Cada 29 de junio se conmemora la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, dos de los más grandes apóstoles de la Iglesia, las columnas en donde Jesús quiso edificar su Iglesia.
Muchos se preguntan, porqué se celebran el mismo día. Es importante señalar que ambos tienen en otro momento del año, una celebración propia, pero que incluye un momento específico, por ejemplo de San Pablo se recuerda el 25 de enero su conversión, mientras que el 22 de febrero, la Iglesia recuerda la Cátedra de San Pedro.
Explicaremos a continuación, porque estos dos grandes santos de la Iglesia, se les recuerda el mismo día: La tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo, y es que son las dos columnas de la fe cristiana. Dieron su vida por Jesús y gracias a ellos el cristianismo se extendió por todo el mundo.
Por una parte, Pedro es el hombre elegido por Cristo para ser “la roca” de la Iglesia: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, mientras que Pablo se convirtió y fue el más grande apóstol que la Iglesia ha tenido. Fue llamado el “apóstol de los gentiles” ya que llevó el Evangelio a todos los hombres, no sólo al pueblo judío.
Aquí 6 claves que permiten acercarse a la respuesta:
1.- San Agustín de Hipona expresó que eran “uno solo”
En un sermón del año 395, el Doctor de la Iglesia, San Agustín de Hipona, expresó que San Pedro y San Pablo “eran en realidad uno solo. Ellos comparten el mismo día de fiesta, porque estos dos eran uno; y aunque padecían en días diferentes, eran como uno. Pedro fue primero y Pablo lo siguió.
Y así celebramos este día santificado para nosotros por la sangre de los apóstoles. Abracemos lo que creyeron, su vida, sus trabajos, sus sufrimientos, su predicación y su confesión de fe.
2.-Ambos padecieron en Roma
San Pedro y San Pablo fueron detenidos y martirizados en la prisión Mamertina, también llamada el Tullianum, ubicada en el foro romano en la antigua Roma.
Fueron martirizados en esa misma ciudad, posiblemente por orden del emperador Nerón. San Pedro pasó sus últimos años en Roma liderando a la Iglesia durante la persecución y hasta su martirio en el año 64.
San Pablo fue encarcelado y llevado a Roma, donde fue decapitado en el año 67.
3.- Son fundadores de la Iglesia de Roma
En la homilía del 2012 por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa Benedicto aseguró que en Roma “su vinculación como hermanos en la fe ha adquirido un significado particular. En efecto, la comunidad cristiana de esta ciudad los consideró una especie de contrapunto de los míticos Rómulo y Remo, la pareja de hermanos a los que se hace remontar la fundación de Roma”.
Jesús dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Con estas palabras, Simón Pedro pasó a ser “la roca” de la Iglesia y se comprometió a apacentar el rebaño de Dios a pesar de sus debilidades humanas.
Luego de la Resurrección y Ascensión de Cristo, Pedro asumió con humildad ser cabeza de la Iglesia, dirigió a los apóstoles y se encargó de que los discípulos mantuvieran viva la verdadera fe.
Pablo era conocido como Saulo de Tarso antes de su conversión. Luego del encuentro con Cristo continuó hacia Damasco donde fue bautizado y recobró la vista. Es reconocido como el apóstol de los gentiles y pasó el resto de su vida predicando el Evangelio sin descanso a las naciones del mar Mediterráneo.
“Sintiendo cercana la muerte, escribe a Timoteo: ‘He luchado el noble combate’. No es ciertamente la batalla de un caudillo, sino la de quien anuncia la Palabra de Dios, fiel a Cristo y a su Iglesia, por quien se ha entregado totalmente. Y por eso el Señor le ha dado la corona de la gloria y lo ha puesto, al igual que a Pedro, como columna del edificio espiritual de la Iglesia”, expresó Benedicto XVI en 2012.
4.- Son patronos de Roma y representantes del Evangelio
El Santo Padre Benedicto llamó a estos dos apóstoles “patronos principales de la Iglesia de Roma”.
Pedro y Pablo son llamados los santos patronos de Roma porque, en palabras del Papa Emérito Benedicto XVI, “la comunidad cristiana de Roma los consideraba una especie de contrapeso a los míticos Rómulo y Remo, los dos hermanos considerados los fundadores de Roma.” Los santos Pedro y Pablo fueron fundamentales para la fundación y el avance de la Iglesia primitiva, por lo que es apropiado que sean los santos patronos de Roma.
“La tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo: juntos, en efecto, representan todo el Evangelio de Cristo”
5.- Son la versión contraria de Caín y Abel
El Santo Padre también presentó un paralelismo opuesto con la hermandad presentada en el Antiguo Testamento entre Caín y Abel.
“Mientras que la primera pareja bíblica de hermanos nos muestra el efecto del pecado, por el cual Caín mata a Abel, Pedro y Pablo, aunque humanamente diferentes el uno del otro, y a pesar de que no faltaron conflictos en su relación, han constituido un modo nuevo de ser hermanos.
6.- Son columna espiritual de la Iglesia
En 2015, el Papa Francisco manifestó que San Pedro, San Pablo y la Virgen María “son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios; son nuestra guía en el camino de la fe y de la santidad; ellos nos empujan hacia Jesús, para hacer todo aquello que Él nos pide”.
El Santo Padre dijo que “la gloriosa herencia de estos dos apóstoles es motivo de espiritual orgullo para Roma y, al mismo tiempo, es un reclamo a vivir las virtudes cristianas, en modo particular la fe y la caridad: la fe en Jesús como Mesías e Hijo de Dios, que Pedro profesó primero y Pablo anunció a la gente; y en la caridad, que esta Iglesia está llamada a servir con un horizonte universal”.