Bajo el lema: Escuchar y Acompañar tenía lugar el XV Encuentro de Consiliarios con la Comisión Permanente los días 23 y 24 de enero, consiliarios de distintas diócesis se daban cita en Madrid para abordar temas con las experiencias de la pastoral del mayor, la espiritualidad del mayor, el consiliario de Vida Ascendente: retos y cualidades, la identidad del movimiento, perspectiva de Vida Ascendente para el futuro, y la presentación del guion: la hora de los mayores.
Juan Manuel García Acedo, Consiliario de Coria- Cáceres nos remitía esta reflexión de vuelta a su casa:
ESTAMOS EN BUENAS MANOS.
En los últimos días de San Juan de Ávila cuando estaba gravemente enfermo le dijeron “estás en las manos de Dios”, a lo que el santo respondió: “pues no puedo estar en mejores manos”.
La misma sensación es la que tengo a solo unas horas de acabar el encuentro de Consiliarios de Vida Ascendente celebrado en Madrid, ya que en este momento voy en el autobús de vuelta a mi Diócesis y voy escribiendo esta reflexión en el móvil.
Yo soy novato en Vida Ascendente, ya que solo hace un par de meses que mi obispo me nombró consiliario de mi Diócesis, pero creo que esto me da una perspectiva diferente ya que ahora debido a mi reciente aterrizaje lo veo todo sin pasiones y prejuicios; del movimiento solo sabía de su existencia y que era un movimiento de laicos mayores.
En estos dos días he podido ver, vivir, experimentar y disfrutar muchas realidades; he visto a unos laicos y consiliarios comprometidos, preparados y sobre todo, y esto es lo que más me ha llamado la atención, con mucha ilusión y con ganas de trabajar en la iglesia y por la iglesia.
La convivencia en comidas y ratos libres ha sido muy enriquecedora, con un clima de fraternidad que se respiraba por todos lados, si te ibas con un grupito de personas te acogían, si te ibas con otros te reías con ellos, si cenabas con otros te contaban los proyectos de sus grupos, si comías con otros nos contábamos anécdotas, las bromas y el buen ambiente reinaba por todos lados, con cualquiera que estuvieras te sentías uno más de la familia y debo decir que cuando he llegado a este encuentro no conocía a nadie.
Hay algo que me ha llamado la atención, la naturalidad con la que algunos hablaban de su relevo, bien por las limitaciones de los achaques del paso de los años o por la llamada a la casa del Padre, pero preocupados por ceder el testigo a alguien que continuase su labor, esto es amor a la iglesia y al movimiento, si te preocupas por algo que no vas a ver ni a disfrutar, eso es amor y amor de verdad.
De este encuentro me llevo muchas ideas y experiencias positivas, pero la principal, con estos dirigentes en nuestro movimiento ESTAMOS EN BUENAS MANOS.
Juan Manuel García Acedo.
Consiliario de Coria Cáceres.