Intenciones de Oración para el mes de Junio

El Papa Francisco confía cada mes a su Red Mundial de Oración, intenciones de oración que expresan sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la misión de la Iglesia”, afirma el sitio web de la iniciativa.

“Su intención de oración mensual es una convocatoria mundial para transformar nuestra plegaria en «gestos concretos», es una brújula para una misión de compasión por el mundo”, para este mes deJunio:

Por las familias

 

Recemos por las familias cristianas de todo el mundo, para que, con gestos concretos, vivan la gratuidad del amor y la santidad en la vida cotidiana.

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su reunión del 19 al 23 de abril de 2021  las intenciones de la CEE para el año 2022

Para este mes de Junio la Conferencia Episcopal Española nos propone orar

    Por el ministerio del sucesor de Pedro y el de todos los obispos del mundo en comunión con él, para que, sirviendo fielmente al Pueblo de Dios, confirmen a sus hermanos en la fe y guíe sabiamente la nave de la Iglesia.

 

Reconocimiento en Bilbao a la Presidente Diocesana de Vida Ascendente, Tommy Rodriguez, en el Día Internacional de la Mujer

Con motivo de la celebración del Día Internacional  de la Mujer, la Diócesis de Bilbao, ha creado un reconocimiento a ocho mujeres de la Diócesis.

Los 8 ámbitos que, a través de 8 mujeres fueron reconocidos en esta ocasión son: el de las personas mayores, situaciones de exclusión , las personas migrantes, la vida pastoral, el compromiso público, el entorno de la salud,  los órganos de corresponsabilidad y la vida comunitaria.

El acto que se celebró en el salón de El Carmen, estuvo presidido por nuestro obispo Mons. Segura y congrego a muchas personas que han querido compartir con las mujeres homenajeadas la celebración, pero que también ha sido motivo para reivindicar  y visibilizar que la mayoría de las comunidades católicas de Bizkaia están sostenidas por mujeres. “Mujeres que están fuera de los focos – ha subrayado el prelado bilbaíno, pero que son fundamentales para dar luz a la Iglesia y a la sociedad”.

En otro momento de su intervención, ha puesto en valor los “muchos pasos” que se han dado en favor de la igualdad y la equidad entre hombres y mujeres, pero ha reconocido que “aún nos queda un camino por recorrer, en primer lugar en la Iglesia”.

 En esta ocasión, he tenido el honor de ser unas de las mujeres homenajeadas, en nombre de todas las voluntarias y voluntarios que dedicamos nuestro tiempo y nuestro cariño a las personas mayores, en mi caso desde Vida Ascendente.

 

El evento consistió en un acto muy emotivo, en el que estuvimos arropadas por familiares y amigos, se nos hizo entrega de un pequeño detalle consistente en un cuadro con una huella en la arena para simbolizar las huellas que vamos dejando.

Colaboración de Tommy Rodriguez Presidente Diocesana de Bilbao

EL SANTO DE LA SEMANA: SAN CARLOS LWANGA Y SUS COMPAÑEROS MARTIRES

San Carlos Lwanga o Luanga nació entre   1860 y 1865, ​fue un catequista católico de Uganda,  mártir por su fe y venerado como santo en la Iglesia católica. Había nacido en el reino de Buganda, en la parte sur de la moderna Uganda, y sirvió como paje en la corte del rey Mwanga II.

Los Padres Blancos evangelizaron en África en el siglo XIX. Los primeros conversos instruyeron y guiaron a los más nuevos creciendo la comunidad rápidamente. Inicialmente no había problemas con el rey,  pero al ver que interfería en su estilo de vida,  una de las razones que exasperaron al rey contra los cristianos fue su negativa a participar en actos sexuales con él, habituales en la corte,  comenzaron las represalias.

José Mukasa era el líder de la comunidad católica, quien tenía a su cargo una comunidad de 200 miembros. Después de una masacre de anglicanos perpetrada en 1885, José Mukasa, laico católico en la corte, reprochó al rey su acción. Mwanga.

El rey mandó a que mataran a José, mientras sus verdugos le amarraban las manos, él les dijo: «Un Cristiano que entrega su vida por Dios no tiene miedo de morir». Lo quemaron el 15 de Noviembre de 1885.

El rey Mwanga comenzó una severa campaña para que los cristianos, recién convertidos por los Padres Blancos, abandonaran su fe, y ejecutó a muchos anglicanos y católicos entre 1885 y 1887. Muchos de ellos eran funcionarios de la corte del rey o muy cercanos a él, como es el caso de Carlos Lwanga.

Lwanga asumió las funciones de Mukasa, bautizando en secreto a los catecúmenos el 26 de mayo de 1886. Los cristianos lejos de atemorizarse, continuaron con sus actividades. Sus oraciones lograron que el rey desistiera de las persecuciones por seis meses.

En mayo del año siguiente, estalló la tempestad. Los cristianos fueron capturados y llamados ante el rey. Este les preguntó si tenían la intención de seguir siendo cristianos, «!Hasta la muerte!», respondieron ellos al unísono.

El rey ordenó que la ejecución se haga en un lugar llamado Namugongo, a 60 kms de distancia. Uno de los jóvenes era el hijo del verdugo. Éste le rogó para que se escapara, pero no fue aceptada su propuesta. A tres de los jóvenes mártires se les quitó la vida cuando iban por el camino; los restantes fueron encerrados por siete días en la prisión de Namugongo, bajo condiciones infrahumanas.

El 3 de junio de 1886, día de la Ascensión, fueron sacados de la prisión; envueltos en unos juncos y, ordenados en fila, se les prendió fuego. Al hijo del verdugo le dieron un golpe en la cabeza para que no sufriera al ser quemado. Murieron proclamando el nombre de Jesús y diciendo: «Pueden quemar nuestros cuerpos pero no pueden dañar nuestras almas».

Carlos Lwanga (21 años), Andrés Kagwa, y otros veinte jóvenes fueron beatificados el 6 de Junio de 1920 por el Papa Benedicto XV.

Ésto fue lo que escribió para su beatificación:

«Quién fue el que primero introdujo en Africa la fe cristiana se disputa aún; pero consta que ya antes de la misma edad apostólica floreció allí la religión, y Tertuliano nos describe de tal manera la vida pura que los cristianos africanos llevaban, que conmueve el ánimo de sus lectores. Y en verdad que aquella región a ninguna parecía ceder en varones ilustres y en abundancia de mártires. Entre éstos agrada conmemorar los mártires scilitanos, que en Cartago, siendo procónsul Publio Vigellio Saturnino, derramaron su sangre por Cristo, de las preguntas escritas para el juicio, que hoy felizmente se conservan, se deduce con qué constancia, con qué generosa sencillez de ánimo respondieron al procónsul y profesaron su fe. Justo es también recordar los Potamios, Perpetuas, Felicidades, Ciprianos y «muchos hermanos mártires» que las Actas enumeran de manera general, aparte de los mártires aticenses, conocidos también con el nombre de «masas cándidas», o porque fueron quemados con cal viva, como narra Aurelio Prudencio en su himno XIII, o por el fulgor de su causa, como parece opinar Agustín. Pero poco después, primero los herejes, después los vándalos, por último los mahometanos, de tal manera devastaron y asolaron el África cristiana que la que tantos ínclitos héroes ofreciera a Cristo, la que se gloriaba de más de trescientas sedes episcopales y había congregado tantos concilios para defender la fe y la disciplina, ella, perdido el sentido cristiano, se viera privada gradualmente de casi toda su humanidad y volviera a la barbarie.»

El 18 de octubre de 1964, el Papa Pablo VI canonizó a los 22 mártires de Uganda.

En Namugongo existe la Basílica de los Mártires de Uganda consagrada a todos los mártires ejecutados por orden de Mwanga

El 28 de noviembre de 2015, durante su undécimo viaje apostólico a Uganda, el Papa Francisco celebró una misa en el mismo santuario después de visitar la cercana iglesia anglicana, también dedicada a los mártires del país. En su homilía, el Papa dijo: «Hoy, recordamos con gratitud el sacrificio de los mártires ugandeses, cuyo testimonio de amor por Cristo y su Iglesia ha alcanzado precisamente los extremos confines de la tierra», y añadió: «Recordamos también a los mártires anglicanos, su muerte por Cristo testimonia el ecumenismo de la sangre. Todos estos testigos han cultivado el don del Espíritu Santo en sus vidas y han dado libremente testimonio del poder transformante de su fe en Jesucristo».

Ciclo de Catequesis del Santo Padre sobre la vejez (11).  Cohélet: la noche incierta del sentido y de las cosas de la vida

Este miércoles, 25 de mayo, el Santo Padre en su catequesis sobre el sentido y el valor de la vejez, meditó con el Libro del Eclesiastés y dijo que, “¡Los ancianos llenos de sabiduría y humor hacen mucho bien a los jóvenes! Los salvan de la tentación de un conocimiento del mundo triste y sin sabiduría” y también que “La vejez puede aprender de la sabiduría irónica de Cohélet el arte de sacar a la luz el engaño oculto en el delirio de una verdad de la mente desprovista de afectos por la justicia”, en esta ocasión reflexionando a la luz del Libro del Eclesiastés o Cohélet (2,17-18; 12,13-14), otra joya que encontramos en la Biblia.

Un Libro que cuestiona el sentido de la existencia

Al presentar su décima primera reflexión sobre “la sabiduría y el valor de la vejez”, el Santo Padre señaló que, “en una primera lectura este breve libro impresiona y deja desconcertado por su famoso estribillo: «Todo es vanidad», todo es ‘niebla’, ‘humo’, ‘vacío’. Sorprende encontrar estas expresiones, que cuestionan el sentido de la existencia, dentro de la Sagrada Escritura”. En realidad, explicó el Pontífice, la oscilación continua de Cohélet entre el sentido y el sinsentido es la representación irónica de un conocimiento de la vida que se desprende de la pasión por la justicia, de la que el juicio de Dios es garante. Y la conclusión del Libro indica el camino para salir de la prueba: “Teme a Dios y guarda sus mandamientos, que eso es ser hombre cabal”

La resistencia de la vejez al desencanto de la vida

Ante esta realidad, evidenció el Papa Francisco que, en ciertos momentos, nos parece acoger todos los contrarios, reservándoles el mismo destino, que es el de acabar en la nada, el camino de la indiferencia puede parecernos también a nosotros el único remedio para una dolorosa desilusión. Puede surgir en nosotros, afirmó el Pontífice, una especie de intuición negativa que puede presentarse en cada etapa de la vida, pero no hay duda de que la vejez hace casi inevitable el encuentro con el desencanto. Y por tanto la resistencia de la vejez a los efectos desmoralizantes de este desencanto es decisiva: si los ancianos, que ya han visto de todo, conservan intacta su pasión por la justicia, entonces hay esperanza para el amor, y también para la fe.

“Para el mundo contemporáneo se ha vuelto crucial el paso a través de esta crisis, crisis saludable, porque una cultura que presume de medir todo y manipular todo termina por producir también una desmoralización colectiva del sentido, del amor, del bien”

La búsqueda moderna de la verdad está separada de la justicia

Esta desmoralización de la vida, precisó el Santo Padre, quita el deseo de buscar la “verdad”, que se limita a registrar el mundo, al fluir del tiempo y al destino de la nada. “De esta forma -revestida de cientificidad, pero también muy insensible y muy amoral- la búsqueda moderna de la verdad se ha visto tentada a despedirse totalmente de la pasión por la justicia. Ya no cree en su destino, en su promesa, en su redención”. Para nuestra cultura moderna, que al conocimiento exacto de las cosas quisiera entregar prácticamente todo, la aparición de esta nueva razón cínica – que suma conocimiento e irresponsabilidad – es un contragolpe muy duro. “El conocimiento que nos exime de la moralidad, al principio parece una fuente de libertad, de energía, pero pronto se convierte en una parálisis del alma”

Atentos a la “acedia”, una enfermedad del alma

En este sentido, el Papa Francisco dijo que, Cohélet, con su ironía, ya desenmascara esta tentación fatal de una omnipotencia del saber -un “delirio de omnisciencia” – que genera una impotencia de la voluntad. Asimismo, afirmó que, los monjes de la más antigua tradición cristiana habían identificado con precisión esta enfermedad del alma, que de pronto descubre la vanidad del conocimiento sin fe y sin moral, la ilusión de la verdad sin justicia. La llamaban “acedia”. No es simplemente pereza. No es simplemente depresión. Más bien, es la rendición al conocimiento del mundo sin más pasión por la justicia y la acción consecuente.

El peligro de una “sociedad del cansancio”

El vacío de sentido y de fuerzas abierto por este saber, que rechaza toda responsabilidad ética y todo afecto por el bien real, no es inofensivo. No solamente le quita las fuerzas a la voluntad del bien: por contragolpe, abre la puerta a la agresividad de las fuerzas del mal. Son las fuerzas de una razón enloquecida, que se vuelve cínica por un exceso de ideología. De hecho, con todo nuestro progreso y bienestar, nos hemos convertido verdaderamente en una “sociedad del cansancio”. Teníamos que producir bienestar generalizado y toleramos un mercado sanitario científicamente selectivo. Teníamos que poner un límite infranqueable a la paz, y vemos sucesión de guerras cada vez más despiadadas contra personas indefensas. La ciencia progresa, naturalmente, y es un bien. Pero la sabiduría de la vida es otra cosa, y parece estancada.

No busquemos refugio en las brujerías de la vida

Finalmente, el Santo Padre dijo que, esta razón an-afectiva e ir-responsable también quita sentido y energías al conocimiento de la verdad. No es casualidad que la nuestra sea la época de las fake news, de las supersticiones colectivas y las verdades pseudo-científicas. En esta cultura del saber, del conocer y de la precisión, se ha difundido tanta “bujería culta”, que nos llevan a una vida de supersticiones. ¡Los ancianos llenos de sabiduría y humor hacen mucho bien a los jóvenes! Los salvan de la tentación de un conocimiento del mundo triste y sin sabiduría. Y los devuelven a la promesa de Jesús: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados».

Leido en Vatican News.

Para leer el texto íntegro  de la catequesis haz clic en el enlace:

https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2022/documents/20220525-udienza-generale.html

Pentecostés: La venida del Espíritu Santo

Podemos decir que, si la Iglesia nació del costado de Jesús en la cruz, del cual manó sangre y agua, esa misma Iglesia empezó a caminar el día que le fue concedido el don del Espíritu Santo en Pentecostés.

Podemos ver en el libro de los Hechos de los Apóstoles la gran transformación que se dio en los apóstoles al recibir este Don. Lo necesitaban. Hay una marcada evolución en estos hombres en un tiempo relativamente corto. Pasan a ser en la Última Cena “amigos” de Jesús; pero amigos que continúan con sus dudas, torpezas, miedos, miras excesivamente humanas… incluso después de convivir con el Señor resucitado durante cuarenta días. Esto significa algo importante: sólo cuando reciben el Espíritu Santo, la Vida que les ganó Jesús con su muerte y resurrección, se hizo efectiva en ellos, los transforma y los capacita para la misión que les fue encomendada por el propio Jesús. Así pues, la salvación que nos ganó Jesús quedaría sin efecto, como un tesoro enterrado, si no fuera por la acción del Espíritu Santo. Él es quien va “tomando” de ese tesoro infinito, y lo va repartiendo generación tras generación a cada persona que se abre a su acción. Así, se podría comparar a un maestro escultor que va modelando en cada alma, la imagen de Jesús, de modo que cuando esa imagen está acabada, le llega el momento de alegrar el corazón del Padre en el Cielo. Esta comparación requiere sus matices. Que el Espíritu Santo nos modele a imagen del único modelo, Jesús, no significa que estemos siendo hechos como piezas en serie en una factoría. Es claro, lo vemos en los mismos discípulos, así como en los santos que veneramos a lo largo del año litúrgico, que cada cual sigue conservando su carácter, sus habilidades, sus capacidades, su sensibilidad, sus opiniones personales… en definitiva, su identidad. Sin embargo, cada cual es fiel reflejo de Jesús, en quien permanecemos en la medida en que somos fieles a su voluntad. El rostro de Jesús se refleja en los ojos de que aquellos que se esfuerzan día a día, en vivir con fidelidad extrema, dándose por entero a la obra encomendada por Él. Por “obra encomendada” habremos de entender toda actividad que nos concierna desde la mañana hasta noche, desde la vida de familia hasta el trabajo profesional, pasando por el descanso, las vacaciones, la jubilación, la enfermedad… Toda actividad honesta es susceptible de ser ofrecida al Padre, debe ser ofrecida al Padre; y será lo que aportemos sobre el altar cuando acudimos a la eucaristía para estar verdaderamente unidos al Sacrificio del Señor. Si hemos comparado la acción del Espíritu Santo a la de un escultor (aunque toda comparación tenga sus limitaciones), no nos debemos extrañar de los golpes maestros con los que ese escultor cada día va eliminando nuestras aristas y limando nuestras asperezas. Así, dirá bellamente San Pablo VI, que los santos son obra maestra del Espíritu Santo.

La persona que permite que el Reino de Dios inhabite en ella, es decir, que Jesús reine a sus anchas en su corazón (inteligencia, voluntad, afectos), es la que verdaderamente se encuentra a sí misma, la que verdaderamente “es”. Nadie es más uno mismo que cuando se es totalmente de Jesús. El máximo ejemplo es María, la “llena de gracia”.  Por ser totalmente de Dios, su corazón no se achica, sino que se agranda hasta que cabemos todos nosotros en él como hijos suyos. Hijos que causaron la muerte de su Hijo. Cuánto hay que aprender de esta escena en el Calvario. Me he referido antes a los jubilados y enfermos, como un ámbito en el que también cabe dar gloria a Dios. En una cultura tan acelerada y práctica como la nuestra, todo lo que no sea rentable, resulta cuanto menos una pérdida de tiempo. Hemos de recordar algo que, por ser tan habitual, se puede pasar de largo. Jesús fue máximamente “rentable” justamente cuanto menos lo fue desde la óptica de nuestro pensamiento dominante: en la cruz. ¿Por qué? Lo que hace santa la cruz, no es propiamente el puro sacrificio y el dolor, sino el espíritu con la que fue llevada y se dejó clavar Jesús: el Amor incondicional a la voluntad del Padre y el Amor total de quien da la vida por sus amigos. No despreciemos tantas puertas como nos abre el Espíritu Santo a lo largo de un solo día para identificarnos con Jesús en el Amor, materializado en las cosas y asuntos más sencillos y cotidianos. Si lo grande, seguramente jamás se presentará, y lo pequeño lo despreciamos, precisamente por ser pequeño… ¿en qué materia corresponderemos al Amor de Jesús? El Espíritu Santo será quien nos dará la capacidad, como hizo con los apóstoles, para ser fieles, heroicamente fieles, para dar gloria a Dios, tal y como Él lo desea, con las personas concretas con las que convivimos, con la salud concreta que tenemos, con las necesarias limitaciones en las que nos encontramos (todo eso no se le escapa al Señor), aquí y ahora.

Nos podemos preguntar qué pusieron los discípulos del Señor. Recordemos que, aunque es verdad que Dios puede dar un giro de 180 grados a una persona por pura gracia, como ocurrió con san Pablo, lo normal es que cada cual ponga algo de su parte. (Aun para Pablo contó la oración de las comunidades cristianas)

Pusieron oración. Hay tantísimos ejemplos y exhortaciones en los evangelios, en el libro de los Hechos y en la Cartas Apostólicas, que baste con traer a la memoria el propio actuar de Jesús, quien, a pesar de la dura labor de cada día, se levantaba antes del amanecer para orar. Orar es hablar con Dios, y sin el “roce” de ese diálogo es imposible la amistad personal. Orar con la palabra de Dios, que tan a mano tenemos, para que sea ella la que nos dé la luz para interpretar nuestra realidad; verla, juzgarla cada vez más con los ojos de Jesús.

Pusieron humildad. A pesar de todos los defectos y limitaciones que tenían, eran humildes, amaban a Jesús, y estaban dispuestos a “beber el cáliz” fuese cual fuese su precio, con tal de no perder su amistad, aunque para ello tuvieran que comenzar y recomenzar cada día en el camino de su fidelidad al Señor.

Permanecieron en comunidad. “El hermano ayudado por el hermano es como una fortaleza inexpugnable”. Iglesia significa “asamblea”, por nuestra propia naturaleza pues, la permanencia en la comunidad tiene un valor importantísimo a la hora de vivir personalmente la fe. Tantos cristianos son “centrifugados” por la sociedad con respecto a su fe por pretender vivirla aisladamente.

Quisiera terminar con un interesante texto de Benedicto XVI en el que se expone de forma magistral estas constantes que han de marcar la vida del cristiano de cualquier tiempo y lugar. Es un comentario a un texto de libro de los Hechos, llamado “pequeño Pentecostés”, en el que tras el encarcelamiento  y posterior puesta en libertad de Pedro y Juan con motivo de la curación de un paralítico, la comunidad se pone en oración y recibe así una nueva efusión del Espíritu Santo. Así pues, Pentecostés, no fue sino el comienzo de multitud de nuevas efusiones en la Iglesia, efusión que debemos seguir implorando cada día, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas.

Notemos una importante actitud de fondo: frente al peligro, a la dificultad, a la amenaza, la primera comunidad cristiana no trata de hacer un análisis sobre cómo reaccionar, encontrar estrategias, cómo defenderse, qué medidas adoptar, sino que ante la prueba se dedica a orar, se pone en contacto con Dios.

Y ¿qué característica tiene esta oración? Se trata de una oración unánime y concorde de toda la comunidad, que afronta una situación de persecución a causa de Jesús. En el original griego san Lucas usa el vocablo «homothumadon» –«todos juntos», «concordes»– un término que aparece en otras partes de los Hechos de los Apóstoles para subrayar esta oración perseverante y concorde (cf. Hch 1, 14; Hch 2, 46). Esta concordia es el elemento fundamental de la primera comunidad y debería ser siempre fundamental para la Iglesia… Este, diría, es el primer prodigio que se realiza cuando los creyentes son puestos a prueba a causa de su fe: la unidad se consolida, en vez de romperse, porque está sostenida por una oración inquebrantable. La Iglesia no debe temer las persecuciones que en su historia se ve obligada a sufrir, sino confiar siempre, como Jesús en Getsemaní, en la presencia, en la ayuda y en la fuerza de Dios, invocado en la oración.

Demos un paso más: ¿qué pide a Dios la comunidad cristiana en este momento de prueba? No pide la incolumidad de la vida frente a la persecución, ni que el Señor castigue a quienes encarcelaron a Pedro y a Juan; pide sólo que se le conceda «predicar con valentía» la Palabra de Dios (cf. Hch 4, 29), es decir, pide no perder la valentía de la fe, la valentía de anunciar la fe. Sin embargo, antes de comprender a fondo lo que ha sucedido, trata de leer los acontecimientos a la luz de la fe y lo hace precisamente a través de la Palabra de Dios, que nos ayuda a descifrar la realidad del mundo.

 Como sucedió a la primera comunidad cristiana, la oración nos ayuda a leer la historia personal y colectiva en la perspectiva más adecuada y fiel, la de Dios. Y también nosotros queremos renovar la petición del don del Espíritu Santo, para que caliente el corazón e ilumine la mente, a fin de reconocer que el Señor realiza nuestras invocaciones según su voluntad de amor y no según nuestras ideas. Guiados por el Espíritu de Jesucristo, seremos capaces de vivir con serenidad, valentía y alegría cualquier situación de la vida y con san Pablo gloriarnos «en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; la paciencia, virtud probada, esperanza»: la esperanza que «no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado» (Rm 5, 3-5).

José Manuel Rico Albero

Párroco de Santiago Apóstol de Onil, Alicante

Aparición mariana de La Codosera (Badajoz)

A poco más de un kilómetro de la frontera con Portugal asoma el Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila.

Se trata de un templo religioso de devoción mariana erigido en la falda de la sierra que le da nombre, y donde abunda el color blanco y los carteles rogando silencio. Es un lugar que emana paz y tranquilidad, y un lugar sagrado. Y es que fue justo ahí donde, según cuentan las crónicas de la época y los vecinos de la localidad, se apareció la Virgen María bajo la advocación de Dolorosa a dos niñas que transitaban por el bosque, Marcelina y Afra.

A las tres de la tarde del 27 de mayo de 1945, Marcelina Barroso, de diez años de edad, iba camino del caserío El Marco junto a su prima, Agustina González para cumplimentar un encargo de su madre. No habían recorrido más de tres kilómetros, cuando, al pasar por la zona conocida como Chandavila, Marcelina reparó en un extraño y oscuro bulto que se divisaba a unos sesenta metros sobre un castaño. No haciéndole demasiado caso pensó que a la vuelta repararía si aquel extraño objeto continuaba allí.

A la vuelta la pequeña Marcelina muerta de curiosidad volvió a mirar sobre el mismo castaño y cuál fue su asombro al distinguir claramente a la Virgen de los Dolores, con manto negro, se encontraba envuelta en unos rayos luminosos y elevada sobre la mitad del tronco, estaba de perfil mirando hacia el pueblo con las manos juntas y un rostro bellísimo reflejaba una divina tristeza. Desaparecida al cabo de unos segundos la visión Marcelina echó a correr hasta el pueblo, junto a su prima, a pesar de que Agustina no había visto nada. Al llegar a casa, pensó en guardar silencio, pero no pudiendo tenérselo callado se lo contó a su madre y el hecho se extendió como la pólvora por todo el vecindario.

Lejos de olvidarse aquel extraordinario acontecimiento, ocho días después, el 4 de junio por la mañana volvió a aparecerse la Virgen a Marcelina pidiéndole que volviese por la tarde, ya que tenía que hacer un sacrificio en presencia de los vecinos. Habiéndose corrido la voz tras esta segunda aparición más de un millar de personas de La Codosera y alrededores se congregaron en Chandavila. Estando Marcelina a unos sesenta metros del castaño, pronto se manifestó en el cielo Nuestra Señora de los Dolores, que, poco a poco fue descendiendo hasta posarse delante del árbol, como lo hiciera la primera vez.

La Virgen invitó a Marcelina a que caminase de rodillas hasta Ella, pero la niña al ver que el suelo estaba lleno de piedras de punta, espinos y terrones resecos puso reparos, la Virgen le dijo que no temiera y le aseguró que por el camino que fuera andando iría colocando una alfombra de juncos y hierbas. Marcelina comenzó a andar de rodillas abriéndose camino entre la multitud y se paró frente al castaño, allí permaneció unos diez minutos arrodillada en éxtasis. Posteriormente contó que durante el tiempo que estuvo ese tiempo vio cómo se entreabrió el castaño y apareció detrás de él, adornada de lámparas preciosas, una hermosa iglesia, en su altar se hallaba la Virgen María que le indicó que mojase sus dedos en la pila del agua bendita y se santiguase. Tras esto la aparición bajó del retablo y le preguntó si quería irse con ella. Al contestarle: «Sí, Señora, ahora mismo», la Santísima Virgen la sonrió, la abrazó y la besó en la frente, sintiendo la niña sobre su cara el roce del manto de la Madre de Dios. Además, le expresó su deseo de que en el mismo lugar se levantase en su honor una capilla.

Al volver del éxtasis, Marcelina, no tenían señal ni rasguño alguno en sus rodillas a pesar de haber caminado sesenta metros por el suelo pedregoso y lleno de espinos de castaño. Ella fue la única persona de los presentes que pudo contemplar a la Virgen, debido a su estado de éxtasis. Marcelina, posteriormente tuvo más encuentros con la Virgen, en unas ocasiones estuvo acompañada de su maestra, doña Josefa Martín y en otras de su amiga Afra.

De forma paralela a estos hechos narrados, se produjeron las visiones de Afra Brígido Blanco. Afra, de diecisiete años, a las tres de la tarde del 30 de Mayo de 1945 (festividad del Corpus) fue con sus amigas al paraje de Chandavila.

Era la misma hora en que Marcelina vio la aparición. Nada más llegar al lugar le pareció ver, entre unas nubes, algo que parecía una capilla y una silueta con la forma de una cruz. No dándole demasiada importancia, volvió al día siguiente y a esa misma hora se sentó frente al castaño de las apariciones, y vio salir de entre las nubes un objeto oscuro, que al irse acercando, dejó perfilada la imagen de la Virgen Dolorosa, con el rostro vuelto hacia la derecha. A causa de la fuerte impresión, Afra, se desmayó y al volver en sí, muy asustada corrió hasta su casa. A los pocos días de sucederse este hecho falleció su abuela paterna, Afra se vistió de luto y durante unos días apenas salio a la calle. Pero la insistencia de sus amigas la convencieron para volver a Chandavila,  era el 17 de Junio, y sentada al pie de uno de los castaños,  volvió a ver la aparición de forma idéntica a la vez anterior. Entró en éxtasis y comenzó a andar de rodillas en dirección a la Virgen por el regato. La Virgen le pidió que se levante, y continuase andando hacia Ella. Al llegar allí se arrodilló, y entabló una conversación con la Virgen. Ésta le dijo que siempre estaría a su lado, le comunicó un secreto, le predijo grandes sufrimientos y al final le mandó un beso para Marcelina (que estaba allí presente), y le pidió que se persignase. En otras apariciones posteriores, la Virgen pidió el rezo del Santo Rosario y la construcción de una ermita en aquel lugar, así como que cantara en la misa solemne del día 4 de Septiembre.

Posteriormente, desde el domingo, 21 de Julio, hasta el 24, víspera de Santiago, Afra estuvo junto a unas amigas, entre las que se encontraba Marcelina, en Villar del Rey visitaron la ermita de Nuestra señora de la Encarnación. Durante varios días acudieron al templo mañana y tarde, en una de sus visitas, concretamente en la que se produjo el lunes, día 22 y cuando estaban realizando el Vía Crucis, Afra, entró en éxtasis en la XI estación, delante de un cuadro de la Santísima Trinidad, colocado al lado de la Epístola, casi en el centro de la ermita, y vio el calvario de Nuestro Señor Jesucristo y su crucifixión, sintiendo un dolor muy agudo en las palmas de las manos. A raíz de este hecho le salieron unas llagas en las manos, con incisión en el centro, después otras llagas en el costado, que chorreaban sangre, produciéndole un dolor insoportable, y finalmente llagas en los pies. Las llagas de manos y pies con el tiempo fueron haciéndose más grandes. La sangre le brotaba principalmente los viernes, Afra fue sometida a exámenes médicos y a diversas curas por parte de un enfermero, sin conseguir que las heridas cicatrizasen.  Cuentan que era curioso el olor que despedían las llagas, un olor perfumado y agradable.

A pesar de que, como hemos visto, las apariciones en Chandavila comenzaron a «oficializarse» en 1945, ya setenta y cinco años antes se había producido una posible aparición. En aquella época, concretamente en junio de 1870, una niña aseguró ver a la Virgen en «Valleseco», cerca de Chandavila. Con tal motivo, los vecinos del pueblo acudieron al lugar, muy cerca de donde ahora se levanta el Santuario de Chandavila y el párroco de entonces, Agustín Rubio Mero, ofició una misa de campaña en el lugar de la presunta aparición.

Tras ver estas apariciones Marcelina estuvo en un colegio de religiosas de Villafranca de Los Barros para posteriormente ingresar como religiosa, en la Congregación de Hermanitas de la Cruz, el 2 de Agosto de 1.975, en Sevilla, dedicándose al cuidado de enfermos, huérfanos, pobres y ancianos, tomando como nombre Sor María de la Misericordia de la Cruz. Por otro lado, Afra vivió y trabajó en un hospital, en Madrid, dedicándose a obras de caridad, hasta su muerte el 23 de Agosto del 2008, a la edad de 80 años, tras una larga y penosa enfermedad.

La Iglesia jamás se pronunció de forma oficial sobre estos hechos, aunque permitió la construcción del Santuario, obras que comenzaron el 27 de Mayo de 1.947. El complejo religioso está compuesto por una pequeña capilla que cubre y encierra el castaño donde se manifestó la Virgen, y una iglesia de mayores proporciones, presidida por una imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

Sin embargo fue decisiva la gran labor del arzobispo Celso Morga, consiguiendo que 2020 fuera año jubilar, por su septuagésimo quinto aniversario, que muestra el reconocimiento de la Iglesia a lo acontecido. Hay un antes y un después de este Año Jubilar que él mismo inauguró con la apertura de la puerta santa, el pasado 27 de mayo de 2020.

Todos los años, el 27 de mayo tiene lugar una peregrinación religiosa muy concurrida.

La veneración que despierta Chandavila, que recibe a miles de creyentes cristianos cada año en búsqueda de ayuda espiritual. “Es el lugar de peregrinación más aclamado de la provincia de Badajoz, y el segundo después de Guadalupe en Extremadura”.

Segovia pone en forma a sus mayores con un programa de actividades al aire libre

El Ayuntamiento de Segovia a través del Instituto Municipal de Deportes (IMD), ha lanzado Segovia en Forma, un programa de actividad físico deportiva al aire libre para mayores, que tiene como objetivo acabar con el sedentarismo en este grupo de edad.

El Instituto Municipal de Deportes tiene entre sus fines institucionales “la promoción del derecho al Deporte en el municipio de Segovia, partiendo de la consideración de que el deporte es un derecho de todas las personas, ya sea en su vertiente educativo-formativa, en su faceta recreativa, en el aspecto competitivo o como espectáculo”, según indica el Ayuntamiento en un comunicado.

Actualmente, alrededor del 60% de las personas mayores de 60 años no hace ejercicio de forma regular, y el 30% es totalmente sedentario.

Se ha confirmado en diversas ocasiones que el ejercicio físico controlado es beneficioso para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, contribuyendo a un envejecimiento activo, mejorando su bienestar e incrementando la longevidad.

Solo es necesario adaptar el ejercicio a la condición física de cada persona en cada momento.

Ejercicios diversos y adaptados

Todas las actividades se adaptarán al nivel de dificultad y la intensidad que requiera la persona en cada momento.

En cuanto a los ejercicios que se llevarán a cabo, serán:

1.-de fortalecimiento o musculación, ejercicios encaminados a reforzar y potenciar la musculatura, y que contribuyen a mantener la autonomía y retrasar la dependencia.

2.-ejercicios de equilibrio, lentos para mantener la posición y precisión en la deambulación, al caminar, subir escaleras…, una actividad que evitará caídas y minimizará el riesgo de fracturas y otros accidentes.

3.-ejercicios de flexibilidad, encaminados a aumentar la amplitud de los grupos musculares mayores y de las articulaciones a través de estiramientos activos y/o pasivos

4.-ejercicios de resistencia o aeróbicos, que mejoran la función cardiovascular, disminuyen la frecuencia cardíaca basal y la tensión arterial, y contribuyen al descenso de las cifras sanguíneas de glucosa y colesterol, también excelentes para prevenir o retrasar la aparición de numerosas enfermedades.

Nos alegramos de esta iniciativa.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA II JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y DE LOS MAYORES EL 24 de JULIO de 2022.

El 10 de mayo el Vaticano publicaba  el mensaje de Papa Francisco  por la II Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores que se celebrará el día 24 de julio con el lema “En la vejez seguirán dando fruto”. Este es un verdadero evangelio que podemos anunciar al mundo, que en gran medida  piensa  justamente lo contrario de la ancianidad.

Pinchando en el enlace podrás leer el mensaje completo.

https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/nonni/documents/20220503-messaggio-nonni-anziani.html

Leyenda de María del Salto, el milagro de la Virgen de la Fuencisla, patrona de Segovia

Este hecho ocurrió durante el reinado de Fernando III.

Vivía en Segovia una joven llamada Esther que a pesar de ser judía se sentía atraída por la religión de Cristo. Algunos judíos lo descubrieron y no descansaron hasta buscar una excusa para castigarla.

Consiguieron con ayuda de la mujer de un hidalgo y falsos testigos acusarla de ser la amante de su esposo. La ley judía castigaba este pecado con la muerte por lo que fue hecha prisionera y llevada hasta unas peñas para ser despeñada.

Cuando la empujaron, Esther se encomendó a la Virgen. Mientras caía apareció una paloma que la ayudó a descender lentamente posándose sobre el suelo sin sufrir ni un rasguño.  ¡Es un milagro! gritaron todos.

Desde ese día la Virgen tomó la advocación de la Fuencisla, porque en las Peñas Grajeras hay innumerables fuentecillas.

Tras este suceso, Esther se convirtió a la fe cristiana, bautizándose con el nombre de María en alabanza a la Virgen  y a partir de ese momento se dedicó al cuidado de la Virgen de la Fuencisla.

El suceso fue extendiéndose por Segovia y, desde ese momento, se la conoció como Marisaltos o María del Salto, despertando la admiración y veneración por su figura en tierras de Segovia.

Esta historia, que se inmortaliza en las pinturas murales del claustro de la Catedral de Segovia, se localiza en el tiempo hacia el año 1237. Según se recoge, Esther fue acusada de adulterio y condenada a ser arrojada desde lo alto de las Peñas Grajeras, situadas a las afueras de la ciudad de Segovia y a cuyos pies se levanta ahora el santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla.

María del Salto fue enterrada en la antigua catedral, situada frente al Alcázar de Segovia, reconociendo de esta forma la importancia de este milagro para la comunidad cristiana. Tras la parcial destrucción de la antigua catedral debido a la Guerra de la Comunidades (1520-1522), se comenzó la construcción de la nueva en 1525.

Con las obras del actual templo catedralicio avanzadas, el 15 de agosto de 1558 se trasladó el Santísimo y, diez días después, el 25 del mismo mes, se llevaron en procesión solemne desde las ruinas de la antigua catedral de Santa María los restos de María del Salto, prelados, el Infante Don Pedro, entre otros.

En una urna a cierta altura en el tramo sur del claustro, contigua al acceso a la Sala Capitular, se depositaron los restos de Marisaltos. Sobre ella, se puede leer actualmente la siguiente inscripción: “Aquí está sepultada la devota Marisaltos, con quien Dios obró este milagro en la Fuencisla. Fijó su vida en la otra iglesia, acabó sus días como católica cristiana. Año de MCCXXXVII. Trasladose en este año de MDLVIII. Renobose, año de 1739 y en 1850”.

Esta inscripción resume el milagro de la judía Esther, una historia que ha cautivado durante siglos a los segovianos y cuya memoria la Catedral de Segovia mantiene vive y ora.

Colaboración de Pilar García Roman, Presidente Diocesana de Vida Ascendente.

El Decalogo para terminar con la brecha digital

El número de mayores que utilizan internet ha estado en aumento, esa cifra ha alcanzado los 10 millones actuales.

Aun así, se ha hablado en numerosas ocasiones de analfabetos digitales para referirse de forma peyorativa a este colectivo, sin tener en cuenta que España es uno de los países del mundo con mayor calidad de vida y acceso a internet, también para los mayores. Frente a los estereotipos, la realidad es que más del 60% de la población mayor de 55 años está conectada a internet, para casos como realizar operaciones bancarias y consultar las redes sociales; comprar productos –sobre todo para adquirir ropa y alimentación– y unirse a cursos y tutoriales online.

Sin embargo, la brecha digital también es un hecho ineludible que supone un problema para muchas personas, no solo mayores, que cada vez es más necesario resolver debido a la creciente digitalización de la sociedad. Para los más vulnerables supone quedar excluidos de muchas oportunidades que ofrece la tecnología actualmente.

La brecha digital aumenta con la edad, y se acentúa a partir de los 65 años en temas como la realización de operaciones bancarias a través de internet (39%), la compra por internet (27%), o la utilización de redes sociales (30%). Y tiene consecuencias directas, como son un aumento de la desconfianza por parte de los mayores, aislamiento y mayor vulnerabilidad

En esta lucha para acabar con la brecha digital, las asociaciones de mayores se encuentran al frente, dando voz y representando las necesidades de un colectivo que supone casi el 20% de la población.

Las 10 reclamaciones de los mayores para acabar con la brecha digital:

  1. Oferta de formación generalizada

La formación se presenta como una de las principales cuestiones a resolver, ya que es desde aquí desde donde se debe partir para acabar con esa brecha digital y favorecer que todos puedan utilizar las tecnologías de forma eficiente.

Esto supone además tener en cuenta que no es lo mismo hablar de personas mayores de 55 años, mayores de 65 o mayores de 80. La utilización de las tecnologías es fundamental hoy en día, sin embargo, «para las personas mayores jóvenes es mucho más fácil que para los más mayores muy mayores», explica a su vez Juan Manuel Martínez, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA)

. Por tanto, se trata de ofrecer formación enfocada y dirigida, para poder llegar a esos «más mayores, que son los que más complicado lo tienen», y poder enseñarles el uso de las tecnologías «desde cero» si es necesario y «a todo aquel que lo necesite».

  1. Garantizar el acceso a la formación

La formación de poco servirá si a un gran número de personas no les llega, oferta como tal hay, lo que se necesita es que esa oferta de formación llegue, y le llegue a todos.

Hay brecha digital porque no se llega al colectivo que no domina las tecnologías, no tienen acceso y las instituciones públicas no se preocupan. Nos referimos especialmente al colectivo de personas mayores que quedan aisladas en las zonas rurales, incluso en las ciudades. Esto es una pescadilla que se muerde la cola: al estar aisladas, no se llega a ellas, y como no se llega a ellas, se quedan aisladas. Por lo tanto, lo primero de todo es hacer una labor de investigación para saber quién está aislado, contactar con esas personas; y después no tratarnos como tontos, no hacer las cosas por la otra persona sino enseñarle a hacerlo.

«Sería necesario que los gobiernos garanticen la accesibilidad en cualquier punto de la geografía española», añade el director de la Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC), Vicente Pérez.

  1. Simplificar y hacer herramientas más amigables

Junto a esa necesidad de ofrecer formación y conseguir que sea accesible para todos, es necesario trabajar para que los programas, herramientas y plataformas utilizadas sean más amigables, en todos los sentidos.

Las tecnologías cada vez son más avanzadas y los procesos resultan a veces complicados incluso para quienes las manejan  de forma habitual.

Diseñar los dispositivos, aplicaciones y servicios pensando solo en nativos digitales acaba resultando un problema, por lo que desde CONFEMAC señalan la necesidad de, primero, «simplificar los procedimientos»; y segundo, «tener en cuenta que no todas las personas tienen la misma facilidad».

  1. Que lo digital no sea una obligación

La digitalización de la sociedad es cada vez mayor, sin embargo, Vicente critica el hecho de que se «imponga, como si de una dictadura se tratase», y pide que se «deje abierta la posibilidad de atender a personas con dificultades para integrarse en el uso».

Esto lleva a una situación muy común que se da, por ejemplo, con la firma electrónica, ya que en muchas ocasiones resulta imprescindible para realizar ciertas gestiones. «Hay muchas personas, no solo mayores, que no la tienen», señala.

  1. Diseñar para el cien por cien de la población

Cada vez más se busca mejorar las tecnologías con modelos nuevos, mejores, más rápidos y eficientes. No obstante, en esa carrera por conseguir la tecnología más avanzada y moderna se olvida la importancia de diseñarla para que sea accesible para el cien por cien de la población, no solo para la mayoría.

  1. Hablar con personas, no con robots

Con el avance de la tecnología muchos procesos se han modernizado hasta tal punto que incluso algunas llamadas telefónicas son atendidas directamente por robots que hacen elegir opciones sobre la marcha con el objetivo de agilizar procesos. Sin embargo, estos métodos a veces resultan confusos y nada útiles, llevando a que muchas personas prefieran no realizar la llamada por la dificultad que conlleva.

En este sentido, desde CONFEMAC reclaman que «se deje abierta siempre la opción de hablar con una persona». Y en la misma línea, desde FATEC (asociación de personas mayores de Cataluña) sugieren complementar los servicios digitales con «una buena atención telefónica con un número gratuito».

  1. Gestor del mayor en todos los bancos

Los bancos han sido los primeros en recibir la llamada de atención por parte de los mayores por la discriminación que estaban sufriendo en su atención. Como tal, han sido los primeros en tomar medidas para intentar solucionar la exclusión financiera y la brecha digital que estaban viviendo. Sin embargo, aún quedan muchas formas en las que poder mejorar esa atención, y una de ellas es «que todos los bancos tengan un gestor para la persona mayor en todas y cada una de las oficinas para que ayude a los mayores con la interacción con el banco», reclaman desde FATEC.

  1. Creación de modelos estándar

FATEC considera necesario a su vez crear modelos estándar de obligada utilización, por páginas de acceso a aplicaciones por los distintos canales: ordenador, tableta, teléfono, otros. «El diseño y contenidos serán realizados de acuerdo en las preferencias de los usuarios, no en función de los requerimientos de los técnicos de sistemas, y se harán en lenguaje amigable por los usuarios», explican.

  1. Canal de información y ayuda

La necesidad de que los sistemas y procesos digitales sean apoyados por una persona que facilite ayuda cuando el uso de lo digital no sea cómodo ni resulte útil se hace evidente, sobre todo cuando hablamos de personas que no están acostumbradas a ellos. En este sentido, se reclama también, respecto a la información y el apoyo, que todas las páginas de acceso tengan un canal de información y ayuda, fácilmente accesible para los casos de mal funcionamiento de los sistemas bien por problemas técnicos o por dificultades de manipulación por parte de los usuarios.

Así como facilitar sistemas de apoyo de fácil acceso, para los casos en que existen dificultades en la utilización de los canales o herramientas, ya sea por problemas de funcionamiento en el propio canal o por dificultades del usuario en su utilización.

  1. Que se cumpla lo prometido

Las primeras medidas para paliar la brecha digital que sufren los mayores ya se han puesto en marcha desde que la iniciativa de Carlos San Juan pusiera el foco en la exclusión financiera que afecta a los mayores, una llamada de atención que ha servido para que en otros ámbitos también se lleven a cabo modificaciones para ser más inclusivos. Se han prometido cambios, sin embargo, las principales reclamaciones de los mayores en cuanto a la brecha digital siguen siendo sobre la banca porque no se ha hecho absolutamente nada: los grandes bancos siguen igual; hay una normativa para atender preferentemente a las personas mayores, pero se incumple mayoritariamente.

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