NAVIDAD, RELIGIOSIDAD DE TEMPORADA

Los días de Navidad y de Semana Santa se han convertido para muchos en lo que podríamos llamar religiosidad de temporada. O sea, se trata de unos días en los que se asiste a algún acto de culto, o se presencia una procesión, o se aplaude a una imagen, o se adorna la casa con un belén, pero lo propio de la religión, que es el encuentro con Dios, ni se plantea. Importa la sensibilidad. O mejor, la sensiblería.

En la religiosidad de temporada, los medios ocultan el fin. Abundan los medios. Pero no median. Porque lo propio de una buena mediación es ir más allá de ella misma, orientar hacia otra realidad más grande. Un medio que se queda en sí mismo es un puro fuego de artificio sin ningún contenido. A este respecto es bueno recordar un máxima de Tomás de Aquino: el acto del creyente no se termina en el enunciado dogmático, en la mediación, sino en la realidad divina que quiere expresar el enunciado o a la que orienta la mediación. Confucio, un pensador chino que vivió antes de Cristo, lo decía de otra manera: cuando el sabio señala la luna, el idiota mira al dedo. En todos los dominios de la vida hay muchos necios. Cicerón y una mala traducción de la Vulgata (Ecl 1,15) hicieron famoso el dicho de que el número de los tontos es infinito.

Digo todo esto para exhortarme a mi mismo, y exhortar a quién me lea con un poco de simpatía, a aprovechar bien esos días de Navidad para no quedarnos en la superficie de las imágenes religiosas, ni en sentimentalismos familiares, ni en lamentos por las restricciones que impone la epidemia. Son días para contemplar el misterio de la Encarnación. Y contemplando este misterio divino, ver su prolongación en cada ser humano, con el que Dios se ha unido. Eso no quita, todo lo contrario, que aprovechemos estos días para estrechar o revitalizar los lazos familiares, o para reconciliarnos con alguna persona distante (quizás un miembro de nuestra propia comunidad o familia).

Pero para que estos encuentros sean auténticos, para que vayan más allá de la euforia provisional provocada por la bebida o por el ambiente, deben brotar de un corazón cambiado por el espíritu de Dios, un corazón que contempla en el misterio del nacimiento de Jesús el gran amor de Dios a todo ser humano. Y, por tanto, el gran amor que debemos manifestarnos unos a otros, precisamente porque todos y cada uno somos amados por Dios. Los cristianos estamos llamados a amar lo que Dios ama.

Blog Nihil Obstat, Martín Gelabert, OP

EL CUARTO DOMINGO DEL ADVIENTO

El Cuarto Domingo de Adviento es el domingo previo a la Navidad. Este año es 24 de diciembre y coincide con la víspera del día de Navidad (¡Hoy es Nochebuena!). Centremos la mirada en lo que está por suceder y dejemos todo lo que quedó atrás.

En esta oración familiar encenderemos la cuarta y última vela de la corona como símbolo de que la espera está por terminar; el Señor está muy cerca y viene trayendo la alegría de la paz. Por eso, oremos junto a María, quien es “Morada de la Luz”, y pidamos la gracia que necesitamos para acoger al Niño Jesús con amor y humildad. Que María sea quien nos recuerde que “… la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros” (Jn 1, 14).

Antes de la oración

Te recomendamos poner la corona de Adviento en un lugar especial de la casa, en torno al cual podamos reunirnos todos los miembros de la familia. Al lado de la corona se puede colocar alguna imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida, no muy fuerte, que favorezca el espíritu de recogimiento.

Se debe nombrar un MONITOR principal, que puede ser el papá o la mamá, para que dirija la oración; así como designar un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir las distintas partes de la oración de manera que puedan participar el mayor número de personas). Los demás participarán con sus respuestas, cantando o haciendo peticiones.

Las velas correspondientes a los TRES domingos anteriores deben encenderse antes de iniciar la oración familiar. Luego, en el momento indicado durante la liturgia, uno de los participantes encenderá la CUARTA y última vela.

Te sugerimos revisar el texto de la oración previamente. Cuando todo esté debidamente coordinado se prosigue a iniciar la oración puesta a continuación.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.

MONITOR: Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la salvación. La espera llega a su fin, por eso hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús. ¡Dios Hecho Niño viene a reconciliar los corazones y estamos alegres! ¡Crece la esperanza!

LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».

María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho grandes cosas en mí: ¡su Nombre es santo!» (Lc 1, 39-49).

MONITOR: La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano; es Ella quien refleja la Luz de su Hijo y permite que esta llegue hasta nosotros, iluminando nuestras vidas. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento

Cantamos: La corona del Adviento u otro canto apropiado (en cada estrofa encendemos una vela)

VIGILANTES ENCENDEMOS

LA CORONA DEL ADVIENTO;

EN LOS CIRIOS OFRECEMOS

CUATRO ETAPAS DE UN ENCUENTRO.

  1. Nos evoca ya el primero,

el Antiguo Testamento;

los profetas, voz del Verbo,

lo anunciaron desde lejos.

  1. El segundo trae el eco

del Bautista pregonero;

su mensaje del desierto:

«Allanadle los senderos».

  1. Los tres cirios van tejiendo

la esperanza del misterio,

de la Virgen en el seno,

el rocío de los cielos.

  1. Cuatro cirios encendemos

ya en la cumbre del Adviento,

todo es gracia, luz y fuego

en la hora del encuentro.

ALEGRAOS HOMBRES NUEVOS

SED TESTIGOS DE EVANGELIO

ID AL MUNDO MENSAJEROS

LUZ EN MEDIO DE LOS PUEBLOS.

CUATRO CIRIOS CUAL LUCEROS

QUE JALONAN NUESTRO ADVIENTO,

EXPECTANTES, SON ANHELOS

CON SUS LLAMAS CONTRA EL VIENTO.

MONITOR: Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios, acudiendo a la intercesión de la Virgen María. Respondamos después de cada petición: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.

(Peticiones libres)

Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria.

MONITOR: Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de Santa María Virgen, escucha nuestra súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

TODOS: Amén.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el siguiente enlace puedes ver la canción:

https://www.youtube.com/watch?v=2WesWcrln10

LA DIÓCESIS DE ÁVILA PONE EN MARCHA LA CAMPAÑA #YOPONGOELBELÉN

Se trata del noveno año que se pone en marcha esta iniciativa, que cada vez tiene más apoyo desde todos los puntos de España

Justo antes de iniciar el puente de la Inmaculada, en el que tradicionalmente muchas familias aprovechan para colocar los adornos navideños en sus casas, la diócesis de Ávila lanzó a través de sus redes sociales la campaña «Yo pongo el Belén».

Se trata del noveno año que se pone en marcha esta iniciativa, que cada vez tiene más apoyo desde todos los puntos de España y a la que cada vez se suman más diócesis españolas.

Desde la diócesis se indica que «queremos animar a todos aquellos que lo deseen suban las fotos de sus Nacimientos a Facebook, Twitter e Instagram con la etiqueta #YoPongoElBelén.

En este tiempo de Adviento, pretendemos mostrar la alegría y la fe del pueblo cristiano que mantiene arraigadas sus tradiciones navideñas.

Ellas forman parte del patrimonio de nuestra fe y de nuestra cultura, pese a que haya voces que quieren silenciar el fin último y la raíz de estos días de celebración, amparándolos bajo el genérico paraguas de “Felices Fiestas”, como comprobamos asombrados año tras año con las voces de personas e instituciones que pretenden con ello no herir sensibilidades.

En este mundo secularizado, si escondemos avergonzados nuestras raíces, lo que somos, si ocultamos nuestra fe, estamos escondiendo nuestra razón de ser. No podemos obviar la significación religiosa ni de nuestra sociedad, ni de nuestra Historia y cultura, y mucho menos de estas fiestas que estamos a punto de celebrar, que se festejan precisamente para conmemorar la primera venida del Hijo de Dios».

Como señaló el Papa Francisco en su Carta Apostólica «Admirabile signum»,  la costumbre de poner el Belén en las casas «es realmente un ejercicio de fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza. Se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada».

Más de 4.000 imágenes

Todas las imágenes serán compartidas asimismo desde las cuentas oficiales de la diócesis de Ávila en su perfil de Twitter, en su página de Facebook, y en su perfil de Instagram. En la campaña de 2022, se consiguieron más de 4.000 imágenes y sólo en Twitter se superaron ampliamente los 3 millones y medio de impactos.

Fuente: Revista Ecclesia

LA ONG ADOPTA UN ABUELO QUIERE PALIAR LA SOLEDAD DE LOS MAYORES EN NAVIDAD

Ha lanzado la iniciativa Una carta para un abuelo para que los mayores que están solos reciban un detalle de cariño y ánimo

Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios, una iniciativa de Naciones Unidas que sirve para que los voluntarios y las organizaciones celebren sus logros, compartan sus valores y promuevan su labor. Según datos de la ONU, el número mensual de voluntarios mayores de 15 años asciende a 862,4 millones de personas en el mundo. Más de 5.000 de estos voluntarios han participado en la ONG Adopta un Abuelo, que nació de la mano de Alberto Cabanes en 2016 con el objetivo de conectar generaciones para paliar la situación de soledad de los mayores y rendirles el tributo que se merecen.

Esta Navidad, Adopta un Abuelo llevará a cabo de nuevo la iniciativa Una carta para un abuelo para acompañar a los mayores que este año no van a recibir ninguna felicitación navideña. Todo el que lo desee se puede inscribir en la web www.unacartaparaunabuelo.org y desde la organización se le responderá, de forma novedosa, con la identidad del abuelo al que le tiene que escribir. Así, el remitente podrá conocer mejor a su destinatario y le será más fácil escribir la carta. Ángeles pone rostro este año a la campaña de recogida de cartas, un «mensaje de cariño y de ánimo» con el que «habrás regalado una sonrisa a tu abuelo». Y, además, se pueden escribir tantas cartas como se quiera. «Gracias por alegrar la Navidad a las personas mayores», concluye.

Las experiencias de otros años desvelan la emoción de los abuelos a los que les llega su misiva. «Es el único regalo que recibo», o «me ha hecho muy feliz en este momento» son algunas de sus reacciones. Hay incluso quien se animaría a encontrarse con la persona que le envía la carta: «¿Y no la puedo conocer?».

Según los datos recogidos por la ONG, en España hay más de 360.000 personas que viven en residencias, y el 60 % no recibe visitas. De esta carencia se dio cuenta Alberto tras la experiencia que tuvo en la residencia de su abuelo. Cuando este murió, entabló una amistad con el mejor amigo de su abuelo, Bernardo, que le cambió prácticamente su vida. Dejó su trabajo en una gran multinacional y empezó a conectar a gente joven con gente mayor para que los fueran a visitar a las residencias.

Así surgieron historias como la de Iván y Mariano. El primero se apuntó como voluntario a través de su empresa, y acude todas las semanas a visitar a «su abuelo» a una residencia de Navalcarnero (Madrid). Además de hablar de todo tipo de cuestiones, desde política hasta fútbol, aprovechan para salir de la residencia y tomarse el aperitivo. «Para mí, ver a Iván y pasar un ratito con él es lo más grande», resume Mariano.

En el siguiente enlace podéis ver el video de la bonita relación entre ambos

Autor: Begoña Aragoneses

ALCANCE ECUMÉNICO DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Ofrezco algunos datos sobre el amor a María en las Iglesias cristianas no católicas. El capítulo octavo de la Lumen Gentium concluye con una petición de intercesión a María por la unidad de los cristianos y por la unidad de todos los seres humanos. Que ella, desde el cielo interceda ante su Hijo para que todos los pueblos, todos los seres humanos, sean cristianos o no, puedan vivir en paz y concordia en el único Pueblo de Dios.

Este texto del último número de la Lumen Gentium comienza así: “este sagrado sínodo experimenta gran alegría y consuelo porque también entre los hermanos separados haya quienes dan el honor debido a la Madre del Señor y Salvador, sobre todo entre los Orientales, que rivalizan en el culto de la siempre Virgen Madre de Dios llenos de fervor y devoción”.

Sin duda los cristianos ortodoxos, los orientales, profesan una gran devoción a la Virgen, igual de grande, si no más, que los católicos occidentales. Pero también en el protestantismo se profesa respeto y devoción a la Virgen. Calvino y Lutero han reconocido a María el título y la prerrogativa de Madre, también en el sentido de madre nuestra y madre de la salvación. En una predicación del día de Navidad,

Lutero decía: “esta es la consolación y la desbordante bondad de Dios: que el hombre, cuando cree, pueda gloriarse de un bien tan precioso, que María sea su verdadera madre, Cristo su hermano y Dios su Padre. Si crees así, te sientas verdaderamente en el vientre de la virgen María y eres su niño querido”. Lutero, hasta el final de su vida honró a María, santificó sus fiestas y cantó cada día el magnificat.

Hay muchos textos de Lutero que hablan de María como figura de la Iglesia, madre de Jesús y madre de todos. Lutero hace una lectura libre de algunas figuras del Evangelio relacionadas con María. Por ejemplo, dice que mientras su parienta Isabel representa a la sinagoga, o sea, al judaísmo, a la antigua alianza, María representa al pueblo cristiano surgido después de la sinagoga.

Recuerdo la lectura que Lutero hace del evangelio de la fiesta de la presentación del Señor en el templo. Simeón dice que una espada atravesará el alma de María. Lutero se pregunta por qué Simeón se dirige a María y no a José. Esto significa que la Iglesia cristiana se identifica con la Virgen María, y que ella nunca será destruida, aunque sus predicadores y el evangelio sean perseguidos. José morirá, pero María quedará, quedará viuda y por eso una espada atravesará su alma. Así la Iglesia, como María, es una viuda, con el corazón traspasado, con el evangelio perseguido, pero ella durará siempre hasta el final de los tiempos.

María lejos de separar, debería unir a los cristianos en una común veneración, diversa en sus formas, pero concorde en reconocer en ella a la madre de Dios y a la madre de los creyentes.

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

EL PAPA CONCEDE INDULGENCIA PLENARIA A QUIEN ORE ANTE UN NACIMIENTO NAVIDEÑO

Con motivo de los 800 años del primer Nacimiento instalado por san Francisco, el Papa concedió indulgencia plenaria. ¡Conoce los detalles!

Con motivo de los 800 años de la representación viviente del Nacimiento de Jesús organizado por san Francisco de Asís, conocida como la “Navidad de Greccio”, el Papa Francisco concedió a la Conferencia de la Familia Franciscana otorgar la indulgencia plenaria a quienes visiten las iglesias de la Orden y se detengan ante los pesebres para orar.

Los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria otorgada por el Papa Francisco entre el 8 de diciembre de 2023, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, y el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo.

Requisitos para obtener la Indulgencia Plenaria a quien ore ante un Nacimiento

Por medio de un comunicado emitido y firmado por Ministros generales y el Presidente de la Conferencia de la Familia Franciscana, se informó que el 17 de abril de 2023 se dirigió una petición al Papa Francisco para que se otorgara la indulgencia plenaria “con el fin de promover la renovación espiritual de los fieles y acrecentar la vida de gracia”.

De esta manera, “visitando las iglesias que las familias franciscanas tienen en todo el mundo y deteniéndose en oración ante los pesebres allí montados, los fieles pueden obtener la indulgencia plenaria en las condiciones habituales”.

“Asimismo, quienes estén enfermos o físicamente incapacitados para participar, también podrán gozar del don de la Indulgencia Plenaria ofreciendo sus sufrimientos al Señor o realizando prácticas piadosas”, se señala en el documento.

Para obtener la Indulgencia Plenaria los fieles deberán cumplir con los tres requisitos establecidos:

1.-La confesión sacramental.

2.-La comunión eucarística.

3.-La oración por las intenciones del Papa.

Solicitud aceptada por el Vaticano

La Conferencia de la Familia Franciscana informó que la solicitud para que se otorgara la Indulgencia Plenaria en el marco de los 800 años del Nacimiento viviente de san Francisco de Asís, fue aceptada positivamente por la Penitenciaria Apostólica del Vaticano y les concedió la facultad de anunciarla públicamente.

“Por lo tanto, en todas las iglesias que nos han sido confiadas para el cuidado pastoral será posible obtener la Indulgencia Plenaria por todos los fieles, en las condiciones habituales, del 8 de diciembre de 2023 al 2 de febrero de 2024”, se informó.

Carta de la Conferencia de la Familia Franciscana:

Oficio por medio del que se anuncia que el Papa Francisco concedió a la Conferencia de la Familia Franciscana otorgar la indulgencia plenaria a quienes recen ante un Nacimiento navideño.

¿Qué es la Navidad de Greccio o el pesebre de San Francisco de Asís?

El anuncio sobre la autorización que les concedió el Papa Francisco para otorgar la Indulgencia plenaria con ocasión del 800 aniversario de la Navidad vivida en Greccio, organizada por san Francisco de Asís para conmemorar el nacimiento del Señor, se dio desde el municipio de Asís, Italia, a través del comunicado firmado por Frances Duncan OSF, presidente de la Conferencia de la Familia Franciscana, y sus cinco ministros generales.

Así fue el primer nacimientos organizado por San Francisco de Asís

En el marco de las celebraciones de la Navidad de 1223, san Francisco de Asís tuvo la idea de representar el nacimiento de Jesús de la misma manera en que se relata en el Evangelio de san Lucas, así unos quince días antes de la Navidad Francisco llamó a un hombre de nombre Juan, y le dijo:

“Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo hacer memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno”.

Ante esto, el hombre preparó en el lugar señalado lo que el Santo le había indicado y el día de la exultación “llegaron personas de muchos lugares quienes, rebosando de gozo, prepararon, cirios y teas para iluminar aquella noche.

“Llegó, en fin, el santo de Dios y, viendo que todas las cosas estaban dispuestas, las contempló y se alegró. Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el asno. Allí la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad, y Greccio se convierte en una nueva Belén”, señala un relato publicado por la Orden de los Hermanos Franciscanos.

 

Jorge Reyes

EL SANTO DE LA SEMANA: SAN JUAN DE LA CRUZ

Juan de la Cruz (Juan de Yepes Álvarez), nació en Fontiveros (Ávila) en  1542. Tuvo tres hermanos: Francisco, Luis y Juan. Su padre Gonzalo, murió cuando Juan era muy pequeño.

Los parientes toledanos desheredaron a Gonzalo por haberse casado con Catalina, de extracción social inferior. Así se quedaron en la pobreza, que se agudizó aún más al morir el padre.

Catalina parte para tierras toledanas a pedir ayuda a los familiares de Gonzalo; estuvo en Torrijos, sin éxito; siguió hasta Gálvez; el médico del pueblo se quedó con Francisco. Catalina vuelve a Fontiveros con Juanito.

Después de un año, se presenta en Gálvez. Vuelve a casa con Francisco y Juanito. Las cosas no habían ido bien. Traslado a Arévalo, de donde regresan probablemente a Fontiveros, y luego parten para Medina del Campo.

Por ser tan pobres pudo Catalina meter al pequeño en el Colegio de los Doctrinos. Pudo entrar también como enfermero en el Hospital de la Concepción o de las Bubas, y alumno externo en el Colegio de los jesuitas de 1559 a 1563.

En 1563 ingresa en el Carmen de Santa Ana de Medina como novicio, profesando al año siguiente. Pasa a estudiar en la Universidad de Salamanca: tres años de filosofía, como alumno ordinario y uno de teología 1567-1568, este último después de haberse entrevistado con Santa Teresa en Medina en las vacaciones de 1567.

La Santa le quita la idea de hacerse cartujo. A la petición de la Madre para que se adhiera a la nueva familia carmelitana que anda organizando accede, pero le pone la condición de que no se tarde mucho.

Vuelto de Salamanca en 1568, continúa dialogando con Teresa sobre la nueva vida carmelitana. La acompaña a la fundación de las monjas en Valladolid y se informa debidamente de todo. Terminada aquella especie de noviciado, Juan parte para Duruelo (Ávila) y va adaptando la casita que han regalado a la Santa a primer conventito de los frailes.

La inauguración oficial: el 28 de noviembre de 1568. Visita de la Santa en la Cuaresma de 1569.

Juan de la Cruz es nombrado maestro de novicios en Duruelo y con este cargo pasa a Mancera, cuando se hace el traslado a ese lugar cercano en 1570. Le toca ir a organizar el noviciado en Pastrana (Guadalajara) en 1570. Vuelve a Mancera; en abril de 1571 nuevo destino: Rector del Colegio de Alcalá de Henares. Al año siguiente, posiblemente en mayo pasa, requerido por Santa Teresa a Ávila, como confesor del gran monasterio de La Encarnación, donde es Priora la Madre.

En Ávila pasa cinco años, famoso por su poder contra los espíritus malignos y como exorcista insigne, y maestro de espíritus. De Ávila le arrancan los carmelitas calzados y le llevan preso al convento de Toledo. Nueve meses de cárcel, de la que se fuga en agosto de 1578.

Asiste en 1578 al capitulillo de los descalzos en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), en el que es nombrado Superior del convento del Calvario (Jaén). Parte para Andalucía y estaciona en su nuevo destino, de donde sale para fundar en 1579 el convento-colegio de la Orden en la ciudad universitaria de Baeza, donde es Rector.

En enero de 1582 se traslada a Granada. En esta ciudad en el convento de los Santos Mártires es tres veces Prior. En 1585 Vicario Provincial de Andalucía. Desde Baeza asiste en Alcalá de Henares al capítulo de separación de la provincia descalza en 1581. Igualmente asiste a todos los demás Capítulos: Almodóvar 1583, Lisboa-Pastrana 1585, Valladolid 1587, Madrid 1588, 1590, 1591.

Desde el Capítulo de 1588 es la segunda autoridad de la Orden, y como tal pasa a Segovia, como miembro del nuevo Gobierno de la Consulta, presidiendo las sesiones de la misma cuando está ausente el Vicario General Nicolás Doria. Construye nuevo convento en Segovia, aunque no lo deja terminado. Sale de Segovia para la Peñuela en agosto de 1591. Enferma y el 28 de setiembre se le traslada a Úbeda. Sufre no poco por causa del prior de Úbeda y por la persecución infame de Diego Evangelista. Muere en Úbeda el 14 de diciembre de 1591. Su cuerpo es trasladado a Segovia en 1593.

Los escritos de San Juan de la Cruz

A Juan de la Cruz le gustaba más hablar que escribir de cosas espirituales; su vocación más profunda era el magisterio oral. Escribió espontáneamente los Dichos de luz y amor, las cartas, Cautelas y poco más.

Los grandes libros: Subida-Noche, Cántico, Llama, los escribió a petición de frailes y monjas.

Para tener idea de la producción escrita de Juan de la Cruz no hay más que manejar alguna de las bien buenas ediciones con que contamos actualmente. Se suelen presentar como partidos en dos mitades: Escritos breves, y Obras mayores.

Obras menores se llaman también los escritos breves; esto no quiere decir que tengan menos importancia o menos mensaje que los demás escritos; se las llama así por la simple mole de las páginas.

Si entre los escritos breves ponemos sus poesías y particularmente los poemas que son la base de las grandes obras, en las que se comentan, entendemos mejor lo de obras menores.

En la vieja cuestión de por dónde comenzar a leer a San Juan de la Cruz, lo más simple y eficaz es comenzar a leer por los escritos breves que además, en su mayoría preceden cronológicamente a los grandes tratados.

De la lectura atenta y cariñosa de los grandes poemas nacerá en el lector el deseo de conocer el significado de los mismos, el significado de todo ese mundo maravilloso de poemas, y se moverán a leer los comentarios en prosa.

La espiritualidad de San Juan de la Cruz

La espiritualidad de San Juan de la Cruz es enteramente teologal. Desde que da el santo con el esquema teologal en 2S c. 6 se ilumina y organiza perfectamente todo su magisterio. Desde ese capítulo hasta el final de la Subida todo es doctrina teologal manifiesta. En esa sustancia teologal está embebida la palabra de Dios, de la que Juan de la Cruz está enamorado; en esa misma clave presenta los misterios de la fe, las lámparas de fuego de los atributos divinos, lo mismo que todo el mundo del enamoramiento recíproco de Cristo Jesús y el alma que aparece lo mismo en la Subida-Noche que en el Cántico y Llama.

Con toda exactitud se ha escrito acerca del magisterio teologal sanjuanista: ”La vida teologal es la actualización e información de las actitudes y comportamiento de la persona por las tres virtudes teologales. Ellas integran, orientan, impulsan y transforman la persona y la vida, confiriéndoles una proyección total hacia Dios. Vida de fe, de esperanza y de caridad con todo lo que entraña de exigencias divinas y renuncias humanas, espirituales y terrenas” (Isaías Rodríguez, La vida teologal según el Vaticano II y San Juan de la Cruz, en Revista de Espiritualidad 27 (1968), 477)

Será útil transcribir una carta de Edith Stein escrita el 30 de marzo de 1940 en la que se refiere a un punto muy importante de la espiritualidad de Juan de la Cruz.

Edith Stein recibió carta de una religiosa dominica llamada Agnella Stadtmüller, doctora en filosofía, muy conocida suya. En la carta le preguntaba acerca de qué entendía San Juan de la Cruz por “amor puro”. Edith contesta exactamente a lo que se le pregunta. Sus palabras son las siguientes: “San Juan de la Cruz entiende por “amor puro” el amor de Dios por él mismo; el de un corazón libre de todo apego a cualquier cosa creada: a sí mismo y al resto de las criaturas, pero también a todo consuelo y cosas similares que Dios pueda conceder al alma, a cualquier forma de devoción especial , etc.; el de un corazón que no desea otra cosa sino que se cumpla la voluntad de Dios y que se deja guiar por él sin resistencia. Lo que una puede hacer para llegar hasta aquí está ampliamente tratado en la Subida del Monte Carmelo. Cómo Dios purifica al alma, en la Noche Oscura. El resultado, en la Llama de Amor viva y en El Cántico Espiritual. Básicamente puede encontrarse todo el camino en cada una de las obras, únicamente que en cada caso se acentúa una etapa u otra. Pero si usted desea aprender lo esencial, recopilado de forma mucho más breve, entonces debe coger los escritos breves”.

Lugares

“Juan de la Cruz tuvo poca geografía: vivió sólo en España y algunos días en Portugal. El punto más alto que tocó en el mapa de la Península ibérica fue Valladolid, adonde acompañó a santa Teresa en 1568 y adonde volvió en 1574 a declarar ante el tribunal de la Inquisición sobre su intervención en el caso de la posesa de Ávila, María de Olivares Guillamas; y una última vez llegó a la ciudad castellana en 1587 en el Capítulo de la nueva provincia de descalzos. El punto sur más extremo en que estuvo varias veces fue la ciudad de Málaga; en el oeste, la ciudad de Lisboa en 1585. La villa murciana de Caravaca es el punto extremo al este, donde estuvo no pocas veces. Dentro de esa geografía tan reducida recorrió unos 27.000 kilómetros, caminando más que nada a pie o a lomos de un humilde borriquillo” (José Vicente Rodríguez, San Juan de la Cruz, La biografía, Ed. San Pablo, Madrid 2012, 61).

Lugares a nombrar y visitar los siguientes:

Fontiveros: donde nace y es bautizado.

Medina del Campo: frecuenta el colegio de los Doctrinos, atiende en el Hospital a los enfermos, estudia en los jesuitas; entra en la Orden del Carmen y profesa en 154.

Salamanca: estudiante de Filosofía y Teología en la Universidad. Vive en el colegio de San Andrés. Ordenado sacerdote en 1677. En 15767 y 1568 se encuentra con Santa Teresa en Medina. Va con ella a Valladolid, deteniéndose algo más de un mes.

Duruelo-Mancera. En Duruelo va preparando la casa en la que se inaugurará la renovada vida carmelitana en noviembre de 1568. En Duruelo y Mancera maestro de novicios.

Ávila, cinco años (1572-1577)

Toledo, en la cárcel de nueve meses, de la que se fuga, arriesgándolo todo.

El Calvario: Prior del convento.

Baeza: en 1580 funda el colegio en esta ciudad universitaria. Siendo allí Rector de la casa.

Granada: llega en enero de 1582 y vive allí hasta el verano de 1588.

Segovia: 1588-1591.

La Peñuela: Agosto-setiembre1591.

Úbeda: donde muere. Sus restos reposan en Segovia desde 1593.

FUENTE: CARMELITAS DESCALZOS

CURIA GENERAL DEL CARMELO TERESIANO

A VINO NUEVO, ODRES NUEVOS

Un mensaje trasnochado e incoherente respecto a los avances científicos y técnicos, por muy espiritual y religioso que pretenda ser, acabará en la bolsa de basura sin posibilidad de reciclaje alguno. Así nos dicen algunas personas con las que intercambiamos nuestra condición de creyentes. Consideran que somos creyentes de un cúmulo de verdades irreales y supersticiosas que dañan más que ayudan en el momento presente. Y, lo peor es que algunos creyentes se lo creen y callan su identidad religiosa en público para ser considerados personas “actuales” y no reliquias del pasado.

¿Y si lo viejo no fuera el vino sino los odres? ¿Y si el mensaje de Jesús siguiera teniendo un potencial transformador y dador de sentido impresionante? ¿Y si el problema estuviera en quienes lo oyen y que han sido catequizados por posturas diametralmente opuestas al perdón y la compasión, a la fraternidad universal o la capacidad de entrega generosa al bien del prójimo? ¿Y si el problema estuviera en la cultura que nos domina y no en la noticia nueva y buena que se anuncia?

El individualismo desvinculado que domina esta sociedad y la incapacita para imaginar que el otro es parte de nuestra identidad y sentido. No es culpa del mensaje, sino del que lo escucha. Habrá que generar preguntas que merezcan esta respuesta. El mejor de los vinos posibles se corromperá en un continente inadecuado. Nadie descorcha una botella que ha estado durmiendo la espera en su bodega años y años para aderezar un mojo. Bueno, eso de “nadie” es una exageración, porque alguna situación al respecto conozco. A vino nuevo, odres nuevos; o mejor, busquemos odres nuevos para este sabroso vino nuevo y siempre joven que sorprende al que lo busca.

¿Cómo fabricar odres nuevos en este tiempo presente? Tal vez si lo intentamos, en este próximo adviento que prepara y preanuncia la Navidad, al ver nacer la buena noticia en un pesebre -vino bueno y el mejor- podríamos ofrecerle de verdad, además del zurrón y la pandereta, un odre nuevo. Cuatro ideas:

1.- Superar el hedonismo insolidario que piensa el mundo a nuestra imagen. Si solo el paladar es criterio de verdad, el ombligo aparece como la clave de discernimiento. ¿Cómo custodiar dolores ajenos en un odre tan estrecho?

2.- Dejar de tolerar lo intolerable superando el relativismo ciego. Si nada es intolerable, todo vale; y si vale todo, nada tiene valor. Se tolera a las personas, pero no tenemos que tolerar toda idea que, no tiene por qué ser verdadera.

3.- Reconocer el valor fundamental de la persona, por encima de todo lo demás. Nada precede a una persona.

4.- Inmunizar nuestra mente de la mentira desacostumbrándonos a manipular. Si nos gobiernan las mentiras, se siembra la desconfianza. Y esa semilla crece en la planta del conflicto y sus frutos no son la paz.

Este odre necesario, evidentemente, tiene mucho del vino nuevo.

Juan Pedro Rivero González

SOBRE LA NECESIDAD DEL ADVIENTO

Es necesario estar muy atentos a este Adviento 2023 porque es el más corto de todos los Advientos posibles, puesto que el 24 de diciembre coincide con el cuarto domingo y, de este modo, la última semana ¡queda reducida a unas horas!

Es urgente, por ello y más que nunca, estar despiertos, preparados, vigilantes, como nos invitan los evangelios en este tiempo, para que el Adviento no pase sin darnos cuenta y la navidad nos pille despistados.

El Adviento es un tiempo amenazado. Cada vez más percibo un peligro creciente de olvidarlo, pasar por encima de él en un intento forzoso, e impuesto desde fuera, por adelantar la Navidad.

Ya están puestas las luces de nuestras ciudades, se oye música de villancicos por todos lados, los anuncios comerciales proponen multitud de ofertas para festejar este tiempo y, estrenando el mes de diciembre, las agendas están bloqueadas con cenas y comidas pero… ¿Ha empezado ya la Navidad?

La realidad es que pocos, muy pocos, saben qué se celebra y, por eso, cada vez más hay quienes se resisten a hacer fiesta sin motivo, sin saber bien por qué, y sienten un cierto disgusto ante estas celebraciones «obligatorias», porque estar contento a la fuerza es algo irritante. Este malestar nos afecta, incluso, a los creyentes porque la falta de preparación, de espera, de deseo ante una navidad sobrevenida nos impide gustar y saborear el don recibido, como cuando uno está empachado y pierde la capacidad de disfrutar, hastiado de tanto. A esto se referían los evangelios de estos días previos al inicio del Adviento: «Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día» (Lc 21,34).

Por lo tanto, la espera y la preparación ante lo que nos llega es fundamental. Es importante cuidar la víspera. Ella nos prepara para la acogida, nos ordena y agranda los espacios interiores a través del deseo que nos capacita para recibir, gozar y agradecer el don.

El Adviento nos introduce en el arte de la paciencia, de la vigilancia y de la acogida, en medio de nuestro mundo donde todo es inmediato, rápido y, por ello, considerado evidente, es decir, donde no hay lugar para la sorpresa, el asombro, la gratitud y la fiesta.

La paciencia es incómoda porque supone aceptar un vacío. Primero, por tanto, hay que tomar conciencia de que somos seres «de deseo». Es decir, que estamos incompletos y hechos para algo más grande que nosotros mismos. Hay un hueco profundo en el corazón humano que permanece a pesar de todo cuanto tenemos y compramos y devoramos. Cuando aceptamos vivir con este vacío y, aún más, cuando aceptamos no satisfacerlo de inmediato, no distraerlo, no engañarlo… entonces, el deseo duele, se convierte en gemido, es como un pellizco de hambre que se agranda y, en positivo, nos ensancha por dentro, nos dilata, nos convierte en seres de esperanza.

Este es el sentido de la austeridad que caracteriza el Adviento donde se invita a un cierto ayuno que favorece el despertar del deseo. Ligeros por no poseer, por no acaparar, por renunciar a tapar el hondón del alma que busca una dicha que aún no tiene, la mirada del corazón se levanta hacia el horizonte y esto nos pone en camino: «Poneos en pie y alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación» (Lc 21,28). La paciencia, entonces, no paraliza, no nos deja quietos ni nos adormece, sino al contrario, es lo que hace del ser humano pura capacidad.

De la paciencia se pasa a la vigilancia. Durante la espera, en la vigilia de día y de noche, la sed y el hambre agudizan los sentidos y el anhelo permite reconocer al que llega desde lejos, verlo en la noche, distinguir sus movimientos entre la multitud. La vigilancia es un rasgo del amor que ve más allá: ubi amor, ibi oculus. El amor ilumina el camino y el que vela, reconoce y grita, corre, salta de gozo cuando distingue al que ama, al que anhela su corazón.

Todo se vuelve don y la forma de recibir este don se llama acogida, recepción, gratitud… en definitiva, María. Lo esperado, lo deseado, lo no conquistado ni comprado, lo que viene después de una larga espera y no puede ser exigido, sino solo agradecido y abrazado como respuesta divina a los deseos más íntimos de felicidad y bien se nos da en el Hijo de Dios hecho hombre que visita nuestra existencia y la colma con su presencia.

Entonces, sí, después de este camino, podemos celebrar la Navidad.

Carolina Blázquez OSA

Revista Ecclesia

NOTICIAS DEL MOVIMIENTO: ORIHUELA – ALICANTE VISITA A LA CONCATEDRAL CON OCASIÓN DEL 25 ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN PONTIFICIA DE LA VIRGEN DEL REMEDIO

El sábado 24 de noviembre,  este otoño que parece más una primavera, nos regalaba un día espléndido en Alicante, Vida Ascendente Diocesana hemos visitado la Concatedral de San Nicolás dentro de los actos conmemorativos de la celebración del 25 aniversario de la coronación pontificia de la Virgen del Remedio, también se encontraba allí la Imagen Peregrina de la Virgen de los Desamparados de Valencia. ¡Que grata sorpresa!

Habíamos sido invitados a rezar el Rosario de las Familias, junto al Instituto Secular Ignis Ardens, La Real Archicofradía de La Virgen del Remedio, Radio María y el grupo del Rosario de la Concatedral de San Nicolás, nuestro misterio era el cuarto, la presentación de Jesús en el Templo, y es muy bonito que hayan pensado en nosotros que estamos íntimamente ligados a ese misterio por nuestros Santos Patronos Simeón y Ana.

El Acto ha estado muy bien organizado, con unas meditaciones preciosas de cada misterio, preparadas por nuestro Consiliario diocesano D. Tomás Bordera y unos cantos marianos muy apropiados, acompañados del Organista de la Catedral, al final el canto de la Salve lo ha interpretado nuestra presidente diocesana.

Siempre es un refuerzo del sentido de pertenencia a algo que trasciende el grupo parroquial cuando nos reunimos fuera de la comodidad de nuestro entorno, a pesar del Kilometraje, de salir de la rutina, reunirse con los hermanos de otras parroquias para hacer algo entre todos. ¡Gracias a todos los que nos habéis acompañado, en esta ocasión poniendo por delante de vuestras obligaciones y comodidades esta invitación!