote habló con Margarita, pudo ver su santidad y creyó en sus revelaciones, lo cual comunicó inmediatamente a la Madre Superiora. Ante el juicio del Padre Claudio, quién era reconocido por su sabiduría y santidad, la Madre Superiora pudo por fin descansar y le ordenó a Margarita que le contase todo al Padre Colombiere.

Cuarta revelación

Fue bajo esta nueva aceptación que se dio la cuarta y ultima revelación que se puede considerar como la más importante. El Señor quería establecer en la Iglesia una fiesta litúrgica en honor del Sagrado Corazón de Jesús.

Sucedió esta revelación en el curso de la octava del Corpus Christi del año 1675, o sea entre el 13 y el 20 de junio. Cuenta Margarita:

Estando ante el Santísimo Sacramento un día de su octava, y queriendo tributarle amor por Su tan gran amor, me dijo el Señor:

«No puedes tributarme ninguno mayor que haciendo lo que tantas veces te he pedido ya.» Entonces el Señor le descubrió su Corazón y le dijo «He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares. También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute.»

El Padre Colombiere le ordenó a Margarita a que cumpliese plenamente la voluntad del Señor. Y que también escribiese todo cuanto le había revelado. Margarita obedeció a todo lo que se le pidió pues su mas grande deseo era que se llegase a cumplir el designio del Señor.

Pasarían mas de diez años antes que se llegase a instituir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en el monasterio de la Visitación. Serian diez años muy duros para Margarita. La Madre Superiora, que por fin llego a creer en ella, fue trasladada a otro monasterio. Pero antes de irse ordena a Margarita a que relatara ante toda la comunidad todo cuanto el Señor le había revelado. Ella accedió solo en nombre de la santa obediencia y les comunicó a todas lo que el Señor le había revelado incluyendo los castigos que El haría caer sobre la comunidad y sobre ellas. Y cuando todos enfurecidos empezaron a hablarle duramente, Margarita se mantuvo callada, aguantando en humildad todo cuanto le decían. Al siguiente día, la mayoría de las monjas sintiéndose culpables de lo que habían hecho, acudían a la confesión. Margarita entonces oyó que el Señor le decía que ese día por fin llegaba la paz de nuevo al monasterio y que por su gran sufrimiento, Su Divina Justicia había sido aplacada.

En contra de su voluntad, Margarita fue asignada como maestra de novicias y asistente a la superiora. Esto llegó a ser parte del plan del Señor para que por fin se empezara a abrazar la devoción del Sagrado Corazón de Jesús. Sin embargo Margarita nunca llegó a ver durante su vida en la tierra el pleno reconocimiento de esta devoción.

En la tarde del 17 de octubre del 1690, habiendo Margarita previamente indicado esta fecha como el día de su muerte, encomendó su alma a su Señor, quien ella había amado con todo su corazón. Muere entre 7 y 8PM. Tenía 43 años de edad y 18 años de profesión religiosa.

Pasaron solamente tres años después de su muerte cuando el Papa Inocencio XIII empezó un movimiento que abriría las puertas a esta devoción. Proclamó una bula papal dando indulgencias a todos los monasterios Visitantinos, que resultó en la institución de la fiesta del Sagrado Corazón en la mayoría de los conventos. En 1765, el Papa Clemente XIII introdujo la fiesta en Roma, y en 1856 el Papa Pío IX extendió la fiesta del Sagrado Corazón a toda la Iglesia. Finalmente, en 1920, Margarita fue elevada a los altares por el Papa Benedicto XV.

HOY VISITAMOS LA CATEDRAL DE AVILA

Iniciada en el siglo XII sobre una base románica, la Catedral de San Salvador se erige como el principal templo de Ávila; la primera Catedral gótica de España. Entre los muros de la inmensa mole de piedra que la conforman se encuentran numerosas obras de arte, destacando el acusado carácter medieval de su trazado y la valía histórica de las obras que se hallan en su interior.

La Catedral de Ávila dedicada al Salvador se proyectó como templo y fortaleza. Ávila es la ciudad que levantó la muralla más formidable y convirtió la Catedral en un fuerte inexpugnable. Un paseo por el exterior de la Catedral deja claro el carácter militar del templo; la torre Norte a la entrada, el Cimborrio en el ábside y el perímetro almenado de las cubiertas, reafirman su compromiso defensivo.

La historia de la Catedral de Ávila es controvertida, según algunos documentos el primer templo se erigió hacia el 1130. En ese mismo siglo sería derribada para dar paso al proyecto inicial, y que tras muchas reformas, ha llegado hasta nuestros días.

La dirección de las obras se atribuyen a Fruchel, probablemente de origen francés, el Maestro dotó a la catedral de una gran cabecera con girola y una corona de capillas que se incrustaba directamente en la muralla formando un magnífico torreón y uno de los principales bastiones. De aquí su marcado carácter de fortaleza.

Para la construcción de este espacio se utilizó la llamada ‘piedra sangrante’ una piedra arenisca ferruginosa procedente de las canteras de La Colilla. El óxido de hierro presente en este material ofrece una tonalidad blanca y roja muy que dan un aspecto muy llamativo.

A la muerte del maestro, las trazas originales se vieron modificadas abandonándose el proyecto románico ideado por Fruchel del que sólo se había realizado parte de la cabecera. Con la irrupción del gótico el templo pasaría a tener tres naves y en su conjunto recibiría diversas modificaciones. La de Ávila es la primera catedral de la península en la que se aplicaron las novedades constructivas del gótico.

La tercera fase de las obras pertenece a los años de apogeo del gótico, finales del siglo XIII hasta mediados del siglo XIV. Por entonces se reformó el crucero, se realizaron el claustro y las sacristías y se terminaron los muros superiores de la nave central, sustentados por arbotantes sobre gruesos contrafuertes.

Durante estas obras, impulsadas principalmente por el obispo Sancho Blázquez Dávila, también se remataron los muros con un cuerpo de ladrillo y el tejado a dos aguas que protegen las bóvedas de piedra, aunque quedó sin concluir la torre derecha de la fachada por falta de medios.

Las últimas intervenciones destacables en la catedral de Ávila corresponden a finales del siglo XV y mediados del XVI. Hacia 1470 se trasladó la portada occidental al lado norte, realizándose una nueva entrada en el espacio liberado.

Posteriormente se levantó un nuevo coro en el centro de la nave para separarlo del altar mayor y se derribó la tribuna románica existente sobre la girola para otorgar una mayor luminosidad al espacio de la cabecera.

En 1595 se comenzó la Capilla de San Segundo y se fortificó en granito el exterior de la cabecera, la parte conocida como El Cimorro.

El templo cuenta con dos accesos. Como ya se ha dicho, la Puerta Norte, también llamada de los Apóstoles, fue trasladada en 1470 pues hasta entonces se encontraba entre las dos torres a los pies del edificio, cobijada por un pórtico y adentrada un tramo hacia el interior del templo. Su traslado al tercer tramo de la nave norte lo realizó el arquitecto de ascendencia flamenca Juan Guas, que adaptó el conjunto a un espacio de menores dimensiones que el original.

En el tímpano de la portada se desarrolla el tema del Juicio Final y escenas de la Última Cena o el Lavatorio. Las jambas alojan al colegio apostólico, esculturas de tratamiento alargado en relación con la tradición gótica francesa, situadas sobre basas y bajo doseletes.

Cinco arquivoltas rematan el conjunto con escenas de la resurrección de los muertos, la condena de los pecadores o los Ancianos del Apocalipsis, mientras que dos pequeñas esculturas de San Gabriel y la Virgen se colocan en las enjutas del arco, formando el tema de La Anunciación.

Todo el conjunto está cobijado por un arco carpanel, que se decora con una crestería tardogótica con pináculos y en la que aparece el Salvador, escultura procedente del parteluz o mainel de la primitiva portada.

La Puerta Occidental no es el pórtico original. Se conforma mediante una superposición de estilos, quedando abajo el acceso ligado al tardogótico, coronado por un remate del siglo XVIII, obra del arquitecto Ceferino Enríquez de la Serna.

La portada consta de un arco de medio punto decorado con medallones y motivos florales. Sobre él se dispone un pequeño tímpano en el que aparece una escena del Martirio de San Segundo, espacio acogido por una sucesión de arquivoltas apuntadas que descansan sobre finas columnillas.

En las jambas encontramos la presencia de Gog y Magog, dos bestias labradas en granito que custodian y protegen la entrada del templo recordando al visitante que entra en un lugar sagrado.

El remate se compone de una gran balaustrada en la que aparecen las esculturas de algunos santos locales. La imagen central es la de El Salvador como advocación del templo, situado bajo el escudo catedralicio y la figura de Arcángel San Miguel.

Ya en el interior, la construcción está formada por tres naves, crucero y cabecera semicircular de doble girola, con capillas entre sus contrafuertes, flanqueado a los pies por dos torres de planta cuadrada, la de la derecha inacabada y la izquierda rematada en merlones con saeteras, cubiertas mediante bóveda de crucería. Los nervios descansan sobre semicolumnas adosadas a los pilares de separación de las naves, y refuerzo de arcos fajones apuntados.

En la diferencia de altura de las naves -siendo la central de mayor alzada- se abre un doble cuerpo de ventanas formado por paños de vidrieras, las cuales resultaron dañadas en el terremoto de Lisboa del año 1755 y tuvieron que ser repuestas posteriormente.

La Girola, del siglo XII, atribuida al ya citado maestro Fruchel, es la parte más primitiva de la catedral. Se compone de un doble deambulatorio separado por finas columnas que a su vez articulan la división de las nueve capillas semicirculares que conforman el espacio. Esta solución no es la original, sino que se adopta en el siglo XV, durante las reformas que suscitaron problemas estructurales.

Destacan en este espacio los capiteles originales de la primera etapa constructiva, con escenas de Lázaro, el rico Epulón o El Pecado Original, así como escenas de animales fantásticos.

El Coro se concibió en origen en la capilla mayor, al modo de las catedrales medievales. Sin embargo, la tradición renacentista de colocar el coro en el cuerpo de la nave lleva al cabildo a sustituir el original, del siglo XIV, por uno nuevo cuya sillería, tallada en madera de nogal, se comienza en 1536. La rejería que cierra el conjunto fue colocada en el año 1760.

El Trascoro, realizado por Lucas Giraldo y Juan Rodríguez, es una obra caliza de grandes dimensiones. Se divide en tres calles mediante pilastras decoradas a candelieri entre las que aparecen, de izquierda a derecha, los altorrelieves de La presentación en el Templo, La Adoración de los Reyes y La matanza de los Inocentes.

A lo largo de los siglos se han ido construyendo diversas capillas como la de San Segundo y Los Velada en el siglo XVI. Otra obra importante de Juan Rodríguez en colaboración con Lucas Giraldo es el Altar de Santa Catalina.

El Retablo del Altar mayor lo comienza Pedro Berruguete en 1499, dando las trazas generales y realizando el cuerpo inferior o predela, en la que representa a los cuatro doctores de la Iglesia y a los evangelistas. De Berruguete también son las dos tablas de la parte superior izquierda, en las que se inicia el Ciclo de la Pasión de Cristo, siendo estas las de la Oración en el Huerto y la Flagelación.

Al morir en 1503, el maestro había comenzado también las tablas de La Anunciación y la central de la Crucifixión, terminada por Santa Cruz. Finalmente termina el retablo Juan de Borgoña.

La construcción del Claustro se inicia en el siglo XIV en estilo gótico y rematado en el siglo XVI por una crestería renacentista de granito, realizada por los maestros Mateo, Pedro de Viñegra y Vasco de la Zarza.

En el interior presenta cubierta de bóvedas de crucería y se abre al patio mediante grandes ventanales propios del gótico, pero que en su mayor parte son resultado de las restauraciones llevadas a cabo en 1980. Al claustro se abren tres capillas; la Capilla de las Cuevas, la Capilla de la Virgen, llamada La Mayor y la Capilla del Crucifijo.

La catedral de Ávila fue declarada Monumento Histórico Artístico el 31 de octubre de 1914.

DIARIO DE UNA PEREGRINA EIM2023

Ya estamos de nuevo en marcha camino del EIM2023, este año nos vamos a Huelva, Sevilla y el Rocío,  y además en tren, mucho más cómodo, salimos de la Estación de Renfe de Alicante a las 7,20 caminito de Cuenca para hacer trasbordo y tomar el Valencia Sevilla.

Reencuentro con algunas compis que fueron el año pasado al EIM 2022, caras de sueño, (yo salía de casa a las 5 para recoger a compañeras de viaje que vienen solas y son mayores). Hay prisa por subir al tren y los nervios no son buenos consejeros, el acompañante puesto por la empresa ni aparece y hay que coger el mando,   a las 7 empezamos a movernos, a veces pienso que sería muy bueno enseñar a las personas a leer un billete de tren, no sé en qué coche voy, ni en que asiento, BUFFF……..  Yo mientras rezando por no dejar a nadie en tierra.

El embarque ha sido exitoso, Gracias Dios mío, se pone el tren en marcha, a las 8,40 en Cuenca, 1 horita y 40 minutos de trasbordo que dan para mucho, un desayuno, unas fotos, ir al aseo, en fin ya sabéis,  23 mujeres juntas damos para mucho.

Antes de embarcar nuevamente hay que pasar control de equipajes, no ha pasado ni  45 minutos cuando empiezan los primeros intentos de asaltar  el control de equipajes que ni siquiera está abierto, y ¡cómo nos cuesta escuchar! Por fin anuncian la apertura del control, y ya estamos en la vía nuevamente esperando nuestro transporte que nos lleva a Sevilla, subimos, colocamos maletas, nos sentamos ….

Tenemos  3 horas y media largas para leer, jugar con la tablet, oír música o hablar con nuestra vecina de asiento. Y también para rezar, a las 12 el Ángelus,  que Pilar nos dirige estupendamente. Y después la cervecita, si, una cervecita en el tren te hace moverte del sitio y rompe la rutina.

Para mi sorpresa cuando vienes de Valencia a Sevilla en el AVE te llevan hasta Torrejón de Velasco en la Comunidad de Madrid a enlazar con el AVE de Andalucía, por esto que tarde desde Cuenca, 3 horas y 38 minutos. Ciudad Real, Puertollano, Córdoba, ya queda nada……SEVILLA al fin.

.Una compañera de Valencia viene sola en el tren y se une a los de Alicante.  Al final de la rampa nos espera Marta nuestra guía en Sevilla y nos dirige al autobús  de la empresa  Zambruno que nos va acercar al restaurante “El Cabildo” donde nos están esperando nuestros compañeros de Madrid , Alcalá, Getafe  y Canarias que ya han llegado, en nuestro bus también vienen hermanos de León,  Soria, Santander y Bilbao. Otra nueva tanda de abracitos y besos,  cuanto tiempo  y cuanta felicidad en el reencuentro.

Tras el almuerzo, que estuvo muy bien y que nos hizo reponer fuerzas, de vuelta al Bus y a Santa Justa a recoger al alma mater de la peregrina  que había estado en Madrid con los transbordos de todos los grupos, junto a los de Zaragoza, que comieron en Madrid,  llegaba Padre Nacho  nuestro consiliario general, este hombre vale para todo, es un crac, aunque él diga que solo es un poquito ordenado.

Y ya caminito del hotel en Matalascañas, al Gran Hotel El Coto, un establecimiento estupendo y muy bien ambientado en las marismas. Reparto de habitaciones y a descansar un ratito antes de cenar, me duelen los brazos un mundo. Durante la cena tipo bufet más achuchones de alegría. Nos vamos a dormir cansados pero felices.

El segundo día comenzaba pronto, a las 9 el autobús parte a Huelva y hay que pisar el acelerador para no dejarnos nada en la habitación. Lo que yo pensaba que iba a ser una charlita de un cura abuelete resulta ser una interesantísima ponencia sobre la religiosidad popular y la transmisión de la fe entre las generaciones a cargo de D. Baldomero Rodríguez Carrasco, teólogo, filósofo y pedagogo, una ponencia bien estructurada,  llena de contenido y fácilmente entendible y asimilable, de la que os pongo el enlace para que podáis acceder al Power point .

(.V.ASCENDENTE-R.Popular-Montaje)

y también el texto integro por si lo queréis leer

LA RELIGIOSIDAD POPULAR Y LA TRANSMISIÓN DE LA FE

Posteriormente traslado al Monasterio de La Rábida donde Colón se refugió un tiempo antes de partir en su aventura hacia el Nuevo Mundo, hace mucho calor y se suspende la visita a Palos porque hay personas con bajada de azúcar y alguna que otra lipotimia, cuando los mayores viajamos pueden pasar estas cosas.

Dicen que el superior del convento de Franciscanos se hizo muy amigo de Cristóbal Colon y se convirtió en un gran apoyo a la causa  del Descubrimiento, aquí oímos por primera vez las terribles secuelas que el Terremoto de Lisboa de 1755 de 8,5 grados en la escala Ritcher y su posterior Tsunami, dejaron en la costa de la provincia, todas las techumbres de los edificios se vinieron abajo, es por eso que en Huelva apenas hay monumentos anteriores a esta fecha, ya que además del Terremoto una grandísima ola,  de unos 20 metros de altura,  arrasó todo o que encontró a su paso, desplazando unos 3 kilómetros la  línea de costa y llevándose por delante más de 2000 vidas y arrasando la flota pesquera muy importante en esos momentos.

Una vez que la Reina Castellana Isabel la Católica obtuvo los fondos para financiar el viaje  de Colón,  aquí tuvo un importante papel Luis de Santangel, que hizo de intermediario y consiguió los fondos para tal ocasión, también Martín Alonso Pinzón que capitanearía La Pinta aporto una fuerte suma, partió la expedición.

Por la tarde nos desplazamos al muelle de Las Carabelas, donde tuvimos ocasión de ver a escala real las dos carabelas Pinta y Niña  capitaneadas por los hermanos Pinzón y la Nao Santa María, mucho más grande y pesada, y difícil de manejar, perteneciente al cántabro Juan de la Cosa.

Sabemos que pararon en Canarias a recargar víveres y que solo estuvieron en alta mar 36 días, que no pasaron hambre  física, pero,  que arrojo el de los 88 hombres que partieron rumbo a lo desconocido en esos cascarones de nuez, La Niña es un barquito de 20 metros y sin embargo la que mejor papel hizo por su maniobrabilidad, la Santa María encalló en el Caribe por su mayor calado y capacidad de carga, y la Pinta tampoco quedo muy bien parada tras el segundo viaje. Tras el terremoto de Lisboa el puerto de Palos quedo en tierra firme, tres kilómetros tierra adentro.

Nos trasladamos a Huelva donde tendremos uno de los platos fuertes del viaje, la Misa en forma de Vigilia con Adoración Eucarística, de camino visitamos el Santuario de nuestra Señora de la Cinta, donde otra vez se ven los estragos del terremoto de 1755, una breve visita a este santuario de paredes blancas  y azulejos azules, donde todo nos habla de la época Colombina.

Y de  nuevo al bus, donde nuestro chofer,   Javier, se ha encargado de poner botellas de agua a refrescar que nos vienen de maravilla. Vamos a la Catedral de Huelva a celebrar nuestra misa. Durante todo el día no han dejado de sonar los móviles y llegan a ser cansinos.

La Catedral de Huelva está dentro del Convento de los Mercedarios y está dedicada a Nuestra Señora de La Merced, no es grande ni está llena de oros y lujos pero transmite paz. La Eucaristía se desarrolla según lo previsto con el momento culmen de la Adoración Eucarística, poder estar con el Señor es un lujo. “Señor,  Tú lo sabes todo…. y sabes que te quiero”. Es tarde, y vamos cansados al bus que nos lleva al hotel a cenar y a dormir. Ayer me dolían los brazos y hoy tengo cardenales de lo que me han apretado para preguntarme cosas, decididamente, no escuchamos.

El tercer día vamos a Sevilla, tenemos 100 kilómetros de bus hasta llegar a nuestro destino y salimos a las 8,30 hoy el plato fuerte es Peregrinar a la Iglesia de San Andrés para ganar el jubileo de la Hermandad de Santa Marta que cumple 75 años, bajamos de los buses en la Plaza de España y tenemos tiempo de dar una vuelta y comprar alguna cosita antes de partir para  la Parroquia de San Andrés, bajamos del bus en una zona habilitada para ello y  hacemos a pie un paseo de unos 20 minutos, coordinados por una guía ¿Cómo es posible que de un grupo se distraigan  sin avisar unas 20 personas? Habían ido al aseo  y de paso a tomar un café…. y el resto esperando, algunas tomamos la determinación de seguir ya que sabemos a dónde vamos y allí están esperándonos, llegamos tarde.

El Presidente de Vida Ascendente de Sevilla nos espera, está muy enfermo, también representantes de la Hermandad, en fin, cada uno tiene sus prioridades, y la mía es llegar y no hacer esperar, nos reciben  con mucho cariño y vamos entrando y acoplándonos, en seguida llega el Obispo Auxiliar D. Ramón Valdivia, que preside la Eucaristía, nos ponen en antecedentes en lo relativo a la hermandad, sus obras caritativas, su fundación hace 75 años, sus imágenes del Santísimo Cristo de La Caridad, Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta.

D. Ramón hace una prédica  en la que enlaza el Santo del día, San Francisco de Asís,  con los mayores, la necesidad de poner amor en todo lo que hacemos y la necesidad que tiene la sociedad de los mayores, y como algunos padres abusan de los abuelos, “los abuelos no están para educar, sino para transmitir la fe, dar amor, ser abuelo es otra cosa, no os dejéis engañar».

La primera parte del Jubileo está hecha, hemos pasado por la puerta jubilar, hemos comulgado y  rezado por las intenciones del Santo Padre, pero  nos falta la reconciliación, tenemos 15 días para hacerlo, menos mal, porque se nota la falta de sacerdotes no hay ninguno confesando, y tampoco sé si  durante todo el viaje será posible, me  lo llevaré pendiente para casa.

Vamos a comer, la verdad es que el día está siendo muy caluroso, a pie  hasta El Patio Sevillano, restaurante típico donde vamos a comer, en el local hace mucho fresquito y se está muy bien, salimos corriendo para ver los Reales Alcázares pues vamos con hora en la entrada, hace muchísimo calor y más de uno hubiéramos perdonado la visita, la arquitectura mudéjar siempre es exuberante, dicen que los Omeyas  en Córdoba utilizaron  mármoles, en Sevilla  los bereberes ladrillos y en Granada, el ultimo reino Andalusí,  yesos.

El Palacio,  mandado construir por Pedro I entre 1356 y 1366, tiene influencia de constructores toledanos, sevillanos y granadinos y es una maravilla, aunque las prisas y el calor no nos han dejado disfrutar mucho de él, me llama la atención como hay guías que toda la grandeza la atribuyen a la invasión a fuego y espada que sufrimos los españoles en el siglo VIII por los musulmanes y manipulan ese oscuro periodo de la historia. ¿Cómo es posible que se nos haya vuelto a perder la misma persona que esta mañana?.

Corriendo vamos a ver la Catedral de Sevilla, o de Santa María de la Sede, se llama así porque la Virgen es la patrona de la Sede Episcopal de la Ciudad de Sevilla,  es de estilo gótico tardío y es la catedral gótica más grande del mundo. La guía nos cuenta que estos se debe a que se hizo aprovechando  la antigua mezquita, nuevamente salen los musulmanes, buscando información sobre ella leo que se comenzó la construcción en el solar que anteriormente había sido ocupado por la mezquita, y que esta había sido demolida por el mal estado en que quedo tras el terremoto de 1356, ¿verdad que no es lo mismo?.

La Catedral Es una preciosidad y la Giralda una magnífica obra. Hace tanto calor que nos sentamos en los bancos a media visita, no podemos más, y  hay que regresar al bus caminando, pues sacaremos fuerzas de donde no las hay, volvemos a la orilla del Guadalquivir a recoger el bus, y aún nos queda la visita a las bodegas en Bollullos Par del Condado, donde tras una charla pasamos a degustar productos de la tierra, o sea, una patatas fritas y unos vinos que aprovechan para vendernos, y la verdad es que no llego a comprender esta visita, para mi carece de sentido, parece que está hecha para que compremos vino, embutido y queso.

Y comenzamos el cuarto día poniendo ruta  a la Aldea del Rocío donde nos espera la Blanca Paloma, comenzamos con la Eucaristía presidida por S.E.R. Santiago Gómez Sierra, Obispo de Huelva, nuestros estandartes puestos sobre las escaleras del altar son testigos de nuestra presencia, una homilía muy cariñosa con los mayores, nos arenga a seguir en la brecha.

Tras la misa nos dividimos en dos grupos, unos vamos a ver el Palacio del Acebrón y otros al Museo de la Hermandad Matriz del Rocío, tras el almuerzo en la hermandad de  Pilas,  volvimos a la  Basílica para rezar un Rosario meditado, presidido por el Consiliario de Madrid y muy participativo que nos condujo a orar por mas intenciones, una por cada Ave María , terminado el Rosario nos pusimos en camino hacia el Hotel, para recoger maletas y cenar, estos días de estar en común iban llegando a su fin.

Amanecía el viernes  y tras celebrar la Eucaristía en la parroquia San Francisco de Asís de Matalascañas presidida  por nuestro Consiliario General nos subimos a los autobuses para retornar a nuestros hogares, era el momento de agradecer el esfuerzo a la organización tantos días de trabajo para que todo salga bien. Gracias. Gracias. Gracias.

LA RELIGIOSIDAD POPULAR Y LA TRANSMISIÓN DE LA FE

LA RELIGIOSIDAD POPULAR Y LA TRANSMISIÓN DE LA FE

 Charla al grupo de Vida Ascendente (3-10-23)

Baldomero Rodríguez

INTRODUCCIÓN

El tema que ocupa la reflexión de este encuentro de Vida Ascendente, según el programa establecido, es: “La Religiosidad popular y la transmisión de la fe entre las generaciones”. Su formulación nos lleva a establecer estos objetivos, que diseñan la estructura de la ponencia:

 

–    Reflexionar sobre la religiosidad popular como experiencia pastoral fundamental en la vida            cristiana y como ámbito y plataforma de educación de la fe. Analizaremos, por tanto,  el       fenómeno religioso: su naturaleza y su dimensión         de fenómeno humano e histórico.

 

 

–    Y, segundo, destacar y valorar el rol educativo que en este sentido pueden y deben       realizar las personas mayores. Ciertamente, la educación cristiana se lleva a cabo, de           forma ordinaria, en un contexto de “religiosidad popular

 

 

  1. VALORACIÓN TEOLÓGICO-PASTORAL DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR

 

Iniciamos esta primera parte formulando una pregunta retórica que encuadre el tema: ¿Es la RP un fenómeno antropológico, que ha existido siempre en la humanidad? Dos cuestiones subyacen en la pregunta: si se puede hablar de la religiosidad popular como un fenómeno humano, que forma parte de la naturaleza humana; y si es un fenómeno histórico, esto es, si su presencia ha sido constante en la historia de la humanidad.

 

  • NATURALEZA DE LA R.P: ¿QUÉ ENTENDEMOS POR R.P.?

 

El universo religioso de la persona lo constituye el conjunto de actitudes, experiencias, manifestaciones, expresiones, etc. relacionado con la transcendencia. Nos referimos, pues,  al conjunto de «expresiones» y «manifestaciones» a través de las cuales el pueblo «cristiano» responde a sus sentimientos religiosos. Pablo VI la llama «piedad popular» y «religión del Pueblo» (EN 48). También cabe hablar de «religiosidad popular tradicional» o «religiosidad popularizada» Aunque cada expresión acentúa matices distintos, para nuestro caso son conceptos válidos. ([1]). En definitiva, entendemos, pues, por “religiosidad” toda actitud de apertura y de relación de la persona con el Ser supremo, trascendente, absoluto…que llamamos Dios o sustituto de Dios.

 

La piedad popular se realiza y visibiliza a través de las mediaciones que el hombre tiene a su alcance, según su naturaleza: la oración, el sacrificio, la ofrenda, el culto, etc. Son, pues, múltiples las formas de expresarse el sentimiento religioso.

 

En este sentido, bien podemos decir que nos encontramos envueltos en un ambiente  cultural-religioso a tenor de las prácticas, ritos, costumbres y manifestaciones que caracterizan la sociedad. Efectivamente: “En la piedad popular puede percibirse el modo en que la fe recibida se encarnó en una cultura y se sigue transmitiendo” (EG 123).

En concreto, los Obispos del Sur hacen una valoración pastoral del sentido e influencia que la religiosidad popular ejerce en la vida cristiana del pueblo:

“Sin duda, uno de los rasgos más característicos de la vida cristiana en las diócesis de Andalucía es la riqueza multiforme de su piedad popular. Sus expresiones acompañan a los fieles a lo largo de su vida terrena, configuran el ritmo de las celebraciones del Año litúrgico y dan forma, incluso, a nuestra geografía, sembrando de devoción a los Misterios de la vida de Cristo, a María Santísima y a los Santos los lugares más emblemáticos de nuestros campos, pueblos y ciudades”[2].

 

 

En definitiva, la religiosidad popular expresa y abarca el ser y sentir de la persona en su apertura a Dios. Su interés pastoral ha ocupado la atención del Magisterio de la Iglesia. Esta es una síntesis de las distintas valoraciones de los Papas:

“…los últimos Papas nos han ayudado a percibir el valor admirable de la piedad popular en la vida y misión de la Iglesia. San Pablo VI recordaba que la piedad popular «refleja una sed de Dios que solo los pobres y sencillos pueden conocer». San Juan Pablo II invitaba a considerar cuidadosamente las formas de la piedad popular «mediante una pastoral de promoción y renovación, que les ayude a desarrollar todo lo que es expresión auténtica de la sabiduría del Pueblo de Dios». Benedicto XVI consideraba la piedad popular como «un precioso tesoro de la Iglesia Católica». Francisco, por su parte, desde el inicio de su pontificado, ha subrayado la fuerza evangelizadora de las expresiones de la piedad popular y ha llamado expresamente a alentarla y fortalecerla…»[3]..

 

  • FENÓMENO ESPECÍFICAMENTE HUMANO

 

En su esencia –como ya hemos dicho- , la “religiosidad” expresa la relación del ser humano con el mundo de la transcendencia, la relación con el “absoluto”, con el “radicalmente otro”, en definitiva, con Dios. La experiencia religiosa, pues, es un fenómeno específicamente humano, esto es, el ser religioso se entronca en la misma naturaleza de ser persona

 

 

De tal manera esta ligazón es tan radical que el origen de la religión va parejo con el origen del ser humano. Afirma el Concilio:

“La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios…Y solo se puede decir  que vive en la plenitud de la verdad cuando reconoce libremente ese amor y se confía por entero a su Creador” (GS 19).

 

Como tal fenómeno humano, la dimensión religiosa determina la condición humana. Podemos habla con pleno sentido del “homo religiosus”.

“No es extraño pensar que en la constitución humana misma haya implantada una exigencia de misterio, de plenitud real, de Dios” …Lo cual significa  que la “religiosidad” está “encarnada” en el hombre como las exigencias biológicas, y acaso más profundamente todavía que ellas” …“Así, pues, el ser humano es inevitablemente religioso:  con la dignidad de pertenecer al “Dios vivo y verdadero”, pero también con el riesgo de “hacerse Dios” y convertirse en esclavo de un “ídolo de sus manos” [4].

 

Esta dimensión religiosa está fundamentada en la misma naturaleza y condición del ser humano. La propia experiencia de “creaturalidad” reclama un origen de su existencia. “Todo hombre resulta para sí un problema no resuelto, percibido con cierta oscuridad” (GS 21). La búsqueda de la luz que ilumine tal oscuridad fundamenta la búsqueda del Absoluto.

 

  • PRESENCIA EN LA HISTORIA

 

Una cuestión de especial importancia es responder al interrogante sobre el valor histórico del hecho religioso, es decir: ¿Ha sido y es el fenómeno religioso una constante histórica? ¿Ha existido siempre en la historia de la humanidad? Si hemos afirmado que se trata de un fenómeno humano, cabe afirmar de principio que siempre que ha existido el ser humano ha estado presente el hecho religioso. Por tano, su presencia en la historia es incontestable:

 

“El hecho religioso es una parte de la historia humana. En todas sus etapas encontramos indicios suficientes para afirmar con fundamento la actividad religiosa de los hombres que las han protagonizado. Los historiadores de la religión han renunciado hace mucho a indagar los orígenes empíricos de la religión, es decir, a descubrir el momento en que la humanidad comenzó a ser religiosa, convencidos de que donde existen indicios de vida humana, existen indicios de actividad religiosa” [5].

 

¿Qué decir, entonces, del ateísmo, que es una negación de Dios y, por tanto, de toda experiencia religiosa? Es una pregunta obligada. Hay que reconocer que el ateísmo avanza cada día con más fuerza en la sociedad. Afirma el Concilio:

”Por otra parte, muchedumbres cada vez más numerosas se alejan prácticamente  de la religión. La negación de Dios o de la religión no constituye, como en épocas pasadas, un hecho insólito e individual; hoy día, en efecto, se presenta no rara vez como exigencia del progreso científico y de un cierto humanismo nuevo” (GS 7).

 

A pesar de esta constatación de la extensión del ateísmo en nuestra sociedad, pero teniendo en cuenta, por otra parte, el acontecer histórico, la historia de las religiones, habría que afirmar que el “ateísmo” con su carga de negación de Dios y consecuentemente de la religión es una excepción histórica. No hay constancia de que la humanidad haya sido, en algún momento, arreligiosa en su conjunto, sino al contrario, ni que haya existido etapa concreta histórica que su signo cultural haya sido el ateísmo.

 

 

 

  • RELIGIOSIDAD POPULAR Y EDUCACIÓN DE LA FE

 

  • ¿Favorece la religiosidad popular una auténtica educación de la fe?

 

Asumida la existencia de la religiosidad popular y su carácter envolvente de la vida cristiana, es oportuno plantear la siguiente cuestión: ¿es dicha religiosidad popular un ámbito adecuado para la educación de la fe? ¿Se identifica la fe con la R:P:? ¿Qué relación cabe?

 

Con este planteamiento pastoral pretendemos resaltar que, efectivamente, es un ámbito que favorece la educación de la fe, pero que necesita ser pastoralmente revisada, corregida y “evangelizada” para que responda a su naturaleza.

 

Ya hemos visto que la religiosidad es una experiencia envolvente de la vida del cristiano. Queramos o no, las prácticas religiosas –manifestaciones, expresiones, ritos, sus cultos, sus exigencias morales, etc.- están presentes en la cultura del pueblo y en la praxis cultual de la vida eclesial. Ahora bien, esta presencia de la religiosidad popular en la vida cristiana tiene sus “pro” y “contra”, de los que hemos de ser conscientes, y así nos lo hace ver el Papa:

“La religiosidad popular, hay que confesarlo, tiene ciertamente sus límites. Está expuesta frecuentemente a muchas deformaciones de la religión, es decir, a las supersticiones. Se queda frecuentemente a un nivel de manifestaciones culturales, sin llegar a una verdadera adhesión de fe. Puede incluso conducir a la formación de sectas y poner en peligro la verdadera comunidad eclesial” (EN 48).

 

1.4.2.    Necesidad de revisión y purificación

 

Lógicamente, tal constatación reclama que la RP sea purificada en orden a que pueda realmente ser un ámbito y plataforma de educación cristiana. De ahí que -sigue afirmando el Papa-:

“Bien orientada, esta religiosidad popular puede ser cada vez más, para nuestras masas           populares, un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo” (EN 48).

 

Admitida la necesidad de una revisión y purificación de la RP, hemos de reconocer que constituye una atalaya de confesión de la fe y una plataforma de educación de la fe:

 “Estamos convencidos de que «la piedad popular es una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros […] En el ambiente de secularización que viven nuestros pueblos, sigue siendo una poderosa confesión del Dios vivo que actúa en la historia y un canal de transmisión de la fe”[6].

 

El Papa Francisco es muy rotundo en la defensa del valor teológico y pastoral de lña reiligiosidad popular. Afirma: “La piedad popular es el sistema inmunitario de la Iglesia. Nos salva de muchas cosas”[7]

 

 

 

RESUMEN:

Como resumen de esta primera parte, afirmamos que el fenómeno religioso constituye una dimensión del ser humano y que su presencia ha sido constante en la historia de la humanidad. Esta dimensión religiosa ha cristalizado y se ha encarnado de formas distintas según las culturas, según los pueblos, según el devenir de la historia, sufriendo ciertamente altibajos en sus manifestaciones.

 

La experiencia nos dice que la respuesta del ser humano a dicho sentimiento religioso, en razón de su libertad, ha sido muy diversa: unos, lo niegan existencialmente: el ateísmo propiamente dicho; otros, lo marginan organizando su vida, de facto, como si no existiera: un ateísmo práctico; están los que se organizan comunitariamente siguiendo a un fundador: las distintas religiones; otros caen en la idolatría, dando tratamiento divino a realidades humanas; etc.

 

Sea cual sea la forma de presencia de los religioso en la sociedad, la realidad es que lo religioso es una factor que dimensiona la existencia humana y, por consiguiente, es una realidad humana que merece ser atendida, o, como dice el Papa: “estamos llamados a alentarla y fortalecerla” (EG 126).

 

 

  1. ROL DE LOS MAYORES COMO EDUCADORES DE LA FE DE LAS GENERACIONES JÓVENES

 

En este contexto pastoral de la religiosidad popular, es importante destacar la figura y función que corresponden a los ancianos en relación a la educación de la fe de las generaciones jóvenes. Reflexionar sobre ello es el objetivo de esta segunda parte.

 

  • DATO SOCIOLÓGICO

Hay que partir del dato sociológico de que la población de los mayores está creciendo cuantitativamente y en longevidad. Su presencia se hace notar más significativamente y su importancia y necesidad se hace notar más nítidamente:

“Todos vivimos en un presente donde conviven niños, jóvenes, adultos y ancianos. Pero la           proporción ha cambiado: la longevidad se ha masificado…” [8].

 

De ahí que el Papa haya dedicado un conjunto de sesiones catequéticas en sus habituales intervenciones de los miércoles, destacando y valorando la figura y misión de los ancianos:

“Por eso, en estas catequesis, yo quisiera que la figura del anciano se destaque, que se entienda               bien que el anciano no es un material de descarte: es una bendición para la sociedad”[9].

La importancia educadora de los mayores con respecto a los nietos aparece con más relieve a partir de la crisis que afecta a la relación padres-hijos por razón de trabajo y otras exigencias sociales. En ese sentido, los mayores ganan terreno y protagonismo en la familia:

“Ante la crisis de las familias, los abuelos, que con frecuencia tienen mayores raíces en la fe cristiana y un pasado rico en experiencias, se convierten en importantes puntos de referencia. De hecho son muchas las personas que deben su iniciación en la vida cristiana a sus abuelos” (DC 126).

 

Descubrir, por tanto, y asumir la importancia y responsabilidad de los mayores y de su función educadora, es una exigencia pastoral que, amén, de ser una respuesta social, es una respuesta eclesial:

“Por eso es muy importante el diálogo en una familia, el diálogo de los niños con los abuelos que            son aquellos que tienen la sabiduría de la fe”[10].

 

  • PAUTAS PARA UNA ACTUACIÓN EDUCATIVA DE LOS MAYORES CON LOS JOVENES

Analizamos a continuación algunas posibles pautas operativas que hagan posible al acción educativa  de los mayores con la generación joven en el contexto de una religiosidad popular presente en al sociedad.

 

Somos conscientes de que se trata de pautas que no siempre son realizables, bien por la situación de la familia o por las mismas circunstancias de las personas mayores. Con todo, pueden valer como sugerencias educativas a realizar donde sean posibles.

2.2.1.    Descubrir el verdadero sentido teolígico de  la piedad popular.

 

Para ello es necesario adquirir una formación religiosa básica. La formación es siempre exigible a cualquier cristiano, que quiera profundizar en su fe. Por supuesto, es más exigible a quienes tengan el deber de educarla. Sin esa formación básica corremos el riesgo acentuar las deficiencias, que conlleva la religiosidad popular, en vez de “ayudarla a superar sus riesgos de desviación” (EN 48).

 

Una acción educativa adecuada, en lo religioso, de los mayores con las generaciones jóvenes goza de un carácter liberador ante posibles costumbres piadosas mal entendidas y practicadas, que es un hecho bastante extendido en la población cristiana:

La nueva evangelización tiene una deuda contraída con las grandes masas de la religiosidad popular que han visto sus conciencias sometidas a esas falsificaciones de la fe y de la moral cristiana, pagando por ello un alto precio de dolor y sufrimiento» ([11]).

 

De ahí que una primera pauta para educar la religiosidad popular sea la de empatizar con ella. Si los mayores no están en sintonía con el verdadero y cristiano sentido de la piedad popular, difícilmente podrán influir positivamente en la educación de los menores:

“Ante todo hay que ser sensible a ella, saber percibir sus dimensiones interiores y sus valores   innegables, estar dispuesto a ayudarla a superar sus riesgos de desviación” (EN 48)

 

 

 

 

 

 

2.2.2. Comunicación y diálogo intergeneracional.

 

Si no hay diálogo interpersonal no es posible la relación educativa. En este sentido, las personas mayores deben llevar la iniciativa en el proceso de comunicación con las generaciones jóvenes. Este esfuerzo por el diálogo, además de crear lazos afectivos, se crea el ambiente adecuado para la educación.

“Una sociedad donde los ancianos no hablan con los jóvenes, los jóvenes no hablan con los ancianos, los adultos no hablan con los ancianos ni con los jóvenes, es una sociedad estéril, sin futuro, una sociedad que no mira al horizonte, sino que se mira a sí misma. Y se queda sola.”[12].

 

Es, pues, la comunicación una tarea imprescindible desde el punto de vista humano y pastoral.

 

 

2.2.3. Testimonio de participación en las actividades cultuales.

 

 

El testimonio visibiliza la actitud religiosa interior. La sabiduría del anciano se transmite no solo por la palabra sino por el testimonio. De ahí el valor educativo que adquiere la participación de los mayores en la vida litúrgica y en los actos de piedad de la Iglesia. La piedad popular ha de ser, pues, una experiencia de los mayores.

“La vejez debe dar testimonio ―esto para mí es el núcleo, lo más central de la vejez―, la vejez   debe dar testimonio a los niños de su bendición: y esta consiste en su iniciación ―hermosa y   difícil― en el misterio de un destino de vida que nadie puede aniquilar. Ni siquiera la muerte.      Dar testimonio de fe ante un niño es sembrar esta vida; también, dar testimonio de humanidad y           de fe es vocación de los ancianos[13].

 

Testimoniar el gozo y la alegría de vivir y celebrar la fe es el lenguaje educativo fundamental. La generación joven debe percibir esta experiencia de vida de los mayores. Afirma el Papa en otro momento:

“Por favor, hagamos que los viejos, que los abuelos, las abuelas estén cerca de los niños, de los jóvenes, para transmitir esta memoria de la vida, para transmitir esta experiencia de la vida, esta sabiduría de la vida.”[14].

2.2.4. Acercar y acompañar a la infancia-adolescencia a las prácticas religiosas.

 

Los abuelos-abuelas son en muchas ocasiones los “embajadores” en la incorporación de los nietos y nietas en la vida social. Cabe, por tanto, que esta función la realice también en relación a las prácticas religiosas.

 

La introducción e incorporación de los menores a la vida litúrgica y a los actos de piedad de la comunidad cristiana es una labor educativa fundamental. Se trata, por supuesto, de una tarea que en nada supone restar protagonismo a los padres, que son los primeros responsables, pero es una actividad educativa que también pueden y deben realizar las personas mayores como colaboración familiar en la  formación catequética de los menores:

“La contribución de los abuelos en la catequesis es importante tanto por el tiempo que pueden dedicar como por su capacidad de animar a las generaciones jóvenes con cariño. Su sabiduría es, muchas veces, decisiva para el crecimiento de la fe” (DC 126).

 

 

2.2.5. Desentrañar catequéticamente el sentido teológico-bíblico de las manifestaciones     religiosas.

 

La riqueza plástica de las manifestaciones o celebraciones religiosas quedaría en simple expresión artística o estética, si no se profundiza en el sentido teológico-bíblico de las mismas. La labor educativa está, precisamente en desvelar el mensaje cristiano que se transmite en tal o cual imagen, en tal o cual escultura religiosa, en tal o cual escena bíblica, etc (v.g. La Santa Cena, la Crucifixión, etc). Es fundamental que los abuelos transmitan a los nietos esa  dimensión cristiana que se encierra en cualquier expresión religiosa para que los menores puedan dar el salto a su verdadero fundamento de fe:

Se entiende, entonces, que el solo ejercicio de ciertas prácticas de piedad no puede ser considerado manifestación auténtica de la fe. La piedad popular, para que sea realmente lo que está llamada a ser, es decir, para que ponga y exprese el afecto de la vida cristiana, ha de armonizarse con la doctrina de la fe de la Iglesia, con su celebración litúrgica, con el compromiso apostólico y misionero en favor de la evangelización y de la transformación del mundo, y con la vida de oración”[15].

 

Por ello, una explicación básica que abra horizontes catequéticos a los menores es la base para que la imagen alcance su verdadero sentido religioso. El Catecismo le llama: “Catequista natural de la comunidad” (CIC 268)

 

 

2.2.6. Iniciación en gestos y palabras de carácter cristiano.

 

La educación cristiana conlleva, como es natural, una iniciación en la práctica cultual: oración, sacramentos, celebraciones de fe, actos piadosos, etc. Esta iniciación es objetivo propio de la catequesis, pero la transciende en su forma sistemática y se convierte en un proceso educativo de la vida ordinaria. Las personas mayores pueden y deben ser auténticos catequistas en la iniciación cristiana, básica y elemental, de los nietos. La iniciación en la oración, la iniciación en los gestos y signos religiosos, iniciación en posturas de respeto ante lo religioso, etc. No olvidemos que la práctica cultual conlleva un aprendizaje de hábitos y gestos que, o son bien aprendidos o corren el riesgo de convertirse en ridículos comportamientos.

“Esta tarea implica la educación  tanto en la oración personal como en la litúrgica y comunitaria, iniciando en las formas permanentes de la oración: la bendición y la adoración, la petición, la intercesión, la acción de gracias y la alabanza” (DC 87).

 

El aprendizaje de las fórmulas, gestos, ritos, etc. son recursos de expresión religiosa necesarios para participar en las celebraciones y demás actos piadosos.

 

 

A MODO DE RESUMEN

 

“Las personas mayores son un patrimonio de la memoria y, a menudo, guardianes de los valores de una sociedad….(DC 266).

 

“La vejez es un tiempo de gracia, en la que el Señor renueva su llamada a apreciar y transmitir la fe; orar, especialmente con la forma de intercesión; estar cerca de los necesitados.

 

Los ancianos, con su testimonio, transmiten a los jóvenes el sentido de la vida, el valor de la tradición y de algunas prácticas religiosas y culturales; dan dignidad a la memoria y a la entrega de generaciones pasadas; miran con esperanza más allá de las dificultades presentes….

 

En particular, pueden asumir tareas catequísticas con los niños, los jóvenes y los adultos, sencillamente compartiendo la rica herencia de sabiduría y fe que han vivido” (DC 268).

 

 [1]   Cfr. B. RODRIGUEZ,  El hombre ante lo religioso, en J.M.PADILLA /Coord), Miscelánea en el cincuentenario  de la creación de la Diócesis de Huelva,  T.I, Diputación Prov. Huelva, 2004, p. 409; Cfr.  J.MARTIN VELASCO, La religión en nuestro mundo, Sígueme, Salamanca, 1978, 170-185; ID, Increencia y evangelización, Sal Terrae, Santander, 1988, 191.

[2]    OBISPOS DEL SUR, La fuerza evangelizadora de la piedad popular, Carta pastoral, 14-junio- 2023, nº 6.

[3]    OBISPOS DEL SUR, La fuerza evangelizadora…, nº 5

[4]    GIORGIO ZUNINI, Homo religiosus, UDEBA, Argentina, 1970, pp 248-250.

[5]    MARTIN VELASCO, J., (1978) Introducción a la Fenomenología de la Religión, Madrid, Cristiandad, p. 299.                  Cfr. KÖNI. F. (Ed), (1964) Diccionario de las religiones,  Barcelona, Herder, v. Arreligiosidad.

[6] OBISPOS DEL SUR, La fuerza evangelizadora…, nº 8

[7] Papa Francisco a los Rectores de santuario (cfr. Ecclesia 9-1-18, p.32).

[8] P.FRANCISCO, Audiencia general, 23-2-2022

[9] P.FRANCISCO, Audiencia general, 23-2-2022

[10] P.FRANCISCO, Audiencia general, 23-3-2022

[11] F. MARTINEZ, La nueva evangelización, Paulinas, Madrid, 1992, 175.

[12] P. FRANCISCO, Audiencia general, 2-3-2022

[13] P. FRANCISCO, Audiencia general, 17-8-2022

[14] P. FRANCISCO, Audiencia general, 15-6-2022.

[15] OBISPOS DEL SUR, La fuerza evangelizadora…, nº 16.

 

PASTORAL DEL MAYOR

La Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida convoca, por primera vez, a los agentes de Pastoral de las Personas Mayores. El encuentro tuvo lugar en Madrid el pasado 30 de septiembre en torno al documento «La ancianidad: riqueza de frutos y bendiciones».

Además de profundizar en este documento, que se presentó en mayo de 2022, estas jornadas han servido para conocer algunas de las experiencias que se están llevando a cabo en la pastoral de las personas mayores. Además de compartir las necesidades y propuestas para impulsar esta pastoral en las diócesis.

Estaban convocados los delegados diocesanos y agentes de pastoral de las personas mayores en distintos ámbitos como pastoral de la salud; vida consagrada; pastoral familiar; Caritas; residencias de mayores; y  movimiento Vida Ascendente.

Cinco experiencias de trabajo pastoral con las personas mayores

El encuentro comenzó el sábado 30 de septiembre, a las 10,30 horas, con la presentación del presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida, Mons. José Mazuelos. Tras su intervención, tuvo lugar la primera ponencia, «La ancianidad, riqueza de frutos y bendiciones». Harán la exposición conjuntamente el presidente emérito del movimiento Vida Ascendente, Álvaro Medina, y la responsable de programas de Mayores de Cáritas Española, Teresa Villanueva.

La sesión matinal se completó con una mesa redonda en la que se presentarán cinco experiencias de trabajo pastoral con las personas mayores: LARES; la pastoral de la salud de la diócesis de Tortosa; el Instituto de Religiosas de San José de Gerona de CONFER; el programa de Mayores de Cáritas Diocesana de Getafe; y la delegación de Anuncio y Catequesis de la diócesis de Bilbao. Esta jornada se completó con el trabajo por grupos y la puesta en común.

Una nueva pastoral para responder a una nueva realidad

El aumento de la esperanza de vida y la mayor calidad de vida provoca que cada vez haya más mayores. Una nueva realidad a la que la Iglesia quiere dar respuesta con una pastoral específica para ellos.

El papa Francisco, mediante el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, organizó un congreso en Roma en enero de 2020, en el que animó a las diócesis a crear departamentos dedicados a la pastoral de las personas mayores.

La Conferencia Episcopal Española respondió a esta invitación y en la Plenaria de abril de 2021 se creó una comisión interdisciplinar de trabajo dedicada a esta pastoral, dependiente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida.

Como punto de partida, se elaboraron unas orientaciones que con el título  «La ancianidad: riqueza de frutos y bendiciones», se hicieron públicas en mayo de 2022. Con este documento se consolidaba un trabajo que, desde múltiples realidades eclesiales, se desarrolla en el mundo de los mayores.

Además, este equipo de trabajo ha diseñado una serie de líneas de acción y unas claves para colaborar con las diócesis en la difusión de este documento y también para animar las diferentes realidades que vienen desarrollando distintas iniciativas con y para las personas mayores.

Después de estos primeros años de trabajo, el encuentro de septiembre ha servido para poner en común experiencias y proyectar un trabajo de futuro.

Tras la Eucaristía, presidida por Monseñor D. José Mazuelos Pérez; Obispo de Canarias y Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y defensa de la vida. Fuimos a comer y después tuvimos un rato de trabajo muy interesante en el que por equipos compartimos sobre diversos puntos de lo tratado ese día y después tuvimos una puesta en común muy enriquecedora.

Todo resulto muy útil para los que tenemos que acompañar al mayor sin olvidar que las cualidades que nos tienen que acompañar para hacer esa labor son: Alegría, Ternura, Fe, Esperanza, Amor.

Tenemos que hacer que se sientan útiles y que tengan el sentido de transcendencia para afrontar el camino que nos quede.

También tomo mucha importancia las relaciones intergeneracionales

No hay que olvidar la necesidad de conocimiento de las realidades eclesiales que nos tiene que dar fuerza e impulso para seguir hacia adelante.

Nos emocionó mucho que durante todas las ponencias mesas redondas y compartir Vida Ascendente salía como ejemplo o como impulsora o de cualquier otra manera como ejemplo de trato con el mayor.

Esperamos la próxima convocatoria para seguir avanzando sinodalmente con todos nuestros hermanos que tienen la misma preocupación por nosotros los mayores.

Allí nos esteramos que nuestra Presidenta de Burgos, Amalia Diez Remoto, ha sido nombrada por su Obispo delegada de la Pastoral del Mayor. ¡¡ENHORABUENA!!

DEMOSTRADO: LOS PACIENTES CON ALZHÉIMER SON MÁS SENSIBLES A LA MÚSICA QUE LAS PERSONAS SANAS

Los pacientes con alzhéimer son más sensibles a los estímulos musicales que las personas sanas. Esta es una de las primeras conclusiones del proyecto Sensogenoma, que investiga sobre cómo la música influye en nuestros genes y, especialmente, en los de los pacientes con deterioro cognitivo.

Estos primeros resultados se obtienen después de un año del lanzamiento de este proyecto de investigación en septiembre de 2022, que realizan los grupos multidisciplinares GenPoB (Grupo de Genética de Poblaciones en Biomedicina) y GenViP (Grupo de Investigación en Genética, Vacunas y Enfermedades Infecciosas) de la USC y del IDIS, liderados por el catedrático de la USC Antonio Salas y el doctor Federico Martinón, jefe de servicio de Pediatría en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.

Para alcanzar estos resultados, el equipo analizó muestras de personas usuarias de la asociación de Alzheimer Agadea, así como de personas sanas, antes y después de un concierto de la Real Filharmonía de Galicia.

Así, estas muestras pudieron ser contrastadas con los genes que están expresados de manera alterada en pacientes con deterioro cognitivo, para lo cual se analizó el transcriptoma de más de 1.200 enfermos con deterioro leve cognitivo y alzhéimer.

Según ha explicado Antonio Salas este martes en la presentación de los resultados, hay miles de genes que se alteran y que, además, «impactan de manera diferencial en los pacientes con alzhéimer y en las personas sin deterioro cognitivo». «Expresan más que las personas sanas, mientras que las personas sanas tienden a dosificar mejor esa expresión genética», ha afirmado Salas.

En esta línea, ha manifestado que «lo más sorprendente es que el estímulo musical propicia que la inmensa mayoría de los genes se expresen en dirección contraria a como se expresan en los enfermos con deterioro cognitivo». «Es intuitivo pensar que este efecto de la música implica un efecto compensatorio en los genes alterados en el alzhéimer, como si se tratase de un efecto terapéutico», ha asegurado.

Estudio preliminar

Con todo, tanto Antonio Salas como Federico Martinón han reconocido que este estudio es «preliminar» y piden «ser cautos». «La ciencia no va a la velocidad que uno desea, sino a la velocidad que se puede», ha recordado Salas.

En este sentido, Martinón ha asegurado que, aunque se puede «especular», todavía es «muy pronto» para saber cuál es la correlación clínica.

«Lo que vemos es que esas rutas que ya pueden estar alteradas, con la sobreexpresión de la música lo hace en la dirección contraria de la enfermedad. Ahora, podemos especular si eso puede tener un efecto terapéutico», ha insistido Martinón.

La coordinadora del proyecto y musicóloga, Laura Navarro, ha señalado también que hay «un falso concepto» de que la faceta en la que más afecta la música tiene que ver con las emociones, puesto que también «afecta a los procesos cognitivos».

Solicitan más recursos

Por otra parte, los investigadores no han querido dejar de lado algo «imprescindible» para que el proyecto siga adelante: los recursos económicos. Por eso, han vuelto a pedir la colaboración de instituciones y de empresas privadas.

Martinón y Salas han asegurado que contactaron con múltiples agencias y con «todas las posibles empresas» que pudiesen estar interesadas. Sin embargo, han lamentado que tuvieron «buenas palabras», pero no recursos.

Por el contrario, sí han querido destacar y agradecer el apoyo de empresas como Gadisa o la asociación Paideia, que permitieron el avance del proyecto.

«Instamos a las empresas gallegas. Estamos abiertos a la colaboración y creemos que es un proyecto emocionante y que la idea de vincular los estímulos musicales a la salud y a la enfermedad y hacerlo de una forma rigurosa creemos que tiene una utilidad y que es complementario. Para investigación hacen falta ideas, pero también recursos», han reivindicado.

LA TIERNA REACCIÓN DE UN HOMBRE DE 90 AÑOS AL QUE LE REGALAN UNA CAMISETA DEL ATLÉTICO DE MADRID

La pasión por el fútbol no tiene límites. El amor que puede llegar a sentir una persona por su club puede llegar a superar cualquier cosa y uno hace hasta lo imposible por mantenerse al tanto de lo que sucede con su equipo.

Marta, una usuaria de TikTok, mostró la reacción que tuvo su abuelo Juan al recibir en su 90 cumpleaños un regalo de la camiseta retro del Atlético de Madrid, club del cual es hincha desde niño. Toda la familia de Juan se reunió en casa del abuelo para entregarle una caja negra con la sorpresa.

Juan, al observar el regalo, se puso las manos en la cabeza y no pudo contener la emoción del momento. Luego, levantó la camiseta enseñándosela a todos los presentes, mientras la familia se puso a cantar “¡Atleti, Atleti!”.

La camiseta que le regalaron a Juan no era de las que podemos encontrar en cualquier tienda de fútbol. La familia se esforzó un poco más y consiguió una camiseta versión ‘retro’ (antigua), y además serigrafió el nombre de Juan en la espalda y un número 90, por la cantidad de años que cumplió.

@martagemela

90 Cumpleaños del abuelo del @Atletico de Madrid #fyp #futbol⚽️ #footballtiktok #paratiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii #viraltiktok

♬ sonido original – Marta

Algunos integrantes de la familia le pedían a Juan que se pusiera la camiseta, mientras él, muy emocionado, posaba con su regalo para las fotos que les tomaban sus hijos y nietos. El abuelo de la familia empezó a agradecer a las personas que se encontraban junto a él por la grandiosa prenda que había recibido en su 90 cumpleaños.

El vídeo de Marta ha recibido diferentes comentarios admirando la reacción del abuelo luego de recibir su regalo. “Qué tío más grande, encima del Atlético, maravilloso. Deberían de firmársela todos los jugadores”, “ojalá que sea mi abuelo”, “si no me regalan eso a mis 90 años, no quiero nada”, son algunos de los comentarios que se pueden leer.

Visto en 65 y mas

FRANCISCO REIVINDICA EL SILENCIO EN LA VIGILIA DE ORACIÓN POR EL SÍNODO

El Santo Padre ha dicho: “Pedimos que el Sínodo sea un kairós de fraternidad, un lugar donde el espíritu purifique a la Iglesia de charlatanerías, ideologías y polarizaciones”.

Junto al arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, junto al patriarca de Constantinopla, Bartolomé, y decenas de líderes de distintas denominaciones cristianas, el papa Francisco ha reivindicado el silencio en vísperas de la asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad.

Ha sido en la vigilia ecuménica de oración por el Sínodo que comienza el próximo miércoles y ante casi 20.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro. «En un mundo lleno de ruido ya no estamos acostumbrados al silencio; es más, a veces nos cuesta tolerarlo, porque nos pone cara a cara con Dios y con nosotros mismos. Sin embargo, es la base del habla y de la vida», ha añadido.

También ha dicho que a Dios no le gustan los proclamas, las habladurías ni el ruido, sino el «susurro de una ligera brisa». Porque, ha continuado, «la verdad no necesita gritos para llegar al corazón de los hombres».

Del mismo modo, ha señalado que el silencio es fundamental en la Iglesia, pues hace posible la comunicación fraterna, «en la que el Espíritu Santo armoniza los puntos de vista». De eso se trata el Sínodo y ser sinodal: «Significa acogernos unos a otros, conscientes de que todos tenemos algo que testimoniar y aprender, uniéndonos a escuchar al Espíritu de verdad».

Finalmente, ha dicho que el silencio es esencial en el camino de la unidad de los cristianos. De hecho, ha continuado, «es fundamental para la oración, de donde parte el ecumenismo y sin el cual es estéril». «La unidad de los cristianos crece en el silencio ante la cruz, como las semillas que recibiremos y que representan los diferentes dones concedidos por el Espíritu Santo a las diversas tradiciones: la tarea de sembrarlas es nuestra, con la certeza de que solo Dios da crecimiento».

Francisco ha concluido su intervención pidiendo rezar para aprender a guardar silencio: a escuchar la voz del Padre, el llamado de Jesús y el gemido del Espíritu: «Pedimos que el Sínodo sea un kairós de fraternidad, un lugar donde el espíritu purifique a la Iglesia de charlatanerías, ideologías y polarizaciones».

Fuente Ecclesia

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

La tradición de la Virgen del Pilar, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles predicaban el Evangelio.

Se dice que Santiago el Mayor había desembarcado en la Península por el puerto de Cartagena, lugar donde fundó la primera diócesis española, predicando desde entonces por diversos territorios del país. Los documentos dicen textualmente que Santiago, «llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso».

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando «oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, Gratia Plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol». La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que «permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio». Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, antes de que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como «una antigua y piadosa creencia». En 1438 se escribió un «Libro de Milagros» atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el Católico dijo: «creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Santa y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros».

 El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico, se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región cuando todavía vivía en carne mortal.

Tres rasgos peculiares que caracterizan a Ntra. Sra. del Pilar y la distinguen de otras advocaciones marianas. El primero es que se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. La segunda la constituye la Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer templo mariano de toda la Cristiandad. Y la tercera es la vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (Santiago de Compostela); por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido los ejes fundamentales en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de España.

La Basílica del Pilar, en Zaragoza, constituye en la actualidad uno de los santuarios marianos más importantes del mundo y recibe continuas peregrinaciones. Ante la Virgen han orado gentes de todas las razas, desde las más humildes, hasta los reyes y gobernantes más poderosos, e incluso pontífices. El grandioso templo neoclásico se levanta sobre el lugar de la aparición, conservándose la Columna de piedra que la Virgen dejó como testimonio, un Pilar que simboliza la idea de solidez del edificio-iglesia, el conducto que une el Cielo y la Tierra, a María como puerta de la salvación.

El día 12 de octubre de 1492 fue precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colón avistaban las desconocidas tierras de América, lo que ha motivado que la Virgen del Pilar haya sido proclamada como patrona de la Hispanidad, constituyendo el mejor símbolo de unión entre los pueblos del viejo y nuevo continente. Su fiesta se celebra con gran fasto en todas las naciones de habla hispana y especialmente en la ciudad de Zaragoza, donde miles de personas venidas de todo el mundo realizan una multitudinaria ofrenda floral a la Virgen.

El Pilar, lugar privilegiado de oración y de gracia

Según una piadosa y antigua tradición, ya desde los albores de su conversión, los primitivos cristianos levantaron una ermita en honor de la Virgen María a las orillas del Ebro, en la ciudad de Zaragoza. La primitiva y pequeña capilla, con el correr de los siglos, se ha convertido hoy en una basílica grandiosa que acoge, como centro vivo y permanente de peregrinaciones, a innumerables fieles que, desde todas las partes del mundo, vienen a rezar a Virgen y a venerar su Pilar.

La advocación de nuestra Señora del Pilar ha sido objeto de un especial culto por parte de los españoles: difícilmente podrá encontrarse en el amplio territorio patrio un pueblo que no guarde con amor la pequeña imagen sobre la santa columna. Muchas instituciones la veneran también como patrona.

Muy por encima de milagros espectaculares, de manifestaciones clamorosas y de organizaciones masivas, la virgen del Pilar es invocada como refugio de pecadores, consoladora de los afligidos, madre de España. Su quehacer es, sobre todo, espiritual. Y su basílica, en Zaragoza, es un lugar privilegiado de oración, donde sopla con fuerza el Espíritu.

La devoción al Pilar tiene una gran repercusión en Iberoamérica, cuyas naciones celebran la fiesta del descubrimiento de su continente el día doce de octubre, es decir, el mismo día del Pilar. Como prueba de su devoción a la Virgen, los numerosos mantos que cubren la sagrada imagen y las banderas que hacen guardia de honor a la Señora ante su santa capilla testimonian la vinculación fraterna que Iberoamérica tiene, por el Pilar, con la patria española.

Abierta la basílica durante todo el día, jamás faltan fieles que llegan al Pilar en busca de reconciliación, gracia y diálogo con Dios.

PSICÓLOGOS Y NEUROCIENTÍFICOS DIFERENCIAN HASTA 27 TIPOS DE AMOR

El amor es un sentimiento que no tiene límites porque amar, más allá de un fenómeno biológico, psicológico o sociológico, tiene mil formas de sentirse. Aunque a menudo se han distinguido entre diferentes tipos de amor, como el amor propio, el amor romántico, el amor de amistad, el amor a Dios y el amor al prójimo; pero psicólogos y neurocientíficos diferencian hasta 27 tipos de amor.

Entonces, ¿cómo saber si es amor de verdad? Al parecer investigadores finlandeses de la Universidad Aalto han analizado las emociones y los mecanismos neuronales y de comportamiento hasta descubrir dónde se siente el amor, o mejor dónde tu cuerpo experimenta este sentimiento dependiendo del tipo de amor.

Carecemos de conocimiento empírico sobre cómo se experimentan los diferentes tipos de amor como sentimientos encarnados y cómo estas experiencias se relacionan entre sí. Sin embargo, los investigadores han elaborado un mapa de en qué parte del cuerpo se sienten los diferentes tipos de amor y con qué intensidad se experimentan.

Hay que decir que su primer descubrimiento, no muy sorprendente, señala que los tipos de amor asociados con las relaciones cercanas son similares en su forma de sentir y son los más experimentados. Y por otro lado, sus hallazgos, publicados en ‘Philosophical Psychology’, sugieren que los diferentes tipos de amor se forman o sienten de más débil a más fuerte.

El equipo encuestó a los participantes sobre cómo experimentaban 27 tipos diferentes de amor, como el amor romántico, el amor sexual, el amor de los padres y el amor por los amigos, los extraños, la naturaleza, Dios o ellos mismos. El equipo preguntó a los participantes dónde sentían los diferentes tipos de amor en sus cuerpos y qué tan intenso era el sentimiento física y mentalmente.

Para construir el mapa, los investigadores recopilaron datos de cientos de participantes a través de una encuesta en línea. La mayoría de las respuestas provinieron de mujeres jóvenes en educación superior. Se pidió a los participantes que colorearan una silueta corporal para mostrar dónde sentían cada tipo de amor. También se les preguntó cómo se sentían los diferentes tipos física y mentalmente, qué tan agradable era la sensación y cómo se asociaba con el tacto. Finalmente, se les pidió que calificaran la cercanía de los tipos de amor.

Todos los tipos se sentían con fuerza en la cabeza, pero diferían en el resto del cuerpo: algunos se extendían sólo al pecho, mientras que otros se sentían en todas partes. Las formas más fuertes de amor se sentían más ampliamente en todo el cuerpo.

«El amor entre personas se divide en sexual y no sexual. Los tipos de amor más cercanos son aquellos que tienen una dimensión sexual o romántica. También fue interesante encontrar una fuerte correlación entre la intensidad física y mental de la emoción y su agrado. Cuanto más fuerte se siente un tipo de amor en el cuerpo, más fuerte se siente en la mente y más placentero es», ha señalado filósofo Pärttyli Rinne, quien coordinó el estudio.

El equipo estaba intrigado por el hecho de que todos los diferentes tipos de amor se sienten en la cabeza. Mientras cuando se pasa de un amor más experimentado a un tipo amor menos experimentado, las sensaciones en la zona del pecho se debilitan. «Puede ser que, por ejemplo, el amor por los extraños o la sabiduría estén asociados a un proceso cognitivo. También puede ser que haya sensaciones agradables en la zona de la cabeza. Esto es algo que debería investigarse más a fondo», ha afirmado Rinne.

Rinne también señala que existen diferencias culturales en el amor y que la demografía del grupo de estudio está vinculada a la experiencia del amor. Si el mismo estudio se hiciera en una comunidad altamente religiosa, el amor a Dios podría ser el amor más intensamente experimentado de todos. Del mismo modo, si los sujetos fueran padres en una relación, como en nuestro proyecto de estudio del cerebro en curso, el amor por los niños se observaría posiblemente como el amor más fuerte.

Los sentimientos medios más positivos y sentidos fueron para el amor sexual, romántico, recíproco, verdadero y apasionado. En promedio, el tiempo más corto en el que si sintió la experiencia del amor fue el amor a la naturaleza, y el tiempo más largo es el amor a Dios. Los sujetos informaron que tienen el menor control sobre los tipos de amor relacionados con las relaciones de parentesco (el amor del padre y de la madre por su hijo, el amor de los padres). El tipo de amor que uno experimentaba con menos fuerza era el amor propio.

Mientras que los que los tipos de amor relacionados con la sexualidad (sexual, apasionado, romántico) tenían fuertes sentimientos corporales. Los que más se sentían en todas las partes del cuerpo, desde la cabeza hasta el estómago y con mayor intensidad. Estos tres tipos de amor también fueron los tipos de amor mejor valorados en términos de su asociación con el contacto corporal; con hasta 27 estímulos relacionados.

En general, las áreas más distintas de activación corporal subjetivamente sentida en diferentes tipos de amor son el pecho y la cabeza, lo que probablemente indica cambios en el ritmo cardíaco, la respiración y las expresiones faciales, incluido el posible sonrojo. Por otro lado, los sentimientos asociados con tipos de amor más débiles tienden a concentrarse en la cabeza. Esto puede deberse a que los sujetos asocian conceptos más abstractos como sabiduría o moralidad con el cerebro y funciones cognitivas superiores.

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