Boletín Mensual Nº28 de Vida Ascendente Internacional

 

Un cordial saludo a todos ustedes, miembros y gerentes de VAI; ya sea que la geografía los coloque cerca o más allá de los océanos o al otro lado del mundo, me siento cerca de cada uno de ustedes que leen este boletín: esta reunión mensual es para mí como una conversación amistosa.

Últimamente, un programa de televisión francés presentaba a los ancianos -a los que a veces llaman «los vejestorios»- como personas animadas por «un fuego interior [1]», con un «deseo de seguir viviendo, amando, riendo…   *»; un periodista que comentaba sobre el programa concluyó «Una edad de vida, que a medida que nuestras sociedades ganan en longevidad, tiene más y más futuro*»; el Congreso de Roma «la riqueza de los años», fue en esta dirección.

No podría este «fuego interior» ser precisamente la acción del Espíritu Santo en nosotros, que nos hace actuar y vivir con esperanza: en su artículo «como el viento», el padre Maupu escribe hermosas líneas sobre este tema.

Las palabras del periodista citado anteriormente se hacen eco de las del Santo Padre que invita a los ancianos a construir el futuro con las generaciones más jóvenes. Se toma un primer paso con este «primer día mundial de los abuelos y ancianos”, ya mencionado en las cartas anteriores y al que volvemos aquí:

    • con la carta del cardenal Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que define los desafíos de este enfoque y nos invita con insistencia a celebrar el evento.
    • con la detallada presentación de la iniciativa tomada por el Movimiento Francés y con la que se asocia VMI: «Jeunes y viejos están invitados a compartir sus sueños… » ; es posible en todas las latitudes.
    • con el artículo de Jaime Tamarit sobre la concienciación del Movimiento Español, sobre la importancia de las relaciones intergeneracionales y sobre el proyecto de implantación de esta colaboración entre jóvenes y mayores.
    • Esta carta también contiene algunos recordatorios:
    • estamos en el Año de la Familia y leerán lo que el Dicasterio propone para redescubrir la exhortación apostólica Amoris Laetitia; el día 25 de julio es parte de esta dinámica
    • el año 2021 se coloca bajo el patrocinio de San José: una oportunidad para descubrir cómo la figura del santo puede enriquecer nuestra vida espiritual.

Buen camino al 25 de julio

La Presidenta.
Monique Bodhuin

[1] Jeanne Ferney, artículo en La Croix del martes 1 de junio


COMO EL VIENTO

Algunas personas con COVID han perdido el gusto. Este es uno de los posibles síntomas del COVID, entre otros.  Esta no es la manifestación más grave, pero los afectados dicen lo inconveniente que es para ellos. Tal vez conozca algunos de ellos; tal vez ese sea su caso. Digo esto por el Espíritu Santo cuya venida celebramos el día de Pentecostés. De hecho, el Espíritu Santo es el que nos da un gusto por las cosas de Dios: nos da un gusto por la oración, un gusto por la Palabra de Dios, por la lectura de los Evangelios y la Biblia, un gusto también por nuestros hermanos: nos hace realmente preocuparnos por ellos. Ven, Espíritu Santo, da nos el gusto de Dios.

A diferencia de los nombres «Padre» e «Hijo», el nombre dado a la persona del Espíritu Santo no es un nombre que generalmente se le da a una persona. Por eso, para hablar de él, muchas veces también recurrimos a comparaciones, a imágenes: fuego, viento, agua, luz, aceite… Me quedaré en la imagen del viento. En el día de Pentecostés, es el viento el que sacude la casa donde están los apóstoles, este viento del que Jesús dijo: «El viento sopla donde quiera, no sabes de dónde viene, no sabes a dónde va». Como el gran viento de Pentecostés, el Espíritu Santo puede sacudir una vida, causar conversión; como el viento que permite a los veleros avanzar, el Espíritu Santo nos da para avanzar en nuestras vidas como creyentes.

El viento, no lo vemos; lo que vemos son los efectos que produce. Cuando un árbol es agitado por el viento, no veo el viento, pero veo el efecto que produce: las hojas se mueven… Veo las hojas moviéndose y sé que el viento que no veo está ahí.

En la Iglesia y en nuestro mundo, el Espíritu Santo que no veo está allí. Por ejemplo, hombres y mujeres se reúnen los domingos por la mañana en una iglesia; los vemos caminar hacia la iglesia y encontrarse allí. No van a un espectáculo. ¡Su recogimiento es la obra del Espíritu Santo! El que no vemos, el Espíritu Santo, los pone en movimiento y los une. O bien hombres y mujeres viven juntos en un monasterio donde oran y trabajan: es el Espíritu Santo quien los une. La gente da la bienvenida a los pobres, ayuda a los necesitados: es el Espíritu Santo quien empuja a los creyentes a estos gestos de fraternidad. O más bien, las personas mayores se reúnen regularmente para vivir tiempos de convivencia y espiritualidad como parte del movimiento Vida Ascendente, es el Espíritu Santo quien los lleva a estas reuniones. ¡Acostámonos a ver en estas manifestaciones ordinarias de la vida de la Iglesia la obra extraordinaria del Espíritu Santo!

Cinco veces en el Evangelio de San Juan, Jesús prometió enviarnos el Espíritu Santo; y en el libro de Hechos de los Apóstoles, San Lucas describe en varias ocasiones la venida del Espíritu Santo. Comprobamos que estas palabras anuncian una realidad. Vemos esta realidad todos los días. Puede haber manifestaciones excepcionales del Espíritu Santo: él es libre, «sopla donde quiera». Pero sobre todo, estemos atentos a sus manifestaciones cotidianas, que parecen banales solo para ojos acostumbrados y miradas superficiales. Cuando vemos las hojas de los árboles moviéndose, sabemos que el viento está ahí. Cuando veamos a los bautizados viviendo y actuando, aprendamos a reconocer la presencia del Espíritu Santo.

Padre François Maupu


CARTA DEL CARDENAL FARRELL

 

Estimados Señoras y Señores:

El Santo Padre ha decidido instituir la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que se celebrará cada año en toda la Iglesia el cuarto domingo de julio, cerca de la memoria de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús. El tema escogido por el Santo Padre “Yo estoy contigo todos los días” (cf. Mt 28,20) pretende manifestar la cercanía del Señor y de la Iglesia a la vida de cada persona mayor, así como la cercanía entre jóvenes y mayores. Significativamente, en este año la celebración de la Jornada se realizará el domingo 25 de julio, precisamente en el centro del Año Familia Amoris Laetitia que acaba de comenzar, dedicado a releer y potenciar las numerosas indicaciones contenidas en la exhortación apostólica Amoris Laetitia, cinco años después de su publicación. El estrecho vínculo entre los abuelos y las personas mayores y la familia es demasiado evidente: ellos son un elemento esencial de la familia, un tesoro humano y espiritual de enorme valor y, por tanto, indispensable.

Las personas mayores representan hoy, no solo en términos numéricos, una parte significativa del santo Pueblo fiel de Dios, y la decisión del Santo Padre de dedicarles una jornada especial pretende subrayar la urgencia de prestarles una atención pastoral adecuada que valorice conscientemente los recursos espirituales. Además, la emergencia sanitaria que estamos viviendo desde hace más de un año ha golpeado con especial dureza a las personas mayores, lo que invita a cada una de nuestras comunidades a mostrar, de forma aún más concreta, la cercanía de la Iglesia a las personas mayores.

Con motivo de la I Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, de forma compatible con la evolución de la crisis sanitaria, el Santo Padre presidirá una celebración eucarística en el Vaticano. Al mismo tiempo, invitamos a cada asociación internacional de fieles, movimientos eclesial y nueva comunidad para dar a conocer a sus miembros este acontecimiento y encontrar formas más adecuadas de incluirlo en sus actividades pastorales.

Nos imaginamos esta Jornada como una verdadera fiesta del encuentro entre abuelos y nietos y entre jóvenes y mayores. En este sentido, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida pondrá a disposición, a partir de mediados de junio, una serie de herramientas pastorales que se presentarán en el sitio dedicado al Año Familia Amoris Laetitia www.amorislaetitia.va. También está prevista la publicación de un mensaje del Santo Padre en vista de la Jornada.

Con la esperanza de que la celebración de la Jornada sea una oportunidad para transmitir a nuestros abuelos y a nuestros mayores la cercanía de la Iglesia en estos tiempos difíciles, les envío un cordial saludo en Cristo Resucitado.

                                                           Kevin Card. Farrell Prefecto


FOMENTAR LAS RELACIONES INTERGENERACIONALES

 

La pandemia que estamos sufriendo estos años 2021 y 2022 se ha llevado a muchos de nuestros mayores y ha cambiado nuestra manera de relacionarnos. Nos encontramos más solos y aislados, pero debemos mantener la esperanza para salir con energía de esta situación con un espíritu renovador.

Renovación supone conectarse de nuevo con la sociedad e incorporar a las nuevas generaciones de mayores que llegan a la edad provecta con un bagaje cultural distinto al nuestro.

En estos años, la Iglesia, atenta la evolución de la sociedad, nos ha procurado orientaciones en los principales eventos relacionados con el apostolado seglar, entre ellos:

Congreso sobre el Apostolado del Mayor “La riqueza de los años”. Celebrado en Roma en enero del año 2020.

Congreso sobre el apostolado laico “Una Iglesia en Salida”. Celebrado en Madrid en febrero del mismo año.

Quinto aniversario, el 19 de marzo, de la publicación de la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia”: en esta ocasión el Papa Francisco lanzó, hasta junio de 2022, “El Año de la Familia”, bajo el patrocinio de San José, junto con una propuesta de 12 itinerarios.

En todos ellos se nos anima al fortalecimiento del apostolado de la persona mayor y a la renovación mediante la promoción de las relaciones intergeneracionales, especialmente dentro de la familia.

Vida Ascendente ya es apostolado de la persona mayor y se ocupa de que el papel de los mayores sea tenido más en cuenta dentro de la Iglesia promoviendo la creación de dicasterios del Apostolado de la Persona Mayor en cada diócesis.

Ahora debemos fortalecer las relaciones intergeneracionales como expresión del espíritu renovador con el que debemos salir de la crisis de soledad producida por la pandemia.

Con este objeto, nuestro presidente y yo comenzamos a visitar colegios como el Juan Pablo II de Parla, donde se celebra el día de los abuelos, proponiendo que Vida Ascendente se una a esta celebración y se promuevan los encuentros entre nietos y abuelos. También mantuvimos un encuentro con Don Ginés, obispo de Getafe, proponiéndole la organización de encuentros intergeneracionales al fin de la pandemia. En ambos encuentros la acogida de esta propuesta fue motivadora y don Ginés nos puso en contacto con el delegado diocesano para la enseñanza.

¿Qué esperamos de estos encuentros?: Revitalización y renovación.

Revitalización tendiendo lazos entre las miradas al futuro de los jóvenes y las miradas al pasado de los mayores. Enlazar las esperanzas de los primeros y las lecciones aprendidas de los segundos, las ilusiones para el futuro de los primeros y las satisfacciones de la obra bien hecha de los segundos.

Renovación no haciendo exclusivos a los miembros de Vida Ascendente estos encuentros entre generaciones, sino abriéndolos a todas las personas mayores que se interesen por ellos. Esto fomentará la participación de la nueva generación de mayores que, como hemos indicado viene con un bagaje cultural distinto y con los que necesitamos conectar para renovarnos.

Necesitamos ideas para que estos encuentros despierten el interés mutuo entre ambas generaciones. En el congreso de Roma, Maria Voce, presidenta de los Focolares, nos habló acerca del diálogo entre generaciones y resaltó los caminos a recorrer en el diálogo intergeneracional dibujados por el Papa en el sínodo de los obispos:

    • “Un primer paso en la dirección de la escucha es liberar nuestras mentes y nuestros corazones de prejuicios y estereotipos”.
    • “Los adultos deben superar la tentación de subestimar la capacidad de los jóvenes y juzgarlos negativamente”
    • Los jóvenes, por su parte deben: “superar la tentación de no escuchar a los adultos y de considerar a las personas mayores ‘cosas antiguas, pasadas de moda y aburridas’”
    • Los adultos deben no absolutizar su experiencia recurriendo al lema ‘siempre se ha hecho así’ que induce a su vez a los jóvenes a ir por el camino contrario, porque sienten que ese inmovilismo no les interpela
    • Cada época de la vida espiritual tiene sus bellezas. Las bellezas son diferentes

A la vista de esta cooperación entre movimientos de apostolado y encuentros entre generaciones, pienso en el dogma del Cuerpo Místico tan profundamente expuesto en las epístolas de San Pablo. Somos miembros de un mismo cuerpo, Jesucristo es la cabeza, el Espíritu Santo es su alma vivificante y cada miembro tiene su misión.

Quisiera terminar con un bello poema de Santa Teresa de Calcuta sobre la trasmisión de los valores entre generaciones, que me dedicó mi hija en el día del padre:

Ensañarás a volar,
Pero no volarán tu vuelo;
Enseñarás a soñar,
Pero no soñarán tu sueño;
Enseñarás a vivir,
Pero no vivirán tu vida;
Sin embrago, en cada vuelo,
En cada sueño, en cada vida
Permanecerá siempre
La vuelta del camino enseñado

Jaime Tamarit
Vicepresidente de Vida Ascendente (España)


EL DÍA 25 DE JULIO
EN EL MOVIMIENTO CRISTIANO DE LOS JUBILADOS (MCR/ FRANCIA) Y EN VAI

 

Para responder a la llamada del Papa Francisco en relación con la celebración, el 25   de julio, del día de los Ancianos y Abuelos, el Mouvement Chrétien des Retraités francés (MCR) quiso establecer una asociación con VAI y, con este fin, invitó a la presidenta de VAI a participar en el trabajo del comité directivo creado para la preparación de este evento bajo el tema de «Tiempo de merienda».

Esta celebración se organizará en torno a una merienda organizada por abuelos para niños pequeños. Se planean dos momentos destacados:

Se dedicará una primera vez al lanzamiento oficial del evento el 6 de julio en Taizé, una comunidad monástica ecuménica que da la bienvenida a jóvenes de todo el mundo que quieren dedicar un momento de sus vidas a orar y reflexionar sobre su futuro; este lanzamiento tendrá lugar con una mesa redonda que reunirá a líderes de VAI, el MCR, la Comunidad Taizé y   movimientos juveniles.

En un segundo paso, se hará una declinación de este evento en las parroquias. También se propuso a los grupos de VAI de todo el mundo tomar esta iniciativa.

Esta es una gran oportunidad para hacer algo juntos después de este largo tiempo de silencio debido a la pandemia.

Los dirigentes nacionales del MCR invitaron a los equipos a vivir este día en práctica en todo el territorio nacional y en todas las parroquias. Para contribuir al éxito de la jornada, se publicó una guía para los responsables; se pusieron a disposición herramientas de comunicación (carteles y folletos de presentación del proyecto) y los canales habituales de difusión del   movimiento (sitio internet, revista) para sensibilizar a los miembros y a todo el pueblo de Dios.   También se invita a los líderes de equipo a acercarse a otros movimientos de la Iglesia (Pastoral de la familia, movimientos de jóvenes …) y las autoridades eclesiales de las diócesis para la organización de misas dedicadas.

El tema elegido para este evento es Le hora de la merienda, pero todas las ideas son bienvenidas y se pueden declinar alrededor de un aperitivo, alrededor de un juego con los más jóvenes. Los encuentros animados en relación con la parroquia deben ser momentos de convivencia, diálogo, descubrimiento de unos a otros y ternura compartida.

Página preparada por Monika Ptak


 EL AÑO 2021, AÑO DE SAN JOSÉ

 

En el boletín anterior, los invitamos a apropiarse de las propuestas del Padre Mashtaki, consejero espiritual para el África de habla inglesa: invitándonos a meditar sobre la figura de San José, bajo cuyo patrocinio se coloca el año 2021, nos dio una lista de temas susceptibles de alimentar nuestras reflexiones en equipo y el contenido de nuestras oraciones.

Para el mes de junio el tema elegido es el siguiente: San José y las vocaciones en la Iglesia; ¿No ha asumido el propio San José plenamente su vocación de esposo de María y padre adoptivo de Jesús?


FORO: ¿DÓNDE ESTAMOS CON AMORIS LAETITIA?

Del 9 al 12 de junio de 2021, tendrá lugar el Foro «¿Dónde estamos con Amoris Laetitia? » organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Estrategias para la implementación de la exhortación apostólica del Papa Francisco.

El encuentro tendrá lugar con los responsables de las oficinas de la pastoral de la familia, Conferencias Episcopales, movimientos eclesiales y asociaciones internacionales de la familia.

El programa de seminarios web incluirá las siguientes sesiones:

 9 de junio de 2021

    • Introducción por el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio
    • Un mensaje en vídeo del Santo Padre
    • ¿Dónde estamos con Amoris Laetitia? por el Padre Alexandre Awi Mello, Secretario del Dicasterio
    • El catecumenado en el matrimonio

10 de junio de 2021

    • La formación de los acompañantes
    • Educación de los niños

11 de junio de 2021

    • Espiritualidad conyugal
    • Misioneros familiares

 12 de junio de 2021

    • La fragilidad de las familias
    • Presentación del Encuentro Mundial de las Familias, Roma 2022

EL PAPA INSTITUYÓ EL MINISTERIO DEL CATEQUISTA

 

El Motu proprio del Papa Francisco «Antiquum ministerium», con el que el Papa Francisco establece el ministerio laico de catequista, fue publicado el martes 11 de mayo de 2021. Él presenta este ministerio como una emergencia para la evangelización del mundo contemporáneo.

«La fidelidad al pasado y la responsabilidad por el presente son las condiciones esenciales para que la Iglesia pueda cumplir su misión en el mundo: esto es lo que escribe el Papa Francisco en el Motu proprio Antiquum ministerium – memorial litúrgico de San Juan de Ávila, sacerdote y doctor de la Iglesia – con el que instituye el ministerio laico de catequista.