LA FALTA DE VITAMINA D AUMENTA UN 78% EL RIESGO DE DEBILIDAD MUSCULAR EN MAYORES

La deficiencia de vitamina D puede aumentar hasta en un 78% el riesgo de perder fuerza muscular en las personas mayores, según un estudio longitudinal realizado por investigadores del Departamento de Gerontología (DGero) y de los programas de posgrado en Gerontología y Fisioterapia de la UFSCar de la Universidad Federal de São Carlos (Brasil) y del University College London (UCL).

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron si la falta de vitamina D eran factores de riesgo para la incidencia de debilidad en personas mayores de 50 años, y si la presencia de osteoporosis y la suplementación con vitamina D eran capaces de modificar esta asociación.

Tal y como explican los investigadores en una nota, «independientemente de la edad, etnia y ubicación geográfica, menos de la mitad de la población mundial» alcanza las concentraciones consideradas suficientes de vitamina D, es decir > 50 nmol/L, según el Instituto de Medicina. «Este déficit de vitamina D se ha considerado un problema de salud pública debido a las numerosas funciones que desempeña esta vitamina en el organismo», señalan, como el metabolismo del calcio y el mantenimiento de la salud musculoesquelética.

«Los estudios indican que los tejidos óseo y muscular están interconectados no solo mecánica y físicamente, sino también bioquímicamente. Por ello, los trastornos endocrinos, como la deficiencia e insuficiencia de vitamina D, favorecen la pérdida de la densidad mineral ósea así como la disminución de la masa, la fuerza y ​​la función muscular», explican.

En el estudio participaron 3.205 personas mayores de 50 años del Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (ELSA) en Inglaterra, quienes no presentan debilidad muscular al inicio del estudio. Así, durante los cuatro años que duró la investigación, se evaluó la asociación entre la insuficiencia o deficiencia de vitamina D y la debilidad muscular en ellos.

Durante el tiempo transcurrido, los investigadores observaron que aquellas personas que tenían deficiencia de vitamina D al inicio del estudio (vitamina D en sangre < 30 nmol/L), tenían un 70% más de riesgo de desarrollar debilidad muscular al final del estudio que aquellas personas que presentaban niveles normales (vitamina D en sangre > 50 nmol/L). Además, cuando se eliminó del análisis a las personas con osteoporosis que tomaban suplementos de vitamina D, este porcentaje de riesgo aumentó a un 78%.

«La vitamina D participa en procesos bioquímicos de mantenimiento de masa y cinética de contracción muscular. Así, en concentraciones más bajas, favorece la pérdida de fibras musculares, perjudica el mecanismo de contracción y dificulta la reparación y el metabolismo de las fibras musculares, generando debilidad», explicaba Tiago Alexandre, profesor de la DGero y coordinador de la Colaboración Internacional de Estudios Longitudinales del Envejecimiento (InterCoLAging).

«Medidas sencillas, como una alimentación adecuada, la práctica regular de ejercicio físico (preferiblemente de fuerza) y/o actividades de ocio y momentos de exposición solar, pueden contribuir tanto a mantener los niveles de vitamina D circulante en sangre, como la fuerza neuromuscular, previniendo la aparición de desenlaces más graves e incapacitantes», concluía.

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