Esta asociación, radicada en Murcia, consigue que José Antonio pueda acudir a un evento familiar a pesar de su falta de movilidad
Hay verdaderas estrellas que no necesitan oscuridad para brillar. Esto es lo que deben pensar Loli y José Antonio, que el pasado domingo vivieron una experiencia que jamás pensaron que conseguirían. Este cordobés, que está encamado debido a un tumor cerebral que sufre desde hace diez años, ha podido acudir al bautizo de su nieta Jimena gracias al altruismo de la Fundación Ambulancia del Deseo, que lo llevó en una ambulancia hasta la iglesia, algo impensable por medios propios.
José Antonio era conductor de Aucorsa y hace diez años le fue detectado un tumor cerebral. Fue operado y los médicos retiraron casi toda la masa tumoral, salvo la que se encontraba más cerca de una vena, donde no se podía tocar. Volvió a su trabajo pero, a siete años después, entró de nuevo en quirófano porque el tumor había crecido. El resultado de la operación no fue tan bueno como en la primera ocasión. Empezaron a fallarle las piernas y al año fue operado de nuevo. Hasta hoy, que está en cama.
Jimena, su nieta, está a punto de cumplir un año. Durante los últimos meses, sus padres han estado retrasando su bautizo esperando que José Antonio se recuperara, pero la enfermedad es imparable y desde el pasado mes de junio está en Cuidados Paliativos. El día a día de este hombre de apenas 55 años se resume a estar postrado en una cama, siempre en la compañía de su mujer y de su otra hija.
Acudía al Hospital Reina Sofía para la rehabilitación, una necesidad que ya recibe en casa. Fue precisamente su fisioterapeuta quien les habló a José Antonio y a Loli de la existencia de la Fundación Ambulancia del Deseo. “Yo no sabía que esto existía. ¿Pero cómo puede ser posible que haya gente tan buena? De verdad, es que no me lo creía”, reconoce Loli a CORDÓPOLIS, emocionada de poder haber cumplido el deseo de su marido.
Fue ella la que, vía online, gestionó la petición. La Fundación, que tiene su sede en Murcia, la aceptó y uno de los voluntarios, Miguel Ángel Garrido, se trasladó en ambulancia desde esta ciudad hasta Córdoba, donde le esperaban otros voluntarios para hacer realidad el sueño de José Antonio. “Lo que hacemos es algo humanitario y no es competencia de la Seguridad Social e intentamos que lo imposible se haga realidad”, cuenta este voluntario a CORDÓPOLIS, que relata la emoción que supuso para la pareja cordobesa poder vivir el bautizo de su nieta con toda la familia. Y de forma gratuita.
José Antonio y Loli no salen de casa. Ella es sus pies y sus manos. Tampoco contempla otra vida sin él, aunque reconoce la dureza de la enfermedad. Solo acude a comprar una vez a la semana y el resto del día está con su marido, que también recibe ayuda a domicilio.
Cuando el equipo de Ambulancia del Deseo llegó a casa de José Antonio, “la familia no se creía que aquello podía ser posible”, cuenta Miguel Ángel. Loli agradece una y otra vez la disposición de esta fundación, “donde todo han sido facilidades”. “No tengo palabras. Es algo tan bonito… Y no quieren nada de dinero”, comenta la mujer, que destaca que “Miguel Ángel tuvo un viaje de cinco horas para venir a Córdoba y Nuria, una de las voluntarias, acababa de salir de estar trabajando toda la noche en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”.
En la cabeza de Loli aún retumban las palabras de su marido antes de la tercera operación: “Nos vamos a ir a vivir a Torrox una temporada para estar tranquilos”. Pero este deseo no ha podido ser. También tiene entre sus recuerdos todas las muestras de cariño que su marido le ha regalado a lo largo de su relación, como aquellas notas que se encontraba cuando regresaba de trabajar. “Nos encantaba la vida y nunca habíamos perdido eso de cogernos de la mano a la hora de irnos a la cama y decirnos te quiero. Ahora soy yo la única que pone su manita a su lado”.
Cómo nace Ambulancia del Deseo
En 2007 el conductor Kees Veldboer traslada en su ambulancia al marinero Mario Stefanutto. De camino al hospital Kees hizo un desvío hacia el puerto y quedó profundamente conmovido por la inmensa felicidad que Mario experimentó. Entonces, Kees tomó prestada una ambulancia de su empresa y le organizó una ruta por el puerto de Rotterdam. Se sorprendió de lo fácil que le había resultado hacer que Mario terminase su vida de una forma tan especial gracias a unas simples llamadas telefónicas. Apenas dos meses más tarde la Fundación Deseo era una realidad.
Hoy la Fundación dispone de más de un centenar de sanitarios voluntarios con el conocimiento y preparación adecuada que hacen realidad estos deseos.
Los fundadores del Proyecto HURGE, Manuel Pardo, José Manuel Salas, Carolina Cánovas y Laura Juguera, acordaron con Kees Veldboer, Presidente de la Fundación Ambulancia del Deseo (Stichting Ambulance Wens), traer a España la Fundación. Este hecho se anunció en primicia, el 20 de abril de 2018, durante el I Congreso Internacional de Humanización de Urgencias, Emergencias y Catástrofes celebrado en la Ciudad de Murcia (España, Europa).
Desde entonces el equipo se ha ido ampliando de forma considerable hasta formar lo que hoy en día es La Gran Familia de la Fundación Ambulancia del Deseo.
Visto en Cordopolis.