Segovia pone en forma a sus mayores con un programa de actividades al aire libre

El Ayuntamiento de Segovia a través del Instituto Municipal de Deportes (IMD), ha lanzado Segovia en Forma, un programa de actividad físico deportiva al aire libre para mayores, que tiene como objetivo acabar con el sedentarismo en este grupo de edad.

El Instituto Municipal de Deportes tiene entre sus fines institucionales “la promoción del derecho al Deporte en el municipio de Segovia, partiendo de la consideración de que el deporte es un derecho de todas las personas, ya sea en su vertiente educativo-formativa, en su faceta recreativa, en el aspecto competitivo o como espectáculo”, según indica el Ayuntamiento en un comunicado.

Actualmente, alrededor del 60% de las personas mayores de 60 años no hace ejercicio de forma regular, y el 30% es totalmente sedentario.

Se ha confirmado en diversas ocasiones que el ejercicio físico controlado es beneficioso para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, contribuyendo a un envejecimiento activo, mejorando su bienestar e incrementando la longevidad.

Solo es necesario adaptar el ejercicio a la condición física de cada persona en cada momento.

Ejercicios diversos y adaptados

Todas las actividades se adaptarán al nivel de dificultad y la intensidad que requiera la persona en cada momento.

En cuanto a los ejercicios que se llevarán a cabo, serán:

1.-de fortalecimiento o musculación, ejercicios encaminados a reforzar y potenciar la musculatura, y que contribuyen a mantener la autonomía y retrasar la dependencia.

2.-ejercicios de equilibrio, lentos para mantener la posición y precisión en la deambulación, al caminar, subir escaleras…, una actividad que evitará caídas y minimizará el riesgo de fracturas y otros accidentes.

3.-ejercicios de flexibilidad, encaminados a aumentar la amplitud de los grupos musculares mayores y de las articulaciones a través de estiramientos activos y/o pasivos

4.-ejercicios de resistencia o aeróbicos, que mejoran la función cardiovascular, disminuyen la frecuencia cardíaca basal y la tensión arterial, y contribuyen al descenso de las cifras sanguíneas de glucosa y colesterol, también excelentes para prevenir o retrasar la aparición de numerosas enfermedades.

Nos alegramos de esta iniciativa.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA II JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y DE LOS MAYORES EL 24 de JULIO de 2022.

El 10 de mayo el Vaticano publicaba  el mensaje de Papa Francisco  por la II Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores que se celebrará el día 24 de julio con el lema “En la vejez seguirán dando fruto”. Este es un verdadero evangelio que podemos anunciar al mundo, que en gran medida  piensa  justamente lo contrario de la ancianidad.

Pinchando en el enlace podrás leer el mensaje completo.

https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/nonni/documents/20220503-messaggio-nonni-anziani.html

Leyenda de María del Salto, el milagro de la Virgen de la Fuencisla, patrona de Segovia

Este hecho ocurrió durante el reinado de Fernando III.

Vivía en Segovia una joven llamada Esther que a pesar de ser judía se sentía atraída por la religión de Cristo. Algunos judíos lo descubrieron y no descansaron hasta buscar una excusa para castigarla.

Consiguieron con ayuda de la mujer de un hidalgo y falsos testigos acusarla de ser la amante de su esposo. La ley judía castigaba este pecado con la muerte por lo que fue hecha prisionera y llevada hasta unas peñas para ser despeñada.

Cuando la empujaron, Esther se encomendó a la Virgen. Mientras caía apareció una paloma que la ayudó a descender lentamente posándose sobre el suelo sin sufrir ni un rasguño.  ¡Es un milagro! gritaron todos.

Desde ese día la Virgen tomó la advocación de la Fuencisla, porque en las Peñas Grajeras hay innumerables fuentecillas.

Tras este suceso, Esther se convirtió a la fe cristiana, bautizándose con el nombre de María en alabanza a la Virgen  y a partir de ese momento se dedicó al cuidado de la Virgen de la Fuencisla.

El suceso fue extendiéndose por Segovia y, desde ese momento, se la conoció como Marisaltos o María del Salto, despertando la admiración y veneración por su figura en tierras de Segovia.

Esta historia, que se inmortaliza en las pinturas murales del claustro de la Catedral de Segovia, se localiza en el tiempo hacia el año 1237. Según se recoge, Esther fue acusada de adulterio y condenada a ser arrojada desde lo alto de las Peñas Grajeras, situadas a las afueras de la ciudad de Segovia y a cuyos pies se levanta ahora el santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla.

María del Salto fue enterrada en la antigua catedral, situada frente al Alcázar de Segovia, reconociendo de esta forma la importancia de este milagro para la comunidad cristiana. Tras la parcial destrucción de la antigua catedral debido a la Guerra de la Comunidades (1520-1522), se comenzó la construcción de la nueva en 1525.

Con las obras del actual templo catedralicio avanzadas, el 15 de agosto de 1558 se trasladó el Santísimo y, diez días después, el 25 del mismo mes, se llevaron en procesión solemne desde las ruinas de la antigua catedral de Santa María los restos de María del Salto, prelados, el Infante Don Pedro, entre otros.

En una urna a cierta altura en el tramo sur del claustro, contigua al acceso a la Sala Capitular, se depositaron los restos de Marisaltos. Sobre ella, se puede leer actualmente la siguiente inscripción: “Aquí está sepultada la devota Marisaltos, con quien Dios obró este milagro en la Fuencisla. Fijó su vida en la otra iglesia, acabó sus días como católica cristiana. Año de MCCXXXVII. Trasladose en este año de MDLVIII. Renobose, año de 1739 y en 1850”.

Esta inscripción resume el milagro de la judía Esther, una historia que ha cautivado durante siglos a los segovianos y cuya memoria la Catedral de Segovia mantiene vive y ora.

Colaboración de Pilar García Roman, Presidente Diocesana de Vida Ascendente.

El Decalogo para terminar con la brecha digital

El número de mayores que utilizan internet ha estado en aumento, esa cifra ha alcanzado los 10 millones actuales.

Aun así, se ha hablado en numerosas ocasiones de analfabetos digitales para referirse de forma peyorativa a este colectivo, sin tener en cuenta que España es uno de los países del mundo con mayor calidad de vida y acceso a internet, también para los mayores. Frente a los estereotipos, la realidad es que más del 60% de la población mayor de 55 años está conectada a internet, para casos como realizar operaciones bancarias y consultar las redes sociales; comprar productos –sobre todo para adquirir ropa y alimentación– y unirse a cursos y tutoriales online.

Sin embargo, la brecha digital también es un hecho ineludible que supone un problema para muchas personas, no solo mayores, que cada vez es más necesario resolver debido a la creciente digitalización de la sociedad. Para los más vulnerables supone quedar excluidos de muchas oportunidades que ofrece la tecnología actualmente.

La brecha digital aumenta con la edad, y se acentúa a partir de los 65 años en temas como la realización de operaciones bancarias a través de internet (39%), la compra por internet (27%), o la utilización de redes sociales (30%). Y tiene consecuencias directas, como son un aumento de la desconfianza por parte de los mayores, aislamiento y mayor vulnerabilidad

En esta lucha para acabar con la brecha digital, las asociaciones de mayores se encuentran al frente, dando voz y representando las necesidades de un colectivo que supone casi el 20% de la población.

Las 10 reclamaciones de los mayores para acabar con la brecha digital:

  1. Oferta de formación generalizada

La formación se presenta como una de las principales cuestiones a resolver, ya que es desde aquí desde donde se debe partir para acabar con esa brecha digital y favorecer que todos puedan utilizar las tecnologías de forma eficiente.

Esto supone además tener en cuenta que no es lo mismo hablar de personas mayores de 55 años, mayores de 65 o mayores de 80. La utilización de las tecnologías es fundamental hoy en día, sin embargo, «para las personas mayores jóvenes es mucho más fácil que para los más mayores muy mayores», explica a su vez Juan Manuel Martínez, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA)

. Por tanto, se trata de ofrecer formación enfocada y dirigida, para poder llegar a esos «más mayores, que son los que más complicado lo tienen», y poder enseñarles el uso de las tecnologías «desde cero» si es necesario y «a todo aquel que lo necesite».

  1. Garantizar el acceso a la formación

La formación de poco servirá si a un gran número de personas no les llega, oferta como tal hay, lo que se necesita es que esa oferta de formación llegue, y le llegue a todos.

Hay brecha digital porque no se llega al colectivo que no domina las tecnologías, no tienen acceso y las instituciones públicas no se preocupan. Nos referimos especialmente al colectivo de personas mayores que quedan aisladas en las zonas rurales, incluso en las ciudades. Esto es una pescadilla que se muerde la cola: al estar aisladas, no se llega a ellas, y como no se llega a ellas, se quedan aisladas. Por lo tanto, lo primero de todo es hacer una labor de investigación para saber quién está aislado, contactar con esas personas; y después no tratarnos como tontos, no hacer las cosas por la otra persona sino enseñarle a hacerlo.

«Sería necesario que los gobiernos garanticen la accesibilidad en cualquier punto de la geografía española», añade el director de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC), Vicente Pérez.

  1. Simplificar y hacer herramientas más amigables

Junto a esa necesidad de ofrecer formación y conseguir que sea accesible para todos, es necesario trabajar para que los programas, herramientas y plataformas utilizadas sean más amigables, en todos los sentidos.

Las tecnologías cada vez son más avanzadas y los procesos resultan a veces complicados incluso para quienes las manejan  de forma habitual.

Diseñar los dispositivos, aplicaciones y servicios pensando solo en nativos digitales acaba resultando un problema, por lo que desde CONFEMAC señalan la necesidad de, primero, «simplificar los procedimientos»; y segundo, «tener en cuenta que no todas las personas tienen la misma facilidad».

  1. Que lo digital no sea una obligación

La digitalización de la sociedad es cada vez mayor, sin embargo, Vicente critica el hecho de que se «imponga, como si de una dictadura se tratase», y pide que se «deje abierta la posibilidad de atender a personas con dificultades para integrarse en el uso».

Esto lleva a una situación muy común que se da, por ejemplo, con la firma electrónica, ya que en muchas ocasiones resulta imprescindible para realizar ciertas gestiones. «Hay muchas personas, no solo mayores, que no la tienen», señala.

  1. Diseñar para el cien por cien de la población

Cada vez más se busca mejorar las tecnologías con modelos nuevos, mejores, más rápidos y eficientes. No obstante, en esa carrera por conseguir la tecnología más avanzada y moderna se olvida la importancia de diseñarla para que sea accesible para el cien por cien de la población, no solo para la mayoría.

  1. Hablar con personas, no con robots

Con el avance de la tecnología muchos procesos se han modernizado hasta tal punto que incluso algunas llamadas telefónicas son atendidas directamente por robots que hacen elegir opciones sobre la marcha con el objetivo de agilizar procesos. Sin embargo, estos métodos a veces resultan confusos y nada útiles, llevando a que muchas personas prefieran no realizar la llamada por la dificultad que conlleva.

En este sentido, desde CONFEMAC reclaman que «se deje abierta siempre la opción de hablar con una persona». Y en la misma línea, desde FATEC (asociación de personas mayores de Cataluña) sugieren complementar los servicios digitales con «una buena atención telefónica con un número gratuito».

  1. Gestor del mayor en todos los bancos

Los bancos han sido los primeros en recibir la llamada de atención por parte de los mayores por la discriminación que estaban sufriendo en su atención. Como tal, han sido los primeros en tomar medidas para intentar solucionar la exclusión financiera y la brecha digital que estaban viviendo. Sin embargo, aún quedan muchas formas en las que poder mejorar esa atención, y una de ellas es «que todos los bancos tengan un gestor para la persona mayor en todas y cada una de las oficinas para que ayude a los mayores con la interacción con el banco», reclaman desde FATEC.

  1. Creación de modelos estándar

FATEC considera necesario a su vez crear modelos estándar de obligada utilización, por páginas de acceso a aplicaciones por los distintos canales: ordenador, tableta, teléfono, otros. «El diseño y contenidos serán realizados de acuerdo en las preferencias de los usuarios, no en función de los requerimientos de los técnicos de sistemas, y se harán en lenguaje amigable por los usuarios», explican.

  1. Canal de información y ayuda

La necesidad de que los sistemas y procesos digitales sean apoyados por una persona que facilite ayuda cuando el uso de lo digital no sea cómodo ni resulte útil se hace evidente, sobre todo cuando hablamos de personas que no están acostumbradas a ellos. En este sentido, se reclama también, respecto a la información y el apoyo, que todas las páginas de acceso tengan un canal de información y ayuda, fácilmente accesible para los casos de mal funcionamiento de los sistemas bien por problemas técnicos o por dificultades de manipulación por parte de los usuarios.

Así como facilitar sistemas de apoyo de fácil acceso, para los casos en que existen dificultades en la utilización de los canales o herramientas, ya sea por problemas de funcionamiento en el propio canal o por dificultades del usuario en su utilización.

  1. Que se cumpla lo prometido

Las primeras medidas para paliar la brecha digital que sufren los mayores ya se han puesto en marcha desde que la iniciativa de Carlos San Juan pusiera el foco en la exclusión financiera que afecta a los mayores, una llamada de atención que ha servido para que en otros ámbitos también se lleven a cabo modificaciones para ser más inclusivos. Se han prometido cambios, sin embargo, las principales reclamaciones de los mayores en cuanto a la brecha digital siguen siendo sobre la banca porque no se ha hecho absolutamente nada: los grandes bancos siguen igual; hay una normativa para atender preferentemente a las personas mayores, pero se incumple mayoritariamente.

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El Santo de la semana: San Felipe Neri

San Felipe Neri, llamado el Apóstol de Roma, fue el fundador de la Congregación del Oratorio, proyección de su personal espiritualidad y creación singular dentro de las distintas corrientes espirituales del Cinquecento italiano.

Fue canonizado por la Iglesia católica unos veintisiete años después de su muerte. Su festividad se celebra el 26 de mayo.

Sus primeros años

Hijo de Francisco y Lucrecia Neri, quien falleció cuando Felipe aún era muy pequeño. Felipe tuvo dos hermanas menores, Catalina e Isabel Neri y un hermano que murió siendo aún muy niño.

Su padre, quien alternaba su profesión liberal con la de notario, mantenía gran amistad con los dominicos. Felipe Neri recibió muchas de sus primeras enseñanzas religiosas de los frailes dominicos del Monasterio de San Marcos de Florencia.

Estudió humanidades. A la edad de dieciséis años, fue enviado a ayudar en los negocios a un primo de su padre en San Germano, cerca de Montecasino. Felipe, frecuentemente, se retiraba a una pequeña capilla de la montaña que pertenecía a los benedictinos de Montecasino.

Fue aquí donde se concretó su vocación. En 1533, decidió marchar a Roma.

Vida laical en Roma

En Roma trabó amistad con Galiotto Caccia, un aduanero florentino, que le proporcionó alojamiento y manutención en su casa a cambio de que emprendiera la educación de sus dos hijos. Mientras era tutor de los niños estudió filosofía en la Sapienza, y teología en la escuela de los agustinos y escribió la mayor parte de la poesía que compuso, tanto en latín como en italiano de la que solamente algunos sonetos han perdurado.

Felipe se encontró en Roma con una Iglesia en donde el colegio cardenalicio era gobernado por los Médici, de suerte que muchos cardenales se comportaban más bien como príncipes seculares que como eclesiásticos. Parte del clero había caído en la indiferencia, cuando no en la corrupción y muchos sacerdotes no celebraban la misa sino rara vez, dejaban arruinarse las iglesias y se desentendían del cuidado espiritual de los fieles.

Al mismo tiempo, el pueblo romano parecía haberse alejado de la fe cristiana. La tarea de Felipe habría de consistir en reevangelizar la ciudad de Roma, por lo que un día se le llamaría el Apóstol de Roma. Felipe, aún laico, comenzó dirigiéndose a la gente en mercados y plazas, e inició visitas a hospitales, induciendo a otros a que le acompañaran.

Hacia 1544 trabó amistad con San Ignacio de Loyola,​ a quien quiso seguir como misionero en Asia. Finalmente desistió, porque deseaba continuar con la labor iniciada en Roma, constituyendo el núcleo de lo que después se convirtió en la Hermandad del Pequeño Oratorio.

Aunque Felipe rezaba principalmente en la Iglesia de San Eustaquio, muy cerca de la casa de Caccia, fue en las Catacumbas de San Sebastián donde tuvo lugar, en 1544, el que se conoce en la tradición cristiana como milagro de su corazón (su corazón creció de tal manera que algunas costillas se quebraron).

Durante sus últimos años de laico Felipe extendió su apostolado. En 1548, junto con su confesor, Persiano Rosa, fundó la Confraternidad de la Santísima Trinidad, conocida como la cofradía de los pobres, para ocuparse de los peregrinos y convalecientes. Sus miembros se reunían para la comunión, la oración y otros ejercicios espirituales en la iglesia de San Salvatore in Campo, y el propio Felipe introdujo la exposición del Santísimo Sacramento una vez al mes y difundir así la devoción de las cuarenta horas (adoración Eucarística).

Sacerdocio

El 23 de mayo de 1551, por mandato del propio Persiano Rosa, entró en el sacerdocio y se fue a vivir a San Jerónimo de la Caridad, donde la principal regla era vivir en caridad con sus hermanos. Entre los nuevos compañeros de Felipe estaban Persiano Rosa y Buonsignore Cacciaguerra.

En 1559, Felipe comenzó a organizar visitas regulares a las Siete Iglesias, en compañía de sacerdotes y religiosos, así como de laicos. Estas visitas fueron la ocasión de una corta pero aguda persecución religiosa al haber sido denunciado como creador de nuevas sectas. El cardenal vicario le convocó y le reprendió, siendo suspendido de oír confesiones, pero al cabo de dos semanas quedó probada su inocencia ante las autoridades eclesiásticas.

En 1562, aceptó el cargo de párroco de la iglesia San Giovanni dei Fiorentini (la de los florentinos en Roma), sin embargo, como se resistía a abandonar San Girolamo, permaneció en este templo a pesar de convertirse en párroco de San Giovanni. Durante el año jubilar de 1575, San Felipe Neri impulsó las bases del futuro programa urbanístico del papa Sixto V en Roma con un proyecto de itinerario, la peregrinación a las siete iglesias más importantes de la ciudad a pie atravesándola para lograr la indulgencia plena.

La Hermandad del Pequeño Oratorio fue creciendo y en 1575 fue formalmente reconocida por Gregorio XIII como la Congregación del Oratorio, y se le concedió la iglesia de Santa María in Vallicella, donde los religiosos se instalaron en 1577, año en el que inauguraron la Chiesa Nuova, construida en el sitio de la vieja Santa María, y donde trasladaron los ejercicios a un nuevo oratorio, aunque Felipe permaneció en San Girolamo hasta 1583, dejando entonces su viejo hogar e instalándose en Santa María de Vallicella. En 1593 dimitió del cargo de superior que le había sido dado de por vida.

La personalidad de Felipe atrajo al cardenal Felice Peretti, quien al convertirse en el papa Sixto V, en 1590, propuso a Felipe Neri nombrarle cardenal, pero este no aceptó.

Muerte, beatificación y canonización

Los últimos años de su vida fueron marcados por periodos de enfermedad y recuperación. El 12 de mayo de 1595 el cardenal César Baronio, que le había sucedido como superior, le dio la extremaunción. El 26 de mayo, a la edad de 79 años, expiró.

San Felipe Neri fue beatificado por Pablo V en 1615 ​ y canonizado por Gregorio XV en 1622.

El cuerpo de san Felipe Neri se conserva en la Chiesa Nuova (antes, iglesia de Santa María de Vallicella), bajo una mosaico copia de la pintura de Guido Reni que representa la aparición de la Virgen María a San Felipe Neri en 1594.

Legado

Congregación del Oratorio

En 1564 el papa Pío IV pidió a San Felipe Neri que asumiera la responsabilidad de la iglesia de San Giovanni de los Florentinos. Fueron entonces ordenados tres de sus discípulos.​ Los religiosos vivían y oraban en comunidad, bajo la dirección de Felipe Neri.

El papa aprobó formalmente la Congregación del Oratorio. Era la única en la que los sacerdotes eran seculares que vivían en comunidad pero sin votos. Los miembros retenían sus propiedades pero debían contribuir a los gastos de la comunidad. Los que deseaban tomar votos estaban libres para dejar la Congregación y unirse a una orden religiosa. El instituto tenía como fin la oración, la predicación y la administración de los sacramentos.

Música

Felipe Neri alentó el canto del lauda spirituale (laude) en sus servicios oratorios. Los destacados compositores Tomás Luis de Victoria y Giovanni Pierluigi da Palestrina probablemente participaron en esta música.​ El resultado del enfoque de Felipe fue, sin duda, una experiencia estética única y variada.

CIVILIDADES PERDIDAS

Juan Pedro Rivero González  es Delegado de Caritas Diocesana de Tenerife

No hace tantos años que se podía encontrar en la biblioteca personal de muchos libros sobre urbanidad. Eran tratados de buenas costumbres y de formas elegantes. Con el acertado discurso de la sencillez y espontaneidad en el trato, no solo desaparecieron los libros, sino que desapareció la cortesía en el trato. Se generalizó el tuteo y las formas sociales se simplificaron hasta límites extremos.

¿Qué pretendían evitar aquellos manuales? El salvajismo, la barbarie, la descortesía, la falta de educación, la rudeza, la mezquindad o la grosería. Si a estas palabras les buscamos el antónimo semántico nos aparece el concepto de civilidad. Y quienes pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en la ciudad de La Laguna, de vez en cuando, echamos en falta algún grado de civilidad. Porque hay ocasiones que las plazas y las calles se anegan de basuras que gritan que hubo fiestas y descuidos.

Una pared se puede manchar, un papel se puede caer, una botella se puede despistar, pero cuando hay civilidad, cuando existe empatía social, cuando la fealdad del entorno nos preocupa, el entorno lo deja ver. Como nos recuerda Frances Torralba, vivir con los otros no es fácil (¡nunca lo ha sido!), especialmente cuando los otros son otros de verdad. Cuando los otros se parecen a mí mismo y tienen unos hábitos y unas costumbres muy homogéneos a los propios, la dificultad se evapora. La civilidad es un valor que nos faculta para aceptar a los demás tal como son, con sus virtudes y sus defectos. Gracias a la civilidad somos capaces de construir ciudades, espacios de convivencia y de entendimiento entre los humanos.

Para nuestro autor, la ciudad no es tan sólo un lugar geográfico, una aglomeración de personas que cohabitan en el mismo espacio, sino que es una categoría ética. Ser ciudadano es algo más que residir en una gran urbe de cemento, es adoptar un determinado estilo de vida y cultivar unas determinadas virtudes, entre las cuales la civilidad juega un papel fundamental. De hecho, la civilidad se contrapone a la barbarie. Existe civilidad cuando las personas son capaces de resolver sus diferencias y sus problemas mediante la palabra y el acuerdo. En cambio, existe barbarie o incivilidad cuando los humanos practican la violencia como forma de resolver sus problemas. La ciudad es un espacio donde los humanos dialogan, pactan, llegan a acuerdos y respetan mutuamente su dignidad.

De entrada, ser cívico significa respetar las leyes que rigen el seno de la ciudad; aunque la civilidad no es el mero cumplimiento de la ley, sino un ethos determinado que hace de la persona que lo vive alguien noble y digno de consideración. La civilidad no se demuestra en las grandes cosas, sino en los pequeños detalles, en la manera de vivir dentro de un gran conglomerado humano. La forma como establecemos relación con los demás muestra el grado de civilidad o de incivilidad que tenemos. ¿Respetamos el silencio de nuestros vecinos? ¿Reciclamos las basuras? ¿Cuidamos la limpieza de la ciudad? En estos y otros tantos detalles se muestra el grado de civilidad de una persona.

Esto es progreso. Esto es altura de civilización. Esto es espíritu crítico y pensamiento autónomo. Este sería el éxito de la educación. Y estos aspectos deberían estar también incluidos en los Informes PISA. Ser cívico quiere decir saber respetar el tiempo del otro, valorar su existencia y respetar, igualmente, su espacio. Es cívica la persona que cuida el espacio que pisa y que no sólo no lo deteriora, sino que vela por su embellecimiento, ya que le desagrada, profundamente, vivir en un marco feo y sucio.

Recuerdo una invitación, hace varios años, de Papa Francisco, invitándonos a vivir con cierta unción. Y distinguía entre la actitud ungida (educada, tierna, atenta y empática) y la actitud untada (engolada, pendiente exclusivamente de las formas externas). Haber simplificado las formas y ganado en cercanía social, habernos desprendido de tanta pasta de untar, no nos debe hacer caer en la incivilidad

Catequesis sobre la vejez(10). Job. La prueba de la fe, la bendición de la espera

El Papa Francisco, en su catequesis de hoy dedicada a la vejez, recordó la figura de Job, como testigo de la fe que no acepta una “caricatura” de Dios, más bien le “grita”, le protesta a Dios “frente al mal, para que Dios responda y revele su rostro.

Y Dios al final responde, como siempre de forma sorprendente -dijo el Papa- muestran a Job su gloria, pero sin aplastarlo, es más, con soberana ternura».

 Al respecto, el Papa dijo a los fieles presentes, que protestarle a Dios es una forma de rezar, los niños o los jóvenes le protestan a los padres, es una forma de llamar la atención y pedirles que se ocupen de ellos:

“Si tienes en tu corazón alguna llaga, algún dolor y tienes ganas de protestar, protesta también [contra] Dios, Dios te escucha, Dios es Padre, Dios no se asusta por nuestra oración de protesta, ¡no! Dios lo entiende.

Pero sé libre, sé libre en tu oración, no aprisiones tu oración en patrones preconcebidos. ¡No! La oración debe ser así, espontánea, como la de un hijo con su padre, que le cuenta todo lo que le viene a la boca porque sabe que su padre le entiende”.

Repasando el pasaje bíblico, el Pontífice recuerda a los amigos de Job, que cuando los necesitaba, en vez de consolarlo, se dedicaron a juzgarlo con esquemas preconcebidos:

“Cuando finalmente Dios toma la palabra, Job es alabado porque ha comprendido el misterio de la ternura de Dios escondida detrás de su silencio. Dios reprende a los amigos de Job que suponían que sabían todo, de Dios y del dolor y, habiendo venido a consolar a Job, terminaron juzgándolo con sus esquemas preconcebidos. ¡Dios nos guarde de este pietismo hipócrita y presuntuoso! ¡Dios nos preserve de esa religiosidad moralista y de esa religiosidad de preceptos que nos da cierta presunción y te lleva al fariseísmo y a la hipocresía!”

“El punto de inflexión de la conversión de la fe se produce precisamente en el culmen del desahogo de Job, donde dice: «Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará, sobre el polvo. Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios. Yo, sí, yo mismo le veré, mis ojos le mirarán, no ningún otro» (19,25-27)”.

El Papa nos recordó que la profesión de fe de Job – que emerge precisamente en su incesante llamamiento a Dios, a una justicia suprema  se completa al final con la experiencia casi mística que le hace decir: «Yo te conocía solo de oídas, más ahora te han visto mis ojos» (42,5). Y exclamó el Papa, que muchas personas, después de una experiencia mala, algo oscura, cedemos y conocemos a Dios mejor que antes. Y decimos, como Job:

«Que te conocía un poco de memoria, o de oídas, pero ahora te he visto, porque a ti te he conocido”

 Este testimonio es especialmente creíble si la vejez lo asume, en su progresiva fragilidad y pérdida. ¡Las personas mayores han visto mucho en la vida! Y también han visto la inconsistencia de las promesas de los hombres. Hombres de derecho, hombres de ciencia, hombres de religión incluso, que confunden al perseguidor con la víctima, imputando a esta toda la responsabilidad de su dolor. ¡Se equivocan!»

Por eso, el Pontífice aseveró que los ancianos que encuentran el camino de este testimonio, que convierte el resentimiento por la pérdida en tenacidad para seguir la promesa de Dios -hay un cambio, no es así, del resentimiento por la pérdida a la tenacidad para seguir la promesa de Dios-, estos ancianos, dijo por último, son una guarnición insustituible para la comunidad a la hora de afrontar el exceso de maldad:

«La mirada de los creyentes que se dirigen al Crucificado aprende precisamente esto. Que lo aprendamos también nosotros, de tantos abuelos y abuelas, de tantos ancianos que, como María, unen su oración, a veces desgarradora, a la del Hijo de Dios que en la cruz se entrega al Padre.

Miremos a los ancianos, a las ancianas, a los viejitos; mirémoslos con amor, miremos su propia experiencia que han sufrido tanto en la vida, que han aprendido, tanto en la vida, que [han] pasado, por tanto, y cómo al final tienen esta paz, una paz -diría- casi mística, que es la paz del encuentro con Dios, que pueden decir ‘te conocía de oídas, pero ahora mis ojos te han visto’. Que estos ancianos se parezcan a esa paz del hijo de Dios en la cruz que se entrega al Padre».

Para leer íntegramente:

https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2022/documents/20220518-udienza-generale.html

Si deseas ver el video completo clic en el enlace

https://www.youtube.com/watch?v=K3Dl-wrjRE0

XVII Pleno de Presidentes de Vida Ascendente en El Escorial

Tras cuatro años sin poderse celebrar,  el lunes 9 de mayo en la casa de espiritualidad San José  de El Escorial, con la asistencia  de 70 personas, entre Presidentes, consiliarios y alguna representación, a las 16,30 se inauguraba el pleno de presidentes bajo el lema Renacer.

Nuestro consiliario general, D. José Ignacio Figueroa dirigía la oración que marcaba el comienzo de tres jornadas de encuentro y fraternidad,  Álvaro Medina, nuestro presidente nos dio la bienvenida a todos los asistentes, para seguidamente realizar una presentación personalizada de cada uno de los allí presentes.

La primera ponencia a cargo de nuestro consiliario trataba sobre los banquetes de Jesús. Comunión y Sinodalidad, a través de varios pasajes evangélicos nos hizo tomar conciencia de que todos estamos invitados al Reino de los Cielo, que no valen excusas ni pretextos, ni tan siquiera no tener un traje de fiesta preparado, que cada banquete es una oportunidad, Jesús Resucitado comparte el pan con los discípulos, que no le han reconocido caminando con ellos,  también prepara un banquete para sus amigos en Galilea, donde ratifica a Pedro como cabeza de la Iglesia.

Con la Eucaristía y la cena posterior finalizaba el primer e intenso día del encuentro.

El Martes 10  tras rezar laudes y desayunar Monseñor Ginés García Beltrán, Obispo de Getafe,  compartió con nosotros  la ponencia “Renacer” en la que partiendo de tres pasajes evangélicos: el de Nicodemo,  la samaritana, y la Carta de San Pablo a los Gálatas, nos alentó tras este tiempo de pandemia a tomar impulso y  llevar a cabo la misión para la que estamos llamados en la Iglesia.

Tras el rezo del Ángelus llegó el momento de abordar las Relaciones Intergeneracionales a cargo de D. Javier Segura, delegado de enseñanza de la diócesis de Getafe. Tras la Eucaristía presidida por Monseñor García Beltrán y el posterior almuerzo dio comienzo la Asamblea plenaria en la que se puso de manifiesto el difícil momento por el que estamos pasando los mayores.

Se produjo un momento muy entrañable al entregar los diplomas a los nuevos presidentes y al homenajear al actual secretario del movimiento D. José María Castaños por su 90 cumpleaños y agradecerle todos los servicios que ha prestado al movimiento.

Finalizamos la jornada con una exposición a cargo de Álvaro Medina  sobre el paso, presente y futuro del movimiento y la presentación del Reloj de la vida, unos talleres de inspiración ignaciana que pueden ayudar a redirigir a mayores hacia los grupos de Vida Ascendente.

Tras la cena se produjeron los encuentros interdiocesanos en los que confraternizamos con nuestros compañeros de Región y nos ponemos al día.

Después de merecido descanso comenzábamos el tercer día alimentando el espíritu con el rezo de Laudes y la Eucaristía presidida por nuestro Consiliario General D.  José Ignacio Figueroa. La Pascua siempre nos ofrece unas lecturas muy ricas  que son alimento imprescindible en estos tiempos de renacimiento.

La primera ponencia del día a cargo de Álvaro Medina (hijo) nos devolvió a la crudeza del inicio de la pandemia en las residencias, de la dificilísima gestión  y de como una simple llamada de teléfono fue capaz de sembrar la esperanza y orientar en la misión a los trabajadores de la residencia hacia la necesidad del acompañamiento cuando físicamente el cuerpo está agotado y se va a producir el “exitus” y de,  como decía San Ignacio en un momento de dificultad se puede ver siempre una gracia.

Padre Nacho y Victoria Pascua nos pusieron al día en la peregrinación de Fátima a Santiago, es el momento de salir, de gritar a los cuatro vientos que ser mayor es estar vivo, ser rico en experiencia,, en dulzura y en caridad.

Padre Nacho nos presentó el guión del próximo curso titulado “Me enseñaras el sendero de la vida”. Y tras las conclusiones y el pertinente almuerzo de despedida dimos por clausurado este pleno en El Escorial, si Dios quiere, Nos vemos en Fátima y Santiago.

Los mayores, hartos de que les digan que sus dolores son «cosa de la edad»

Varias organizaciones de mayores reclaman con urgencia priorizar la atención médica personalizada para darles una adecuada y digna asistencia, así como el acceso y calidad en la atención a largo plazo

Toda dolencia o malestar físico tiene una causa, sin embargo, el 25,3% de las personas mayores afirman que un médico o enfermera justificaron su dolencia o malestar como «cosas de la edad», sin explicarle adecuada y técnicamente su causa. Siendo esta la situación de discriminación más habitual en el ámbito de los servicios sanitarios, según el último informe sobre Edadismo del Barómetro de MayoresUDP.

«Que se dirijan directamente a la persona acompañante cuando la persona paciente es mayor, es edadismo», señala Inmaculada Ruiz Martín, presidenta de Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España-UDP. En este sentido, recuerda que como el resto de la ciudadanía, «el colectivo de personas mayores somos sujetos con decisión de nuestra salud y de tantos otros temas que afectan a nuestro día a día».

Como pacientes con derechos, «exigimos que se cuente con nosotras, frente al tutelaje. Tenemos derecho a la información sanitaria y queremos ser consultadas antes de tomar medidas que nos afectan directamente», afirma Ruiz.

Asimismo, para la confederación es importante incidir en la obtención de un diagnóstico precoz y certero. Ofreciendo soluciones e información al paciente con afecciones de salud crónicas o complejas, como la demencia, buscando la intervención temprana y eficaz como manera de ampliar los períodos de calidad de vida de las personas afectadas, y como medio para luchar contra los diagnósticos tardíos o el infra diagnóstico y de esa manera, conseguir una mejor calidad de vida para los y la pacientes. «Tenemos derecho a ser pacientes formados e informados», destaca la presidenta de UDP.

La emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19 sigue generando una gran presión asistencial en las consultas de atención primaria, lo que provoca que siga habiendo un gran impacto en las personas payores con enfermedades crónicas, afectando de manera negativa a sus patologías.

En este sentido, UDP como entidad de la Plataforma de Mayores y Pensionistas-PMP vuelve a recordar que la pandemia no puede servir de excusa para esta situación y, por ello, reclaman con urgencia priorizar la atención personalizada para darles una adecuada y digna asistencia, así como el acceso y calidad en la atención a largo plazo.

«A una persona mayor no le puedes dar el diagnóstico a través de un teléfono, es absurdo», lamenta Inmaculada Ruiz Martín, quién además de ser la presidenta de UDP, también ostenta la vicepresidencia de la PMP. Señala además, que hay muy pocos médicos «no los culpo a ellos, culpo al sistema».

En este sentido, la presidenta de UDP considera prioritario reforzar y destinar más recursos a la Atención Primaria, estabilizar las condiciones laborales de los hospitales e incrementar su asistencia hasta que se cubran las ratios internacionalmente definidas, “pues de ello dependen las vidas no solo de los y las pacientes, sino también de las personas profesionales que salvaguardan nuestra salud”.

De esa manera, UDP considera que para avanzar un modelo de atención centrado en las personas, se debe destinar más recursos a la Atención Primaria, para que el personal profesional de la Salud Pública pueda realizar un seguimiento más cercano y continuado de sus pacientes. «Invertir y dotar con más recursos al personal profesional de la salud es crucial para salvar vidas y evitar el colapso del sistema sanitario», destaca Inmaculada Ruiz.

Cabe recordar que la brecha digital entre muchas personas del colectivo de mayores, así como el que no siempre se respetan los estándares de accesibilidad y usabilidad de los recursos tecnológicos, impide en numerosas ocasiones el acceso a algo tan sencillo para otras personas como pedir una cita online con el médico, entre otros trámites, sin tener que pedir ayuda a terceros.

Dado que con el paso de los años ven limitada alguna de sus capacidades físicas o sensoriales, desde UDP demandan que todas las aplicaciones para teléfonos móviles así como los recursos existentes en la web para hacer uso de servicios dirigidos a la ciudadanía, cumplan sin excepción desde un inicio con las pautas de accesibilidad universal y diseño para todas las personas.

Una de las mayores enseñanzas de la Covid-19 es el valor de la salud pública, la importancia de la inversión en lo más importante que todas las personas necesitamos y queremos: nuestra salud. Y ésta no es sólo una cualidad individual y personal, sino que descansa en todos y cada uno de los ámbitos de nuestros entornos de vida.

Leido en ABC

Los mayores, consumidores fieles de una televisión que los subestima

El pasado mes de abril fue el mes de menor consumo televisivo totalizado desde 1992, según un estudio elaborado por Barlovento Comunicación, Análisis mensual del Comportamiento de la Audiencia TV.

En concreto, el consumo totalizado fue de 3 horas y 17 minutos diarios de uso por persona, lo que supone 32 minutos menos que el mes de abril de 2021. Esta tendencia a la baja también se observa en los meses de febrero y marzo de este mismo año.

La televisión ha perdido visionado, explica Andrea Noceda, de Barlovento Comunicación, a 65YMÁS en referencia a estos datos.  Cada vez se ve más otro tipo de contenidos audiovisuales», coincide Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC).

Estos datos reflejan que la televisión a día de hoy «fluctúa» debido a la llegada de Internet con las redes sociales y diversas plataformas, «que ocupan más tiempo de consumo, especialmente entre los jóvenes, aunque no solamente, ya que también hay personas mayores que utilizan redes sociales», explica a su vez Ubaldo Cuesta, director del Departamento de Teoría y Análisis de la Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Sin embargo, esa pérdida de audiencia «se compensa con lo que llamamos Otros usos del televisor, que comenzó a medirse en el 2019», añade Andrea. Este “otros usos” del televisor es de 35 minutos por persona y día, con un aumento del 15%, y se refiere a otras actividades que realizamos a través del soporte de la televisión, pero que no tienen nada que ver con ver la televisión, como ver un vídeo en YouTube, jugar a videojuegos o escuchar podcast de radios, por ejemplo. «Es decir, hacer cualquier otro tipo de actividad pero utilizando el soporte de la televisión».

A pesar de los datos registrados, la televisión «sigue teniendo un peso muy importante», asegura. «Sigue siendo el medio de comunicación que más seguimiento tiene, en términos globales. Lo que pasa es que evidentemente la televisión va perdiendo audiencia mes a mes (de forma muy ralentizada, no es que tenga una caída en picado), mientras que el consumo de otro tipo de contenidos audiovisuales, que son todas las plataformas OTT, así como Internet, van subiendo».

Los mayores, los que más tiempo dedican a ver la televisión

Si hablamos del consumo televisivo por targets, el Análisis de Barlovento Comunicación destaca que las mujeres son las que más tiempo dedican al día a ver la televisión (3 horas y 33 minutos de promedio diario), mientras que por franjas de edad son los mayores de 64 años (con 5 horas y 53 minutos de media por persona al día), según los últimos datos de abril.

«Siempre hay una máxima en televisión para todos los que nos dedicamos a la métrica de audiencias: a mayor edad, mayor consumo», explica Andrea en relación a estos últimos datos, destacando un punto de inflexión que se encuentra en los individuos de 45 años.

Así, mientras que los mayores utilizan la televisión tradicional como tal, los jóvenes lo hacen más como un aparato, una herramienta para reproducir otros contenidos. «La gran diferencia es que el joven ha entrado más en el esquema de consumir lo que quiero, cuando quiero y como quiero. Es un consumo más compulsivo, de atracón. Es un cambio de conducta, que se produce en todo y se refleja en los medios».

Los mayores «van a seguir siendo consumidores de televisión»

«Los mayores de 65 años en 2021 consumieron diariamente 6 horas de televisión, los datos de consumo de las personas mayores no van a la baja, se mantienen bastante planos en torno a las 6 horas», lo cual significa, según explica Andrea, que «la tendencia realmente es que ellos van a seguir siendo consumidores de televisión, ya que son además personas habituadas al consumo de televisión lineal».

Por otro lado, y aunque las plataformas OTT se han caracterizado por el consumo de los más jóvenes, Andrea asegura que se está viendo un «verdadero interés» por las plataformas por parte de los mayores de 65 años. «Al igual que, a nivel global, la televisión está conviviendo y se está transformando con el resto de plataformas, los usuarios mayores de 65 años consumidores diarios de televisión también empiezan a tener interés por ellas, aunque no vemos que haya una tendencia que abandone el consumo lineal de televisión», apunta.

Hablamos de dos consumos diferentes, la televisión y las plataformas, que puede que llegado el momento se integrarán y convivirán, «pero la televisión no se va a ver alterada por las plataformas o viceversa», afirma Andrea. «Cada uno tiene un consumo diferente y cada usuario busca una cosa u otra en determinado soporte».

En este sentido, las personas mayores, a pesar de que muestran interés por la creciente popularidad de las plataformas, y estas cada vez son de acceso más sencillo, a nivel tecnológico aún les resulta un poco difícil.

El presidente de AUC considera que una forma de modificar esto sería «tener una televisión conectada a Internet, por ejemplo. Ahora mismo, en España, el 60% del parqué son televisiones híbridas, (televisiones que se conectan a Internet), y una vez conectadas, ya no hace falta que uses el móvil, una tableta o un ordenador, que a lo mejor para los más mayores resulta más complicado. Eso hace mucho más amigable el acceso».

En cuanto a los contenidos, desde Barlovento explican que «al final los contenidos son lo que sustentan la televisión, por lo que creemos que la migración a las plataformas pasará porque este grupo de edad tenga una mayor accesibilidad, porque estén familiarizados».

¿Es ese consumo de la televisión satisfactorio?

Teniendo en cuenta que los mayores de 65 años son los mayores consumidores de televisión y que ya están mostrando un interés real por las plataformas, a pesar de no tener un fácil acceso a ellas, toca preguntarse si la opción de la televisión, ese aparato al que siempre se le ha conocido popularmente, y a veces de forma despectiva, como «la caja tonta», con la que se ha establecido una especie de «relación de amor-odio» por eso mismo, les resulta satisfactoria en cuanto a los contenidos que consumen y se les ofrece.

Desde Barlovento Comunicación entienden que «lo que están viendo les gusta, porque sino no verían la televisión, usarían otros soportes». Señalan a su vez cuáles son los programas más vistos por los mayores de 65 años: Pasapalabra, los informativos, la serie turca Infiel, la serie turca Tierra amarga, El hormiguero, La ruleta de la suerte o Tu cara me suena.

Sin embargo, desde AUC consideran que esa oferta televisiva no es satisfactoria, en lo que se refiere a «contenidos de calidad». «No estoy pensando en contenidos elitistas», aclara su presidente, «pero sí en contenidos más interesantes».

Como la ficción prácticamente ha pasado a los contenidos por petición en las plataformas, lo que está quedando a la televisión es aquello que no tienen otros contenidos audiovisuales, como los informativos, magazines, realities, telenovelas, concursos, contenido de proximidad, como los canales autonómicos, y temas religiosos. «Ese es el contenido más potente, diferencial y competitivo de las televisiones», explica Alejandro, que asegura que «la gente mayor es muy seguidora de ese tipo de contenidos, pero porque son los que más están dando las televisiones. Es un tipo de contenido que las televisiones piensan que es lo que quiere ver la gente mayor. Pero claro, si recordamos el eslogan Somos mayores, pero no idiotas, podemos decir que están subestimando a sus espectadores, porque estos programas también están mostrando signos de agotamiento, desde el punto de vista de la audiencia».

Alejandro señala que «faltan programas de mayor calidad, que sintonicen mejor, no solo con los gustos, sino con los intereses de las personas mayores, y que les sean más útiles». En este sentido, Ubaldo indica que la televisión «no ha evolucionado lo suficiente, se ha quedado un poco atrás», y esto se ve más claro hoy en día, sobre todo porque el propio concepto de ser mayor «está cambiando», lo que ha provocado que los hábitos de los mayores también varíen a la hora de ver la televisión.

La digitalización «ya no es una opción»

Desde Barlovento señalan que esas más de tres horas de consumo de la televisión que se registraron en 2021, que incluyen tanto la televisión lineal como la televisión para otros usos, «son unos índices muy aproximados a los que teníamos en 2012, año en el que se alcanzó el máximo anual de consumo televisivo». Por tanto, aunque el consumo como tal ha disminuido, «la televisión se disfruta de igual manera que hace años, lo único que ha cambiado es que el consumo se ha diversificado con la proliferación de nuevas plataformas. Pero, realmente, la televisión es un medio que reúne a más de 30 millones de personas (29,7 millones de españoles contactaron diariamente con el medio televisivo en el mes de abril de este año, que representa el 64,9% de la población).

Es el único medio que consigue reunir todos los días a esta cantidad de personas, por lo que no podemos hablar de que sea un soporte que va a ir teniendo menos peso, sino que va a convivir y se va a saber transformar con el resto de plataformas con las que podremos también consumir contenidos», aclara Andrea.

Por lo tanto, lo que podemos esperar que ocurra con ella, según comentan desde AUC, es que la televisión se vaya adaptando. «Tal y como la conocemos ahora, es decir, una televisión con una programación únicamente lineal que emite los programas de forma simultánea en unas horas concretas en una parrilla concreta, desaparecerá, entre otras cosas porque lo que se está haciendo es quitando el espacio a las televisiones para dárselo a Internet y a la banda ancha».

Esto supone que todo se concentrará en el contenido online, aunque incorporando aspectos de la televisión tradicional, lo cual «obligará a los mayores a aprender todo lo posible para poder acceder a estas plataformas y no quedarse atrás. Porque el problema no es ya quedarse atrás, sino quedarse sin nada», opina Alejandro, aludiendo al problema que sufre especialmente este colectivo con el tema de la digitalización. «Ya no es una opción», asegura.

«También hay que tener en cuenta que las personas mayores va cambiando con el tiempo, y la gente mayor de dentro de 10 años no será igual que la de ahora. Tenemos un cliché, que por el hecho de ser mayor no vas a tener nada que ver nada con las tecnologías, pero es que en unos años, habrá gente mayor que cuando era joven jugaba a los videojuegos». En cualquier caso, insiste en que «hay que hacer política de alfabetización para los mayores, hay que ir a modelos más simples, más amigables de utilización de las tecnologías, y ahí hay un desafió muy importante. Y, al mismo tiempo, los mayores van a tener que adaptar una posición más proactiva, porque casi todos los contenidos van a estar en este modelo».