La Unidad de Geriatría de Quirónsalud apoya la música como terapia no farmacológica en la demencia
La multitud de efectos positivos que nos aporta la música ha hecho que cada vez más se utilice como principal herramienta en el tratamiento de musicoterapia en personas con demencia.
En palabras de la doctora Nieves Fernández Letamendi, especialista en Geriatría del Hospital Quirónsalud Zaragoza, “la musicoterapia, que no hay que confundir con la música recreativa, está englobada dentro de las terapias no farmacológicas de la demencia, entre otras patologías neurodegenerativas».
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia es un tratamiento que no consiste solo en escuchar canciones, sino que estas deben estar seleccionadas adecuadamente con la ayuda de un profesional cualificado para ello.
«La musicoterapia utiliza la música como herramienta fundamental dentro de un tratamiento implementado por un musicoterapeuta profesional, que trabaja aspectos físicos, psicológicos, cognitivos o sociales concretos», explica la doctora Fernández.
Beneficios de la musicoterapia
Según la doctora Fernández, “escuchar y producir música provoca la activación de varias zonas del cerebro y trabaja el procesamiento de las emociones, la percepción, la atención, la memoria, potencian la integración neurosensorial, la plasticidad y ayudan en el procesamiento del lenguaje».
Entre las principales evidencias científicas sobre los beneficios de la musicoterapia se encuentran:
Potencia las emociones positivas:
La demencia, en sus primeras etapas, puede causar un deterioro de la pronunciación, la acentuación y la combinación de las palabras, lo que genera problemas para interpretar los mensajes, el tono y la intencionalidad. Ante esta situación, la música motiva las emociones positivas y prácticamente no conlleva la aparición de otras de carácter negativo, como culpa, vergüenza o ira. Por esto, en casos con daño cerebral adquirido, la música ayuda a lograr resultados en la rehabilitación del lenguaje.
Disminuye la ansiedad:
En recientes estudios se ha observado que a las personas con demencia les puede resultar complicado recibir, procesar y responder a los estímulos ambientales. Como consecuencia de ello, pueden responder a esta situación como si se tratara de una amenaza. Frente a esta situación, «la música ha mostrado cierta eficacia en la reducción de síntomas ansiosos, depresivos y en la reducción de los episodios de agitación y agresividad en personas con demencia», indica la geriatra.
Estimula los recuerdos y la memoria:
Otra ventaja de escuchar música es que ayuda a rescatar recuerdos, así como a aprender nueva información gracias a su sistema de mnemotecnia. La razón es que, al incorporar música a la tarea, se facilita la codificación diversificada de esta información. «Esta mnemotecnia musical, por lo tanto, va a favorecer el funcionamiento de la memoria general», añade la doctora Fernández.
La aplicación de la musicoterapia en Geriatría es controlada por profesionales certificados y cualificados que utilizan diferentes técnicas.
Gustos musicales: es importante conocer la música que le gusta a cada persona, así como las canciones que escuchaban entre los 18 y 25 años.
Ritmo y tempo de las canciones: el tempo de las canciones puede ayudar a acelerar o ralentizar las funciones motrices, algo que el musicoterapeuta debe ajustar a cada paciente de manera individual.
Música en vivo y grabaciones: en el caso del directo nos permite adaptarnos al momento, a la vez que tiene mayor aceptación. Respecto a las grabaciones, estas nos ayudan a trabajar los recuerdos y relatar vivencias del pasado.
Cambios en la voz: con el paso de los años nuestra voz puede variar, por ello, durante los tratamientos con musicoterapia se debe tener en cuenta para que el paciente participe cómodamente en el canto.
Volumen: es importante ajustar la intensidad del sonido a la capacidad auditiva de cada paciente.
Música melódica: es una de las preferidas por las personas mayores dado que resaltan la melodía y la voz.
Uso de instrumentos: es necesario tener en cuenta la capacidad auditiva y motriz en cada caso antes de ofrecer instrumentos para que hagan acompañamientos e improvisaciones.
Además de su uso en las personas con demencia, la musicoterapia también se utiliza en el ámbito hospitalario para pacientes con cáncer, bebés prematuros, unidades de quemados, terapia del dolor y enfermos de Alzheimer.
Manuela Martín, Visto en 65 y mas