El pasado miércoles 18 de junio de 2025, nos trasladamos, por deseo expreso de varios grupos de Vida Ascendente a la Aldea de El Rocío para postrarnos ante ella y pedir mucha salud para todos. Éramos unas 80 personas. Durante el camino rezamos el Rosario de la Pastora y cantamos. Llegamos al Rocío con tiempo para celebrar la Eucaristía en la Ermita programada para las 13 horas. La Virgen estaba preciosa vestida de un blanco dorado y, todavía estaba en las Andas de Salida, pues la Romería acabó el pasado día 16 Lunes de Pentecostés.
La Eucaristía fue concelebrada por cuatro sacerdotes Don Manuel Martínez Alaminos, Consiliario de Vida Ascendente de nuestra Diócesis; Don Manuel Mateo Fraile alma mater de Vida Ascendente; Don Juan José González González, titular de la Parroquia de San Gonzalo y Don Pedro José Rodríguez Molina, titular de la Parroquia de Nuestra Seora de Gracia de Camas (Sevilla) Tras el Evangelio (Mt 6,1-6, 16-18) Don Manuel Martínez resalto tres puntos en la homilía:
- La esperanza como la alegría del corazón, que debe acompañarnos a las personas de Vida Ascendente, porque Dios está con nosotros. Esta alegría debe ser retenida en nuestro interior como un tesoro y transmitida a los más cercanos para que también participen de ella.
- María, nuestra madre. Venimos a darle gracias porque nos sentimos cuidado por ella y nos muestra el camino hacia su Hijo. Es ejemplo y enseñanza para nuestra vida.
- Seguimos construyendo el proyecto de Dios y eso nos debe de llenar de confianza y optimismo en las dificultades.
Al término de la Eucaristía, nuestro Presidente Don Manuel Montero, tras unas palabras emotivas le hizo entrega a Don Manuel Mateo Fraile, de una placa conmemorativa, por sus 65 años de Sacerdocio que cumplió al día siguiente el jueves 19 de junio.
Tras hacernos la foto de grupo, nos trasladamos al Restaurante Toruño del El Rocío, para estrechar lazos de amistad entre nosotros y degustamos una rica comida.
Después de despedirnos de la Santísima Virgen, regresamos a Sevilla llenos de amor; Unión; Esperanza y Amistad y, pidiéndole a Ella que nunca nos abandone.