Un año de “en camino”.

En octubre de 2021 iniciábamos la aventura de asomarnos al mundo de la Radio para poner en marcha el programa «éramos tan jóvenes», que nos permitía dar el primer paso en el camino de  acercar la vida de nuestro Movimiento a cada vez más personas que forman parte de ese ambiguo colectivo que denominamos «los mayores». No podemos dejar de dar gracias a Dios porque Luis Manuel de Prada, director de Radio María, pensase en este pobre cura para dirigir un programa de radio relacionado con la Pastoral de las Personas Mayores. A trancas y barrancas y gracias a un equipo humano del que me siento muy orgulloso, ya tenemos grabado nuestro programa número 32.

Dos meses después, tras constatar que los medios de comunicación en papel están siendo arrinconados por los medios digitales, arrancábamos la andadura de este sencillo medio de difusión que es «en camino». Parece que estamos empezando y ya hace un año que aparecía el primer número del nuestro boletín. Os hemos contado la vida de casi 50 santos. Hemos enlazado más de 150 comentarios a los evangelios dominicales y festivos. Hemos tenido la oportunidad de dar a conocer unas 300 noticias relacionadas con el mundo de la ancianidad… y, aun así, estamos empezando.

Porque vivir es estar permanentemente comenzando. Evangelizar es estar permanentemente buscando caminos para seguir haciendo presente a Jesucristo que parece cada vez más distante del Dios y menos interesado por responder a las grandes preguntas que sólo encuentran eco en los grandes silencios del corazón del ser humano.

En este tiempo en que nos preparamos para recibir al Emmanuel, podemos redescubrir la importancia de la palabra, de la comunicación. Estamos en la era de las comunicaciones, de las redes sociales, de la “aldea global”; parece que nunca como ahora personas que se encuentran a mucha distancia, pueden sentir la cercanía de sus seres queridos sencillamente presionando la pantalla de su smartphone… Pero nunca como ahora el ser humano ha estado tan solo, tan aislado, tan inmerso en un mundo virtual que le saca de la verdad del mundo afectivo, del abrazo a los seres queridos, de las sonrisas reales que tenemos a nuestro alrededor.

Nuestro boletín pretende ser un antídoto del virus de la soledad, una oportunidad para sentirnos unidos y en comunión, haciendo familia con los que comparten con nosotros edad y esperanzas. Hacernos mayores no supone prescindir de nuestro mundo de relaciones; al contrario. La edad de la ancianidad es la edad de las oportunidades para compartir ilusiones, sueños y proyectos; es la época de hacer nuevos amigos, de entablar nuevas conversaciones, de aportar nuestra experiencia, nuestra sabiduría y nuestra pericia en las cosas que realmente importan.

Ayudadnos a que este medio sea útil, mandándonos vuestras sugerencias, vuestros testimonios, las cosas que pasan a los mayores que tenéis cerca y todo aquello que os ayude a sentir que somos familia.

Gracias por vuestra paciencia. Ahora el niño cumple un año, echa los dientes y da sus primeros pasos. Sigamos todos juntos haciéndolo crecer y compartiendo esos pasos “en camino”…

José Ignacio Figueroa, Consiliario Nacional