DIARIO DE UNA PEREGRINA EIM2023

Ya estamos de nuevo en marcha camino del EIM2023, este año nos vamos a Huelva, Sevilla y el Rocío,  y además en tren, mucho más cómodo, salimos de la Estación de Renfe de Alicante a las 7,20 caminito de Cuenca para hacer trasbordo y tomar el Valencia Sevilla.

Reencuentro con algunas compis que fueron el año pasado al EIM 2022, caras de sueño, (yo salía de casa a las 5 para recoger a compañeras de viaje que vienen solas y son mayores). Hay prisa por subir al tren y los nervios no son buenos consejeros, el acompañante puesto por la empresa ni aparece y hay que coger el mando,   a las 7 empezamos a movernos, a veces pienso que sería muy bueno enseñar a las personas a leer un billete de tren, no sé en qué coche voy, ni en que asiento, BUFFF……..  Yo mientras rezando por no dejar a nadie en tierra.

El embarque ha sido exitoso, Gracias Dios mío, se pone el tren en marcha, a las 8,40 en Cuenca, 1 horita y 40 minutos de trasbordo que dan para mucho, un desayuno, unas fotos, ir al aseo, en fin ya sabéis,  23 mujeres juntas damos para mucho.

Antes de embarcar nuevamente hay que pasar control de equipajes, no ha pasado ni  45 minutos cuando empiezan los primeros intentos de asaltar  el control de equipajes que ni siquiera está abierto, y ¡cómo nos cuesta escuchar! Por fin anuncian la apertura del control, y ya estamos en la vía nuevamente esperando nuestro transporte que nos lleva a Sevilla, subimos, colocamos maletas, nos sentamos ….

Tenemos  3 horas y media largas para leer, jugar con la tablet, oír música o hablar con nuestra vecina de asiento. Y también para rezar, a las 12 el Ángelus,  que Pilar nos dirige estupendamente. Y después la cervecita, si, una cervecita en el tren te hace moverte del sitio y rompe la rutina.

Para mi sorpresa cuando vienes de Valencia a Sevilla en el AVE te llevan hasta Torrejón de Velasco en la Comunidad de Madrid a enlazar con el AVE de Andalucía, por esto que tarde desde Cuenca, 3 horas y 38 minutos. Ciudad Real, Puertollano, Córdoba, ya queda nada……SEVILLA al fin.

.Una compañera de Valencia viene sola en el tren y se une a los de Alicante.  Al final de la rampa nos espera Marta nuestra guía en Sevilla y nos dirige al autobús  de la empresa  Zambruno que nos va acercar al restaurante “El Cabildo” donde nos están esperando nuestros compañeros de Madrid , Alcalá, Getafe  y Canarias que ya han llegado, en nuestro bus también vienen hermanos de León,  Soria, Santander y Bilbao. Otra nueva tanda de abracitos y besos,  cuanto tiempo  y cuanta felicidad en el reencuentro.

Tras el almuerzo, que estuvo muy bien y que nos hizo reponer fuerzas, de vuelta al Bus y a Santa Justa a recoger al alma mater de la peregrina  que había estado en Madrid con los transbordos de todos los grupos, junto a los de Zaragoza, que comieron en Madrid,  llegaba Padre Nacho  nuestro consiliario general, este hombre vale para todo, es un crac, aunque él diga que solo es un poquito ordenado.

Y ya caminito del hotel en Matalascañas, al Gran Hotel El Coto, un establecimiento estupendo y muy bien ambientado en las marismas. Reparto de habitaciones y a descansar un ratito antes de cenar, me duelen los brazos un mundo. Durante la cena tipo bufet más achuchones de alegría. Nos vamos a dormir cansados pero felices.

El segundo día comenzaba pronto, a las 9 el autobús parte a Huelva y hay que pisar el acelerador para no dejarnos nada en la habitación. Lo que yo pensaba que iba a ser una charlita de un cura abuelete resulta ser una interesantísima ponencia sobre la religiosidad popular y la transmisión de la fe entre las generaciones a cargo de D. Baldomero Rodríguez Carrasco, teólogo, filósofo y pedagogo, una ponencia bien estructurada,  llena de contenido y fácilmente entendible y asimilable, de la que os pongo el enlace para que podáis acceder al Power point .

(.V.ASCENDENTE-R.Popular-Montaje)

y también el texto integro por si lo queréis leer

LA RELIGIOSIDAD POPULAR Y LA TRANSMISIÓN DE LA FE

Posteriormente traslado al Monasterio de La Rábida donde Colón se refugió un tiempo antes de partir en su aventura hacia el Nuevo Mundo, hace mucho calor y se suspende la visita a Palos porque hay personas con bajada de azúcar y alguna que otra lipotimia, cuando los mayores viajamos pueden pasar estas cosas.

Dicen que el superior del convento de Franciscanos se hizo muy amigo de Cristóbal Colon y se convirtió en un gran apoyo a la causa  del Descubrimiento, aquí oímos por primera vez las terribles secuelas que el Terremoto de Lisboa de 1755 de 8,5 grados en la escala Ritcher y su posterior Tsunami, dejaron en la costa de la provincia, todas las techumbres de los edificios se vinieron abajo, es por eso que en Huelva apenas hay monumentos anteriores a esta fecha, ya que además del Terremoto una grandísima ola,  de unos 20 metros de altura,  arrasó todo o que encontró a su paso, desplazando unos 3 kilómetros la  línea de costa y llevándose por delante más de 2000 vidas y arrasando la flota pesquera muy importante en esos momentos.

Una vez que la Reina Castellana Isabel la Católica obtuvo los fondos para financiar el viaje  de Colón,  aquí tuvo un importante papel Luis de Santangel, que hizo de intermediario y consiguió los fondos para tal ocasión, también Martín Alonso Pinzón que capitanearía La Pinta aporto una fuerte suma, partió la expedición.

Por la tarde nos desplazamos al muelle de Las Carabelas, donde tuvimos ocasión de ver a escala real las dos carabelas Pinta y Niña  capitaneadas por los hermanos Pinzón y la Nao Santa María, mucho más grande y pesada, y difícil de manejar, perteneciente al cántabro Juan de la Cosa.

Sabemos que pararon en Canarias a recargar víveres y que solo estuvieron en alta mar 36 días, que no pasaron hambre  física, pero,  que arrojo el de los 88 hombres que partieron rumbo a lo desconocido en esos cascarones de nuez, La Niña es un barquito de 20 metros y sin embargo la que mejor papel hizo por su maniobrabilidad, la Santa María encalló en el Caribe por su mayor calado y capacidad de carga, y la Pinta tampoco quedo muy bien parada tras el segundo viaje. Tras el terremoto de Lisboa el puerto de Palos quedo en tierra firme, tres kilómetros tierra adentro.

Nos trasladamos a Huelva donde tendremos uno de los platos fuertes del viaje, la Misa en forma de Vigilia con Adoración Eucarística, de camino visitamos el Santuario de nuestra Señora de la Cinta, donde otra vez se ven los estragos del terremoto de 1755, una breve visita a este santuario de paredes blancas  y azulejos azules, donde todo nos habla de la época Colombina.

Y de  nuevo al bus, donde nuestro chofer,   Javier, se ha encargado de poner botellas de agua a refrescar que nos vienen de maravilla. Vamos a la Catedral de Huelva a celebrar nuestra misa. Durante todo el día no han dejado de sonar los móviles y llegan a ser cansinos.

La Catedral de Huelva está dentro del Convento de los Mercedarios y está dedicada a Nuestra Señora de La Merced, no es grande ni está llena de oros y lujos pero transmite paz. La Eucaristía se desarrolla según lo previsto con el momento culmen de la Adoración Eucarística, poder estar con el Señor es un lujo. “Señor,  Tú lo sabes todo…. y sabes que te quiero”. Es tarde, y vamos cansados al bus que nos lleva al hotel a cenar y a dormir. Ayer me dolían los brazos y hoy tengo cardenales de lo que me han apretado para preguntarme cosas, decididamente, no escuchamos.

El tercer día vamos a Sevilla, tenemos 100 kilómetros de bus hasta llegar a nuestro destino y salimos a las 8,30 hoy el plato fuerte es Peregrinar a la Iglesia de San Andrés para ganar el jubileo de la Hermandad de Santa Marta que cumple 75 años, bajamos de los buses en la Plaza de España y tenemos tiempo de dar una vuelta y comprar alguna cosita antes de partir para  la Parroquia de San Andrés, bajamos del bus en una zona habilitada para ello y  hacemos a pie un paseo de unos 20 minutos, coordinados por una guía ¿Cómo es posible que de un grupo se distraigan  sin avisar unas 20 personas? Habían ido al aseo  y de paso a tomar un café…. y el resto esperando, algunas tomamos la determinación de seguir ya que sabemos a dónde vamos y allí están esperándonos, llegamos tarde.

El Presidente de Vida Ascendente de Sevilla nos espera, está muy enfermo, también representantes de la Hermandad, en fin, cada uno tiene sus prioridades, y la mía es llegar y no hacer esperar, nos reciben  con mucho cariño y vamos entrando y acoplándonos, en seguida llega el Obispo Auxiliar D. Ramón Valdivia, que preside la Eucaristía, nos ponen en antecedentes en lo relativo a la hermandad, sus obras caritativas, su fundación hace 75 años, sus imágenes del Santísimo Cristo de La Caridad, Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta.

D. Ramón hace una prédica  en la que enlaza el Santo del día, San Francisco de Asís,  con los mayores, la necesidad de poner amor en todo lo que hacemos y la necesidad que tiene la sociedad de los mayores, y como algunos padres abusan de los abuelos, “los abuelos no están para educar, sino para transmitir la fe, dar amor, ser abuelo es otra cosa, no os dejéis engañar».

La primera parte del Jubileo está hecha, hemos pasado por la puerta jubilar, hemos comulgado y  rezado por las intenciones del Santo Padre, pero  nos falta la reconciliación, tenemos 15 días para hacerlo, menos mal, porque se nota la falta de sacerdotes no hay ninguno confesando, y tampoco sé si  durante todo el viaje será posible, me  lo llevaré pendiente para casa.

Vamos a comer, la verdad es que el día está siendo muy caluroso, a pie  hasta El Patio Sevillano, restaurante típico donde vamos a comer, en el local hace mucho fresquito y se está muy bien, salimos corriendo para ver los Reales Alcázares pues vamos con hora en la entrada, hace muchísimo calor y más de uno hubiéramos perdonado la visita, la arquitectura mudéjar siempre es exuberante, dicen que los Omeyas  en Córdoba utilizaron  mármoles, en Sevilla  los bereberes ladrillos y en Granada, el ultimo reino Andalusí,  yesos.

El Palacio,  mandado construir por Pedro I entre 1356 y 1366, tiene influencia de constructores toledanos, sevillanos y granadinos y es una maravilla, aunque las prisas y el calor no nos han dejado disfrutar mucho de él, me llama la atención como hay guías que toda la grandeza la atribuyen a la invasión a fuego y espada que sufrimos los españoles en el siglo VIII por los musulmanes y manipulan ese oscuro periodo de la historia. ¿Cómo es posible que se nos haya vuelto a perder la misma persona que esta mañana?.

Corriendo vamos a ver la Catedral de Sevilla, o de Santa María de la Sede, se llama así porque la Virgen es la patrona de la Sede Episcopal de la Ciudad de Sevilla,  es de estilo gótico tardío y es la catedral gótica más grande del mundo. La guía nos cuenta que estos se debe a que se hizo aprovechando  la antigua mezquita, nuevamente salen los musulmanes, buscando información sobre ella leo que se comenzó la construcción en el solar que anteriormente había sido ocupado por la mezquita, y que esta había sido demolida por el mal estado en que quedo tras el terremoto de 1356, ¿verdad que no es lo mismo?.

La Catedral Es una preciosidad y la Giralda una magnífica obra. Hace tanto calor que nos sentamos en los bancos a media visita, no podemos más, y  hay que regresar al bus caminando, pues sacaremos fuerzas de donde no las hay, volvemos a la orilla del Guadalquivir a recoger el bus, y aún nos queda la visita a las bodegas en Bollullos Par del Condado, donde tras una charla pasamos a degustar productos de la tierra, o sea, una patatas fritas y unos vinos que aprovechan para vendernos, y la verdad es que no llego a comprender esta visita, para mi carece de sentido, parece que está hecha para que compremos vino, embutido y queso.

Y comenzamos el cuarto día poniendo ruta  a la Aldea del Rocío donde nos espera la Blanca Paloma, comenzamos con la Eucaristía presidida por S.E.R. Santiago Gómez Sierra, Obispo de Huelva, nuestros estandartes puestos sobre las escaleras del altar son testigos de nuestra presencia, una homilía muy cariñosa con los mayores, nos arenga a seguir en la brecha.

Tras la misa nos dividimos en dos grupos, unos vamos a ver el Palacio del Acebrón y otros al Museo de la Hermandad Matriz del Rocío, tras el almuerzo en la hermandad de  Pilas,  volvimos a la  Basílica para rezar un Rosario meditado, presidido por el Consiliario de Madrid y muy participativo que nos condujo a orar por mas intenciones, una por cada Ave María , terminado el Rosario nos pusimos en camino hacia el Hotel, para recoger maletas y cenar, estos días de estar en común iban llegando a su fin.

Amanecía el viernes  y tras celebrar la Eucaristía en la parroquia San Francisco de Asís de Matalascañas presidida  por nuestro Consiliario General nos subimos a los autobuses para retornar a nuestros hogares, era el momento de agradecer el esfuerzo a la organización tantos días de trabajo para que todo salga bien. Gracias. Gracias. Gracias.