EL SANTO DE LA SEMANA: SAN CARLOS BORROMEO

Cada 4 de noviembre, la Iglesia Católica celebra a San Carlos Borromeo, conocido como el «gigante de la santidad». Nació en Arona el 2 de octubre de 1538 y desde una edad temprana se destacó por su vocación hacia la caridad y la humildad. A los 12 años, ya dedicaba sus bienes a ayudar a los más necesitados, desafiando las expectativas de su influyente familia noble.

Con el respaldo de su tío, el papa Pio IV, Carlos alcanzó rápidamente posiciones eclesiásticas de gran importancia. A los 22 años, se convirtió en cardenal y poco después fue nombrado obispo y arzobispo. Demostró su gran sabiduría participando en el Concilio de Trento, donde desempeñó un papel fundamental en la contrarreforma de la Iglesia.

Pero Carlos no solo se dedicó a las cuestiones doctrinales y políticas, sino que también puso un énfasis especial en la acción pastoral y en el servicio a los fieles. A los 27 años, se convirtió en Arzobispo de Milán y su dedicación a la diócesis fue total. Fundó seminarios, construyó iglesias, escuelas y hospitales, y donó su patrimonio familiar a los más pobres. Su lema era claro: «Las almas se conquistan de rodillas».

Además de su labor pastoral, Carlos también enfrentó grandes desafíos. Durante una epidemia de peste en Milán, no dudó en visitar y consolar a los enfermos, a pesar del riesgo para su propia vida. Su presencia en medio de la tragedia le valió el reconocimiento de la historia y su nombre quedó asociado para siempre a la «peste de san Carlos».

La devoción de Carlos por la Sábana Santa, también conocida como el Santo Sudario, también es digna de destacar. Jugó un papel fundamental en su traslado a Italia, desafiando incluso a los poderosos duques de Saboya. Incluso en su estado de salud debilitado, realizó una peregrinación a pie de varios días para poder rezar ante la imagen impresa en la Sábana Santa.

Carlos Borromeo falleció a los 46 años. Sin embargo, dejó un legado inmenso y sus restos descansan en la cripta del Duomo de Milán. Su vida ejemplar y su inquebrantable dedicación a los más necesitados lo convierten en un verdadero modelo de santidad y servicio para todos nosotros.

San Carlos Borromeo fue beatificado el 16 de septiembre de 1602 por el papa Clemente VIII y fue canonizado el 1 de noviembre de 1610 por el papa Paulo V. Es considerado patrono de los catequistas, seminaristas y empleados de banca y de bolsa.

Los restos de San Carlos Borromeo están en una cripta del Duomo de Milán.

 

Oración a San Carlos Borromeo

¡Oh! insigne padre de los pobres San Carlos Borromeo,

ángel de la caridad para enfermos y necesitados,

y para todos modelo de fe, de humildad,

de pureza, de virtudes,

y de constancia en el sufrimiento.

 

Empleaste todos tus dones

para la mayor gloria de Dios,

y para la salvación de los hombres,

siempre con un sacrificio total,

hasta el punto de ser víctima

de tu bondadosa entrega.

 

Concede a nosotros, tus devotos,

firmeza en nuestros propósitos,

fuerte espíritu de sacrificio

y tenacidad y constancia,

para el bien de nuestras vidas, almas y mente.

 

Amén