El pasado 21 de mayo, celebramos el Jubileo en el Santuario del Cristo de la Veracruz de Urda.
José Miguel, párroco y rector del Santuario nos contó que en el año 2025 se declaró en Urda “Año Jubilar a perpetuidad”
Urda es un pueblo de Toledo y a su Cristo le tienen mucha devoción ya que se le atribuyen numerosos milagros, entre ellos nos habló de porqué, en la procesión, sale en una barca; según cuenta la historia, había unos marineros a punto de naufragar y se salvaron gracias a que entre ellos había un urdeño que, colocando una estampa del Cristo entre las manos, se puso a rezar y así se salvaron.
Juan Luis, nuestro Consiliario de Vida Ascendente, pasó a hablarnos sobre “El Papa Francisco y los mayores”. sobre las catequesis y con cuanto cariño hablaba de los mayores. Decía que “los ancianos son un regalo para el futuro de la humanidad” que tan importante y hermoso es ser mayor, cómo importante y hermoso es ser joven.
“Una sociedad sin mayores es una sociedad estéril” y nos dejó un mensaje “Dios se fía de los mayores”, les ha dejado el legado de hablar con los jóvenes, de dejarles el testimonio de la fe y de la memoria para transmitir la historia, que hay que “amar la vida vivida” para devolver el amor recibido.
La vejez tiene que ser generosa, el heroísmo no es sólo lo que se ve, porque ante cualquier necesidad de la familia, la persona mayor demuestra su heroicidad.
La comunidad de mayores tiene que estar pendiente del resto de hermanos, ante cualquier necesidad, hay que estar para ayudarnos unos a otros.
Por último, “seguir siempre a Jesús”, andando, corriendo, en silla de ruedas o con andador, pero siempre, siempre “seguir a Jesús”.
Después de esta charla, fuimos al Santuario a celebrar la Eucaristía, presidida por D. Francisco Cerro, Arzobispo de Toledo y concelebrada por D. José Miguel, párroco y rector de Urda, D. Luis Miguel, director de la Pastoral del Mayor, D. Javier, Vicario de Torrijos, D. Fernando, Vicario General y D. Juan Luis, consiliario de Vida Ascendente.
Al terminar compartimos una comida de fraternidad.
Fue un día precioso, en la presencia del Señor y del Cristo de Urda. Todos salimos sabiendo que habíamos ganado el Jubileo y las Indulgencias Plenarias.
En Urda, 21 de mayo de 2025
